Han pasado más de tres décadas desde que saliera a la luz la primera edición de A dictionary of epidemiology1 y 6 años desde la última2. En este tiempo, la epidemiología no ha parado de evolucionar e innovar, cambiando la forma en que entendemos la investigación epidemiológica y clínica, y la manera como evaluamos la validez de los resultados, lo que en el prólogo el editor Miquel Porta denomina una «revolución» metodológica. En este sentido, la contribución de cerca de 240 colaboradores/as (en las tres últimas ediciones) de todo el mundo y de todas las áreas de la epidemiología se demuestra esencial a la hora de desarrollar esta obra.
La nueva edición consta de 343 páginas, 54 más (18,7%) que la anterior. Incluye 800 referencias bibliográficas introducidas en el texto de las definiciones, más una bibliografía complementaria de 130 libros y sitios de Internet. Los principales cambios respecto a las ediciones anteriores los podemos encontrar en actualizaciones de las definiciones de risk, rate, risk ratio, attributable fraction, bias, selection bias, confounding, interaction, test hypothesis, null hypothesis, causal inference, Simpson's paradox, frequentist statistics, generalizability, representativeness, missing data, standardization y overadjustment, sólo por poner algunos ejemplos. También se añaden nuevos términos, como por ejemplo collider, M-bias, causal diagram, backdoor (biasing path), instrumental variable, negative controls, inverse probability weighting, identifiability, transportability, positivity, ignorability, collapsibility, exchangeable, g-estimation, marginal structural models, risk set, immortal time bias, Mendelian randomization, nonmonotonic, counterfactual outcome, potential outcome, sample space o false discovery rate. Por último, destacar que también se ha ampliado el diccionario con definiciones de métodos para la investigación clínica, la práctica de la salud pública, la genética y las ciencias sociales. Hay nuevos términos de bioestadística, epidemiología clínica, medicina preventiva, promoción de la salud, epidemiología genética y molecular, epidemiología social, economía de la salud o bioética, entre otros. Además, incluye aproximadamente una cincuentena de figuras para ayudar a ilustrar algunos conceptos, que van desde el anamorphic map hasta el Venn diagram.
En estos últimos 6 años, desde la aparición de la edición anterior, hemos vivido una proliferación del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en nuestra vida cotidiana, lo que nos sumerge en un sinfín de información muchas veces difícil de abarcar y asimilar, que puede llevarnos, tal como anuncia Miquel Porta en el prefacio, a una «contaminación de datos», «ruido» y confusión. En este sentido, este diccionario debe ser tomado como un libro de referencia donde hallar, sin ningún tipo de duda, las definiciones más actuales sobre términos relevantes en el ámbito de la epidemiología, la bioestadística, la salud pública, la medicina, las ciencias sociales o cualquier otro que requiera conocimientos de epidemiología. Aunque en sus inicios los/as epidemiólogos/as eran mayoritariamente médicos/as, en la actualidad la presencia de profesionales con formación de base diferente a la medicina (estadística, farmacia, psicología, biología, enfermería, sociología, etc.), pero con estudios de máster o doctorados en epidemiología y salud pública, es cada vez mayor, lo que pone de manifiesto la multidisciplinariedad de esta ciencia3. Así, esta obra aboga por adquirir un lenguaje común para todos/as los/as profesionales procedentes de distintas áreas, pero con el denominador común de la epidemiología, lo que resulta esencial a la hora de escribir artículos científicos, en la docencia o en la diseminación de resultados, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, en este intento de definir términos epidemiológicos se ha caído algunas veces en definiciones densas y que contienen demasiadas referencias cruzadas que dificultan aún más la comprensión, con el peligro de perderse entre tanto término cruzado. Además, algunas definiciones podrían haberse ilustrado con alguna figura, por eso de que una imagen vale más que mil palabras.
En resumen, esta nueva edición del Dictionary of epidemiology sigue la tradición, iniciada en el año 1983, de agrupar en una única obra toda la terminología y la metodología relevantes del ámbito de la epidemiología, lo cual debe convertirlo en el diccionario de referencia de los/las futuros/as (y actuales) epidemiólogos/as, siendo el punto de partida para profundizar en el conocimiento y desarrollar un espíritu crítico en la epidemiología. Más adelante (¿quizá en la próxima edición?) será necesario plantearse la posibilidad de realizar una versión electrónica o digital de esta obra, siguiendo los pasos de muchos diccionarios, como por ejemplo, y sin ir más lejos, el de la Real Academia Española.
FinanciaciónNinguna.
Contribución de autoríaM. Gotsens es la única autora de la recensión.
Conflicto de interesesLa autora declara que no existe ningún conflicto de intereses.