Describir las frecuencias de consumo de alcohol y otras drogas, así como de diferentes tipos de victimización en la población reclusa de los centros penitenciarios de Castilla-La Mancha.
Material y métodosEstudio transversal analítico con una muestra de personas privadas de libertad en cuatro centros penitenciarios de Castilla-La Mancha. Se distribuyó una encuesta de victimización anónima entre un total de 425 internos, con un margen de confianza del 95%.
ResultadosLas agresiones verbales se presentan como las más comunes, con un 41,4% (n=176), situándose en el extremo contrario la victimización sexual con un 7,8% (n=33). Respecto a la sustancia más habitual, destaca el cannabis con un 40,2% (n=171) de consumidores en el mes previo.
ConclusionesLa victimización y el consumo de sustancias en prisión son una realidad, y se encuentra una asociación estadísticamente significativa entre ambos fenómenos. Resulta necesario su estudio para el planteamiento de medidas preventivas y mejorar la vida en prisión.
To describe the frequency of the use of alcohol and other drugs, as well as different types of victimization in men deprived of liberty in the prisons of Castile-La Mancha (Spain).
Material and methodsA cross-sectional study was conducted in a sample of men deprived of liberty in four prisons in Castile-La Mancha. An anonymous questionnaire on victimization was distributed among a total of 425 prisoners, with a confidence interval of 95%.
ResultsThe most commonly reported assaults were verbal, affecting 41.4% of the prisoners (n=176) and the least common were sexual, affecting 7.8% (n=33). The most commonly consumed substance was cannabis, with 40.2% (n=171) of prisoners consuming it in the previous month.
ConclusionsVictimization and substance use is a reality in prisons, and there is a statistically significant association between the two phenomena. This association should be further studied to design preventive measures and improve prison life.
La población penitenciaria se caracteriza por la presencia de diversos factores de vulnerabilidad que favorecen la exclusión social de los sujetos. Muchos de estos factores están relacionados con un mayor consumo de drogas (a pesar de su especial prohibición en este medio) y con el desarrollo de conductas violentas entre las personas privadas de libertad. Un estudio previo observó altos índices de consumo de sustancias en prisión a pesar de las consecuencias originadas1. En España es de destacar la Encuesta sobre Salud y consumo de drogas en internados en instituciones penitenciarias2 (ESDIP) en 2011, que mostró unas tasas de consumo de cannabis del 21,3%, de alcohol del 3,8% y de cocaína del 1,3% durante el último mes. Estudios procedentes de otros entornos han demostrado una prevalencia de consumo similar en prisión, con frecuencias del 9% al 25%3,4.
En un estudio previo en las prisiones de la Comunidad de Murcia5 se observó que el 6,5% de los internos fueron victimizados sexualmente y el 9,2% físicamente durante el último mes en prisión. En Estados Unidos, en el año 2012, el 4% de los internos fueron victimizados sexualmente durante el último año en prisión6. Respecto a la victimización física, las cifras oscilan entre el 2,8% y el 12%, según diferentes investigaciones7,8.
En cuanto al consumo de sustancias como factor de riesgo para sufrir mayor victimización, los estudios realizados en población general muestran que la violencia física es más frecuente entre los consumidores de drogas en comparación con los no consumidores9–11. Esta relación entre consumo de drogas y victimización también se ha observado para la violencia de carácter sexual12. A pesar del importante número de personas privadas de libertad (aproximadamente 70.000 sujetos), aún no se ha prestado la suficiente atención a la posible relación entre consumo y violencia en la población penitenciaria española. El objetivo de la presente investigación es analizar la relación entre consumo de drogas y sufrir victimización en la población penitenciaria masculina.
Material y métodosSe realizó un estudio descriptivo transversal analítico en cuatro prisiones de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha (Albacete, Cuenca, Ocaña 1 y Ocaña 2) durante noviembre y diciembre de 2013. Se llevó a cabo un muestreo aleatorio simple, en función del tamaño de cada prisión y del número total de internos. La muestra final fue de 425 internos sobre un total de 900 (aproximadamente el 47% del total). La media de edad de los participantes fue de 32,5 años (desviación típica: 10,7).
La información se recogió por medio de una encuesta autoadministrada, anónima y voluntaria, diseñada ad hoc y utilizada en estudios previos nacionales5 e internacionales3,13. Las variables evaluadas fueron:
- •
Sociodemográficas y penitenciarias, adaptadas de una investigación anterior5, incluyendo nacionalidad, estado civil, nivel académico, reincidencia en prisión y delito cometido.
- •
Consumo de sustancias en prisión, mediante seis ítems adaptados de un estudio previo3 y contestando sí/no al consumo de las siguientes sustancias durante el último mes en prisión: cannabis, alcohol, cocaína, psicotrópicos (sin prescripción), heroína y crack.
