Fragmentos de la autobiografía de Gianni Vattimo1 (Turín, 1936), filósofo y profesor italiano, uno de los principales autores del Posmodernismo:
«La sociedad moderna es la época de las ciencias especializadas. Las ciencias se especializan y, por lo tanto, se conoce cada vez más y más, pero estas es- pecializaciones construyen progresivamente, a su vez, imágenes del mundo irreconciliables entre ellas. De modo que al final se produce una suerte de explosión, una imposibilidad de tener una imagen del mundo. En mi opinión esto es lo posmoderno, la idea de una sociedad que ya no puede dominarse con un principio único».
«La idea de posmoderno como sociedad fragmentada…».
«La modernidad se consuma con la disolución de la racionalidad fuerte, de las racionalidades centrales, con esta crisis de las visiones del mundo que ya no logran unificarse. Con la multiplicidad de las ciencias. Pero esto es lo bello de lo posmoderno».
«Se me ocurre pensar que la tardomodernidad, además de ser un gran peligro, pueda ser algo opuesto, algo excitantemente distinto».
«Todo acontece en la historia, ninguna idea se produce prescindiendo del momento histórico (…). Los científicos empezaban a ser conscientes de que investigaban y trabajaban bajo mandato de una sociedad que pagaba por sus experimentos. De nuevo: no creáis que estamos ahí para buscar la verdad absoluta, intentamos comprender ciertas cosas que sirven para ciertas otras (…). Todo cambia; cambia la noción de verdad. Naturalmente, los científicos puros se enfadan mucho. Pero, ¿cómo? ¿La ciencia sólo valdría dentro de? Sí, es cierto, sólo vale dentro de. Pero esto no es desorientador como podría parecer, no estamos en el relativismo total, en la desbandada. Porque en la ciencia hay luz suficiente para juzgar si una proposición es falsa o no. Cuando se afirma una cosa se presenta también el paradigma para verificarla, se dan las coordenadas dentro de las cuales aquella afirmación es verdadera o falsa».
«La misma noción de realidad es violenta. Esta nueva elaboración socava toda esa necesidad de realismo, de certezas (…). Mi relativismo no es absoluto. Lo real se da, pero dentro de ciertos paradigmas. Se puede establecer si una proposición es falsa o no, pero sólo dentro de paradigmas: un momento histórico, una determinada disciplina científica».
Lo ha sintetizado bien una vez más Santiago Zabala (su mejor discípulo, el que continuará su pensamiento filosófico): «Dondequiera que haya una autoridad que, en cuanto comunidad científica o eclesiástica, impone algo como verdad objetiva, la filosofía tiene el deber de proceder en dirección contraria, de mostrar que la verdad nunca es objetividad, sino siempre diálogo interpersonal que tiene lugar en un lenguaje compartido.
«Pensamos el Ser como aquello que ilumina las cosas a partir del hombre en cuanto hombre que está en el tiempo, que hereda un lenguaje y lo modifica, que se proyecta…».
«Porque el hombre ha nombrado a muchos dioses desde que somos un diálogo (Holderlin)».
«Me siento libre como nunca antes lo había sido».
«El Ser es lo más importante».
«Hemos olvidado no sólo qué significa Ser, sino que incluso hemos olvidado haber olvidado».
¿Puede estar y ser en el imaginario colectivo lo que incluso hemos olvidado haber olvidado?
Para Vattimo, el principal filósofo del pensiero de- bole («pensamiento débil»), hemos entrado en la posmodernidad, una especie de «Babel informativa», donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central2. La posmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer. La posmodernidad abre el camino, según él, a la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cos- movisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento débil… Para Vattimo, las ideas de la posmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia y con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones2. Con el imaginario… ¿colectivo?