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Vol. 29. Núm. S1.
Lesiones por tráfico: un ejemplo en la Salud Pública
Páginas 55-59 (septiembre 2015)
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Lesiones por tráfico: un ejemplo en la Salud Pública
Páginas 55-59 (septiembre 2015)
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Perfiles resilientes y calidad de vida en personas con discapacidad sobrevenida por accidentes de tráfico
Profiles of resilience and quality of life in people with acquired disability due to traffic accidents
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Raquel Suriá Martínez
Autor para correspondencia
raquel.suria@ua.es

Autora para correspondencia.
Departamento de Comunicación y Psicología Social, Universidad de Alicante, San Vicente del Raspeig (Alicante), España
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Estadísticas
Figuras (1)
Tablas (3)
Tabla 1. Perfil sociodemográfico
Tabla 2. Frecuencias y porcentajes de los perfiles resilientes en función del sexo, la edad y la gravedad neurológica
Tabla 3. Medias (M) y desviaciones típicas (DT) obtenidas por los tres grupos y valores η2 para cada dimensión de los factores de calidad de vida
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Resumen
Objetivos

El objetivo del estudio es identificar si existen combinaciones de factores resilientes que den lugar a diferentes perfiles de resiliencia en personas con lesión medular por un accidente de tráfico. Asimismo, se comprueba si los grupos obtenidos difieren respecto a la calidad de vida.

Métodos

Se administraron la Escala de Resiliencia (Wagnild y Young, 1993) y la versión adaptada de la Escala de calidad de vida (GENCAT) a 98 personas con lesión medular.

Resultados

El análisis de conglomerados identificó tres perfiles resilientes: un perfil de alta resiliencia, un perfil de baja resiliencia y un grupo con un predominio de aceptación de uno mismo y de la vida y competencia social. Los resultados revelaron diferencias estadísticamente significativas entre los perfiles obtenidos con respecto a las dimensiones de calidad de vida.

Conclusión

Esto sugiere la necesidad de profundizar en el conocimiento de la resiliencia y en el diseño de programas que incrementen la calidad de vida de las personas con discapacidad tras un accidente de tráfico.

Palabras clave:
Resiliencia
Calidad de vida
Discapacidad
Accidente de tráfico
Abstract
Objectives

To identify distinct profiles of resilience in people with spinal cord injuries due to traffic accidents and to determine whether the profiles identified are related to differences in subjective well-being.

Methods

The Resilience Scale (Wagnild and Young, 1993) and an adapted quality of life scale (GENCAT) were administered to 98 people with physical disabilities due to traffic accidents.

Results

Cluster analyses identified three different resilience profiles: a high-resilience group, a low-resilience group, and a group showing a predominance of high scores in self and life acceptance and social competence. The results also revealed statistically significant differences among profiles in most domains of subjective well-being.

Conclusion

The results suggest the need to study resilience in greater depth and to design programs to enhance quality of life among people with disabilities due to traffic accidents.

Keywords:
Resilience
Quality of life
Disability
Traffic accident
Texto completo
Introducción

Desde hace algunos años, el interés por diseñar programas de intervención dirigidos a personas que sufren una lesión medular tras un accidente de tráfico se ha incrementado considerablemente1–3.

Las consecuencias de este tipo de lesiones hacen que sean necesarios importantes cambios en la vida de los afectados, que pasan bruscamente de vivir de forma sana e independiente a depender de los familiares o de cuidadores para llevar a cabo sus actividades de la vida diaria, viéndose con ello mermada su calidad de vida4.

