Analizar las percepciones y experiencias de la población joven en España sobre la violencia sexual (VS), sus posibles causas, víctimas y perpetradores.
MétodoEstudio cualitativo basado en entrevistas semiestructuradas a 22 jóvenes de entre 18 y 24 años. Se llevó a cabo un análisis del contenido cualitativo.
ResultadosEn las narrativas juveniles destacan la indefinición y la inconcreción sobre lo que es la VS, excepto cuando mencionan la violación, la falta de consentimiento y el uso de la fuerza en las relaciones sexuales. Las chicas, interpeladas como principales víctimas, aportan una visión más amplia y vinculada a las desigualdades de género. En general, predomina la idea de que la VS es perpetrada por hombres contra mujeres en relaciones heterosexuales dentro y fuera de la pareja. En las explicaciones, conviven las referencias a factores tanto contextuales (ligados a las desigualdades de género y la construcción social de las relaciones sexuales) como conductuales (que incluyen el visionado de pornografía). También emergen algunas estrategias relacionadas con la educación sexual y afectiva.
ConclusionesEn las percepciones de las personas jóvenes participantes en este estudio parecen convivir la ambigüedad con referencias explícitas a las diferentes formas en las que se manifiesta la VS y la influencia de las desigualdades de género. El sexo y la experiencia vital parecen influir en estas narrativas. Se requiere el fomento de una perspectiva más crítica sobre la construcción social de la VS y las relaciones íntimas en la población joven.
To analyse the perceptions and experiences of young people in Spain about sexual violence (SV), its possible causes, victims and perpetrators..
MethodQualitative study based on semi-structured interviews with 22 young people between 18 and 24 years old. A qualitative content analysis was carried out.
ResultsIn the juvenile narratives, the lack of definition and accuracy about what SV is stands out, except for mentioning rape, lack of consent and use of force in sexual relations. The girls, self-perceived as the main victims, also break with these narratives by providing a broader vision and gender inequalities related. In general, the most prevailed idea is that VS is perpetrated by men against women in heterosexual relationships inside and outside the couple. Regarding explanations, references coexist to both contextual factors (linked to gender inequalities and the social construction of sexual relationships) and behavioural factors (which includes the viewing of pornography). Tentatively proposals for improvement related to sexual and affective education emerge.
ConclusionsIn the perceptions of the young people, ambiguity seems to coexist with explicit references to the different ways in which it manifests itself and the influence of gender inequalities. Sex and life experience appear to influence these narratives. It is necessary to promote a more critical perspective on the social construction of SV and intimate relationships in the young population.
La violencia sexual (VS) comprende los actos no consentidos de naturaleza sexual o que condicionan el libre desarrollo de la vida sexual en cualquier ámbito público o privado, incluyendo la agresión, el acoso y la explotación sexual1. Es reflejo de la cultura patriarcal, que afecta principalmente a las mujeres, las niñas y los niños. Según un informe realizado por Save de Children, basado en el análisis de sentencias judiciales de abusos sexuales entre 2019 y 2020 en España, un 44,7% de los abusos sexuales cometidos hacia menores de edad se producen entre los 13 y los 16 años, siendo víctimas niñas y adolescentes en el 78,9% de los casos y perpetradores conocidos en el 84%2.
Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 20193, el 13,7% de las mujeres mayores de 16 años declaran haber estado expuestas a VS a lo largo de la vida dentro o fuera de una relación de pareja. Aproximadamente un 2,2% de las mujeres encuestadas declaran haber sido violadas alguna vez en su vida por alguien que no era su pareja. En el 99,6% de las agresiones sexuales, el agresor fue un hombre. En el contexto de una relación de pareja, un 8,9% de las mujeres declaran haber sido agredidas sexualmente. El grupo etario de mayor riesgo de VS es el de 18-24 años, con una prevalencia del 12,8%. En un estudio realizado con mujeres y hombres jóvenes (18-35 años)4 de diferentes comunidades autónomas se obtuvo una prevalencia de victimización en los últimos 12 meses del 10,5% en las mujeres y del 6,8% en los hombres, siendo mayor en las mujeres bisexuales (17,5%) y en los hombres homosexuales (14,2%).
A pesar de su creciente visibilidad a través de las cifras y las denuncias, la VS como instrumento de coerción social es un tema todavía socialmente poco reconocido. El miedo a la VS en general, y a la violación especialmente, forma parte del proceso de intimidación masculina del que son víctimas todas las mujeres5,6. Este miedo llega incluso a limitar desplazamientos de las mujeres, aunque no se hayan visto expuestas a este tipo de violencia7,8. A ello se suma un imaginario social, político, judicial y, en ocasiones, también mediático en el que predomina la tendencia a culpabilizar a las víctimas, a trivializar algunas formas de VS y a cuestionar la falta de consentimiento en las relaciones sexuales9.
Las percepciones y experiencias de la población joven sobre las distintas formas de violencia machista contra las mujeres pueden ser clave para una comprensión más completa de su relación con las desigualdades, los roles de género y la construcción social de la masculinidad y la feminidad10. Como se ha constatado en otros estudios cualitativos en esta línea, en las narrativas de la población joven emergen mitos y estereotipos en torno a la VS, las víctimas y los perpetradores11–16. Sin embargo, los discursos sociales son cambiantes, como puede suceder en este tema ante casos de impacto mediático y movimientos de mujeres a escala mundial, como #MeToo2017, #YoSiTeCreo-2018, El violador eres tú-2019 o #seacabó de las jugadoras de la selección nacional española de fútbol de 2023.
