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Vol. 31. Issue 3.
Pages 210-219 (May - June 2017)
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Vol. 31. Issue 3.
Pages 210-219 (May - June 2017)
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Impacto del abuso sexual durante la infancia-adolescencia en las relaciones sexuales y afectivas de mujeres adultas
Impact of childhood sexual abuse on the sexual and affective relationships of adult women
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Sílvia Lópeza,b,c, Concepció Faroa,b,c, Lourdes Lopeteguia,b,d, Enriqueta Pujol-Riberae,f, Mònica Monteagudoe, Jesús Cobog,h,i,
Corresponding author
jcobo@tauli.cat

Autor para correspondencia.
, Grupo de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de Cataluña 1, María Isabel Fernándeza,b,c
a Programa d’Atenció a la Salut Sexual i Reproductiva (PASSIR) de Catalunya, Generalitat de Catalunya, Barcelona, España
b Institut Català de la Salut, Barcelona, España
c Consorci Parc de Salut Mar, Barcelona, España
d CSM Ripollet-Cerdanyola-Montcada, Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Ripollet (Barcelona), España
e Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària (IDIAP Jordi Gol), Barcelona, España
f Ámbit de Gestió de l’Institut Català de la Salut de Barcelona, Barcelona, España
g Salut Mental, Corporació Sanitària Parc Taulí, Sabadell (Barcelona), España
h Departament de Psiquiatría i Medicina Legal, Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra (Barcelona), España
i Grup de Treball i Recerca en Dona i Salut Mental, Societat Catalana de Psiquiatría i Salut Mental, Barcelona, España
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Tabla 1. Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia y las que no lo han sufrido
Tabla 2. Valoración de las relaciones afectivas. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia y las que no lo han sufrido
Tabla 3. Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia por tocamientos o que han sido obligadas a tocar y las que han sufrido intento de penetración o penetración
Tabla 4. Valoración de las relaciones afectivas con la pareja actual. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que han sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia por tocamientos o que han sido obligadas a tocar y las que han sufrido intento de penetración o penetración
Tabla 5. Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia antes y después de los 13 años y las que no lo han sufrido
Tabla 6. Valoración de las relaciones afectivas. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia antes y después de los 13 años y las que no lo han sufrido
Tabla 7. Variables asociadas a la satisfacción con la vida sexual en toda la muestra
Tabla 8. Variables asociadas a la valoración de la relación afectiva con la pareja actual
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Resumen
Objetivo

Analizar la satisfacción sexual percibida, las disfunciones sexuales, la satisfacción con las relaciones afectivas, la confianza y la comunicación con la pareja actual, en función del antecedente de abuso sexual en la infancia y la adolescencia, y el tipo padecido, en mujeres atendidas dentro del Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de Catalunya (PASSIR).

Método

Estudio multicéntrico, descriptivo y transversal. Participaron 1013 mujeres mayores de 18 años, atendidas en visita psicológica en los 24 Centros del PASSIR. Se utilizó un cuestionario estructurado autoadministrado y anónimo adaptado del Cuestionario de abuso sexual en la infancia y adolescencia de Wyatt (1985) y Dubé et al. (2005), y el Female Sexual Function Index de Rosen (2000). Análisis estadístico descriptivo, bivariado y multivariado.

Resultados

Todas las disfunciones sexuales resultaron significativamente más frecuentes en las mujeres que padecieron abuso sexual en la infancia y la adolescencia, y la satisfacción sexual percibida fue menor. Las situaciones de abuso sexual con intento de penetración o penetración se asociaron a más dificultades de excitación y mayor rechazo. Las mujeres que sufrieron abuso sexual en la infancia y la adolescencia manifestaron menos confianza y más dificultades de comunicación con la pareja.

Conclusiones

Es necesario identificar un posible abuso sexual en la infancia y la adolescencia en las mujeres que consultan por problemas con sus parejas, y continuar investigando sobre factores protectores e intervenciones terapéuticas tendentes a paliar las consecuencias de dicho abuso al llegar a la vida adulta.

Palabras clave:
Abuso sexual infantil
Disfunciones sexuales psicológicas
Relaciones familiares
Servicios de salud reproductiva
Atención primaria de salud
Abstract
Objective

To analyse perceived sexual satisfaction, sexual dysfunction, satisfaction with affective relationships and confidence and communication in existing relationships, related to a past history of childhood sexual abuse (CSA) and type suffered, among women treated as part of the Catalonian Sexual and Reproductive Health Care Programme (PASSIR).

Method

Multicentric, descriptive, cross-sectional study. A total of 1,013 women over the age of 18 years, who underwent psychological therapy at any of the 24 PASSIR centres, were enrolled. A structured, anonymised, self-administered Sex History Questionnaire adapted from Wyatt (1985) & Dubé et al. (2005), and the Female Sexual Function Index (Rosen, 2000), were used. Statistical analysis was descriptive, bivariate and multivariate.

Results

Women who suffered childhood sexual abuse had a significantly higher prevalence of sexual dysfunction, with lower perceived sexual satisfaction. CSA with penetration or attempted penetration was associated with greater arousal difficulties and greater rejection. Women who experienced CSA were less confident and experienced greater communication difficulties with their partner.

Conclusions

It is necessary to identify potential childhood sexual abuse among women who seek therapy due to relationship problems. It is also necessary to continue research into protective factors and therapeutic interventions to alleviate the consequences of CSA in adult life.

Keywords:
Childhood sexual abuse
Psychological sexual dysfunctions
Family relationships
Reproductive health services
Primary healthcare
Full Text
Introducción

La preocupación por los efectos a largo plazo del abuso sexual en la infancia y la adolescencia se refleja en numerosos estudios y revisiones previos, aunque persiste cierta controversia1–6. Esta experiencia de abuso sexual se asocia a alteraciones emocionales o comportamientos sexuales disfuncionales en la vida adulta en un 20-30% de los casos. Los efectos a largo plazo son más imprecisos, ya que en ellos pueden intervenir otras variables7,8.