Un acercamiento a las variables intervinientes que promuevan la calidad de vida es clave en la intervención con personas que experimentan estos sucesos traumáticos3,5. Así, variables como las estrategias de afrontamiento o la autoeficacia o el locus de control cobran especial relevancia, y se encuentra cada vez más evidencia que revela que existe relación entre estas variables y la calidad de vida4,6. Asimismo, otras variables que podrían afectar a la experiencia de vivir con una lesión medular son el empoderamiento y la resiliencia; sin embargo, poco se sabe de la relación de ambos constructos con la calidad de vida de estas personas. Con respecto al empoderamiento, una excepción es el trabajo de Suriá7, en el que se ha estudiado la relación entre el empoderamiento y algunos factores sociodemográficos como la edad, el sexo, el nivel funcional de la lesión y la antigüedad de esta. Los resultados reflejan que el sexo femenino, un menor nivel de funcionalidad y los años transcurridos desde el accidente de tráfico se asocian a un mayor desarrollo de empoderamiento.

Asimismo, la resiliencia es otro constructo que se asocia positivamente con la calidad de vida8–11, pero se desconoce el papel que desempeña en la calidad de vida de las personas con lesión medular. Este concepto fue acuñado por Rutter10, quien lo definió como la capacidad de las personas para mantener la salud y el bienestar psicológico en un ambiente dinámico y desafiante.

Si bien no existe consenso en cuanto al número de dimensiones que componen la resiliencia11–14, sí parece haber acuerdo en que las personas resilientes son definidas como personas socialmente competentes que tienen conciencia de su identidad, capaces de tomar decisiones, establecer metas y satisfacer sus necesidades básicas de afecto y para la consecución de sus metas, y por tanto serían individuos caracterizados por altas puntuaciones en las dimensiones que conforman la resiliencia9,11.

Si se revisan los estudios sobre este tema11,14–16, la mayoría se han dedicado a describir el proceso y se observa que no todos los individuos desarrollan por igual esta potencialidad. ¿Qué variables potencian más esta capacidad? ¿Influyen el sexo o la edad? Asimismo, si existen diferentes perfiles de resiliencia en función del peso que cobran las dimensiones que conforman esta capacidad, ¿qué variables pueden influir en el desarrollo de unas dimensiones más que de otras?

Si se atiende a la resiliencia y su relación con la calidad de vida, puede encontrarse cierta similitud en algunos de sus componentes, como el bienestar emocional y las relaciones interpersonales, con las dimensiones citadas de la resiliencia. Por tanto, es posible que exista una vinculación directa entre la calidad de vida y la resiliencia. A su vez, si ambos constructos están compuestos por diferentes dimensiones, esto podría implicar que cada dimensión de resiliencia influya de forma diferente en la calidad de vida.

Tras una revisión de la literatura publicada sobre la resiliencia en personas con discapacidad motora, no se han encontrado trabajos previos que analicen la existencia de combinaciones de las dimensiones de resiliencia que den lugar a diferentes perfiles de resiliencia. Por tanto, son inexistentes los estudios dirigidos a examinar la relación entre los perfiles de resiliencia y las variables implicadas en el desarrollo de esta capacidad. Finalmente, no se encuentran estudios publicados sobre diferentes niveles de calidad de vida entre distintos perfiles de resiliencia de personas con lesión medular ocasionada por un accidente de tráfico que atiendan no sólo a la calidad de vida como un constructo en su conjunto, sino que se centren en cada una de las dimensiones que la conforman (p. ej., bienestar emocional, relaciones interpersonales, desarrollo personal, inclusión social, etc.).

A partir de estas consideraciones, en este estudio se plantean tres objetivos. El primero, identificar en una muestra de personas con lesión medular tras un accidente de tráfico si existen combinaciones de diferentes dimensiones de resiliencia que den lugar a distintos perfiles en función del peso de cada una de las dimensiones de la resiliencia. En este sentido, se espera que existan diferentes perfiles resilientes.

El segundo objetivo analiza la relación entre los perfiles analizados y las posibles variables sociodemográficas de los participantes. Este objetivo permitiría profundizar en la conformación de la resiliencia a la vez que serviría para dar validez a los perfiles obtenidos.