Este estudio forma parte de un proyecto más amplio de análisis sobre la VS en mujeres y hombres jóvenes realizado previamente a la aprobación de la Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual. Se planteó con el objetivo de analizar las percepciones y las experiencias de la población joven en España sobre la VS, sus posibles causas, víctimas y perpetradores.
MétodoEstudio cualitativo dirigido a población joven de 18 a 24 años entre septiembre de 2020 y octubre de 2021. Se aplicó un muestreo teórico basado en perfiles previamente definidos en función de la edad, el sexo, el nivel educativo, si había nacido o no en España y el lugar de residencia por comunidad autónoma (Madrid, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Navarra e Islas Baleares). El reclutamiento se realizó por redes sociales y a través de centros educativos y asociaciones, obteniendo una participación del 100% en los contactos realizados. Las características de las personas participantes se detallan en la tabla 1.
Distribución de las entrevistas con jóvenes sobre violencia sexual. 2020-2021
Código | Sexo | Edad (años) | Estudios | Origen | Región |
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MJ_01 | Mujer | 23 | Universitarios | Nacional | Madrid |
HJ_02 | Hombre | 24 | No universitarios | Inmigrante | Madrid |
HJ _03 | Hombre | 23 | No universitarios | Nacional | Navarra |
HJ_04 | Hombre | 19 | Universitarios | Nacional | Madrid |
HJ _05 | Hombre | 18 | Universitarios | Nacional | País Vasco |
MJ_06 | Mujer | 19 | Universitarios | Nacional | Comunidad Valenciana |
HJ _07 | Hombre | 18 | Universitarios | Nacional | Navarra |
HJ _08 | Hombre | 19 | Universitarios | Nacional | Comunidad Valenciana |
HJ_09 | Hombre | 19 | Universitarios | Nacional | País Vasco |
MJ_10 | Mujer | 23 | Universitarios | Nacional | Comunidad Valenciana |
MJ_11 | Mujer | 20 | Universitarios | Nacional | Cataluña |
MJ_12 | Mujer | 22 | No universitarios | Inmigrante | País Vasco |
MJ _13 | Mujer | 19 | No universitarios | Inmigrante | Islas Baleares |
HJ _14 | Hombre | 24 | No universitarios | Inmigrante | Cataluña |
HJ_15 | Hombre | 23 | No universitarios | Nacional | Comunidad Valenciana |
MJ_16 | Mujer | 23 | No universitarios | Inmigrante | Islas Baleares |
MJ_17 | Mujer | 23 | No universitarios | Inmigrante | Cataluña |
HJ_18 | Hombre | 24 | Universitarios | Nacional | Cataluña |
MJ_19 | Mujer | 19 | No universitarios | Nacional | Navarra |
HJ_20 | Hombre | 25 | No universitarios | Inmigrante | Madrid |
HJ_21 | Hombre | 18 | No universitarios | Nacional | Islas Baleares |
MJ_22 | Mujer | 19 | No universitarios | Nacional | Islas Baleares |
MJ_23 | Mujer | 24 | No universitarios | Inmigrante | País Vasco |
Las entrevistas tuvieron entre 50 y 70 minutos de duración, y fueron realizadas mediante llamada telefónica y videollamada. Se realizó un emparejamiento por sexo entre persona entrevistadora y entrevistada con el objetivo de facilitar un espacio de confianza, puesto que se abordaban aspectos íntimos y sensibles. Se realizaron un total de 22 entrevistas (10 chicas y 12 chicos) que permitieron alcanzar la saturación discursiva.
Se partió de un guion temático abierto que fue revisado y mejorado por las autoras y las personas entrevistadoras a partir de la información recogida en las primeras entrevistas. Entre las dimensiones abordadas en el guion, se hicieron preguntas relacionadas con las percepciones sobre la VS, sus posibles causas y las formas en las que se manifiesta.
La participación en las entrevistas fue voluntaria y no retribuida. Se obtuvo el consentimiento informado de todas las personas participantes, de manera verbal y registrada en audio. Se obtuvo la aprobación del Comité de Ética de la Universidad de Alicante (UA-2019-04-15).
Una vez recopilada toda la información, cada entrevista se transcribió textualmente. Después de leer cada entrevista, la segunda autora realizó un preanálisis para organizar la información de acuerdo con diferentes patrones. A partir de esta codificación inicial, contrastada con las otras dos autoras, se realizó un análisis de contenido cualitativo17 utilizando un árbol de códigos iniciales basado en el análisis preliminar de la información. A este árbol inicial de códigos (acordado por las autoras) se agregaron nuevos códigos, unificándolos de acuerdo con su similitud y divergencia discursiva y con el perfil de las personas participantes (tabla 2). El análisis realizado fue manual.