Las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia pueden manifestar actitudes negativas hacia la sexualidad: aversión, evitación, insatisfacción, inestabilidad en sus relaciones íntimas y tendencia a evaluarlas negativamente9–13.

Otras revisiones posteriores14,15 han mostrado que, a pesar de algunas limitaciones metodológicas, el abuso sexual en la infancia y la adolescencia es un factor de riesgo de disfunciones interpersonales, que van desde problemas en las relaciones íntimas de pareja hasta disfunciones sexuales y con el rol parental.

Dennerstein et al.16 concluyeron que el mayor impacto se producía en la calidad de la relación de pareja. Estudios posteriores17–19 detectaron una relación estadísticamente significativa entre los antecedentes de abuso sexual en la infancia y la adolescencia y síntomas de disfunción sexual, presencia de sexualidad insatisfactoria y disfuncional, conductas de riesgo sexual y desajuste en la pareja.

No obstante, otros autores han cuestionado la relación10,20 y señalan que las disfunciones sexuales no tienen por qué ser necesariamente secuelas del abuso sexual en la infancia y la adolescencia. Argumentan que pueden estar implicados otros elementos, como el funcionamiento del entorno familiar, haber sido víctimas de otros maltratos, la vulnerabilidad personal o el uso de fuerza. Rellini y Meston21 compararon un grupo de mujeres supervivientes de abuso sexual utilizando el Female Sexual Function Index (FSFI)22 y no observaron diferencias significativas en el funcionamiento sexual; en cambio, sí las hallaron en la satisfacción sexual percibida23.

Existen también factores de confusión metodológicos, por ejemplo dificultades para establecer comparaciones (distintas definiciones del abuso sexual en la infancia y adolescencia), o diferencias entre muestras (poblacionales y clínicas) y entre instrumentos24.

Aunque la mayoría de las investigaciones concluyen que hay una relación entre la experiencia de abuso sexual en la infancia y la adolescencia y las disfunciones sexuales, no hay un acuerdo unánime en todas sus conclusiones. Por otra parte, existen lagunas sobre la influencia de la edad del abuso, el tipo y la gravedad de este, y la relación con el perpetrador, que se han sugerido como contribuyentes, lo que justifica el presente estudio. Además, en nuestro medio no se han identificado investigaciones con muestras clínicas.

Nuestros objetivos fueron:

  • Analizar la relación de la experiencia de abuso sexual en la infancia y la adolescencia con la satisfacción sexual percibida, las disfunciones sexuales en el último año y la satisfacción con las relaciones afectivas, la confianza y la comunicación con la pareja actual.

  • Detectar diferencias en satisfacción sexual, afectiva y disfunciones sexuales, según el tipo de abuso sexual en la infancia y la adolescencia padecido, la relación con la persona perpetradora, según la edad de la víctima en el momento del abuso y otras variables que puedan relacionarse.

Material y métodosDiseño y ámbito

Estudio multicéntrico, descriptivo y transversal, en una muestra clínica de mujeres atendidas en 24 equipos del Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (PASSIR) de Cataluña, dentro de la atención primaria de salud.

Participantes

Mujeres de 18 años o más de edad, residentes en Cataluña, que acudían a visita psicológica sucesiva por problemas relacionados con su salud sexual o reproductiva. Previa valoración de su estado emocional, eran informadas de los objetivos del estudio e invitadas a participar. Mediante muestreo consecutivo, se seleccionaron 1013 mujeres entre el 1 de mayo y el 31 de octubre de 2008.

Criterios de exclusión

Mujeres que acudían por primera vez a visita, menores de edad o con dificultades idiomáticas. También aquellas en fase aguda de trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad con crisis de angustia, duelo reciente o trastorno mental grave.

Tamaño de la muestra

Aceptando una proporción estimada de disfunciones sexuales del 40%2, un riesgo alfa del 5% y una precisión del 3,5% en un contraste bilateral, se consideró necesaria una muestra de 941 mujeres asumiendo una población infinita. La tasa de reposición estimada fue del 20%.

Fuentes de información

La información se obtuvo mediante un cuestionario estructurado autoadministrado y anónimo, diseñado ad hoc para las variables sociodemográficas y socioeconómicas, así como para las preguntas de valoración de la relación afectiva, percepción de salud y vivencia de malos tratos en las relaciones de pareja. Las preguntas sobre disfunciones sexuales se adaptaron del FSFI22, y las referentes al abuso sexual en la infancia y la adolescencia se adaptaron del Cuestionario sobre Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia de Dube et al.25, que a su vez es una adaptación del original de Wyatt26 (véase el Apéndice online de este artículo). Ambos cuestionarios, en su versión original, mostraron unas adecuadas validez y fiabilidad para su entorno. Se realizó una prueba piloto con 50 mujeres de distinta situación socioeconómica, que permitió analizar la adecuación, la comprensión y la aceptabilidad de las preguntas. Se elaboró un manual de procedimientos a fin de homologar la metodología del trabajo de campo, que incorporaba también el método a seguir para la aplicación del cuestionario.

Variables

  • Variables sociodemográficas: edad, lugar de nacimiento, nivel de instrucción, ocupación y estado civil.

  • Variables sobre percepción subjetiva de salud.

  • Variables sobre satisfacción sexual percibida: muy satisfecha, satisfecha, ni satisfecha ni insatisfecha, poco satisfecha, muy insatisfecha.

  • Variables sobre la presencia de disfunciones sexuales: trastornos del deseo, de la excitación o del orgasmo, trastornos por dolor (sin diferenciar vaginismo de dispareunia) y por rechazo.

  • Variables sobre la relación con la pareja actual: satisfacción, comunicación y confianza.