- •
Victimización en prisión, mediante cinco ítems adaptados de una investigación previa13, indicando sí/no a diferentes tipos de victimización durante el mes previo en prisión. Específicamente, las cuestiones fueron: «¿Te han robado algún objeto personal?», «¿Te han insultado?», «¿Te han amenazado?», «¿Te han golpeado?» y «¿Te han abusado y/o agredido sexualmente?». En caso de contestar afirmativamente a alguna de las cuestiones se categorizaron como victimizados.
Previamente al trabajo de campo, el equipo de investigación se puso en contacto con los subdirectores de tratamiento. Los internos fueron divididos en grupos de 20 sujetos en las zonas comunes de la prisión e informados de los objetivos del trabajo. Después de firmar el consentimiento informado se realizó la encuesta, con una duración de unos 30 minutos. La investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Universidad de Murcia. La Unidad de Apoyo de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias facilitó los permisos necesarios para la realización del presente estudio.
El análisis descriptivo y estadístico se realizó en dos fases: en primer lugar se analizaron los porcentajes sobre las variables analizadas, y posteriormente se examinó la asociación entre consumo (variable dependiente) y victimización (variable independiente) durante el último mes en prisión, estratificando para cada una de las covariables (tipos de sustancias y de victimización). Los individuos no consumidores de drogas constituyeron el grupo de referencia para el contraste de los resultados.
ResultadosEn la tabla 1 se detallan las variables sociodemográficas, penitenciarias, de consumo y victimización. Únicamente un 36,2% había superado la educación primaria. En función de las variables delictivas, el 41,2% eran reincidentes y destacaban los internados por delitos contra la propiedad (39,3%). En relación al consumo de sustancias en prisión, el 58,8% había consumido alguna sustancia durante el último mes, siendo el cannabis la predominante (40,4%). Respecto a la victimización en prisión, fue sufrida por el 55,3% durante el último mes, destacando las agresiones verbales (41,4%).
Características sociodemográficas, delictivas, de consumo de sustancias y de victimización de la muestra de estudio (n=425)
N | % (IC95%) | |
---|---|---|
Nacionalidad | ||
Español | 323 | 76,0 (71,8-80,2) |
Extranjero | 102 | 24,0 (19,9-28,2) |
Estado civil | ||
Con pareja | 192 | 45,1 (40,5-50,1) |
Sin pareja | 233 | 54,9 (49,9-59,5) |
Nivel académico | ||
Inferior a primaria | 271 | 63,8 (59,3-68,2) |
Superior a primaria | 154 | 36,2 (31,8-40,7) |
Reincidente | ||
Sí | 175 | 41,2 (36,7-45,9) |
No | 250 | 58,8 (54,1-63,3) |
Tipo de delito | ||
Propiedad | 167 | 39,3 (34,4-44,6) |
Salud pública | 122 | 28,7 (24,7-32,8) |
Personas | 82 | 19,3 (15,3-23,1) |
Administración de justicia | 55 | 12,9 (10,1-16,5) |
Libertad sexual | 7 | 1,6 (0,7-3,1) |
Consumo de alguna sustancia | ||
Sí | 250 | 58,8 (54,1-63,8) |
No | 175 | 41,2 (36,2-45,9) |
Policonsumidora | 136 | 54,4 (48,0-60,0) |
Tipo de sustancia | ||
Cannabis | 171 | 40,4 (35,8-45,2) |
Alcohol | 158 | 37,1 (32,5-41,9) |
Cocaína | 119 | 28,0 (23,5-32,5) |
Psicotrópicos | 76 | 17,9 (13,9-21,6) |
Heroína | 62 | 14,6 (11,5-18,1) |
Crack | 54 | 12,7 (9,6-15,8) |
Algún tipo de victimización | ||
Sí | 235 | 55,3 (50,4-60,0) |
No | 190 | 44,7 (40,0-49,6) |
Tipo de victimización | ||
Víctima de robo | 130 | 30,6 (26,1-34,8) |
Agresión verbal | 176 | 41,4 (36,5-46,4) |
Amenazas | 124 | 29,2 (24,7-33,4) |
Agresión física | 119 | 28,8 (23,5-32,2) |
Agresión sexual | 33 | 7,8 (5,4-10,4) |
IC95%: intervalo de confianza del 95%.
Encontramos asociaciones estadísticamente significativas entre violencia y consumo de sustancias durante el último mes en prisión (tabla 2). Todas las sustancias analizadas se asocian a sufrir victimización física, y el consumo de cannabis y psicotrópicos se asocia a sufrir victimización sexual. El resto de los tipos de violencia (robos, agresiones verbales y amenazas) también se relacionan de manera directa, en mayor o menor medida, con el consumo de diferentes sustancias, en comparación con los no consumidores.
