Introducción
La prevención y el control del tabaquismo requieren educación del público, programas de ayuda al abandono y políticas restrictivas sobre venta y consumo. Para poner en práctica este tipo de programas es necesario apoyo político y un ambiente social favorable, ya que hay políticos que temen que la prevención sea controvertida1.
La investigación de los documentos internos de la industria tabaquera podría favorecer el control del tabaquismo en España que, pese a los progresos alcanzados, sigue teniendo importantes retos pendientes. Después de que varios juicios en Estados Unidos facilitaran la disponibilidad pública de estos documentos, algunos grupos de investigadores han identificado, analizado y distribuido documentos que muestran las tácticas manipuladoras de las tabaqueras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó su investigación para mostrar el proceder de la industria y su influencia en la opinión pública2. Aunque los millones de páginas disponibles proceden de los archivos de las compañías norteamericanas, su expansión internacional comportó el contacto con tabaqueras de otros países e iniciativas destinadas a la defensa de sus intereses fuera de Estados Unidos, entre otros países, España. Los impulsores de las políticas de prevención pueden encontrar en estos documentos información relevante y de utilidad. Con este manuscrito nos proponemos describir y enumerar los archivos electrónicos con documentos internos de la industria tabaquera, así como presentar el proceso que se debe seguir para su investigación. También describiremos documentos seleccionados que desvelan las tácticas que en los años setenta, ochenta y noventa emplearon las tabaqueras en España para manipular la política y a la sociedad en beneficio de sus intereses comerciales.
Archivos informáticos
Los archivos de documentos confidenciales se crearon a raíz de la denuncia presentada contra las tabaqueras por el Estado de Minnesota y la compañía de seguros BlueCross-BlueShield. El acuerdo que puso fin al litigio obligaba a las tabaqueras a crear y mantener un almacén público con millones de páginas de documentos catalogados. Otras sentencias y acuerdos por demandas, especialmente el Master Settlement Agreement (MSA), firmado en 1998 entre 46 Estados y las principales compañías, facilitaron la creación de otros archivos.
El Minnesota Tobacco Document Depository (MTDD) es el más completo de los existentes en la actualidad. Contiene 27 millones de páginas, y continúa recibiendo nuevos documentos procedentes de acuerdos y sentencias. De los documentos del juicio de Minnesota, los abogados seleccionaron y separaron 380.000 páginas que fueron depositadas en el archivo Minnesota Select Set. Además, se le extrajeron 7.000 documentos que se archivaron por separado, junto a otros 8 millones de la British American Tobacco Co., en Guildford, Reino Unido.
Inicialmente el acceso a los documentos era limitado porque sólo estaba disponible la copia original, pero el MSA y el memorando del presidente Clinton en 1998 favorecieron la creación de archivos informáticos. Otro problema inicial era el sistema de catalogación, ya que, por orden judicial en el caso de Minnesota, cada compañía catalogó sus documentos, y el sistema 4B Index seguido no es el más idóneo para la búsqueda informática. Además, cada compañía mantiene su portal de archivos en Internet. El diseño de las páginas y la navegación son problemáticos, y la conexión se interrumpe con frecuencia. Las compañías y organizaciones relacionadas con la industria tabaquera que mantienen documentos en Internet son: Brown & Williamson (BW), Council for Tobacco Research, Lorillard Tobacco Company, Philip Morris (PM), RJ Reynolds (RJR) y el Tobacco Institute. De las grandes compañías, Liggett y British American Tobacco (BAT) no mantienen portales de documentos en Internet, aunque pueden solicitarse personalmente en el MTDD3.
El acceso informático se ha visto recientemente facilitado gracias a iniciativas de la American Cancer Society, el National Cancer Institute y la American Legacy Foundation. Su apoyo económico a universidades y grupos de investigación está contribuyendo a la disponibilidad mediante archivos que facilitan las búsquedas, publicación de artículos científicos y difusión de información. Estas iniciativas podrían contribuir también a garantizar la existencia permanente de archivos, ya que según los términos del MSA el MTDD cerrará en 2008 y las compañías no están obligadas a mantener sus sitios en Internet después de 2010. En el anexo se muestran las direcciones en Internet de los lugares con documentos de la industria tabaquera.
Cómo buscar documentos
A los millones de páginas de los archivos se puede acceder en las páginas de Internet de las compañías del caso de Minnesota. Se pueden visitar las páginas de otras organizaciones, aunque algunas tengan un volumen limitado. Los Centers for Disease Control and Prevention mantienen un portal para acceder a la mayoría de los archivos en Estados Unidos. Otros portales de interés son el Tobacco Documents Online, la organización británica Action on Smoking and Health y el Canadian Council for Tobacco Control, que incluye documentos de la colección Guildford. Las opciones de búsqueda son variables. Las páginas de las tabaqueras siguen los patrones del 4B Index, mientras que otros sitios permiten la búsqueda con palabras clave. El buscador proporciona una lista de documentos con la opción de visualizar cada uno individualmente, ya que cada página se escaneó en un archivo comprimido de imagen, generalmente GIF. La revisión de los documentos puede resultar larga y tediosa por el gran número de páginas, y la búsqueda por palabras clave puede resultar en una larga lista de documentos sin interés. Es recomendable disponer de una conexión rápida (aunque un módem de 28,8 kbps es suficiente) y de Adobe Acrobat Reader para visualizar documentos PDF (se puede obtener gratis en http://www.adobe.com/).