  • Variables sobre abuso sexual en la infancia y la adolescencia: definido como contacto o manipulación sexual por parte de alguna persona, sin consentimiento de la víctima, antes de los 18 años de edad, y tipo de abuso (haber sufrido tocamientos, haber sido obligada a tocar, haber padecido intento de penetración, haber padecido penetración).

  • Variables sobre características del abuso sexual en la infancia y la adolescencia: edad del abuso y relación con la persona perpetradora.

  • Variables sobre maltrato en las relaciones de pareja: psíquico, físico, sexual y económico.

Análisis estadístico

La descripción de las variables cuantitativas se hizo con medidas de tendencia central y dispersión, y la de las variables cualitativas con distribución de frecuencias y porcentajes, con intervalos de confianza del 95% (IC95%).

Determinamos la relación entre las variables que miden el abuso sexual en la infancia y la adolescencia y las variables cualitativas mediante la prueba de ji al cuadrado. En todos los contrastes de hipótesis, el nivel de significación estadística se estableció en el 5% para hipótesis bilaterales. El análisis estadístico se efectuó con el programa SPSS versión 19.0.

Se utilizaron modelos de regresión logística para analizar la asociación entre la satisfacción en las relaciones sexuales y la valoración de la relación con la pareja actual (variables dependientes), con otras variables consideradas como variables independientes (como la edad, el nivel de estudios, la percepción de salud, haber padecido abuso sexual en la infancia y la adolescencia o maltrato de pareja en la edad adulta). Para seleccionar las variables de los modelos multivariados se siguió la metodología propuesta por Hosmer-Lemeshow27, Cobo28 y Greenland29. Se evaluó el ajuste del modelo (test de Hosmer-Lemeshow y área bajo la curva ROC). En los modelos multivariados (regresión logística) se tuvieron en cuenta las variables independientes del análisis bivariado que presentaban un valor p<0,25 y las variables consideradas clínicamente relevantes. Los modelos se ajustaron utilizando la estrategia stepwise. Los resultados se expresaron mediante odds ratio (OR) con sus respectivos IC95%.

Aspectos éticos

Se aplicaron los principios éticos y las normas de buena práctica propuestos en la Declaración de Helsinki. El estudio recibió la aprobación del Comité de Ética Asistencial y del Comité Ético de Investigación Clínica del IDIAP Jordi Gol i Gurina. Las participantes recibieron información oral y escrita detallada del estudio y firmaron su consentimiento. El cuestionario se analizó de forma anónima y confidencial.

ResultadosCaracterísticas sociodemográficas

Participaron en el estudio 1013 mujeres, la mayoría entre 30 y 49 años de edad (58,5%, media 40,6 años, desviación estándar 11,6). El 65,6% habían nacido en Cataluña, un 20,8% en el resto de España, un 9% en América Central o del Sur y un 4,5% en otros países. Presentaban diversos niveles de estudios, destacando un 31,9% con estudios secundarios. Respecto a la situación laboral, el 49,3% tenían un trabajo fijo o eran autónomas. La mayoría estaban casadas (47,6%).

Abuso sexual en la infancia y adolescencia: características y prevalencia

Contestaron a la pregunta sobre antecedentes de abuso sexual en la infancia y la adolescencia 917 participantes (90,3%), de las cuales 345 (37,6%, IC95%: 34,5-40,8) afirmaron haberlo sufrido de algún tipo. No se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de abuso sexual en la infancia y la adolescencia en función de la edad actual de la mujer. De las mujeres que refirieron dicho abuso sexual, el 53,3% (184/345; IC95%: 48,1-58,5) manifestaron haber sufrido tocamientos o haber sido obligadas a tocar, y el 46,7% (161/345; IC95%: 41,4-51,9) refirieron intentos de penetración o penetración no consentida.

Valoración de las relaciones sexuales

Las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia presentan con mayor frecuencia disfunciones sexuales, definidas como trastornos del deseo, de la excitación, del orgasmo, trastornos por dolor (vaginismo o dispareunia) y rechazo (tabla 1). Se sienten menos satisfechas sexualmente, presentan menos deseo sexual, menos excitación sexual y menor frecuencia de orgasmo. Igualmente, las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia presentan con más frecuencia dolor y rechazo en las relaciones sexuales.

Tabla 1.

Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia y las que no lo han sufrido

Total  No abuso sexual  Abuso sexual  p
N=1013  N=572  N=345 
Satisfacción con su vida sexual        0,004 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  280/983 (28,5)  140/557 (25,1)  112/337 (33,2)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  318/983 (32,3)  173/557 (31,1)  113/337 (33,5)   
Satisfecha o muy satisfecha  385/983 (39,2)  244/557 (43,8)  112/337 (33,2)   
Frecuencia de deseo sexual en el último año        0,004 
Nunca o menos de una vez al mes  329/989 (33,3)  163/561 (29,1)  134/337 (39,8)   
Más de una vez al mes  319/989 (32,3)  189/561 (33,7)  100/337 (29,7)   
Más de una vez por semana o cada día  341/989 (34,5)  209/561 (37,3)  103/337 (30,6)   
Excitación sexual en el último año        0,004 
Nunca, casi nunca o pocas veces  163/837 (19,5)  81/474 (17,1)  58/288 (20,1)   
Algunas veces  157/837 (18,8)  73/474 (15,4)  68/288 (23,6)   
Muchas veces o siempre  517/837 (61,8)  320/474 (67,5)  162/288 (56,3)   
Frecuencia de orgasmo en el último año        0,01 
Nunca, casi nunca o pocas veces  232/842 (27,6)  121/474 (25,5)  85/293 (29,0)   
Algunas veces  143/842 (17,0)  65/474 (13,7)  60/293 (20,5)   
Muchas veces o siempre  467/842 (55,5)  288/474 (60,8)  148/293 (50,5)   
Dolor durante las relaciones sexuales en el último año        0,002 
Nunca, casi nunca o pocas veces  582/839 (69,4)  353/475 (74,3)  181/291 (62,2)   
Algunas veces  126/839 (15,0)  60/475 (12,6)  51/291 (17,5)   
Muchas veces o siempre  131/839 (15,6)  62/475 (13,1)  59/291 (20,3)   
Rechazo a las relaciones sexuales en el último año        0,001 
Nunca, casi nunca o pocas veces  617/834 (74,0)  372/474 (78,5)  194/289 (67,1)   
Algunas veces  102/834 (12,2)  50/474 (10,5)  40/289 (13,8)   
Muchas veces o siempre  115/834 (13,8)  52/474 (11,0)  55/289 (19,0)   

