¿SON DIFERENTES LA DIETA Y LOS HÁBITOS DE VIDA DE LOS CONSUMIDORES DE CAFÉ?
J. Vioque,* M. Porta,* J. Quiles, M. Guillén, E. Ponce.
Dpto. Salud Pública. Universidad Miguel Hernández, Alicante. IMIM, Barcelona.
Dpto. Salud Pública. Campus San Juan. Univ. Miguel Hernandez. 03550-San Juan de Alicante. Tl. 96-5919517. mail:vioque@umh.es
Antecedentes y objetivo. La cafeína altera profundamente numerosos procesos celulares, genéticos y metabólicos, a pesar de lo cual su potencial confusor o modificador de efecto ha sido poco valorado en estudios epidemiológicos. El objetivo de este estudio fue analizar los factores ambientales y dietéticos relacionados con el consumo de café y cafeína en una muestra representativa de población adulta de la Comunidad Valenciana.
Sujetos y Método. Se utilizaron los datos de la Encuesta de Nutrición y Salud de la Comunidad Valenciana realizada en 1994, en el que se incluyeron un total de 833 hombres y 980 mujeres, mayores de 14 años de la Comunidad Valenciana. Se estimó el consumo medio de café (tazas/día) y cafeína (miligramos/día) a lo largo de todo un año mediante cuestionario validado de frecuencia alimentaria, y se estudió su relación con respecto a variables personales como edad, sexo, nivel de estudios e índice de masa corporal, y variables de estilo de vida como el consumo de tabaco, alcohol, y la ingesta de ciertos nutrientes (energía, proteínas, glúcidos, lípidos, vitamina A, C, E y ácido fólico, mediante un análisis de la varianza (ANOVA) o comparación de proporciones.
Resultados. La ingesta de café se ha relacionado a la edad y el sexo de los participantes. Un 61.5% de los hombres y un 56.2% de las mujeres consumían café con alguna frecuencia, y un 45% consumían al menos una taza de café diaria. El consumo de café ha presentado una relación en forma de U invertida con la edad: un 31% de los menores de 25 años y un 28% de los 65años consumían 1 taza/día, frente al 58% y 63% de los que tenían 25-34 años y 35-49 años respectivamente, y el 48% de los comprendidos entre los 50 y 64 años. Tras controlar por la edad y el sexo, se observó un mayor consumo de café entre los fumadores, los consumidores de alcohol y los que presentaban el mayor nivel de estudios (observandose una relación ascendente dosis-respuesta estadísticamente significativa). Por el contrario, los que practicaban deporte regularmente presentaron un menor consumo de café. Los consumidores de café presentaron ingestas diferentes que los no consumidores para algunos nutrientes: mayor consumo de calorías y grasas saturadas, y menor consumo relativo de hidratos de carbono, folatos y vitamina C. La ingesta de cafeína, estimada a partir del consumo de café y otras bebidas y alimentos, presentó un patrón similar al observado para el consumo de café.
Conclusiones. El consumo de café y cafeína es muy prevalente en población general, especialmente en las edades medias de la vida (25-49 años) y algo superior en hombres. Se asocia positivamente al consumo de tabaco, de alcohol y al nivel de estudios, así como a algunos factores dietéticos, factores que suelen asociarse a un mayor riesgo de desarrollar procesos crónico- degenrativos. Por ello, el posible papel confusor y/o modificador de efecto del consumo de café o cafeína debería ser estudiado con profundidad en estudios epidemiológicos que analicen el riesgo de enfermedades crónicas con relación a los factores de riesgo clásicos antes mencionados.