Documentos sobre España
La búsqueda de documentos se realizó entre enero y junio de 2001 y en septiembre y diciembre de 2002 en las páginas electrónicas de PM, RJR y BW, que también incluye documentos de American Tobacco (AT). Inicialmente se realizó una búsqueda básica introduciendo las palabras clave «Espana», «Spain», «Spanish», «Tabacalera» y «Madrid» para identificar correspondencia entre individuos u organismos españoles y personal de las compañías, o informes relativos a España. Algunas palabras clave se introdujeron en inglés y en español. El resultado de la búsqueda por palabras clave fue diverso: por ejemplo, «Spain» resultó en 320 documentos en la página web de RJR, 338 en la de BW, 66 en la página de AT y ninguno en la de PM. Las palabras clave se introdujeron luego en distintos campos referenciales. Se revisaron los frutos de cada búsqueda, y los considerados de importancia se clasificaron por temas. A partir de la información inicial se realizaron más búsquedas. La información obtenida se describe a continuación.
Penetración en el mercado español
Adquisición de empresas canarias: la penetración del tabaco (Virginia y Burley) y las marcas estadounidenses en el mercado español no ha sido un proceso natural. La publicidad ha desempeñado un papel importante, pero es sólo la parte conocida del plan seguido por las compañías norteamericanas. Según un documento fechado en junio de 1970, las tabaqueras comenzaron por adquirir pequeñas empresas canarias con el propósito de desarrollar la red de distribución de tabaco rubio americano en nuestro país y preparar una plataforma de acceso al mercado francés e italiano una vez que se produjera la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea4.
La transformación de las prácticas tradicionales de cultivo y secado de tabaco fue otro objetivo. Documentos fechados en 1985 y 1986 confirman que PM, BAT, Dibrell y RJR trabajaron con el Servicio de Extensión Agraria para convencer a los cultivadores españoles para que «cambien el cultivo de tabaco negro [...] por el [tabaco] de los cada día más populares cigarrillos americanos». En un documento confidencial se describe el programa agrícola de RJR en España (fig. 1). El objetivo era transformar las prácticas agrícolas en beneficio de sus intereses de expansión. Para conseguirlo financiaron a expertos brasileños que, en colaboración con el Servicio de Extensión Agraria, realizaron experimentos para obtener un tabaco utilizable en cigarrillos rubios de tipo americano5,6.
Figura 1. Extracto del informe de R.J. Rynolds sobre el programa agrónomo español.
Manipulación política
Varios documentos ilustran el interés de las compañías estadounidenses en dirigir la política de regulación del tabaquismo en España. En un intercambio de correspondencia entre directivos de RJR en 1974 se recomienda felicitar al Dr. Rafael Picó por su intervención decisiva para liquidar un proyecto de ley que pretendía introducir en los paquetes de cigarrillos advertencias sanitarias sobre el perjuicio del tabaco para la salud7 (fig. 2). Otros documentos muestran la colaboración del despacho Garrigues, con amplias conexiones políticas y económicas, para bloquear intentos de regulación de la publicidad en los años setenta8 (fig. 3). Hay dos documentos clave recogidos en un reportaje de El País9, que muestran la conspiración dirigida por Philip Morris en 1990 y 1992 para evitar la regulación del tabaco en España, con la colaboración de la empresa Burson-Marsteller de relaciones públicas10,11: incluyen la creación de un lobby, alianzas con sindicatos y el sector de restauración y hostelería, la creación del Club de Fumadores por la Tolerancia, contactos políticos, contratación de estrellas mediáticas... El punto de partida era la constatación de que la mayoría de la población apoyaba la regulación y que esto exigía actuar para impedirla o retrasarla. En otro se refleja la tremenda actividad que desplegaron las tabaqueras en contra de la regulación de la publicidad que la Comunidad Europea intentó a principios de los noventa y que la mayoría de los países pretendía adoptar12,13: una carta confirma la existencia de un lobby en España y describe la estrategia de la consultora Booz-Allen & Hamilton Inc., que se ofrecía a desarrollar un plan de oposición al proyecto de prohibición de la publicidad que el gobierno iba a discutir en diciembre de 1990; otra ratifica que RJR y PM podían haber financiado esta iniciativa. Lógicamente, Tabacalera no era ajena a esta actividad, por los contactos políticos de sus dirigentes. En una carta de 1993 el presidente de PM Europa insta al presidente de Tabacalera, Pedro Pérez, para que actúe ante el ministro de Sanidad durante la discusión de la directiva de publicidad14 (fig. 4).
Figura 2. Carta que menciona la colaboración del Dr. Picó.
Figura 3. Extracto de la carta del despacho Garrigues.
Figura 4. Carta del presidente de PM Europa al presidente de Tabacalera.