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Valoración de la satisfacción con las relaciones sexuales en función del vínculo de la víctima con la persona perpetradora

La satisfacción con la vida sexual es más baja (40% muy insatisfecha o poco satisfecha) cuando el agresor fue un conocido. La baja frecuencia de deseo (nunca o menos de una vez al mes) es del 48,9% cuando el abusador es un conocido o amigo. Cuando el agresor fue un desconocido se observa una mayor capacidad para llegar al orgasmo (59,4%), menos dolor y menos sentimientos de rechazo de las relaciones sexuales (15,9%).

Valoración de la relación afectiva con la pareja actual

La tabla 2 presenta la evaluación de la relación afectiva por las mujeres que tienen pareja actualmente y compara los grupos. El 59,8% se sienten satisfechas con sus relaciones afectivas, el 74,8% confían siempre o casi siempre en su pareja actual, y el 63,9% refieren que la comunicación es buena o muy buena. Aunque las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia expresan menor satisfacción con la relación, menor confianza y peor comunicación con la pareja actual, las diferencias no alcanzan la significación estadística.

Tabla 2.

Valoración de las relaciones afectivas. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia y las que no lo han sufrido

Total  No abuso sexual  Abuso sexual  p
N=789  N=441  N=272 
Relación afectiva con pareja actual        NS 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  162/789 (20,5)  84/441 (19,0)  60/272 (22,1)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  155/789 (19,6)  83/441 (18,8)  57/272 (21,0)   
Satisfecha o muy satisfecha  472/789 (59,8)  274/441 (62,1)  155/272 (57,0)   
Confianza en pareja actual        0,056 
Nunca, casi nunca o a veces  148/778 (18,8)  74/437 (16,9)  59/268 (22,0)   
Frecuente o la mitad  40/778 (5,1)  18/437 (4,1)  18/268 (6,7)   
Casi siempre o siempre  590/778 (74,8)  345/437 (78,9)  191/268 (71,3)   
Comunicación con pareja actual        NS 
Muy mala o mala  86/781 (10,9)  42/437 (9,6)  37/269 (13,8)   
Ni buena ni mala  191/781 (24,2)  102/437 (23,3)  70/269 (26,0)   
Buena o muy buena  504/781 (63,9)  293/437 (67,0)  162/269 (60,2)   

NS: No significativo.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Comparación en función del tipo de abuso sexual en la infancia y la adolescencia (tocamientos u obligadas a tocar frente a intento de penetración o penetración)

Entre las mujeres que refirieron abuso sexual en la infancia y la adolescencia (n=345), manifestaron haber sufrido tocamientos o haber sido obligadas a tocar el 53,3% (184/345; IC95%: 48,1-58,5), y refirieron intentos de penetración o penetración no consentida el 46,7% (161/345; IC95%: 41,4-51,9).

Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de deseo, excitación, orgasmo y rechazo a las relaciones sexuales: el grupo de mujeres que sufrieron abuso por intento de penetración o penetración manifiestan una peor situación (tabla 3). Haber sufrido abuso por intento de penetración o penetración se asocia a una distribución polarizada en el deseo sexual (no sentir nunca deseo sexual o tener deseo cada día o más de una vez por semana).

Tabla 3.

Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que han sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia por tocamientos o que han sido obligadas a tocar y las que han sufrido intento de penetración o penetración

Tocamientos u obligadas a tocar  Intento de penetración o penetración  p
N=184  N=161 
Satisfacción sexual      NS 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  57/180 (31,7)  55/157 (35,0)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  58/180 (32,2)  55/157 (35,0)   
Satisfecha o muy satisfecha  65/180 (36,1)  47/157 (29,9)   
Frecuencia de deseo sexual      0,01 
Nunca o menos de una vez al mes  63/181 (34,8)  71/156 (45,5)   
Más de una vez al mes  66/181 (36,5)  34/156 (21,8)   
Más de una vez por semana o cada día  52/181 (28,7)  51/156 (32,7)   
Excitación sexual      0,008 
Nunca, casi nunca o pocas veces  24/157 (15,3)  34/131 (26,0)   
Algunas veces  32/157 (20,4)  36/131 (27,5)   
Muchas veces o casi siempre o siempre  101/157 (64,3)  61/131 (46,6)   
Frecuencia de orgasmo      0,02 
Nunca, casi nunca o pocas veces  35/158 (22,2)  50/135 (37,0)   
Algunas veces  38/158 (24,1)  22/135 (16,3)   
Muchas veces o casi siempre o siempre  85/158 (53,8)  63/135 (46,7)   
Dolor en las relaciones sexuales      NS 
Nunca, casi nunca o pocas veces  102/156 (65,4)  79/135 (58,5)   
Algunas veces  25/156 (16,0)  26/135 (19,3)   
Muchas veces o casi siempre o siempre  29/156 (18,6)  30/135 (22,2)   
Rechazo en las relaciones sexuales      0,008 
Nunca, casi nunca o pocas veces  117/156 (75,0)  77/133 (57,9)   
Algunas veces  17/156 (10,9)  23/133 (17,3)   
Muchas veces, casi siempre o siempre  22/156 (14,1)  33/133 (24,8)   

NS: No significativo.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Aunque las mujeres que sufrieron abuso por intento de penetración o penetración expresan menor satisfacción y más dolor en las relaciones sexuales, las diferencias no son significativas.

