La investigación científica en el campo de la salud pública ha evidenciado en las últimas dos décadas la enorme influencia de los determinantes sociales en la salud comunitaria. En nuestro país, buenos ejemplos de factores sociodemográficos de gran relevancia son el rápido crecimiento de la inmigración, especialmente la que presenta situaciones de precariedad, la preocupante situación de pobreza crónica, sobre todo en los ancianos, la emergencia de nuevas formas de precariedad laboral, sobre todo en mujeres y jóvenes, la segregación laboral de las mujeres, en especial la de las clases más desfavorecidas, o la importante influencia sobre la salud de un tema poco estudiado como el trabajo reproductivo. Aunque los mecanismos psicológicos y biológicos producidos por esos u otros determinantes sociales no son del todo bien conocidos, conocer su distribución y evolución es fundamental para la salud pública por varias razones: a) permiten conocer la evolución de problemas relacionados con la salud como el desempleo o la pobreza; b) desvelan la desigual situación que disfrutan o padecen los grupos sociales (clases, géneros o etnias) y territorios (regiones, áreas pequeñas, ciudades, barrios, etc.); c) su conocimiento permite conocer su impacto poblacional y plantear una planificación sociosanitaria racional y equitativa basada en la evidencia científica, y d) su conocimiento ayuda a evaluar la efectividad y eficiencia de las intervenciones relacionadas con la salud pública.
Este capítulo presenta una visión global de varios determinantes sociodemográficos muy relevantes en España. El primer artículo describe los cambios demográficos de la población española durante el siglo xx y analiza los más recientes, como el envejecimiento, la baja fecundidad, la inmigración o el tipo de hogares. Además, se comentan algunos aspectos muy relacionados con la provisión de servicios sociosanitarios, como el efecto del aumento de la longevidad en la carga de enfermedad y discapacidad, el papel de la inmigración extranjera en la provisión de servicios de cuidados personales en las familias o las implicaciones sanitarias de un modelo de fecundidad retrasada. El segundo artículo constata que la sociedad española sigue caracterizándose por una clara estratificación social y la existencia de clases sociales, así como la enorme relevancia que éstas tienen para la salud de la población. Además, se pone de manifiesto el impacto sociosanitario de la precariedad laboral o la pobreza, que en España están muy por encima de la media europea. En el tercer trabajo, se presentan los cambios más destacados del sector productivo español de los últimos decenios, como el progresivo crecimiento del sector servicios y la flexibilización del mercado laboral. A pesar de su progresiva incorporación al mercado laboral, las mujeres presentan tasas de desempleo, temporalidad y contratos a tiempo parcial mucho mayores que las de los hombres, con una manifiesta segregación horizontal y vertical en el tipo de ocupaciones y los puestos que ocupan. Finalmente, en el cuarto artículo, a través del análisis de diversas encuestas disponibles, se describe la evolución, los factores relacionados y la repercusión en la salud de un trabajo como el reproductivo, que sigue siendo, con gran diferencia, una responsabilidad eminentemente femenina.
Joan Benach
Unidad de Investigación en Salud Laboral. Universitat Pompeu Fabra. Barcelona. España. Grupo de Género y Salud Pública de SESPAS.