Manipulación de los medios de comunicación
Los medios de comunicación han estado en el punto de mira de las tabaqueras como un recurso más de manipulación social. Destacan los documentos que describen la visita de dos influyentes periodistas españoles a las instalaciones de PM en Estados Unidos en 1995. En ellos se desvela la gran inversión de la industria para tratar de manipular a la prensa. La visita de Antonio Salgado (La Vanguardia), y José L. de la Serna (El Mundo) fue meticulosamente preparada por las oficinas de PM en España, Europa y Estados Unidos. Los documentos muestran cómo la intención de la visita no era cambiar la opinión de los periodistas ambos apoyan la lucha contra el tabaquismo, sino establecer una relación cordial. Los periodistas solicitaron a PM España información sobre temas como el humo ambiental y aceptaron invitaciones a acontecimientos deportivos patrocinados por PM15-17. Hay diversas versiones de un curso o manual de instrucción para periodistas, con vídeos y cintas de profesionales sanitarios y de personas vinculadas a la industria, entre ellos deportistas, políticos y estrellas mediáticas18.
La manipulación de los medios ha sido una táctica utilizada por las tabaqueras para influir en la opinión pública, como lo muestra un documento de 1984 con motivo de una conferencia de periodistas que PM organizó en Madrid19. Sin cuestionar la integridad de nuestros periodistas, hay que recordar que la información de las tabaqueras no es objetiva. Lo explica incluso un documento de PM de 1987, que apunta el objetivo de educar a los periodistas en las perspectivas favorables a la industria, y esperar que se reflejen en los artículos que llegan al público20.
Manipulación de la comunidad científica
Se ha demostrado también que la industria financia investigaciones para defender sus intereses, y cuando los resultados no son como quisieran los ocultan o destruyen. Varios documentos muestran que PM trató de influir en nuestros investigadores y apoyar la actividad de personas conectadas a la industria. Una carta interna de 1995 resume las actividades que se realizaron durante la semana de estancia de dos científicos españoles (que no se ha podido identificar) en las instalaciones y laboratorios de PM en Estados Unidos. En ella se valora que la visita fue positiva porque los científicos coincidieron en que no se había podido demostrar que el humo ambiental causase enfermedades en los no fumadores, y que la nicotina sí creaba adicción pero no era una droga21. En otro documento de PM, el autor describe cómo se reunió con Enrique Nájera en marzo de 1989 y cómo éste podría contribuir a una revisión de la bibliografía sobre cáncer de pulmón y tabaquismo y salud22. Finalmente, diversos documentos muestran el papel de Francisco-Javier Braña Pino, que simultaneaba una posición universitaria en un Departamento de Economía con la dirección de asuntos institucionales de PM España y que, con la colaboración de PM, generó informes, ponencias, libros y publicaciones académicas relacionadas con los presuntos beneficios fiscales del consumo de tabaco23,24, en los que implicó a otros profesores del ámbito de la economía de la salud.
Conclusiones
Uno de los argumentos de las tabaqueras es su referencia reiterada a la libertad de elección. Incluso su publicidad se centra últimamente en hacer creer a los jóvenes que son libres de elegir fumar y que fumar es símbolo de libertad. Nada más lejos de la realidad: como sabemos, la mayoría de los fumadores desea dejar de fumar pero no puede. La investigación de los documentos internos muestra que la industria sabe cómo manipular la política y a la sociedad con el objetivo de crear continuamente nuevos fumadores que mantengan su negocio.
Como muestran los documentos, las tabaqueras han estado siempre interesadas en España; así, cambiaron nuestras prácticas agrícolas tradicionales, influyeron en la actividad política y manipularon a la sociedad en su propio beneficio, y a costa de la salud y el empeño económico de los españoles. Esta política obstructiva y egoísta no es un recuerdo del pasado. La industria sigue aprovechándose de los regímenes políticos débiles y de las sociedades más necesitadas, y sus beneficios continúan acrecentándose porque ésta sigue imponiendo sus prácticas de mercado y reponiendo con niños y jóvenes a los fumadores que pierde por voluntad o enfermedad.
Los documentos aquí presentados son sólo una pequeña muestra de la valiosa información contenida en los archivos de documentos internos de la industria tabaquera. La revisión sistemática de los millones de páginas contenidas en los archivos informáticos es factible y puede proporcionar información de gran utilidad para el control del tabaquismo en España. Hay que recordar que el depósito de Guildford, no disponible electrónicamente, podría contener muchísima más información de interés por la estrecha relación que British American Tobacco mantuvo con España.
Como en Estados Unidos, la información contenida en los documentos internos podría facilitar la prevención y el control del tabaquismo en España, no sólo informando a la sociedad de las tácticas manipuladoras de la industria, sino apoyando con documentación las demandas contra las tabaqueras. Resulta sorprendente que sólo una comunidad autónoma (Andalucía) haya denunciado las prácticas nada éticas de las tabaqueras, y paradójico que ni tan siquiera tenga el apoyo de las asociaciones de consumidores, cuando todos los ciudadanos estamos pagando (económicamente, además del coste sanitario que se concentra en los fumadores) los abusos de la industria.