La valoración de la relación afectiva con la pareja actual no muestra diferencias estadísticamente significativas en función del tipo de abuso sexual en la infancia y la adolescencia, a pesar de que las mujeres que sufrieron abuso por intento de penetración o penetración la valoran más negativamente (tabla 4).

Tabla 4.

Valoración de las relaciones afectivas con la pareja actual. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que han sufrido abuso sexual en la infancia o la adolescencia por tocamientos o que han sido obligadas a tocar y las que han sufrido intento de penetración o penetración

Tocamientos u obligadas a tocar  Intento de penetración o penetración  p
N=152  N=120 
Relación afectiva con pareja actual      NS 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  32/152 (21,1)  28/120 (23,3)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  31/152 (20,4)  26/120 (21,7)   
Satisfecha o muy satisfecha  89/152 (58,6)  66/120 (55,0)   
Confianza en pareja actual      NS 
Nunca, casi nunca o a veces  28/149 (18,8)  31/119 (26,1)   
Frecuente o la mitad  11/149 (7,4)  7/119 (5,9)   
Casi siempre o siempre  110/149 (73,8)  81/119 (68,1)   
Comunicación con pareja actual      NS 
Muy mala o mala  18/149 (12,1)  19/120 (15,8)   
Ni buena ni mala  37/149 (24,8)  33/120 (27,5)   
Buena o muy buena  94/149 (63,1)  68/120 (56,7)   

NS: no significativo.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Influencia de la edad de inicio del abuso sexual

Las mujeres que habían sufrido el abuso sexual a edad más temprana (antes de los 13 años) presentan ciertas diferencias en cuanto a las variables de satisfacción sexual, calidad de la relación sexual y otras variables sexuales (tabla 5). Las que sufrieron abuso sexual entre los 13 y los 18 años de edad es más improbable que contesten que «siempre o casi siempre» se sienten satisfechas con su vida sexual, y es más probable que manifiesten que «nunca o casi nunca» consiguen llegar al orgasmo, y también que expresen que «nunca o casi nunca» sienten dolor.

Tabla 5.

Valoración de las relaciones sexuales. Diferencias entre las mujeres que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia antes y después de los 13 años y las que no lo han sufrido

Total  No abuso sexual  Abuso sexual antes de los 13 años  Abuso sexual entre 13 y 18 años  p
N=897  N=572  N=206  N=119 
Satisfacción con la vida sexual          0,036 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  245/875 (28,0)  140/557 (25,1)  65/202 (32,2)  40/116 (34,5)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  278/875 (31,8)  173/557 (31,1)  65/202 (32,2)  40/116 (34,5)   
Satisfecha o muy satisfecha  352/875 (40,2)  244/557 (43,8)  72/202 (35,6)  36/116 (31,0)   
Frecuencia de deseo sexuala          0,048 
Nunca o menos de una vez al mes  286/879 (32,5)  163/561 (29,1)  79/200 (39,5)  44/118 (37,3)   
Más de una vez al mes  286/879 (32,5)  189/561 (33,7)  63/200 (31,5)  34/118 (28,8)   
Más de una vez por semana o cada día  307/879 (34,9)  209/561 (37,3)  58/200 (29,0)  40/118 (33,9)   
Excitación sexuala          0,028 
Nunca, casi nunca o pocas veces  134/749 (17,9)  81/474 (17,1)  34/174 (20,1)  19/101 (18,8)   
Algunas veces  138/749 (18,4)  73/474 (15,4)  38/174 (23,6)  27/101 (26,7)   
Muchas veces o siempre  477/749 (63,7)  320/474 (67,5)  102/174 (56,3)  55/101 (54,5)   
Frecuencia de orgasmoa          0,026 
Nunca, casi nunca o pocas veces  200/754 (26,5)  121/474 (25,5)  44/178 (24,7)  35/102 (34,3)   
Algunas veces  122/754 (16,2)  65/474 (13,7)  38/178 (21,3)  19/102 (18,6)   
Muchas veces o siempre  432/754 (57,3)  288/474 (60,8)  96/178 (53,9)  48/102 (47,1)   
Dolor en las relaciones sexualesa          0,017 
Nunca, casi nunca o pocas veces  527/753 (70,0)  353/475 (74,3)  109/176 (61,9)  65/102 (67,3)   
Algunas veces  108/753 (14,30)  60/475 (12,6)  32/176 (18,2)  16/102 (15,7)   
Muchas veces o siempre  118/753 (15,7)  62/475 (13,1)  35/176 (19,9)  21/102 (20,6)   
Rechazo en relaciones sexualesa          0,023 
Nunca, casi nunca o pocas veces  560/750 (74,7)  372/474 (78,5)  119/174 (68,4)  69/102 (67,6)   
Algunas veces  86/750 (11,5)  50/474 (10,5)  22/174 (12,6)  14/102 (13,7)   
Muchas veces o siempre  104/750 (13,9)  52/474 (11,0)  33/174 (19,0)  19/102 (18,6)   

NS: no significativo.

a

Durante el último año.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Por otra parte, la edad de inicio del abuso sexual no influye significativamente en la satisfacción, la confianza y la comunicación con la pareja actual (tabla 6).

Tabla 6.