Finalmente, el tercer objetivo analiza si difieren los perfiles de resiliencia hallados según la calidad de vida. Así, se espera que la calidad de vida varíe en función de los diferentes perfiles de resiliencia. Este objetivo corroboraría lo encontrado en los dos anteriores: la validación de criterio de los perfiles encontrados, así como su utilidad a la hora de diseñar programas de entrenamiento que fomenten la resiliencia para potenciar la calidad de vida de las personas con discapacidad motora por lesión medular tras un accidente de tráfico.

MétodoParticipantes

La muestra es la que se describe en el artículo publicado en este monográfico referente al empoderamiento7, es decir, participaron 98 personas con lesión medular pertenecientes a ASPAYM (Asociación de Parapléjicos y Personas con Discapacidad Física) de la Comunidad Valenciana. En este sentido, en ambos trabajos, se recabó la información en las diferentes reuniones llevadas a cabo en la asociación, explicando el objetivo del estudio y proponiéndoles su participación voluntaria y anónima. Esta forma de acceder a la muestra justifica cierta discrepancia en el número de participantes que colaboraron en los dos estudios, pudiendo alguno de ellos no haber participado en ambos. La recogida de datos se llevó a cabo entre enero y septiembre de 2013.

Instrumentos

Se utilizó un cuestionario ad hoc para la recogida de los datos sociodemográficos: sexo, edad y gravedad neurológica (tabla 1).

Tabla 1.

Perfil sociodemográfico

Perfil sociodemográfico  N (%) 
Sexo
Varón  48 (49,00) 
Mujer  50 (51,00) 
Edad (años)
21-30  21 (21,40) 
31-40  23 (23,50) 
41-50  29 (29,60) 
>45  25 (25,50) 
Gravedad neurológica
Paraplejia  56 (57,10) 
Tetraplejia  42 (42,90) 
Total  98 (100,00) 

La Escala de resiliencia de Wagnild y Young17, en su versión adaptada, puntúa en una escala tipo Likert de 7 puntos (1=totalmente en desacuerdo y 7=totalmente de acuerdo). Las puntuaciones más altas son indicadores de mayor resiliencia, y el rango de puntuación es de 25 a 175 puntos. Se eligió este cuestionario por su fácil aplicación, por estar validado para población joven y adulta, y por sus propiedades psicométricas17. El cuestionario original está compuesto por dos factores («competencia personal» y «aceptación de sí mismo y de la vida»); sin embargo, al igual que se ha evidenciado en otros trabajos que utilizaron el instrumento original13,14,18, al examinar la validez del cuestionario para el presente estudio el análisis factorial mostró un tercer factor, que fue acuñado con el nombre de «autodisciplina», quedando explicada la varianza total del cuestionario en un 80,20%, (38,61%=competencia social [conformada por 11 ítems y una puntuación máxima en la escala de 77]; 29,19%=aceptación de sí mismo y de la vida [7 ítems y puntuación máxima de 49]; 12,40%=autodisciplina [7 ítems, puntuación límite de 49]). La consistencia interna de la escala fue adecuada (α=0,89).

La Escala integral de calidad de vida (GENCAT)5 evalúa la calidad de vida mediante 69 ítems distribuidos en ocho subescalas que se corresponden con los factores del modelo de calidad de vida5: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos. Puntúa en una escala Likert de cuatro puntos (1=totalmente en desacuerdo y 4=totalmente de acuerdo) y las puntuaciones altas denotan una mayor calidad de vida. Se seleccionó este instrumento por ser breve (su cumplimentación requiere unos 10-15 minutos), específico (mide varias dimensiones de la calidad de vida), construido y validado para población española, y con unas adecuadas propiedades psicométricas. En cuanto a las propiedades psicométricas del presente trabajo, se observó una consistencia interna elevada (α=0,84) y una variabilidad explicada a través de análisis factorial del 82,77%, (20,56%=bienestar emocional; 15,10%=relaciones interpersonales; 11,62%=bienestar material; 10,54%=desarrollo personal; 8,29%=bienestar físico; 7,04%=autodeterminación; 5,28%=inclusión social; 4,33%=derechos).

