El editorial de Cofiño et al.1 propone la orientación comunitaria en atención primaria en tres niveles: individual y familiar, grupal y colectivo. Para cada nivel enuncian una lista de modelos y herramientas, que se complementa en otro trabajo2 con medidas prácticas para los niveles grupal y colectivo, y priorizando la formación, la inclusión de actividades comunitarias en la agenda y el apoyo político y de la gerencia.
En el ámbito iberoamericano, el uso de estos modelos, herramientas y medidas es inusual. En el caso de Colombia, la atención primaria no es un activo comunitario y hoy en día continúa enfocada en rutas para enfermedades priorizadas, atención básica y programas verticales, características distintivas de una atención primaria de salud selectiva3. Las evaluaciones internacionales del sistema de salud colombiano resaltan el bajo gasto de bolsillo, los pagos del paciente y su familia que los pacientes logran acceder4, pero no mide el coste de las desigualdades en oportunidad, capacidad y accesibilidad. También denotan importantes rezagos en indicadores de salud, cobertura, calidad y equidad5.
Reflexionando acerca de la presencia en Colombia de modelos, herramientas y medidas para la orientación comunitaria de la atención primaria, puede observarse en los niveles grupal y colectivo, entre otros problemas, que para ejercer en atención primaria no hay requisitos de especialización, no hay equipos de atención primaria establecidos, las actividades comunitarias no forman parte de las agendas, las gerencias no tienen enfoque comunitario, la relación entre salud pública y atención primaria es débil, y los miembros de las comunidades tienen limitada participación, entre otras observaciones. En el nivel individual/familiar se observan, también entre otros problemas, la ausencia de un modelo biopsicosocial, de cuidados, de trabajo con grupos, atención contextualizada, abordaje familiar y atención centrada en las personas.
La atención primaria es un tema actual en España1 y también en Iberoamérica y en Colombia, aunque por razones aparentemente diferentes en cada país. Sin embargo, la verdadera diferencia es el momento evolutivo de la atención primaria en cada sistema de salud, pues el camino a seguir es el mismo: la orientación comunitaria de la atención primaria. De ahí el interés que ha suscitado una conceptualización en niveles y con ítems verificables que sienta las bases para aprovechar la experiencia y el conocimiento generados en otras latitudes como parte de un marco teórico para plantear proyectos, investigaciones y políticas públicas, en las que sea posible identificar brechas entre la situación actual de la atención primaria y el avance esperado en su orientación comunitaria en cualquier escenario o país.
Contribuciones de autoríaJ.I. Montaño-Caicedo es el único autor de la carta.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflictos de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.