En este libro, Jaime Breilh revisa la epidemiología crítica latinoamericana, sus raíces históricas y sus fundamentos teóricos, metodológicos y de la práctica, haciendo un llamado a dar un salto paradigmático en el trabajo científico y epidemiológico ante los desafíos de un momento histórico de crisis sistémica global. A la vez, señala cómo la epidemiología anglosajona ha invisibilizado los aportes latinoamericanos en este campo.
El primer capítulo del libro describe los hitos, la trayectoria histórica y el panorama sociopolítico y ecológico del surgimiento de la epidemiología latinoamericana en el contexto de la medicina social o salud colectiva latinoamericana, que se remonta al siglo pasado. El autor argumenta cómo la ciencia oficial fundamentada en una perspectiva cartesiana termina apoyando una forma de ordenar el mundo, constituyéndose en una «ciencia del poder»; ciencia que se orienta fundamentalmente en analizar la «punta del iceberg» que son los efectos observados de los fenómenos epidemiológicos, pero lo hace de forma fragmentada y «deshistorizada» sin tener en cuenta la realidad contextual en que se inscriben. En este sentido, señala que la epidemiología dominante no logra capturar la complejidad de la realidad, en tanto totalidad contradictoria, discutiendo los límites ontológicos, epistemológicos, metodológicos y de compromiso político de esta práctica científica.
En el segundo capítulo se analiza el contexto social e histórico en el que se inscriben los desafíos del trabajo científico, para lo cual el autor problematiza las contradicciones socioambientales del capitalismo contemporáneo, versión 4.0, que en su lógica de producción acelerada, consumo y vida rápida, ha generado una civilización malsana en la cual se configuran los procesos críticos que constituyen los retos de la labor epidemiológica. El autor propone y fundamenta su propuesta en la denominada perspectiva de la «determinación social de la salud», que diferencia del planteamiento de los «determinantes sociales de la salud» que se proponen desde la epidemiología anglosajona.
La perspectiva de la epidemiología crítica implica tener en cuenta la complejidad y la concatenación de procesos en el movimiento dialéctico de la realidad, que opera en tres dimensiones constitutivas: la de los procesos sociales estructurales, la de los grupos sociales y la de los individuos; todos ellos inscritos en la relación histórica concreta que se teje con la naturaleza. En el análisis del dominio de lo societal se tienen en cuenta las condiciones de la reproducción social debida a la acumulación de poder económico, que en el capitalismo 4.0 se caracteriza por los usos productivistas de las tecnologías y la persistencia del despojo de recursos estratégicos, como por ejemplo la minería, el agua, la agroindustria y la información; lectura que no puede realizarse sin estar ligada al poder político y cultural. En el análisis de los grupos sociales, basados en la clase social, el género o la etnia, que comparten modos de vivir, como patrones estructurados de existencia, material y simbólica, que articulan las condiciones laborales y de trabajo, de consumo, de apoyo social y comunitario, la cultura y las relaciones ecológicas. Finalmente, en el dominio de las personas, para analizar las condiciones psicobiológicas de orden feno-genotípicas y los estilos de vida individuales. Todo ello, operando en el marco de un gran movimiento metabólico entre la vida social y la naturaleza. Este marco explicativo que propone una comprensión de los mecanismos o procesos generadores y reproductores de la inequidad social que determinan estructuralmente los inequitativos modos de vivir de los grupos sociales.
En el tercer y último capítulo del libro, Breilh hace hincapié en la necesidad de incorporar prácticas transdisciplinarias e interculturales para mejorar la salud colectiva. Para ello, presenta un conjunto de recursos conceptuales y metodológicos, valiéndose de ejemplos en los que se aplican tales, en la procura de trascender la lógica cartesiana de la epidemiología y la salud pública predominantes. Como elemento destacado, dentro de las contribuciones teórico-metodológicas se propone la noción de las «4 S» del buen vivir:
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Sustentabilidad: concepto multidimensional que implica un conjunto de condiciones para que los socio-ecosistemas puedan sostener una vida plena, digna, feliz y saludable.
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Soberanía: en la identidad y la cultura que se basa en tener autonomía en la conducción de un sistema social elegido, controlando los recursos indispensables.
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Solidaridad: la estructura social se organiza alrededor del bien común y el buen vivir.
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Seguridad: de espacios y procesos saludables.
El aporte de Jaime Breilh es novedoso, al interpelar los cánones del saber y la práctica epidemiológica y de la salud pública dominantes, e invitar a la reflexión y la transformación de los modos de producción de conocimiento y de las prácticas sociales con las cuales pretendemos cambiar las realidades sociosanitarias. Constituye un libro de gran utilidad para todas las personas que trabajan en el campo de la salud pública y la epidemiología, y para quienes se forman en los posgrados. Pero su lectura supone un reto intelectual no menor para comprender las coordenadas teóricas de la propuesta del autor, que se entreteje en la interpretación de aportes de diversos campos disciplinarios en el entrecruzamiento de las ciencias sociales, ambientales y de la salud.
Contribuciones de autoríaLas dos personas firmantes han compartido la escritura de la recensión.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.