Carmen Rodríguez, médica y epidemióloga, trabajó en el Instituto Municipal de la Salud de Barcelona durante los años 1984 a 1991 en el Servicio de Epidemiología. Fue la responsable de la implantación del programa de cribado de cáncer de mama del PAMEM, pionero en nuestro país, establecido antes de que se extendieran los programas poblacionales de cribado. Posteriormente, durante la realización del Máster de Salud Pública en la Johns Hopkins University (Baltimore, EE.UU.), conoció a Dirk Schroeder, su marido, hecho que motivó su traslado a Estados Unidos, después de haber estado dos años trabajando en Guatemala. Vivía en Marietta (en el Estado de Georgia) y trabajaba en la American Cancer Society desde el año 1993. Allí investigó principalmente sobre la etiología del cáncer de próstata y de ovario en las cohortes del Cancer Prevention Study, del cual era una de sus máximos responsables. Carmen contribuyó al conocimiento de esos y otros tipos de cáncer con un centenar de publicaciones en las más prestigiosas revistas científicas.
Es difícil pensar que Carmen ya no está. Durante todos estos años que vivió lejos de Barcelona mantuvo constantemente el contacto con nosotros. Cada fin de año mandaba a sus familiares y amigos una larga carta acompañada de una fotografía de ella y su familia, contando sus experiencias personales y profesionales. Así nos transmitió, por ejemplo, la alegría de ver crecer a sus dos hijos Alesh y Chavi, o la lucha contra el cáncer que afectó a sus padres y a su hermana. No ha habido muchas oportunidades de verla, pero sí algunos encuentros durante sus estancias en Barcelona o algún que otro viaje nuestro a Estados Unidos. Los últimos dos años luchó incansablemente contra el cáncer de mama. Hace siete meses Carmen escribía, respecto a su situación como superviviente del cáncer: «Yo comparo la sensación de cruzar un río, desde la seguridad de una orilla, a través de las aguas, a una nueva y diferente que de alguna manera también es reconfortante». Esta frase describe bien cómo supo afrontar su enfermedad y muerte prematura, cómo se preparó para ello y cómo se despidió de su familia y del extenso grupo de amigos y amigas que la acompañaron hasta el final. Su alegría y vitalidad permanecerán en nosotros.