Análisis estadístico

Para identificar los perfiles de resiliencia se utilizó el método de análisis cluster en dos etapas. Es una herramienta exploratoria diseñada para revelar las agrupaciones naturales dentro de un conjunto de información que, de otra manera, no sería evidente. Asimismo, el procedimiento puede determinar automáticamente el número óptimo de clusters.

Los perfiles se definieron a partir de las diferentes combinaciones de las dimensiones de resiliencia de la Escala de resiliencia de Wagnild y Young17: competencia personal, aceptación de sí mismo y de la vida, y autodisciplina.

Para explorar la frecuencia de perfiles resilientes en función del sexo, la edad y la gravedad neurológica se utilizó la prueba de ji al cuadrado. Posteriormente se realizaron análisis de varianza (ANOVA) en los clusters obtenidos con el objetivo de analizar la significación estadística de las diferencias existentes entre los grupos en los factores de calidad de vida. Para analizar la magnitud o el tamaño del efecto de estas diferencias se atendió al índice directo eta al cuadrado. Finalmente se realizaron pruebas post hoc para identificar entre qué grupos se encontraban las diferencias. Al no estar cada grupo compuesto por el mismo número de participantes, se utilizó el método de Scheffé. Asimismo, se calculó el tamaño del efecto (diferencia media tipificada o índice d)19 para calcular la magnitud de las diferencias observadas. Los datos se analizaron con el paquete estadístico SPSS versión 19.0.

ResultadosIdentificación de perfiles de resiliencia

El método cluster, tratando de lograr la máxima homogeneidad en cada grupo y las mayores diferencias entre ellos, determinó tres agrupaciones de las dimensiones de resiliencia. De esta forma, la resiliencia quedó integrada por un cluster (grupo 1) formado por 21 participantes (21,43%), caracterizado por bajas puntuaciones en las tres dimensiones. El segundo cluster (grupo 2), integrado por 35 participantes (35,71%), tenía puntuaciones altas en competencia personal y aceptación de uno mismo, y bajas en autodisciplina. El tercer cluster (grupo 3), formado por 42 personas (42,86%), estaba caracterizado por un predominio de altas puntuaciones en las tres dimensiones (perfil con alta resiliencia) (fig. 1).

Figura 1.

Representación gráfica del modelo de tres clusters: grupo 1 (baja resiliencia), grupo 2 (alta competencia, baja autodisciplina y alta aceptación) y grupo 3 (alta resiliencia).

(0.07MB).
Perfiles resilientes en función de las variables sociodemográficas

Al examinar si existe relación entre los tres perfiles obtenidos en función de las variables sociodemográficas, esto es, del sexo, la edad y la gravedad neurológica, los resultados indican diferencias estadísticamente significativas en la gravedad de la lesión, con un porcentaje más alto en el perfil de alta resiliencia (χ2(2)=11,20, p <0,05) (tabla 2).

Tabla 2.

Frecuencias y porcentajes de los perfiles resilientes en función del sexo, la edad y la gravedad neurológica