Árbol de códigos sobre narrativas de violencia sexual en jóvenes de España. 2020-2021
Temas | Categorías | Códigos |
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Violencia sexual | Inconcreción | Indefinición (actos, sujetos y ámbitos)DesconocimientoRodeosIncomprensiónAmbigüedad |
Violencias machistas | Indefinición (actos, sujetos y ámbitos)Tipos de violencia extremas: física/psicológica, sutil/bárbaro, básica/grave y explícita | |
La violación como idea dominante | Falta de consentimientoUtilización de la fuerzaViolación | |
Contextos y personas | Sobre los contextos de la violencia | SociedadEn trayectos que impliquen ir solaOcioTrabajoEstudiosEntorno familiarParejaSoledad |
Víctimas y perpetradores | Ser mujerMujeres heterosexualesOtras víctimas homosexuales | |
Perpetrador hombreHeterosexualPoderEnfermedad mental | ||
Explicaciones | Factores contextuales | Desigualdad de poder entre hombres y mujeresTradiciónSubordinaciónSocialización de género tradicionalEducación sexualPornografía |
Otros factores (justificación) | Diversidad socialSalud mentalMasculinidad tradicional aprendidaInstinto natural |
Las autoras tienen experiencia en investigación cualitativa y en violencia sexual y de género. Esta experiencia fue importante para el diseño del estudio, la selección de la muestra y la recolección de los datos. Para la triangulación, los resultados iniciales fueron discutidos y redefinidos entre las autoras hasta su formato final. Todas revisaron los resultados, utilizaron citas literales para sustentar los resultados del análisis y se llegó a la versión final al concluir que se había llegado a la saturación de información.
ResultadosEn las narrativas juveniles emergen no solo explicaciones sobre lo que entienden por VS, las víctimas y los perpetradores, sino también sobre los contextos en los que se produce y las distintas explicaciones al problema.
¿Qué es para ti la violencia sexual?La primera respuesta obtenida a esta pregunta, en general, redunda en una indefinición en algunos casos (sobre todo en los chicos) y en otros en una clara identificación de la VS como una forma de violencia machista (sobre todo en las chicas, pero no de manera exclusiva). No obstante, en el caso de las jóvenes, su discurso está más definido y directo, referenciando algunas de las diferentes manifestaciones de este problema. En general, y principalmente en los chicos, se les hace difícil definir qué entienden por VS, recurriendo en algunos casos al rodeo como recurso lingüístico para llegar a no decir nada de ella o aportando interrogantes a modo de respuesta. Esta indefinición, sin embargo, no se observa cuando mencionan la violación, la falta de consentimiento y el uso de la fuerza en las relaciones sexuales. Estas narrativas conviven con otras que, aunque minoritarias, sí identifican otras formas de VS que no implica penetración ni relaciones íntimas, aunque no llegan a concretarse ejemplos tan explícitos como los mencionados en relación con la violación (tabla 3).
Verbatims sobre la percepción de la violencia sexual asociada a falta de consentimiento, violación y uso de la fuerza en la juventud española. 2020-2021
¿Qué es para ti la violencia sexual? | |
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Chicas | Chicos |
«Es como un tipo de violencia que se ejerce sobre el cuerpo de la mujer, que puede ser desde lo más sutil hasta lo más bárbaro, por decirlo así» (MJ1).«Yo, por ejemplo, en mi cabeza tengo la violencia sexual súper clara en plan, pues violación, por poner un ejemplo. Es como una violencia sexual súper clara» (MJ10).«Hay distintos niveles, ¿no? Digamos que lo más fuerte o lo que estaría encima de todo, de la pirámide, digamos, podría ser la violación en sí mismo, el asesinato» (MJ11).«Joder, que te cogen por la fuerza, algo que sea ya más violento, sí, eso por la fuerza, y que no te den ningún derecho, ninguna oportunidad a quererte resistir a ello. Y que si lo haces, a la otra persona le da completamente igual y pasa sobre ello. Pues a ver, yo creo que es como tal, la típica…, bueno, tristemente digo la típica, pero es que es así, la violación que surge en la calle de las chicas» (MJ12).«Entiendo que todo tipo de violencia que incite a actos sexuales, véase, pues eso, desde abusos, violaciones, etcétera, que sería lo más heavy y lo más obvio, hasta la comercialización de la sexualidad de una persona» (MJ19). | «Ostras… Pues yo, más que una situación, vamos, que es una situación, pero no una situación concreta, a lo mejor también lo intentaría ampliar un poco más el concepto de esa situación. Más una vivencia, una vivencia tampoco, porque es que es algo tan pequeñito, es más… Es que es un contexto muy grande, son pequeñas situaciones, situaciones más grandes, todas aquellas que implican a lo mejor un… bueno, a lo mejor no, que impliquen un daño para la persona, y todo ello que esté relacionado con… pues a lo mejor pues eso, con el género, con violencia sexual, o sea….» (HJ4).«Yo creo que lo principal, me imagino que sería, yo creo, que la penetración, por así decirlo, pero también yo creo que consiste en, por ejemplo, tocar algunas partes del cuerpo sin consentimiento» (HJ7).«La violación… la violación. O sea, pero opinión, ¿no? No hablamos del tema legal. Vale, para mí la violación, la violación sexual, para mí es cualquier, cualquier cosa sexual, ya sea penetración o cualquier otro tipo de tal, que se hace sin el consentimiento expreso de uno de los participantes… desde lenguaje, violencia sexual para mí es desde lenguaje, hasta gestos y ya en lo físico» (HJ3).«¿La violencia sexual? ¿Cómo lo puedo decir? Una violencia que, o algo que alguien está haciendo al otro sin su, cómo se dice, ¿consentimiento? (…) Forzar a alguien a acostarse o violarlo. No sé cómo lo puedo explicar» (HJ14). |
Tanto ellas como ellos coinciden en señalar que la VS puede darse en diferentes ámbitos. Ellas se sienten interpeladas como principales víctimas y ellos también las identifican de este modo. En los ejemplos que ellas aportan, parece predominar la idea de que la VS se da bajo un patrón de relaciones heterosexuales, mayoritariamente, de hombres hacia mujeres. Desde su propia experiencia como víctimas o testigos, aportan ejemplos concretos de diferentes formas de VS a las que pueden verse expuestas tanto dentro como fuera de la relación de pareja. Concretamente, describen situaciones de coacción para mantener relaciones sexuales con la pareja y otras relacionadas con el acoso sexual en la calle, en el ámbito del ocio nocturno, el acoso sexual laboral o en el ámbito escolar. Ellas igualmente visibilizan la VS que ocurre en el entorno familiar perpetrada por conocidos y que perciben como difícil de detectar y denunciar. A estos testimonios se unen los de dos chicos que hablan de violaciones porque, como ellas, uno habla como víctima de un intento de violación y otro como testigo del caso de una vecina que fue víctima de una violación (tabla 4).
