La salud bucodental es parte inseparable de la salud general y, sin embargo, es la gran ausente del Sistema Nacional de Salud (SNS): la cartera común de servicios no cubre el tratamiento conservador de las enfermedades dentales más comunes ni la reposición de los dientes perdidos en los adultos, y solo contempla limitadas prestaciones en niños hasta los 14 años de edad.
La caries dental es la enfermedad más prevalente entre las enfermedades no transmisibles, y la caries no tratada es un problema de salud pública1. Las encuestas epidemiológicas evidencian el gradiente socioeconómico de la afectación por caries, existiendo un mayor nivel de caries conforme se desciende en la escala social. En términos globales, en España afecta al 36% de la población infanto-juvenil y al 94% de los adultos2.
El nuevo Plan de Salud Bucodental aprobado en 2022 por el Consejo de Ministros3 ha ampliado las prestaciones solo preventivas a los niños de 0 a 5 años, pero ha limitado todavía más el tratamiento de esta enfermedad en los de 6 a 14 años, imponiendo un retroceso respecto a la anterior cartera (RD 1030/2006). Así, no reconoce el tratamiento de lesiones profundas de caries con afectación pulpar irreversible. En otras palabras, excluye el tratamiento endodóntico de esos dientes, incluso en el caso de que fueran conservables, y los condena a la extracción a una edad muy temprana.
El Plan adolece de un prejuicio acientífico, superado hace décadas, y señala que «hay que descartar cada vez con más vehemencia los tratamientos pulpares por caries como la endodoncia de molares (...) por su elevada tasa de fracaso, el ensañamiento terapéutico que supone y por su elevado coste». Estas apreciaciones están fuera de la ciencia odontológica y de la realidad clínica de la odontología de hoy. La cartera común de servicios del SNS no se puede basar en opiniones particulares.
Existe suficiente evidencia científica que ampara la eficacia y la longevidad de los tratamientos endodónticos4. Por otro lado, la experiencia de más de 30 años en el País Vasco y Navarra, con su Programa de Asistencia Dental Infantil (PADI)5, en el que no hay limitación al tratamiento de la caries, muestra que los tratamientos pulpares suponen una mínima parte de la actividad asistencial básica, con unas tasas entre el 0,24% y el 0,86% en la última década, como se muestra en la tabla 1 (https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/salud_padi/es_def/adjuntos/INFORME-PADI-2022.pdf) y en la Memoria de 2022 del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (https://portalsalud.navarra.es/documents/11746728/25901067/MemoriaSNSO2022.pdf/ce4fdf61-f915-01df-d7a6-570273467cce?t=1686040436499; p. 104).
Tratamientos pulpares por causa de caries en la asistencia general básica del País Vasco y Navarra, en el período 2013-2022
Tratamientos pulpares/año | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 |
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País Vasco | 0,33 | 0,24 | 0,29 | 0,36 | 0,28 | 0,27 | 0,25 | 0,17 | 0,37 | 0,30 |
Navarra | 0,78 | 0,73 | 0,69 | 0,71 | 0,77 | 0,74 | 0,95 | 0,29 | 0,86 | 0,86 |
La imposibilidad de obtener un tratamiento conservador (mediante endodoncia) obligará a la extracción de dientes y, sin duda, los más perjudicados serán los sectores sociales más desfavorecidos, que si quieren conservar el diente tendrán que buscar tratamiento fuera del sistema público, algo que solo podrán hacer aquellos que tengan la formación, la información y los recursos necesarios para ello. Se generará inequidad en el acceso a los servicios de salud y se verán perjudicados aquellos a los que más se quiere proteger1. Es del todo necesario que el Ministerio de Sanidad considere la inclusión de estas prestaciones ahora excluidas.
Contribuciones de autoríaLos autores declaran haber contribuido por igual en la redacción, corrección y aprobación del documento.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesNinguno.