OPINIÓN DE LOS ESPECIALISTAS EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MADRID SOBRE EL SIDA. ASPECTOS ÉTICOS Y JURÍDICOS
L. Martín Sánchez* y C. López Vaquero.
Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Comunidad de Madrid.
O''Donnell, 50, B.018. 28009 Madrid. Tel: 91.586.71.22
Objetivos: 1. Conocer la opinión de los toco-ginecólogos sobre la necesidad de informar a la pareja de una paciente seropositiva al VIH. 2. Conocer su opinión sobre la obligatoriedad de realizar anticuerpos anti-VIH a todas/algunas mujeres que se atienden por a) partos o cesáreas y b) cirugía ginecológica.
Métodos: Estudio transversal realizado a una muestra representativa de los toco-ginecólogos con ejercicio en Madrid, seleccionada a través de muestreo aleatorio estratificado. Tamaño muestral=219 (Universo=740). La recogida de la información se realizó en 1997-98 a través de un cuestionario autoadministrable en el que se garantizaba el anonimato y la confidencialidad de la información. El cuestionario recogía, aparte de la información sobre SIDA, otros aspectos éticos del estudio (Interrupción Voluntaria del Embarazo, Planificación Familiar, Reproducción Asistida, Consentimiento de los Padres en Menores...). El análisis estadístico de los datos se ha efectuado a través del SPSS-windows (versión 8.0), utilizando los test de asociación para variables cualitativas nominales y ordinales.
Resultados: El 48,2% opina que se debe aconsejar a la mujer para que informe ella personalmente a su pareja. El 41,7% se ofrecería para que la mujer acuda a su consulta con su pareja, a fin de comentarles el tema a los dos juntos. El 10,1% restante persuadiría a la mujer, incluso con algún tipo de coacción. Los menores de 40 años son significativamente más tendentes a la obligatoriedad de informar (p<0.05). El 64,4% piensa que se deben hacer siempre anticuerpos anti-VIH previos a todo parto (59,8% en caso de cirugía ginecológica); 19,6% (18,7% en cirugía) opinan que debe ser obligatorio, si hay consentimiento previo de la mujer; 12,3% (16,8% en cirugía) piensa que debe ser obligatorio, si hay prácticas de riesgo en la mujer, y el 3,7% (4,7% en cirugía) opinan que nunca debe ser obligatorio. Hay diferencias estadísticamente significativas por tipo de ejercicio público/privado.
Conclusiones: 1. Los profesionales abogan por la obligatoriedad de los test de detección de anticuerpos, a fin de protegerse ellos y sobre todo al recién nacido (60% frente al 64%). 2. En el caso de la protección a la pareja sexual de la mujer seropositiva, ofrecen su ayuda, pero sin adoptar medidas de tipo activo (confirmación, persuasión...). La legislación apoya la segunda conclusión, pero no la primera.