Valoración de las relaciones afectivas. Diferencias entre las mujeres (con pareja) que manifiestan haber sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia antes y después de los 13 años y las que no lo han sufrido

Total  No abuso sexual  Abuso sexual antes de los 13 años  Abuso sexual entre 13 y 18 años  p
N=700  N=441  N=170  N=89 
Relación afectiva con pareja actual          NS 
Muy insatisfecha o poco satisfecha  139/700 (19,9)  84/441 (19,0)  37/170 (21,8)  18/89 (20,2)   
Ni satisfecha ni insatisfecha  137/700 (19,6)  83/441 (18,8)  34/170 (20,0)  20/89 (22,5)   
Satisfecha o muy satisfecha  424/700 (60,6)  274/441 (62,1)  99/170 (58,3)  51/89 (57,3)   
Confianza en pareja actual          NS 
Nunca, casi nunca o a veces  129/693 (18,6)  74/437 (16,9)  33/167 (19,80)  22/89 (18,6)   
Frecuente o la mitad  34/693 (4,9)  18/437 (4,1)  11/167 (6,6)  5/89 (4,9)   
Casi siempre o siempre  530/693 (76,5)  345/437 (78,9)  123/167 (73,7)  62/89 (76,5)   
Comunicación con la pareja actual          NS 
Muy mala o mala  75/693 (10,8)  42/437 (9,6)  21/167 (12,6)  12/89 (13,5)   
Ni buena ni mala  168/693 (24,2)  102/437 (23,3)  48/167 (28,7)  18/89 (20,2)   
Buena o muy buena  450/693 (64,9)  293/437 (67,0)  98/167 (58,7)  59/89 (66,3)   

NS: no significativo.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

Modelo de variables asociadas con la satisfacción en la vida sexual (tabla 7)

En el modelo multivariado se incluyeron todas las variables sociodemográficas (país de nacimiento, grupo de edad, nivel de estudios, situación laboral y situación personal actual), la percepción actual de salud y la variable haber padecido cualquier tipo de abuso sexual en la infancia y adolescencia (sí/no) y haber sufrido malos tratos por parte de la pareja en la edad adulta.

Tabla 7.

Variables asociadas a la satisfacción con la vida sexual en toda la muestra

Variables  n/N  OR cruda (IC95%)  OR ajustada (IC95%)
N=843 
País de nacimiento    0,910   
Cataluña o resto de España  863/998   
América Central o del Sur  90/998  0,91 (0,58-1,44)   
Otros países  45/998  1,05 (0,56-1,96)   
Edad    0,000   
18-29 años  170/996 
30-49 años  583/996  0,80 (0,57-1,13)  0,74 (0,49-1,11) 
50 años o más  243/996  0,36c (0,24-0,55)  0,35c (0,21-0,60) 
Percepción de salud actual    0,000   
Excelente o muy buena  203/1004 
Buena  383/1004  0,57b (0,40-0,80)  0,70 (0,48-1,02) 
Regular  331/1004  0,32c (0,22-0,47)  0,46c (0,30-0,69) 
Mala o muy mala  87/1004  0,43b (0,25-0,73)  0,75 (0,41-1,36) 
Nivel de estudios    0,109   
Universitarios o similar  243/990   
Secundaria (completa o no)  493/990  0,83 (0,61-1,14)   
Primaria (completa o no)  254/990  0,67a (0,47-0,97)   
Situación laboral    0,069   
Trabajo fijo o autónoma  488/989   
Otras situaciones  501/989  0,79 (0,61-1,02)   
Situación personal actual    0,032   
Soltera  198/996 
Casada o viuda  509/996  1,17 (0,83-1,65)  1,57a (1,04-2,37) 
Separada o divorciada  160/996  0,89 (0,57-1,39)  1,28 (0,75-2,17) 
Pareja de hecho  117/996  1,75a (1,09-2,81)  2,09b (1,25-3,49) 
Otras situaciones  12/996  0,35 (0,08-1,65)  0,23 (0,03-1,92) 
Algún tipo de abuso sexual en la infancia y adolescencia    0,002   
No  572/917 
Sí  345/917  0,64b (0,48-0,85)  0,69a (0,50-0,94) 
Maltrato en edad adulta    0,000   
No  540/992 
Sí  452/992  0,59c (0,45-0,76)  0,69a (0,51-0,95) 

Satisfacción con la vida sexual=respuestas a la pregunta «¿Se siente satisfecha con su vida sexual?». Las respuestas que incluían las opciones «Muy satisfecha» o «Satisfecha» se consideraron positivas, mientras que las respuestas con las opciones «Indiferente (ni satisfecha ni insatisfecha)», «Poco satisfecha» o «Muy insatisfecha» se consideraron negativas.

IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

a

p<0,05.

b

p<0,01.

c

p<0,001.

Una edad mayor de 50 años, la percepción de una salud regular, el nivel de estudios primarios, la experiencia de algún tipo de abuso sexual en la infancia y la adolescencia, y sufrir malos tratos por parte de la pareja en la edad adulta fueron los principales factores explicativos de una menor satisfacción con la vida sexual.

Variables asociadas con la valoración de la relación afectiva con la pareja actual (tabla 8)

La calidad de la relación afectiva se conceptualizó como «buena» o «mala» en función de las respuestas sobre su relación afectiva. Se incluyeron también todas las variables sociodemográficas (país de nacimiento, grupo de edad, nivel de estudios, situación laboral y situación personal actual), la percepción actual de salud y la variable haber padecido cualquier tipo de abuso sexual en la infancia y la adolescencia (sí/no), y sufrir malos tratos por parte de la pareja en la edad adulta.

Tabla 8.

