La relación médico-paciente se ha ido transformando decisivamente durante las últimas décadas, lo que refleja en nuestro ámbito la evolución de las relaciones sociales y el auge de los derechos individuales en nuestra sociedad. En este artículo se revisa sucintamente cómo se plasma dicho cambio en el marco legal y social, cómo afecta a la relación profesional-paciente, y cómo los servicios sanitarios deben adaptarse a esta realidad, qué cambios son previsibles/deseables y cómo lo están haciendo.
El paciente ha cambiado su papel en la asistencia, y para que su nuevo rol se desarrolle, el modelo de servicio ha de cambiar, y requiere una garantía de la calidad de la información a la que se accede –disponible en diferentes formatos y fuentes–, así como un cambio de las actitudes y aptitudes de profesionales sanitarios y pacientes.
La elaboración de sistemas de información homogéneos en el conjunto del Sistema Nacional de Salud de un mínimo de indicadores y resultados comunes, en función de las diferentes líneas de servicio en aspectos de resultados clave, resultados de procesos y medidas de percepción, así como su difusión y análisis, representa una necesidad acuciante en este momento, no sólo como herramienta de comparación, sino para identificar y difundir las mejores prácticas.
In recent decades, the doctor-patient relationship has been decisively transformed, reflecting social developments in health care and the rise of individual rights in our society. This article briefly reviews how this change has been reflected in the legal and social framework, how it affects the doctor-patient relationship, how health services should adapt to this new reality, which changes are predictable, or desirable, and how health services are currently responding.
The model of healthcare should adjust to the new role played by patients, requiring quality control of the information accessed – available in different formats and from distinct sources – and new attitudes and skills of health professionals and patients.
The development of a homogeneous information system throughout the Spanish national health service is required. This information system should address a minimum number of key indicators and outcomes. The dissemination and analysis of these indicators and outcomes is a pressing need, not only as a comparison tool, but to identify and disseminate good practices.