Verbatims sobre diferentes tipos de violencia sexual referida por las jóvenes españolas. 2020-2021
Tipos | Verbatims |
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Coacción para mantener relaciones sexuales en la pareja | «Hay mucha violencia sexual, si no te apetece follar, pero te insisten, ¿no? Al final no deja de ser como una coacción. Por ejemplo, tuve una amiga, es que para mí fue el máximo de violencia, decirle a la chica “tú tienes que dejar a este tío ahora mismo”, porque se dedicaban a hacer visitas a sitios abandonados. Entonces, un día fueron a saltar una valla y la chica sin querer se metió una parte de la valla justo por la vagina. Pues a los 2 días ya estaban follando. Cuando el médico le había dicho que tenía que estar en reposo. Estaba manteniendo relaciones… Cuando el médico le había dicho que tenía una herida, pues que no podía hacer nada durante más o menos un mes. Pues a los 2 días, como el chico ya había estado insistiendo y eso, pues ya tuvieron relaciones. Claro, ella tenía una herida, o sea, que le dolía y a los días siguientes por culpa de haberle hecho caso, pues ya no estaba bien» (MJ17).«También en una relación con tu novio, pues que tú te piensas que lo estás haciendo bien, que sí, que es por complacer a tu novio, que eso, pero que en verdad está abusando de ti, quieras verlo o no. Que es una relación tóxica, que tú no estás obligada a hacer nada y que en el momento que tú lo haces sin que te apetezca, hablando de relaciones sexuales, pues que si tú no estás de acuerdo pues [resopla], eso es un abuso» (MJ6). |
Gestos lascivos | «A ver, yo es que tengo un poco, para mí es un poquito radical mi punto de vista. Pero para mí la violencia sexual puede ser simplemente una mirada. Porque yo me he sentido un poco acojonada, la palabra es acojonada, simplemente por una mirada con intenciones sexuales. Ahora, por ejemplo, no tanto porque ya soy un poco más mayor. Pero cuando tenía, por ejemplo, 14 o 15 años, y algún tío o algún señor que yo veía que me podía hacer algo, me miraba ya como… escaneando el cuerpo, a ver qué puede tocar, como que le gusta y eso, pues eso ya, para mí, ya es violencia sexual. Porque ese sentimiento que me está provocando esa mirada, no… no me gusta, me, uff…» (MJ17). |
Sumisión por alcohol y otras sustancias | «Te voy a poner un ejemplo, me lo han contado mis amigas. Estaban mucha gente reunida en un puerto de aquí, haciendo botellón (…) al principio del todo había una chica chupándosela a un chico ahí detrás de un camión o algo. Y pues el chico se puso a hacerle un vídeo, los amigos del chico se pusieron a grabarla y luego pues difundieron el vídeo. Mis amigas se enteraron, fueron, les hicieron borrar el vídeo y acabaron peleándose. Pero no sabían cuánta gente había hecho el vídeo y ellas pensaban que lo habían borrado todos. Y al final resultó que no, que el chico también lo había grabado, que tal lo había grabado y ahora el vídeo pues se está difundiendo por ahí. Y la chica pues iba borracha y no se estaba enterando de lo que estaba pasando» (MJ6). |
Acoso sexual callejero | «Y por la calle ya ni hablar. Por la calle, ha sido desde pequeña. Ha habido incluso muchas veces que yo no he podido pasar por… Hay una calle aquí, en donde yo vivo, en la cual yo no he pasado durante muchos años, pero… no la he tocado en muchos años, aparte con el coche, porque me he sentido acosada. (…) no suelo pasar, tampoco tengo interés en pasar por ese lugar. Me ha condicionado mi libertad de movimiento, el cómo (…) hace poco, yo sé… sufrí de un hombre, de 40 y… no, una edad muy avanzada, ahora con las mascarillas, no pude identificarlo, era de noche. Venía de hacer ejercicio de… mi propia calle y me siguió. Me siguió hasta que decidí coger el móvil para llamar a mi hermano para que saliera porque no me sentía cómoda, ahí dio la vuelta y se fue (…)» (MJ13).«También los tíos que vas por la calle y te dicen algo (…) Toda esta gente que, eso, que sin tu permiso se atreven a decirte algo o todavía van más lejos y te tocan, ¿no?» (MJ17). |
Acoso sexual en el trabajo y en otros ámbitos | «En el trabajo también, yo el año pasado... no, el anterior, un verano que trabajé de camarera, pues sentí acoso por parte del cocinero. Yo lo hablé con mis padres y tal (…) sentía que había algo. Entonces, no estaba cómoda con mi trabajo por el simple hecho de que haya una persona que me estaba acosando todo el rato» (MJ13).«Nos vino una alumna feminista del instituto a quejarse de que un compañero de clase le había empezado a tocar las tetas y el culo y demás en clase. No se hizo nada, ¿sabes? La dirección del instituto lo único que hizo fue que se pidiesen perdón. ¿Sabes? O sea, no le cambiaron ni de sitio y el chaval estaba detrás. Y pasa esto hasta, pues que se difundan… Bueno, no en el instituto directamente, ¿no?, pero por redes, entre gente del instituto, fotos… o sea, fotos íntimas de alumnas, etcétera. Aspectos como este, por ejemplo del instituto, pues yo sé que también han pasado, en plan de compañeras mías jóvenes y demás, pues que también les ha pasado lo mismo» (MJ19). |
Entorno familiar | «Porque estas cosas ocurren en tu casa, con tus abuelos, con tus tíos, con tu vecino. Entonces, en sí, tú ya estás en atención de que cualquier hombre te puede hacer daño y desde pequeña, incluso, te aíslas para jugar, pues porque los niños te van a hacer daño. Y entonces, yo creo que puede realmente ocurrir, pues desde casa» (MJ23).«En las familias también, que es muy triste que suceda, pero tristemente pasa así en muchas menores también. Hombres de su familia, de su ámbito familiar que abusen de ellas y que ellas no…, esas mujeres no puedan decir nada al respecto, les dé miedo, poder llegar a acusar a su familia. (…) Pero imagínate que al final ni con tu familia puedas estar segura porque tu padrastro, o tu padre, o tu tío, o tu primo, esté intentando abusar de ti sexualmente, tocándote o directamente ya, convenciéndote o haciéndolo a la fuerza, y haciéndote creer que eso es lo bueno y que no puedas decir nada porque te amenacen de que no te puedan creer o algo parecido» (MJ12). |
Violación | «Pues yo viví una, así como, por lo menos era… no era, bueno, demasiado cercana no, simplemente era una mujer del pueblo donde vivía o de la ciudad pequeña, que vivía en Colombia y fue víctima de violación, efectivamente, demasiado, demasiado grave» (HJ20).«Yo sufrí un intento de violación, bueno, varios realmente, han intentado abusar de mí unas tres veces, que yo me acuerde» (HJ3). |
Tanto ellas como ellos consideran la VS como el resultado de factores contextuales e individuales. Entre los factores contextuales destacan las explicaciones ligadas a las desigualdades de género y a las relaciones de poder establecidas en la sociedad, que sitúan a los hombres en una posición de dominación y a las mujeres en una posición de subordinación: «La verdad que siempre se ha hecho creer o se ha hecho ver a la sociedad en general que la mujer es el género débil. Y por eso yo creo que los hombres, mayoritariamente los hombres digo, pues han creído que pueden tener el derecho a hacer con una mujer lo que quieran, sin contar con la opinión de ella» (HJ7).
Además, para las mujeres jóvenes existe el mandato o la presión social de la disponibilidad sexual, así como vivir en contextos familiares de violencia y machismo: «¿De dónde crees tú que viene esa presión? Pues básicamente de la sociedad, ¿no? Se van a reír de ti si no te acuestas con la chica o con el chico con el que estás quedando, o si eres virgen a tal edad, o si no mantienes relaciones como tu grupo de amigos, o básicamente eso» (MJ6). «Creo que es porque han crecido en ese ámbito, ¿no? No es algo con lo que naces, sino con lo que aprendes. (…) la gente se queda con ese concepto y lo normalizan, cuando saben que no es algo agradable, pero lo normalizan y... O sea, por parte de chicos, yo creo, tampoco me he puesto en su piel, no lo he vivido. Pero bastantes de ellos, no creo que les guste hacerlo, pero lo hacen para sentir aceptación social» (MJ13).
En relación con el tema de la educación, destacan las referencias a la influencia del visionado de pornografía y la desigualdad con la que reflejan las relaciones sexuales en hombres y mujeres. Dos de las entrevistadas, además, relacionan la VS con la carencia de educación sexual. También se expresa que detrás de la pornografía está la trata de mujeres con fines de explotación sexual (tabla 5).
