Como muy bien argumentan Icart y Donaghy, autores del libro, combinar el análisis de películas con el estudio de temas de salud pública puede resultar de gran interés en la educación de estudiantes y profesionales del entorno médico-sanitario. En la actualidad se dispone de innumerables artículos científicos que describen el empleo de películas comerciales como recurso docente en áreas de salud1, y se encuentran páginas web que describen experiencias similares, en particular para docencia en salud pública2. Sin embargo, no existía hasta el momento un monográfico dedicado a este tan relevante tema. Ello podría justificar, a nuestro entender, que esta primera edición se haya escrito en inglés.
Films in health sciences education. Learning through moving images constituye una exquisita y práctica selección de películas que presentan la característica de favorecer el debate en temas de salud. Se fundamenta en un total de diez películas, comercializadas en inglés durante la primera década de este siglo (entre 2000 y 2009), de diferentes géneros (thriller, drama y romántico) y que se caracterizan por abordar temas de salud como una parte fundamental de su trama. Icart y Donaghy han realizado un significativo esfuerzo a fin de desarrollar una plantilla de once apartados que han aplicado sistemáticamente a cada una de las películas. Además de la ficha técnica de cada una, han desarrollado otros apartados tan interesantes como útiles para los docentes. Se detallan las enfermedades que abordan, los profesionales sanitarios implicados y las secuencias más destacadas (con su correspondiente localización en minutos y segundos), así como las actividades académicas que recomiendan desarrollar. También se enmarca la trama de la película, se incluye un apartado sobre terminología con un glosario y otro apartado final sobre los recursos cinematográficos más destacados. No falta la bibliografía recomendada para cada actividad docente vinculada a cada película.
Por lo tanto, si lo que pretendemos los docentes es potenciar la formación activa de los estudiantes, debemos acudir a estrategias que vayan más allá de la clase magistral; seminarios de formación, sesiones de aprendizaje basado en problemas y el empleo de películas comerciales son recursos que pueden contribuir claramente a una mejor formación de nuestros estudiantes3. A nuestro entender, la obra de Icart y Donaghy resulta de gran utilidad tanto para docentes de grados y posgrados en ciencias de la salud como para profesionales de la sanidad y estudiantes. Y seguramente muchos/as docentes preuniversitarios/as (bachillerato y ciclos formativos biosanitarios) también podrían adaptar y utilizar sus contenidos.
Deseamos destacar la inclusión en el libro de una perfecta selección de películas y una detallada disección de sus contenidos para aplicarlas en docencia. Si bien los autores fundamentan la selección en un periodo de tiempo limitado a la primera década del siglo xxi, ello no quiere decir que no se disponga de otras producciones, anteriores o posteriores a este intervalo temporal, también interesantes y de utilidad para la enseñanza. Lógicamente, una publicación en papel presenta limitaciones de espacio y no permite incluir exhaustivamente todas las películas que seguro hay en este u otro periodo de tiempo.
El formato del libro, a nuestro entender, es sustancialmente mejorable. Una de las primeras preguntas que el lector podría hacerse es en qué orden se presentan las películas. Los autores no justifican el criterio mediante el cual las han ordenado, y tal vez el orden cronológico hubiera sido el más coherente. Por otro lado, se utilizan diferentes tipos y tamaños de letra y de subtítulos en los diversos apartados que pueden confundir al lector. Además, conscientes de que el tema económico es limitante, las imágenes en blanco y negro no siempre son de suficiente calidad y creemos que a menudo podría prescindirse de ellas. Adicionalmente, en algunos capítulos las imágenes carecen de pie explicativo y no están referenciadas en el texto, lo cual puede dificultar su interpretación. Respecto al contenido, echamos de menos un apartado que recogiera los aspectos más relevantes y también los limitantes del empleo de cada película en docencia. Este apartado podría ser útil para orientar a los lectores a la hora de seleccionar la película más idónea para su entorno formativo.
Estas sugerencias no pretenden ni mucho menos desmerecer las numerosas virtudes de la obra. Además, para aquellos/as docentes que se atrevan con esta recomendable actividad, independientemente de esta obra habría que considerar otros puntos a la hora de preparar películas para la docencia4. Tratándose de una publicación universitaria, no estaría de más plantearse la posibilidad de una versión en español del libro, puesto que ello facilitaría su divulgación y acceso, al mismo tiempo que serviría para motivar a docentes de nuestras universidades.
En conclusión, la obra constituye un muy buen ejemplo de la posibilidad de emplear películas comerciales como recurso docente en temas de salud, y una manera de aproximar ciencia y arte. Invitamos a los/las docentes a su lectura y a plantearse elegir alguno de los ejemplos que incluye para aplicarlo en sus asignaturas. Estamos convencidos de que la experiencia les convencerá de la potencialidad de esta herramienta docente, de la acogida de los/las estudiantes y de lo gratificante que resulta para el/la propio/a docente.
El libro incluye una decena de ejemplos, pero todos/as podemos contribuir con otras películas, clásicas y modernas, a incrementar esta cineteca de formación, a las que será fácilmente aplicable la plantilla de Icart y Donaghy. La misma Revista de Medicina y Cine5 (http://revistamedicinacine.usal.es/) puede constituir una fuente inagotable de inspiración.
Editora responsableCarme Borrell.
Contribuciones de autoríaAmbos autores han concebido esta recensión y han contribuido por igual a su redacción, y ambos aprueban la versión final para su publicación.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.