Variables asociadas a la valoración de la relación afectiva con la pareja actual

Variables  n/N  OR cruda (IC95%)  OR ajustada (IC95%)
N=673 
País de nacimiento    0,040   
Cataluña o resto de España  669/778   
América Central o del Sur  75/778  0,54a (0,33-0,89)   
Otros países  34/778  0,72 (0,36-1,44)   
Edad    0,000   
18-29 años  130/778 
30-49 años  467/778  0,81 (0,56-1,20)  0,71 (0,46-1,11) 
50 años o más  181/778  0,31c (0,19-0,50)  0,29c (0,17-0,50) 
Salud actual    0,000   
Excelente o muy buena  166/783   
Buena  300/783  0,53b (0,36-0,79)   
Regular  251/783  0,35c (0,23-0,53)   
Mala o muy mala  66/783  0,28c (0,15-0,51)   
Nivel de estudios    0,000   
Universitarios o similar  192/772   
Secundaria (completa no)  378/772  0,61b (0,43-0,87)   
Primaria (completa o no)  202/772  0,43c (0,29-0,65)   
Situación laboral    0,089   
Trabajo fijo o autónoma  383/772   
Otras situaciones  389/772  0,78 (0,59-1,04)   
Situación personal actual    0,152   
Soltera  96/778   
Casada o viuda  481/778  0,92 (0,59-1,43)   
Separada o divorciada  72/778  0,91 (0,49-1,67)   
Pareja de hecho  117/778  1,38 (0,80-2,38)   
Otras situaciones  12/778  0,32 (0,08-1,25)   
Algún tipo de abuso sexual en la infancia y adolescencia    0,058   
No  441/713   
Sí  272/713  0,75 (0,55-1,01)   
Maltrato en edad adulta    0,000   
No  461/776 
Sí  315/776  0,31c (0,23-0,41)  0,31c (0,22-0,42) 

Valoración de las relaciones afectivas=la calidad de la relación afectiva se consideró «Buena» si la mujer se sentía «Muy satisfecha» o «Satisfecha» con su relación actual, mostraba que «Confía siempre» o «Casi siempre» en su pareja actual y tenía una «Muy buena» o «Buena» comunicación con la pareja. El resto de las respuestas se conceptualizaron como negativas («Mala» relación).

IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.

Los datos son n/N (%). Las diferencias en las N se deben a los valores perdidos. El valor de p se ha calculado con el test de ji al cuadrado.

a

p<0,05.

b

p<0,01.

c

p<0,001.

d R2=0,19. Porcentaje correcto=64,6%.

En el modelo ajustado, una edad mayor de 50 años y la revictimización en la edad adulta fueron los principales factores explicativos de una peor valoración de la relación afectiva con su actual pareja.

Para la interpretación de ambos análisis (modelo de satisfacción con las relaciones sexuales y satisfacción con las relaciones afectivas) hay que considerar que, en nuestro estudio, una percepción de salud negativa y la experiencia de malos tratos por parte de la pareja en la edad adulta también fueron variables asociadas significativamente al abuso sexual en la infancia y la adolescencia.

Para ambos modelos se generaron también otros modelos alternativos en los que la variable abuso sexual en la infancia y la adolescencia se dividiese entre mujeres que no lo habían padecido, que lo habían padecido sin penetración y que lo habían padecido con penetración. Los nuevos modelos no aportaron mejoras en el ajuste.

Discusión

Los resultados del presente estudio muestran que las mujeres adultas que han sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia presentan más disfunciones sexuales (manifiestan menos satisfacción con la vida sexual, menos deseo sexual, menos excitación y menor frecuencia de orgasmo). También refieren más dolor y rechazo en sus relaciones sexuales.

Por otra parte, nuestro estudio ha detectado que las situaciones de abuso sexual en la infancia y la adolescencia con intento de penetración o penetración se asocian con mayores dificultades en la excitación, mayor rechazo e inapetencia, pero también con una posible polarización del deseo sexual, tendencia señalada también por Rumstein-McKean y Hunsley15.

La etiología de las disfunciones sexuales puede estar determinada por múltiples factores30, pero la mayoría de los estudios apoyan una relación de las disfunciones sexuales con el abuso sexual en la infancia y la adolescencia, a pesar de todas las limitaciones metodológicas y del papel de terceras variables10,31–33.

Aunque pudiera pensarse que hay una relación obvia entre la satisfacción con la vida sexual y el funcionamiento sexual adulto, se ha sugerido que no siempre las disfunciones sexuales se asocian a insatisfacción sexual11,12,15.

La mayoría de los estudios previos muestran un importante impacto global del abuso sexual en la infancia y la adolescencia en las diferentes relaciones de la vida adulta, incluyendo las relaciones afectivas y de pareja15. Tanto en muestras comunitarias como clínicas se han descrito altas tasas de bajo ajuste social, dificultades interpersonales, dificultades para formar y mantener relaciones, o bien insatisfacción con las relaciones15. Los supervivientes de muestras clínicas refieren peores habilidades sociales, así como sentimientos de aislamiento, falta de soporte emocional y otros problemas interpersonales15.

Respecto a la satisfacción con la relación afectiva, nuestros resultados difieren de los de Mullen et al.10; de hecho, en nuestra muestra fueron la edad y la experiencia de malos tratos por la pareja en edades adultas (y no únicamente el abuso sexual en la infancia y la adolescencia) los factores más relevantes para la valoración de la relación afectiva con la pareja actual.

En cuanto a la confianza en la pareja actual, nuestros porcentajes de confianza «siempre o casi siempre» son inferiores en las mujeres con abuso sexual en la infancia y la adolescencia (lo que concuerda con los resultados previos), pero no se llega a un nivel de significación.

En cuanto a la comunicación con la pareja actual, nuestros resultados también apuntan en la misma dirección (peor comunicación en las mujeres con abuso sexual en la infancia y la adolescencia), si bien no se encuentran diferencias significativas, como observan Mullen et al.10; resultados semejantes se observaron en el trabajo de DiLillo y Long34.

En este sentido, como destaca también la revisión de Rumstein-McKean y Hunsley15, el posible efecto del abuso sexual en la infancia y la adolescencia sobre la adaptación en la edad adulta puede tener un impacto relativamente pequeño. Un metaanálisis sobre el impacto del abuso sexual infantil en el ajuste del adulto propone un efecto muy pequeño (r=0,07) para el abuso sexual en la infancia y la adolescencia en sí mismo, y señala que un ambiente familiar negativo, o incluso el género, serían mucho más potentes como predictores de futuros déficits de ajuste35.

Finalmente, autores como Rind y Tromowitch33 cuestionan que los resultados de muestras clínicas puedan ser extrapolables a la población general.

Limitaciones y puntos fuertes

La utilización de un cuestionario todavía no validado supone una de las principales limitaciones. El hecho de ser un estudio retrospectivo basado exclusivamente en la memoria de las víctimas puede originar tanto falsos positivos como falsos negativos.

