La muerte al nacer parece, desde cualquier perspectiva, una paradoja de lo más desgarradora y sin sentido. Perder un/una hijo/a (orbus filius), o incluso perder un/una paciente en las etapas previas o posteriores al nacimiento, es un tópico con escasa visibilidad en el campo de la salud por la incomodidad que genera el solo hablar de este suceso. Sin embargo, es de gran relevancia social, ya que más de dos millones y medio de muertes al año en el mundo ocurren al nacimiento, y van acompañadas por estados de tristeza y estrés significativo para las familias que lo padecen1.

Esta obra, escrita por Silvia López y María Teresa Pi-Sunyer, es esencialmente un compendio de experiencias relacionadas con la pérdida de un/una hijo/a de forma prematura, mostrando diferentes puntos evolutivos en el proceso del duelo. El libro va precedido por un excelente prólogo de la pediatra Amalia Zuasnabar, que nos introduce en la psique del proceso violento de la pérdida prematura desde la perspectiva de la mujer y su entorno circundante.

Gran parte de esta obra se encuentra amalgamada por relatos y experiencias de madres y padres sobre la pérdida personal de su hijo/a, así como sobre su proceso interno y su toma de conciencia desde los momentos precedentes, durante y posteriores al doloroso desenlace. Aunque cada caso tiene un único punto de conexión, que es la muerte del hijo o de la hija, el cómo pasan los acontecimientos puede ser muy diverso. Regularmente confluyen en un vacío interno y en la pérdida de la inocencia sobre la idealización de la maternidad/paternidad.

Es doloroso el camino por el que puede llegar este tipo de obra a manos de una persona, debido a que el interés genuino por este tipo de libro solo se verá despertado por la necesidad de entender y comprender la pérdida prematura de un ser querido alrededor del nacimiento. Incluso es reducido el consumo de este tipo de lectura por los profesionales de la misma área de especialidad (ginecología, psicología o psiquiatría), y más aún por personas a pie de calle.

Este libro describe la importancia del acompañamiento psicológico y el acceso a algunos recursos, como los grupos de duelo perinatal para padres2. Estos grupos ayudan a expresar sentimientos anclados, que no han podido mostrarse abiertamente en el entorno social cercano: «hablar de la muerte al inicio de la vida».

La lectura también va dirigida al acompañamiento que la red familiar y social pueden ofrecer al tratar con los padres y las madres que han sufrido esta pérdida precoz, así como a los/las profesionales del ámbito de la salud relacionados/as con la gestión del embarazo (ginecólogos/as, cirujanos/as, internistas, comadronas) y aquellos/as relacionados/as con el acompañamiento en salud mental (psicólogos/as y psiquiatras). Hay un apartado dirigido a estos/as profesionales, en el que se expresa la importancia de su labor e impacto en el proceder del acompañamiento eficaz del equipo sanitario, visto desde la experiencia de los padres y las madres, haciendo hincapié en el adecuado manejo de la situación y la gestión de los acontecimientos en este momento de crisis.

Por último, el libro termina haciendo a los padres y las madres un llamado de esperanza en relación a la propuesta de cómo enfrentarse de nuevo a ser padres y madres, y la continuación de la vida después de la muerte de su bebé.

La obra abarca una gran cantidad de áreas y experiencias personales en relación al proceso de duelo desde la perspectiva materna, por razones obvias, pero hubiese sido recomendable haber profundizado más en la perspectiva paterna. Y aunque aporta pinceladas acerca de algunos recursos sanitarios disponibles para paliar esta amarga experiencia, quizá sería importante detallar desde una perspectiva más profunda, como hacen algunas guías clínicas2, sobre cuáles serían las directrices básicas que todo/a profesional relacionado/a con esta especialidad tendría que contemplar ante una muerte perinatal, reconociendo el impacto de su proceder para el desarrollo y la consolidación del vínculo terapéutico.

Esta obra es recomendable no solo para aquellas personas que se enfrentan a tan dolorosa experiencia, sino también para los/las profesionales del campo de la salud o sociológico que desean sacar a la luz estos acontecimientos que permanecen en las sombras por el miedo a la incomodidad social. Es necesario afrontar de forma activa este tema, por los padres y las madres y su círculo cercano, así como por los/las profesionales que acompañan durante el proceso y la sociedad que madura ante su conocimiento.