IMPACTO DEL APOYO SOCIAL Y DE LA MORBILIDAD PSÍQUICA EN LA EVOLUCIÓN CLÍNICA DE LA INFECCIÓN POR VIH
I Ruiz*, MJ Aviñó, C Santos, V Bonora, J López-Aldeguer, R Moreno, JF Pardo, I Hernández-Aguado
Centro de Salud Pública d`Elx; Institut Valencià d`Estudis en Salut Pública; Hospital La Fe (Valencia), H General (Castellón), U. Miguel Hernández (Alicante).
*I Ruiz, CSP d`Elx, c/ Antonio Mora Ferrández, s/n 03201 Elx-Alicante.
Email:isabel.ruiz@sanidad.m400.gva.es
Antecedentes y objetivo: El estudio de las relaciones entre las variables psicosociales y la infección por VIH se plantea, actualmente, desde el enfoque de que los factores psicosociales, pueden tener asociación con el riesgo de enfermedad y con el estado inmunológico. Desde este punto de vista existe un enorme interés en el estudio de los efectos beneficiosos del Apoyo Social en relación con la mortalidad en general y con las enfermedades amenazantes para la vida, como la infección por VIH/SIDA. La disfunción inmunológica de estos enfermos se explica, tanto por la carga viral, como por mecanismos autoinmunes donde se implican tanto factores genéticos como ambientales. Es en este contexto que la relación entre Apoyo Social y el estado inmunológico puede presentar importantes implicaciones en la supervivencia y evolución clínica de los sujetos infectados. Se pretende estudiar el impacto del Apoyo Social y de la morbilidad psíquica en la evolución clínica de la infección por VIH.
Métodos: Estudio longitudinal con mediciones transversales semestrales hasta completar un seguimiento de dos años. Se incluyeron todos los seropositivos al VIH asistentes por 1ª vez a las consultas del servicio de Medicina Interna del Hospital La Fe de Valencia durante un período de 12 meses. Se realizaron entrevistas personales usando cuestionarios semiestructurados previamente validados (Índice de Apoyo Social de Surtess (1982) y General Health Questionnaire (GHQ) de 28 ítems (Lobo, 1981) ). Se utilizaron los estadísticos descriptivos habituales, utilizando la OR como medida de asociación. Para valorar la significación estadística de los cambios entre visitas se utilizó el test de McNemar.
Resultados: Hasta la fecha se han reclutado 68 sujetos, en 37 de los cuales se tiene una 2ª visita. El 66,7% presentaban niveles de CD4 < 500 no apreciándose diferencias por sexos. El 83,3% presentaba una carga viral detectable siendo más frecuente en hombres que en mujeres. A nivel basal no se detectan diferencias en los niveles de CD4 según la presencia o ausencia de Apoyo Social. El 38,9% de los sujetos con morbilidad psíquica (GHQ>=7), tenían niveles de CD4 >= 500, frente al 25% de los sujetos sin morbilidad psíquica (OR=1,91; IC 95%:0,53-7,08). De los sujetos que al inicio del estudio referían presencia de Apoyo Social Global, el 28,6% a los 6 meses mejoraban los niveles de CD4 (p McNemar =0,06) no observándose diferencias entre aquellos que referían ausencia de Apoyo Social Global. En relación a la carga viral, se observa que la frecuencia de sujetos con carga viral indetectable aumenta en la segunda visita con respecto a la primera (66,7% vs 16,7%) (p McNemar<0,01), cambios presentes también entre los que manifestaron no tener Apoyo Social Global a la entrada en el estudio.
Conclusiones: Se muestran los resultados de los 68 primeros sujetos de un estudio de seguimiento aun no finalizado. Estos resultados preliminares ponen de relieve la importancia del Apoyo Social en la evolución clínica de la infección por VIH.