Razones de prevalencia entre cada una de las sustancias analizadas durante el último mes y los diferentes tipos de victimización en la muestra de estudio (n=425)
Consumo de drogas en prisión | Algún tipo de victimizaciónRP(IC95%) | RobosRP(IC95%) | VerbalesRP(IC95%) | AmenazasRP(IC95%) | FísicasRP(IC95%) | SexualesRP(IC95%) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Alguna sustancia | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,46c(1,20-1,77) | 1,32(0,97-1,79) | 1,50b(1,16-1,92) | 1,47a(1,06-2,03) | 1,98c(1,38-2,85) | 3,15b(1,32-7,46) | |
Consumo de cannabis | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,44c(1,22-1,71) | 1,48b(1,11-1,97) | 1,48b(1,18-1,85) | 1,22(0,91-1,64) | 1,91c(1,40-2,59) | 4,64c(2,14-9,80) | |
Consumo de alcohol | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,46c(1,23-1,73) | 1,23(0,93-1,65) | 1,37b(1,10-1,71) | 1,39a(1,03-1,86) | 1,66b(1,23-2,24) | 1,09(0,56-2,14) | |
Consumo de cocaína | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,48c(1,26-1,74) | 1,77c(1,34-2,33) | 1,46b(1,17-1,83) | 1,51a(1,12-2,04) | 2,06c(1,54-2,76) | 1,89(0,98-3,65) | |
Consumo de psicotrópicos | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,40b(1,18-1,66) | 0,93(0,63-0,73) | 1,57b(1,25-1,98) | 1,73b(1,27-2,35) | 2,23c(1,67-2,99) | 2,62b(1,35-2,10) | |
Consumo de heroína | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,46c(1,23-1,73) | 1,32(0,93-1,88) | 1,61b(1,27-2,04) | 1,86c(1,37-2,54) | 2,03c(1,20-1,45) | 1,87(0,88-3,96) | |
Consumo de crack | No | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Sí | 1,36a(1,12-1,65) | 0,96(0,62-1,49) | 1,58a(1,23-2,03) | 1,64a(1,17-2,32) | 1,92c(1,38-2,66) | 0,94(0,34-2,59) |
RP: razón de prevalencia; IC95%: intervalo de confianza del 95%.
Nuestros resultados demuestran que tanto la violencia como el consumo de drogas por parte de las personas privadas de libertad constituyen un problema de salud relevante para esta población, pues se observó una asociación estadísticamente significativa entre ambos fenómenos. En relación con la violencia en prisión, los resultados obtenidos sobre victimización sexual fueron similares a los de otras investigaciones13, al igual que sucede con la victimización de carácter físico7. Respecto al consumo de sustancias, observamos que más de la mitad usaron alguna sustancia durante el último mes en prisión, destacando el cannabis como la predominante. Estos patrones del uso de sustancias guardan semejanzas con investigaciones similares en este mismo ámbito1,3.
Analizando la influencia de las drogas en la victimización, hemos determinado que ciertas sustancias actúan como factores de riesgo para sufrir victimización física y sexual en prisión. El uso de cannabis y de psicotrópicos sin prescripción médica son las sustancias que suponen un mayor riesgo de victimización sexual, coincidiendo con resultados anteriores12,14. En cuanto a la victimización física, hemos observado que todas las sustancias analizadas implican una mayor vulnerabilidad para sufrir este tipo de violencia, al igual que en investigaciones previas realizadas sobre otros grupos de población con el uso de alcohol9 y cocaína11.
La complejidad del ámbito penitenciario y la presencia de factores de riesgo para la salud de su población determinan la necesidad de llevar a cabo actuaciones por parte de la administración penitenciaria para la prevención y la corrección de las conductas de riesgo de la población penitenciaria15. Así, la configuración de la prisión debería adoptar un enfoque más global y realista para combatir los determinantes de riesgo que se han expuesto, reduciendo la vulnerabilidad y la exclusión social tradicionalmente vinculadas a la población penitenciaria y facilitando la posterior reinserción social de los internos.
Hay estudios sobre patrones de consumo de sustancias adictivas y exposición a victimización en población general, pero destaca su ausencia en población penitenciaria. La prisión es un lugar violento donde proliferan comportamientos de riesgo como el consumo de sustancias adictivas.
¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?Los patrones de consumo de sustancias y de victimización descritos en esta investigación pueden ser utilizados por las instituciones penitenciarias para llevar a cabo programas de reducción de riesgo en prisión, y mejorar con ello considerablemente la calidad de vida de la población reclusa, para lo cual es necesario continuar realizando investigaciones sobre este tema.
Alberto Ruano-Ravina.
Contribuciones de autoríaF. Caravaca-Sánchez y C. Sánchez-Alcaraz prepararon el protocolo de actuación y realizaron el trabajo de campo e informatización y el análisis de los datos, contribuyendo además a la revisión de la literatura. A. Luna, E. Osuna y M. Falcón definieron el trabajo y contribuyeron sustancialmente a su análisis y orientación, introduciendo importantes contribuciones intelectuales al contenido del manuscrito. La primera versión del manuscrito fue preparada por F. Caravaca-Sánchez, y C. Sánchez-Alcaraz y el resto de los autores contribuyeron a las sucesivas versiones y aprobaron la versión final del texto.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.
Los autores agradecen el apoyo prestado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, así como por el Área de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Murcia, y especialmente a los internos que participaron de manera filantrópica en el presente estudio.