¿A QUIÉN Y CÓMO SE INDICA LA CIRUGÍA DE CATARATA?
J.M. Valderas*, M. Espallargues, J. Alonso.
Institut Municipal d''Investigació Mèdica
c/ Dr. Aiguader 80, 08003 Barcelona; 93 221 10 09; jmvalderas@imim.es
Antecedentes y Objetivos: Se ha evidenciado la existencia de variabilidad en el proceso de toma de decisiones para distintos procedimientos diagnósticos y terapéuticos. El objetivo de este estudio fue describir los patrones de indicación de la cirugía de catarata y sus determinantes entre los oftalmólogos de Barcelona.
Métodos: Encuesta postal a una muestra representativa de oftalmólogos de la provincia de Barcelona, mediante cuestionario autoadministrado. Se definieron cuatro escenarios hipotéticos de pacientes con catarata nuclear moderada, en los que se especificó la edad, el sexo y la capacidad funcional (independencia en las actividades de la vida diaria) y la actividad laboral. En cada uno se describieron de nueve a quince subescenarios según modificaciones en la agudeza visual (AV) y el grado de preocupación declarado por el paciente. Para cada subescenario se preguntó al oftalmólogo con qué probabilidad indicaría la cirugía en su práctica habitual (seguro que no, probablemente no, probablemente sí, seguro que sí). Se construyó un modelo de regresión logística para identificar las variables asociadas a la indicación "probable" o "segura".
Resultados: En todos los escenarios, más del 50% de los oftalmólogos afirmó que "probablemente" o "seguramente" indicaría cirugía para una agudeza visual de 0,25 o menor. Para cada nivel de preocupación, la probabilidad de la indicación fue similar en pacientes con una AV=0.33 si eran dependientes o no activos laboralmente (70 y 66 años respectivamente) y con una AV=0,50 si eran laboralmente activos (50 y 65 años). Las características del paciente asociadas a una mayor probabilidad de indicación fueron la AV ¾ 0,33, estar "muy preocupado" y ser laboralmente activo (p<0.01).
Conclusiones: Aunque existen variaciones en el dintel de indicación de la cirugía de catarata entre los oftalmólogos, éste puede situarse entre una AV de 0,33 y 0,50 en función de la actividad del paciente y su preocupación declarada. Deberia investigarse hasta qué punto esta información hipotética coincide con la práctica real de los oftalmólogos.