Tratándose de la primera monografía seriada que publica la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA), es lógico que estemos ante un texto de carácter instrumental, ya que la protección de la salud de la comunidad precisa dotarse, de forma prioritaria, de instrumentos metodológicos para ejercer acciones de salud pública determinadas tanto por el conocimiento científico como por la normativa aplicable. De hecho, este trabajo surgió como una solicitud en la Ponencia de Sanidad Ambiental del Consejo Interterritorial de Salud, para la creación de un grupo de trabajo sobre evaluación del impacto ambiental en salud, que no recibió respuesta pese a su reiteración.
Los profesionales sanitarios, sobre todo los de sanidad ambiental, deben contestar de manera rigurosa, coherente y homogénea ante las peticiones de informes sanitarios al conjunto de procedimientos administrativos, regulados por la legislación de origen comunitaria, que denominamos procedimientos ambientales normalizados (evaluación del impacto ambiental, evaluación ambiental estratégica y evaluación ambiental integrada) de actividades, proyectos, planes o programas, aunque la carencia de protocolos para evaluar los riesgos para la salud en estos expedientes es, cuanto menos, sorprendente, sobre todo en comparación con el resto de los ámbitos de actuación. Son relevantes el fundamento normativo y su especificidad ambiental para distinguirlos de otros procedimientos relacionados, como la evaluación del impacto en salud1, la evaluación del riesgo2 o la evaluación en salud pública3, aunque de todos ellos se informa en este manual.
La Guía, que anuncia en su presentación una segunda parte destinada a aportar las herramientas específicas para cada ámbito, es el primer resultado de esa propuesta que recogió la SESA, y constituye un amplio grupo de trabajo con colaboradores y expertos de diversos organismos sanitarios.
El tronco de la obra lo componen la metodología, los fundamentos y los contenidos de estos informes sanitarios, incluyendo cuestionarios destinados a facilitar la tarea del evaluador. De especial interés para el lector no adiestrado en estas actuaciones, dada la utilización de términos similares, puede resultar el apartado Marco conceptual metodológico, y puede ser adecuado comenzar con él la lectura. El libro también recoge algunos elementos necesarios para su mayor utilidad: una buena introducción (Para entender el libro), un glosario de siglas que agiliza la consulta, un análisis de la legislación básica española sobre los aspectos sanitarios en las evaluaciones ambientales (Marco legislativo), una relación de la normativa de referencia clasificada por temas y una selección sucinta de literatura científica, tanto general como específica; incluso se aportan los resultados de la encuesta en que la SESA requirió a sus delegados territoriales que contribuyesen con los procedimientos, las normas y las experiencias que utilizan en sus respectivas comunidades o ciudades autónomas.
El resultado es un buen instrumento de trabajo que puede servir, al tiempo, para ayudar en las tareas de los profesionales de sanidad ambiental, facilitar el acercamiento de otros profesionales de salud pública al complejo terreno de los aspectos sanitarios en las evaluaciones ambientales, así como de apoyo para los técnicos de empresas y consultoras cuya función es aminorar el impacto de los riesgos ambientales.
Ya que, siguiendo la tradición de la SESA en cuanto al libre acceso a todos sus productos, la edición electrónica de este libro puede consultarse en su portal (http://sanidadambiental.com/), sólo cabe anotar que una tipografía más generosa y cuidada hubiera destacado mejor el buen trabajo resultante. Confiamos en que esta prometedora serie, que ahora nace, tenga un desarrollo tan acertado como el nombre que se ha elegido para la colección.