Verbatims sobre por qué ocurre la violencia sexual desde la perspectiva de jóvenes en España. Pornografía y carencia de educación sexual. 2020-2021
Educación sexual (falta de) | «Yo creo que eso es una cosa que, vamos… empezó con el mundo [ríe], básicamente. Y no sé, tampoco se nos da una educación sexual. Vamos, mi madre a mí no me ha dado una educación sexual, ni el instituto, ni nada» (MJ1).«Claro, es que antes, por ejemplo, en vez de ser todas las páginas de Internet y todos estos tipos, ¿no?, pues había fotos, había revistas y cosas. Pero en esas revistas no… no se llega a afinar tanto como si se lo enseñara en un vídeo, ¿no? Pero, sin embargo, esas revistas para la mayoría de los chavales de la época eran más que suficiente. Y no es tan agresivo como el porno, por ejemplo, ¿no?, como un vídeo. [Ríe] Entonces, eso, que más que sea ya que edad y tal, pero también un poco como… un poco más de educación sexual, ¿sabes? No… que no empiecen los niños ya, con 12 o 13 años viendo vídeos porno, ¿sabes?, directamente ahí viendo sadomaso, ¿sabes?» (MJ17). |
Exposición a la pornografía | «Pues no sé. Es que vivimos en una, en unos tiempos donde pues, los niños acceden a páginas pornográficas muy pronto, porque solo es poner en Google porno y te salen 1000 páginas para ver y pues los chicos, pues los niños pequeños, ya te digo, como usan el Internet ahora, pues lo conocen más pronto lo que es la pornografía y como que la sociedad está muy sexualizada» (HJ02).«Pues sí, en plan, la pornografía mismo, lo que he dicho, que yo creo que se sexualiza, en plan, muchísimo. Sobre todo en pornografía heterosexual, bueno, porque luego en la pornografía homosexual lo único que se hace es poner a una de las partes ya… bueno, ya de por sí, pornografía homosexual entre dos mujeres está sexualizadísima. Y luego, la pornografía entre homosexuales, entre dos hombres, se da una figura, en plan, se supone que una figura de las dos tiene que ser, por así decirlo, la femenina, por lo tanto es como el mismo patrón de la heterosexual. Y al final, en esos vídeos lo único que ves es… Que yo que sé, si insistes un poco, en plan, la manera en la que están hechos es, al final, en plan, a lo mejor en el vídeo la mujer dice “no, no quiero nada, tal”, como que si le insistes un poco va a querer. Entonces, si los jóvenes ven eso, dicen “bueno, pues está tirado, aunque me digan no, le fuerzo un poco y ya está”. Entonces, yo creo que, por ejemplo, eso también es un factor muy importante. No sé. En plan, la industria de la pornografía es súper toxica, todo» (HJ05).«Claro, lo que pasa es que el consumo de pornografía en cierta parte, depende de, yo creo, de lo que haga la chica, lo que cumpla. Y ahí, por lo menos, hay partes donde se puede ver mucha violencia, mucho el hombre como autoridad, como el que manda, la mujer como un objeto allí, como puesta, y solamente para servirle al hombre. Entonces, sí que se ve, de hecho, mucho contenido sexual donde la mujer es expuesta y es víctima de alguna manera de lo que es el machismo» (HJ20).«El tema de la pornografía sí que yo lo consideraría un factor de adicción a la violencia sexual, porque lo que no sabe la mayoría de la gente es que, detrás de ese consumo, puede haber una trata, ¿no?, una trata de la mujer» (MJ22).«En Internet, hay un montón de porno que no está vigilado y ahí hay un montón […] Sí, en el porno hay un montón de cosas que son reales. O sea, hay, por ejemplo, el Pornhub, la página esta, se han encontrado que… sí, se han encontrado chicas que están desaparecidas, cómo están siendo violadas en vídeos (…) El otro día leía una noticia de una niña de 14 años, creo, que la habían violado entre 4 chavales de la misma edad más o menos. El mayor creo que tenía 16. Y claro, dices, a ver, pero esto dónde lo han visto, ¿no?, estos chavales, cómo saben lo que es esto, ¿no? Pues por el porno» (MJ17). |
Con respecto a las explicaciones que aportan, tanto chicos como chicas plantean argumentos que podrían considerarse justificaciones, que asocian el problema de la VS con patrones de diversidad cultural donde hay todavía arraigadas costumbres que atentan contra los derechos de las mujeres o con problemas de salud mental que pudieran tener los agresores. Los chicos aluden además a atribuciones individuales que van desde la masculinidad tradicional aprendida socialmente (posesión, control y celos) al «instinto sexual natural masculino», redundado en todos los casos en una justificación de la conducta perpetradora (tabla 6).