Variables sociodemográficas  Cluster  Grupo 1 (n=21)Baja RSN (%)  Grupo 2 (n=35)Alta compet.Baja autodisc.Alta acept.N (%)  Grupo 3 (n=45)Alta RSN (%)  Total (N=98)N (%)  χ2 (p) 
Sexo  Mujer  10 (20,00)  14 (28,00)  26 (52,00)  50 (100,00)  3,97 (0,49) 
  Varón  11 (22,90)  21 (43,80)  16 (33,30)  48 (100,00)   
  Total  21 (21,40)  35 (35,70)  42 (42,90)  98 (100,00)   
Edad (años)  Menos de 25  6 (35,30)  6 (35,30)  5 (29,40)  17 (100,00)  3,79 (0,79) 
  Entre 26 y 35  6 (20,00)  10 (33,30)  14 (46,70)  30 (100,00)   
  Entre 36 y 45  4 (18,20)  7 (31,80)  11 (50,00)  22 (100,00)   
  Más de 45  5 (17,20)  12 (41,40)  12 (41,40)  29 (100,00)   
    21 (21,40)  35 (35,70)  42 (42,90)  98 (100,00)   
Gravedad neurológica  Tetraplejia  10 (17,90)  14 (25,00)  32 (57,10)  56 (100,00)  11,20 (0,04a
  Paraplejia  11 (26,20)  21 (50,00)  10 (23,80)  42 (100,00)   
  Total  21 (21,40)  35 (35,70)  42 (42,90)  98 (100,00)   

RS: resiliencia.

a

Nivel de significación de 0,05.

Diferencias intergrupo en calidad de vida

Al atender a las puntuaciones medias de la escala global se observan diferencias estadísticamente significativas en los tres clusters (F(2,95)=8,40, p <0,05, η2=0,36), y tras analizar las pruebas intergrupos se encuentra que el grupo 3 muestra medias superiores al compararlo con el grupo 1 (d=1,02).

Al examinar las pruebas ANOVA en los factores que indican diferencias estadísticamente significativas se observa que en el factor 1, bienestar emocional, existen diferencias estadísticamente significativas entre los tres clusters (F(2,95)=30,66, p <0,001, η2=0,38), encontrándose esas diferencias en el grupo 3 al compararlo con el grupo 1 (d=1,76).

También para el factor 2, relaciones interpersonales, se observan diferencias estadísticamente significativas entre los tres clusters (F(2,95)=27,75, p<0,001, η2=0,36), indicando las puntuaciones medias la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre el grupo 3 y el grupo 2 (d=1,02), y entre el grupo 3 y el grupo 1 (d=2,31). Asimismo, existen diferencias estadísticamente significativas entre el grupo 2 y el grupo 1 (d=2,18).

Con respecto al factor 4, desarrollo personal, los resultados muestran diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos (F(2,95)=23,49, p<0,001, η2=0,68), observándose que el grupo 3 difiere del grupo 2 (d=0,91) y del grupo 1 (d=0,85).

La misma dirección indican las puntuaciones medias de los grupos en el factor 5, bienestar físico (F(2,95)=4,10, p <0,05, η2=0,22); es decir, se observa que el grupo 3 difiere del grupo 2 (d=0,41), y el grupo 2 difiere del grupo 1 (d=0,33).

Por último, se encontraron diferencias estadísticamente significativas con respecto al factor 6, autodeterminación (F(2,95)=7,02, p <0,05, η2=0,30), diferenciándose el grupo 3 del grupo 1 (d=0,82), y con respecto al factor 7, inclusión social (F(2,95)=4,24, p<0,05, η2=0,14), se observó en ambos factores que el grupo 3 difiere del grupo 2 (d=0,97) y del grupo 1 (d=0,72) (tabla 3).

Tabla 3.

Medias (M) y desviaciones típicas (DT) obtenidas por los tres grupos y valores η2 para cada dimensión de los factores de calidad de vida

