DIAGNÓSTICO SANITARIO Y AMBIENTAL DE EMERGENCIA EN UN DESASTRE NATURAL
S. Arnal, C. Román, B. Lapeyre, A. Croisier, M. García
Médicos Sin Fronteras
C/ Nou de la Rambla, 26 08001 Barcelona
Antecedentes: A finales de octubre de 1998 el Huracán Mitch y las inundaciones posteriores destruyeron en Honduras diversas fábricas y almacenes de productos químicos potencialmente tóxicos y algunos letales, básicamente pesticidas y herbicidas. Consecuentemente, aparte de los problemas típicos asociados a un desastre natural, se identificó un problema adicional para la salud de la población derivado de la exposición a estos productos, así como un peligro a más largo plazo debido a la contaminación de los recursos hídricos superficiales y subterráneos, principalmente. Ante esta situación Médicos Sin Fronteras inició un programa de emergencia con el objetivo de detectar la existencia de riesgos de intoxicación aguda y crónica en la población y proponer estrategias de actuación.
Métodos: Los trabajos realizados incluyeron la recopilación de información básica: identificación y evaluación de casos clínicos, campaña de alerta, información y formación a la población, investigación preliminar de la contaminación del medio para evaluar la exposición a medio-largo plazo de la población potencialmente vulnerable y estudio epidemiológico básico que consistió en el muestreo de sangre y orina de 25 personas (20 sospechosos y 5 al azar) en una zona especialmente vulnerable y su posterior análisis químico-toxicológico de pesticidas por cromatografía de gases y espectrometría de masas y análisis biológico con la determinación de las colinesterasas eritrocitarias por espectrofotometría de Ellman (espectofotometría de alto rendimiento).
Resultados: La ausencia de pesticidas en las muestras de sangre y orina constató que no se había producido una intoxicación aguda por plaguicidas tras el desastre generado por el huracán Mitch. Los niveles de colinesterasas eran inferiores a la media normal en España (6.298-16978 U/l), pero dado que se desconocen los niveles previos de colinesterasas en la población estudiada, no es posible interpretar fiablemente tales determinaciones dada la gran variabilidad individual de este tipo de parámetro. También cabe tener en cuenta que los niveles pueden responder a la exposición crónica a productos habitualmente utilizados en la zona. En cuanto a la contaminación ambiental, no se detectó contaminación por pesticidas organofosforados derivada del huracán, seguramente por la importante dilución asociada a las inundaciones, pero sí un posible problema crónico de contaminación por organoclorados que localmente superan los niveles de potabilidad aceptables establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Conclusiones: Resumiendo, no se detectó ningún problema grave de intoxicación del entorno que pueda relacionarse con el episodio del huracán y se concluye que no es necesario plantearse actuaciones de emergencia aunque se recomienda un plan de control y seguimiento ambiental.