Verbatims sobre por qué ocurre la violencia sexual desde la perspectiva de jóvenes en España. Factores individuales. 2020-2021
Masculinidad tradicional aprendida | «Creo que en gran medida es por la posesividad por alguna parte de la pareja, y como que, ya sean las inseguridades o así que tenga esa persona consigo mismo, las reflecta en la relación, y ya sea pues por miedo al rechazo o miedo a que le engañen con otra persona, como que esa persona intenta como controlar todos los aspectos de la vida de la otra. Y yo creo que será por eso. Y una vez como que ya empiezas en ese bucle de inseguridades (…)» (HJ5).«Puede ser de fiesta, yo qué sé, por ejemplo. (…) así está con una persona y esa persona que está, pues hablando con otra persona, entonces, ya se ponen como a la defensiva, ¿no? Y se ponen celosos, se sienten incómodos ya, no se sienten seguros de la otra persona, no tienen esa seguridad. Entonces, yo creo que ahí ya es cuando surge, ¿no?» (HJ9). |
Diversidad social | «Las gitanas que se casan con 14 años, yo creo que también es un poco… ¿no? Muy fuerte, porque hay algunas… Yo conocí a un par que ni siquiera sabían con quién se iban a casar. Y, claro, ellas iban allí, a la boda, a ciegas y a casarse. Y lo mismo también, alguna chica marroquí que estaba en clase, ¿no?, o lo que sea, y que un verano se bajaba a Marruecos y se casaba, y allí se quedaba, ¿no? Eran compañeras mías directamente, pues del instituto, ¿no?, de esto, de la hermana de, o alguna cosa así. Y, eso, sí, marcharse, no volver y bueno, estar casadas con gente que no conocen, que a lo mejor es su primo o a lo mejor es un tío más viejo o lo que sea, ¿sabes? [Ríe] Pero están siendo obligadas. Están siendo obligadas totalmente. Es violencia sexual, claro, esa misma noche» (MJ17). |
Problemas de salud mental | «Luego, supongo que también habrá alguna enfermedad que te haga pasar esto, en plan, que tengas un brote, que no te controles a ti mismo» (HJ21).«La mayoría de las personas que creo que lo hacen es porque creo que tendrán algún problema suyo personal o a veces…, no sé, más problemas mentales. Es que yo intento ser lo mayor empática posible, pero yo digo, hasta qué punto puede una persona, con los mayores problemas que pueda tener en su cabeza, intentar hacerle daño a otra persona, y que le parezca eso bien, y que disfrute con ese daño» (MJ12). |
Instinto natural | «No sé, igual porque mucha gente ve que es un instinto, ¿no?, un instinto natural que tenemos (…). La verdad, echarle la culpa a un instinto natural lo veo bastante… Pues no sé, me parece bastante penoso, por así decirlo. Pero bueno. Ya ahí cada uno tiene su forma de expresarse también» (HJ9). |
En las narrativas de las personas jóvenes participantes en este estudio destacan la indefinición y la inconcreción sobre lo que es la VS, excepto al mencionar la violación, la falta de consentimiento y el uso de la fuerza en las relaciones sexuales. Las chicas, interpeladas como principales víctimas por ellas mismas y también por ellos, aportan una visión más amplia del problema y ejemplos que les resultan cercanos de las distintas formas y ámbitos en los que se puede manifestar la VS. En general, impera la idea de que la VS es perpetrada por hombres contra mujeres en relaciones heterosexuales dentro y fuera de la pareja. Con respecto a las explicaciones, conviven las referencias a factores tanto contextuales (ligados a las desigualdades de género y la construcción social de las relaciones sexuales) como conductuales (que incluyen el visionado de pornografía, entre otros). Emerge alguna propuesta de mejora relacionada con la educación sexual y afectiva.
Como ya se ha observado en los discursos sobre violencia contra las mujeres18,19, las narrativas juveniles sobre la VS contienen recursos como la normalización, la indefinición y las ambivalencias en torno a algunas de sus manifestaciones. Las personas participantes parecen culpabilizar a las víctimas y responsabilizarlas de su prevención7, reconocer solo las formas más explícitas y relacionadas con las violaciones, y excusar la conducta perpetradora en caso de consumo de alcohol y otras drogas12,14,20, que en este estudio se unen a la diversidad social y los posibles problemas de salud mental. Estos discursos constituyen «zonas grises» u opacas sobre la VS que pueden contribuir a su perpetuación10.
Las narrativas sobre VS cambian en función del sexo y de la experiencia vital. Las chicas y algunos chicos que aportan su experiencia con la VS mencionan ejemplos concretos relacionados con la violación, la VS por sumisión química, el acoso sexual en la calle y las miradas lascivas. Parece latente, en las narrativas analizadas, la percepción de las mujeres como cuerpos de deseo o ultraje, y no tanto como ciudadanas7.
Aunque algunas participantes hablan de la VS dentro de la pareja, resulta llamativa la falta de alusiones a situaciones como la «violación por confianza» en las relaciones de noviazgo, en la que las jóvenes se ven presionadas a tener prácticas sexuales sin desearlas, estando normalizado y naturalizado por el mandato del enamoramiento en el amor romántico13. Ni las propias jóvenes se percatan de que esto es violencia y ellos no sienten que ese tipo de actos producen violencia, ya que pueden ser tácticas no físicas de coerción verbal más sutiles hasta conseguir ese contacto15. También faltan alusiones a la VS en parejas del mismo sexo, a pesar de su magnitud en España y en otros países4. Este resultado sugiere un discurso heteronormativo dominante, que sitúa a los hombres como agentes activos y a las mujeres como víctimas pasivas11,16. Prevenir la VS en la sociedad requiere una perspectiva crítica sobre la construcción social de las relaciones íntimas, incluyendo distintos ejes de desigualdad social de relevancia, como es la orientación sexual21.
Las personas entrevistadas identifican el uso de la pornografía en edades tempranas como un comportamiento que podría relacionarse con la conducta sexual violenta. Bajo esta afirmación subyace el imaginario de que los hombres hacen un mayor uso de la pornografía que las mujeres22. La exposición a contenidos sexualizados ha mostrado una asociación causal con las agresiones sexuales en estudios experimentales23, se ha relacionado con formas graves de agresión en estudios transversales24 y ha mostrado un efecto acumulativo en estudios longitudinales25. Esta relación se encuentra también en las percepciones de las personas participantes sobre las causas del problema, que se unen a la reivindicación de promover la educación afectiva y sexual.
