NORMATIVA ANTITABACO: ¿QUÉ OCURRE EN LOS CENTROS SANITARIOS?
Autores: E Arbesú*, J García, I Donate, C Mosquera.
Consejería de Sanidad, Asturias
Consejería de Sanidad, Sección de Programas y Promoción de la Salud,
C/General Elorza, 32, 33001-Oviedo. Tfno: 985106519. e-mail: drsp@salud.asturias.org
Antecedentes: En España existe una normativa de 1998 sobre limitaciones en la venta y consumo de tabaco, vigente en nuestra Comunidad Autónoma. Respecto a centros sanitarios dicha normativa prohíbe el consumo, excepto en áreas específicas, y la venta de tabaco.
Objetivo: Conocer el consumo visible de tabaco en los centros sanitarios de Asturias y los aspectos de la ley que no se cumplen o se cumplen deficientemente.
Métodos: De un total de 97 centros sanitarios se estudió una muestra aleatoria de 48 centros: 35 Centros de Salud, 2 ambulatorios y 11 hospitales. En estos centros se realizó una observación de zonas de acceso al público (vestíbulo, información, pasillos, salas de espera) y otras de acceso a trabajadores (salas de reunión de médicos o equipos de atención primaria, zonas de preparación de medicación de los controles de enfermería y dependencias administrativas). Se observó consumo de tabaco (personas fumando o presencia de colillas), existencia de ceniceros y carteles de prohibido fumar. Se investigó sobre áreas reservadas a fumadores y, en hospitales, sobre la venta de tabaco.
Resultados: Consumo de tabaco: Los hospitales presentaron consumo de tabaco en el 60% de las zonas observadas; en consultas ambulatorias y centros de salud había consumo en un 30% de las zonas. Globalmente el consumo fue mayor en las zonas de los trabajadores que en las del público (67% vs. 25%) y ésto sucedió en los tres tipos de centros sanitarios. El menor consumo por parte del público se observó en los centros de salud (16% de las zonas observadas). Presencia de ceniceros: se constató el mismo patrón que en el consumo: fue mayor en hospitales y en las zonas de acceso a los trabajadores, presentando la menor frecuencia en las zonas del público de los centros de salud. Señalización de la prohibición de fumar: en el conjunto de los centros sanitarios había carteles en un tercio de las zonas observadas que correspondían, fundamentalmente, con zonas utilizadas por el público. Los centros de salud presentaron una situación mejor. Sólo dos hospitales, seis centros de salud y un ambulatorio tenían cartel de prohibido fumar en su puerta principal. En ningún centro había áreas reservadas para fumadores debidamente señalizadas. Se constató venta de tabaco en cuatro hospitales.
Conclusiones: Los resultados expuestos sugieren la necesidad de acciones decididas y continuadas en el tiempo. No parece realista plantearse programas de máximos, es decir, "centros sanitarios libres de humo"; se trataría de establecer medidas restrictivas que de forma gradual, consensuada y evaluada se consoliden en todo el sistema sanitario. En este proceso hay tres factores claves: la implicación de los propios trabajadores, el compromiso de la dirección de cada centro y la decisión de las autoridades sanitarias de dar un paso cualitativo en la lucha antitabaco.