El amplio tamaño de la muestra, ser multicéntrico, la idoneidad del ámbito del estudio y la participación de mujeres de diferentes extractos sociales y territorios son puntos a destacar. Al referirse a una muestra clínica y adulta, aporta datos difíciles de extrapolar con otras aproximaciones o estudios previos.

Conclusiones

El presente estudio muestra el impacto del abuso sexual en la infancia y la adolescencia sobre la vida sexual y afectiva de mujeres que buscan tratamiento psicológico por problemas de salud sexual y reproductiva. Todas las disfunciones sexuales resultaron significativamente más frecuentes entre las mujeres que han padecido abuso sexual en la infancia y la adolescencia, con menor satisfacción sexual percibida. Sin embargo, la edad superior a 50 años, una percepción negativa de la propia salud y experimentar malos tratos en la edad adulta por parte de la pareja son variables también asociadas a insatisfacción con la vida sexual y afectiva.

Las situaciones de abuso sexual en la infancia y la adolescencia con intento de penetración o penetración se asociaron a más dificultades de excitación y mayor rechazo sexual, y a la polarización del deseo sexual.

¿Qué se sabe sobre el tema?

Aunque la mayoría de investigaciones previas concluyen con una relación entre el abuso sexual en la infancia y la adolescencia y las disfunciones sexuales, no hay un acuerdo unánime: lagunas sobre la influencia de la edad del abuso, el tipo y la gravedad de este, y la relación con el perpetrador, así como la ausencia de investigaciones clínicas en nuestro medio, justifican el presente estudio.

¿Qué aporta el estudio realizado a la literatura?

Todas las disfunciones sexuales resultaron significativamente más frecuentes entre las mujeres supervivientes de un abuso sexual en la infancia y la adolescencia, con menor satisfacción sexual percibida, menor confianza y más dificultades de comunicación con la pareja. La alta prevalencia de abuso sexual en la infancia y la adolescencia, y su influencia sobre la salud sexual y afectiva, sugieren la necesidad de investigar siempre si se ha sufrido abuso sexual en la infancia y la adolescencia en casos de demandas de atención psicológica motivadas por dificultades sexuales o de pareja.

Editora responsable del artículo

Clara Bermúdez-Tamayo.

Declaración de transparencia

El autor principal (garante responsable del manuscrito) afirma que este manuscrito es un reporte honesto, preciso y transparente del estudio que se remite a Gaceta Sanitaria, que no se han omitido aspectos importantes del estudio, y que las discrepancias del estudio según lo previsto (y, si son relevantes, registradas) se han explicado.

Contribuciones de autoría

S. López, C. Faro, L. Lopetegui, E. Pujol y M.I. Fernández participaron la concepción del proyecto y la redacción del protocolo de estudio. S. López, E. Pujol y J. Cobo realizaron la búsqueda bibliográfica. S. López contribuyó de forma significativa en la revisión de los artículos y otros documentos relevantes. E. Pujol diseñó la metodología y el análisis estadístico. S. López, C. Faro, L. Lopetegui y M.I. Fernández elaboraron los antecedentes y la justificación del proyecto, y diseñaron el cuestionario. S. López, C. Faro, L. Lopetegui y M.I. Fernández realizaron el estudio piloto, su presentación y la difusión de sus resultados a los equipos del PASSIR Cataluña. Las personas investigadoras del Grupo de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de Cataluña realizaron la selección de las candidatas, la información y firma del consentimiento informado, la recogida de los cuestionarios, la resolución de las dudas de las participantes y el apoyo psicológico y emocional durante su realización. M. Monteagudo y E. Pujol realizaron el análisis estadístico y desarrollaron la primera versión del informe de resultados. S. López, C. Faro, L. Lopetegui, E. Pujol, M. Monteagudo, M.I. Fernández y J. Cobo han participado en la redacción del manuscrito y la revisión crítica, y han aprobado su versión final.

Financiación

Este trabajo recibió ayudas económicas del Premio Ferran Salses del Ayuntamiento de Rubí, del Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison y del Institut Català de les Dones.

Conflicto de intereses

Ninguno. Las entidades que han patrocinado el estudio no han tenido ningún papel en su diseño, la recogida, el análisis ni la interpretación de los datos, la redacción del informe, ni la decisión de presentar el manuscrito para su publicación.

Agradecimientos

Agradecemos al Ayuntamiento de Rubí y al jurado del Premio Ferran Salses, al Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison y al Institut Català de les Dones, sus ayudas económicas que han hecho posible el desarrollo de esta investigación. A las mujeres que han participado aportando información rica y profunda sobre sus vivencias respecto al tema de estudio, gracias por dedicarnos un poco de vuestro tiempo. A Anna Moleras, que ha diseñado un formulario de recogida que permitió capturar los datos y procesarlos de forma automática, facilitando enormemente diversas tareas arduas. A Carmen Ibáñez, que ha revisado las diversas versiones del manuscrito y ha mejorado su presentación. A Noemí Pereda, por su lectura atenta y sus sugerencias al primer manuscrito. A todas las investigadoras asociadas, psicólogas del Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de Cataluña, que han contribuido al reclutamiento de las mujeres participantes; sin su cooperación este estudio no habría sido posible.

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Grupo de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de Cataluña: Montserrat Aiger, Imma Albert, Maria Teresa Auferil, M. Àngels Avecilla, Marta Batlle, Yolanda Bovis, Anna Casino, Sonia Garcia, Maria Dolores Joya, Cristina Martínez, Pilar Medina, Mònica Monteagudo, Teresa Pellicer, Cristina Pipó, Teresa Planella, Xavier Pujol, Maria Jesús Ribes, Muntsa Riera, Margarita Sentís, Teresa Solé, Gemma Torra, Montserrat Villacampa y Sergi Villanueva.

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