  Grupo 1 (n=21)Baja RSM (DT)  Grupo 2 (n=35)Alta compet.Baja autodisc.Alta acept.M (DT)  Grupo 3 (n=45)Alta RSM (DT)  Total (N=98)M (DT)  F(2,95) (p)  η2 
1. BE  15,20 (2,86)  19,76 (2,63)  21,30 (3,88)  18,77 (4,21)  30,66 (<0,001a0,38 
2. RI  19,60 (3,75)  22,44 (3,94)  28,34 (5,92)  24,55 (6,20)  27,75 (<0,001a0,36 
3. BM  18,10 (3,43)  17,12 (3,58)  18,05 (5,12)  18,33 (5,30)  2,40 (0,081)  0,09 
4. DP  14,70 (4,67)  14,68 (3,91)  17,26 (3,47)  14,96 (3,76)  23,49 (<0,001a0,68 
5. BF  15,80 (6,48)  17,01 (6,56)  19,57 (7,28)  20,45 (7,01)  4,10 (0,020b0,22 
6. A  20,20 (5,03)  21,51 (5,72)  23,11 (4,86)  22,65 (5,33)  7,02 (0,001a0,30 
7. IS  19,60 (3,53)  18,71 (3,40)  22,09 (5,03)  20,42 (4,54)  4,24 (0,032b0,14 
8. D  22,00 (4,52)  21,20 (5,69)  21,45 (5,98)  22,14 (5,92)  0,276 (0,059)  0,03 
CVtotal  18,15 (4,28)  19,05 (4,43)  22,40 (5,19)  20,28 (5,28)  8,40 (0,029b0,36 

RS: resiliencia; BE: bienestar emocional; RI: relaciones interpersonales; BM: bienestar material; DP: desarrollo personal; BF: bienestar físico; A: autodeterminación; IS: inclusión social; D: derechos; CV: calidad de vida.

a

Nivel de significación de 0,001.

b

Nivel de significación de 0,05.

Discusión

Con respecto al primer objetivo, los resultados indican la existencia de perfiles con diferentes combinaciones en las dimensiones de resiliencia. Así, el análisis de conglomerados identifica tres clusters resilientes distintos, confirmándose la primera de las hipótesis relativa a que hay diferencias en los perfiles resilientes en función del peso de las dimensiones de resiliencia. De estos resultados se desprende que la discapacidad tras un accidente de tráfico puede permitir desarrollar patrones diferentes de resiliencia. Entre estos se refleja un perfil de resiliencia alta, así como un perfil con altos niveles de aceptación de uno mismo y de la vida y de competencia social. Finalmente, se identifica un tercer perfil de baja resiliencia en las tres dimensiones de resiliencia. Este perfil estaría relacionado con déficits en el ajuste psicológico y en la calidad de vida en general, y por tanto con el hecho de que no todas las personas que viven con una lesión medular tras un accidente de tráfico tienen ese buen ajuste y adaptación a la experiencia de vivir con discapacidad18,20,21.

Asimismo, tal como se refleja en los resultados relativos al segundo objetivo, los perfiles de resiliencia se ven influidos por algunas variables estudiadas; por ejemplo, el perfil de alta resiliencia se encuentra más representado por mujeres. Estos resultados darían respaldo a los encontrados en el estudio del empoderamiento7. Del mismo modo, igual que en el estudio del empoderamiento y su relación con el nivel funcional de la lesión, los resultados del presente trabajo indican que la resiliencia está influenciada por la gravedad neurológica de la lesión. Esto sugiere que enfrentarse a este problema puede potenciar dicha capacidad.