Las personas participantes, sobre todo las chicas, han compartido otras narrativas alternativas en las explicaciones sobre la VS, en las que la identifican como reflejo de una desigualdad estructural entre mujeres y hombres, y como una forma de violencia machista contra las mujeres. Relacionan, en este sentido, la VS como un mecanismo de dominación patriarcal que se articula a través de dispositivos coactivos como la posesión, la disponibilidad y el acceso al cuerpo y a la sexualidad de las mujeres26. De igual forma, en este estudio, se rescatan propuestas de sensibilización y prevención de la VS relacionadas con la educación sexual y afectiva.
Como limitaciones del estudio hay que tener en cuenta que los resultados se limitan a las percepciones de las personas participantes, que solo en algunos casos aportan su experiencia vital como víctimas de VS y en ningún caso como perpetradores. A pesar de la diversidad buscada en los perfiles de muestreo, las personas participantes eran mayoritariamente residentes en áreas urbanas. El objetivo de este estudio, sin embargo, se centra en las narrativas de las mujeres y de los hombres jóvenes independientemente de su exposición al problema. En futuros estudios, en esta línea, cabe considerar otros perfiles en la selección de participantes, como la orientación sexual.
Este estudio cuenta también con fortalezas relacionadas con la aplicación de un diseño emergente, un muestreo teórico y basado en la calidad de la información obtenida, y el grado de saturación alcanzado finalmente. Además, se proporciona una descripción tanto del contexto como de las personas participantes en las entrevistas. Se ha triangulado la información mediante la selección de participantes de diferentes perfiles. Además, los resultados cuentan con el apoyo de distintas citas literales aportadas por la heterogeneidad de participantes de nuestro estudio.
ConclusionesEn las percepciones de las personas jóvenes participantes en este estudio conviven la ambigüedad y «zonas grises» sobre lo que es la VS y por qué ocurre, con referencias explícitas a las diferentes formas en las que se manifiesta y la influencia de las desigualdades de género. El sexo y la experiencia vital relacionada con la VS parecen influir en las narrativas, aunque este resultado también sugiere que impera un discurso heteronormativo en el cual las mujeres son las víctimas y las principales responsables de la prevención de este problema. Se dan también explicaciones que a veces justifican y otras veces estigmatizan la conducta violenta. Algunas chicas apuntan la necesidad de mejoras en la educación sexual y afectiva. Tanto ellas como ellos se muestran críticos con el uso extensivo de la pornografía. Los mitos de la VS identificados ponen de manifiesto la necesidad de promover una perspectiva más crítica entre la población joven sobre la construcción social de la VS y las relaciones íntimas.
Disponibilidad de bases de datos y material para réplicaDatos disponibles solicitándolos a la autora para correspondencia.
La violencia sexual en jóvenes es un creciente problema de salud pública que coarta la libertad, especialmente de las mujeres. Las percepciones de la población joven pueden ser clave para una comprensión más completa del problema.
¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?En las narrativas juveniles conviven la ambigüedad y referencias explícitas a formas de violencia sexual, como la violación. El sexo y la experiencia vital influyen en sus percepciones, que incluyen mitos sobre las causas, las víctimas y los agresores.
¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos?Los mitos sobre las agresiones sexuales forman parte del imaginario que la juventud tiene en torno a la violencia sexual. Se requiere el fomento de una perspectiva más crítica sobre la construcción social de la violencia sexual y las relaciones íntimas en la población joven.
Carlos Álvarez-Dardet.
Declaración de transparenciaLa autora principal (garante responsable del manuscrito) afirma que este manuscrito es un reporte honesto, preciso y transparente del estudio que se remite a Gaceta Sanitaria, que no se han omitido aspectos importantes del estudio, y que las discrepancias del estudio según lo previsto (y, si son relevantes, registradas) se han explicado.
Contribuciones de autoríaC. Vives-Cases y B. Sanz-Barbero diseñaron y dirigieron el proyecto en el que se enmarca este trabajo. C. Vives-Cases y E. Castellanos-Torres contribuyeron a las principales ideas que dieron lugar a este estudio. E. Castellanos-Torres hizo una primera versión de los análisis, que posteriormente C. Vives-Cases y B. Sanz-Barbero revisaron e hicieron contribuciones de relevancia hasta la versión definitiva. Todas las autoras participaron en la interpretación de la información resultante y la búsqueda de referencias bibliográficas de apoyo. C. Vives-Cases lideró la elaboración de los sucesivos borradores, integrando las aportaciones que ella misma y E. Castellanos-Torres y B. Sanz-Barbero fueron haciendo hasta llegar a la versión final del texto, que todas las autoras revisaron y aprobaron. Todas las autoras se hacen responsables del contenido de este documento.
AgradecimientosLas autoras desean expresar su agradecimiento a las personas participantes en este estudio.
FinanciaciónCIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) con el proyecto «Factores y percepciones asociadas a la violencia sexual entre jóvenes. Un enfoque de método mixto» (Ref. ESP20PI02).
Conflictos de interesesNinguno.