Finalmente, los resultados del tercer objetivo dan respaldo a la tercera hipótesis planteada, es decir, las puntuaciones medias de los clusters hallados revelan diferencias estadísticamente significativas en la calidad de vida. Estos datos ofrecen consistencia a la validez de la existencia de diferentes perfiles de resiliencia y ayudan a comprender la relación entre la resiliencia y la calidad de vida. Se observa que en la mayoría de los factores de calidad de vida destacan los grupos que puntúan alto en las tres dimensiones de resiliencia, así como en los clusters en los que las dimensiones de competencia social y de aceptación de uno mismo y de la vida son elevadas. Como la evidencia empírica apunta, la resiliencia cobra un papel fundamental en la vida de las personas que experimentan adversidades, como vivir con discapacidad motora tras un accidente de tráfico. Por tanto, es lógico encontrar relación entre las dimensiones que componen este constructo y la calidad de vida16. Esta idea queda reforzada al examinar el tamaño del efecto, el cual indica que en la mayoría de los factores de calidad de vida la magnitud de estas diferencias es elevada con respecto a los participantes de bajas puntuaciones en estas dimensiones. Esto se observa en los factores relativos al bienestar emocional y físico, así como en los relacionados con la sociabilidad (relaciones interpersonales e inclusión social). En ellos se encuentra que los grupos con puntuaciones altas en competencia social y aceptación de uno mismo y de la vida tienen mayores puntuaciones en las relaciones positivas. En este sentido, la competencia social se define como un comportamiento de la persona en el contexto interpersonal que expresa sentimientos, actitudes, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación22,23. Asimismo, estudios previos vinculan la calidad de vida con las relaciones interpersonales positivas24,25 y con el funcionamiento social26, aspectos que guardan estrecha relación con la competencia social y la aceptación de uno mismo27. Esto se refleja en los factores relativos al desarrollo personal y la autodeterminación. Si atendemos a la definición de competencia personal, esta engloba aspectos relacionados con la capacidad personal, la independencia, el dominio, la perseverancia y la habilidad, entre otras23. Estos aspectos estarían relacionados con una alta aceptación de uno mismo o una gran autoestima28.

A la luz de los resultados se sugiere que la resiliencia guarda relación con características que conforman la calidad de vida, pero no hay que pasar por alto algunas limitaciones de este trabajo. En primer lugar, el número de participantes es muy reducido. Esto dificulta el poder realizar inferencias sobre si con otras muestras se obtendrían las mismas conclusiones. Por tanto, en futuras investigaciones es necesario aunar esfuerzos por obtener muestras de validación cruzada que repliquen los resultados.

Del mismo modo, los participantes de este estudio se ofrecieron voluntariamente para cumplimentar los cuestionarios, por lo que estos podrían tener diferentes motivaciones para participar en comparación con las personas que se mostraron reacias a hacerlo. En futuras investigaciones debería controlarse este factor con el fin de incrementar la validez interna de los resultados.

Finalmente, la experiencia de las características de la lesión medular es específica para cada persona y depende de una compleja combinación de variables personales, sociales y contextuales, que deberían haberse tenido en cuenta en los resultados y que en un futuro pueden contribuir a profundizar en la relación de la resiliencia y la calidad de vida.

A pesar de estas limitaciones, se considera que los resultados contribuyen al conocimiento de la resiliencia y que podrían ser relevantes para el diseño y la aplicación de programas dirigidos a incrementar la calidad de vida de las personas que viven con lesión medular tras un accidente de tráfico.

Editor responsable del artículo

Miguel Ángel Negrín Hernández.

Financiación

Esta investigación se está realizando con la autorización de los participantes del estudio y al amparo de las ayudas a grupos de investigación para la realización de proyectos de investigación emergentes del Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad de Alicante (GRE 13-32).

¿Qué se sabe sobre el tema?

La discapacidad motora es uno de los problemas más frecuentes y limitantes que generan los accidentes de tráfico. Las secuelas afectan de manera grave e irreversible a las capacidades y las funciones de los pacientes en toda su integridad, por lo que profundizar en las variables que mejoren la calidad de vida cobra especial relevancia en su intervención.

¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?

Se han identificado diferentes perfiles resilientes en función el peso de cada dimensión en el desarrollo de este constructo. Asimismo, cada perfil resiliente influye de forma diferente en la calidad de vida. Esto podría facilitar el diseño de programas dirigidos a incrementar la calidad de vida de las personas que viven con lesión medular.

Contribuciones de autoría

La autora participó en la planificación, la revisión y el diseño del trabajo, así como en el tratamiento, el análisis de los datos y la interpretación de los resultados. Por tanto fue la encargada de la realización del estudio en su totalidad.

Conflictos de intereses

Ninguno.

Agradecimientos

Mi más sincero agradecimiento a todas las personas que colaboraron para la realización y la culminación del estudio.

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