Internet constituye una fuente de información general y sanitaria que experimenta un crecimiento exponencial diario y genera gran interés para el público en general, pacientes y profesionales de la salud1. Según una encuesta reciente2, cerca del 50% de los internautas españoles utilizan Internet como fuente de información para temas de salud. Asimismo, otras encuestas indican que un 34% leen experiencias de otros pacientes en redes sociales y un 25% de usuarios ven vídeos sobre temas médicos3.

Los medios de comunicación social han supuesto una revolución en Internet, modificando la forma en que los usuarios gestionan y acceden a información sanitaria, y facilitando la promoción de actividades de la salud que fomenten la implicación de los ciudadanos en el cuidado de su salud y la creación de grupos de apoyo para enfermos y familiares. Diferentes estudios han analizado los medios de comunicación social y sus potenciales beneficios en términos de salud pública y en el manejo de enfermedades crónicas, como medio de comunicación y de apoyo emocional. Sin embargo, destaca la necesidad de realizar nuevos estudios que permitan conocer su repercusión en la salud de sus usuarios4–8.

La alimentación constituye uno de los ámbitos del comportamiento individual con mayor impacto sobre la salud de los ciudadanos de los países desarrollados, donde la alimentación inadecuada y la reducción de la actividad física causan problemas de salud tan importantes como la enfermedad cardiovascular, la diabetes de tipo 2 o algunos tipos de cáncer, incidiendo sobre la morbilidad, la mortalidad y la discapacidad de la población9.

Este estudio se planteó con el objetivo de conocer las características de los grupos de Facebook en español relacionados con la promoción de una alimentación saludable, señalando algunas líneas de investigación posteriores.

Facebook ofrece diferentes opciones de participación mediante intervenciones, llamadas posts, colocadas en el denominado «muro» y formando parte del espacio propio de cada usuario o en grupos o páginas web. También pueden añadirse comentarios a dichos posts. Los grupos pueden tener uno o varios administradores, y ser abiertos o cerrados. Los primeros permiten el acceso al muro de cualquier usuario de Facebook, tanto miembros del grupo como usuarios no miembros (denominados participantes), y pueden incluir posts y comentarios.

El día 21 de mayo de 2012 se identificaron los grupos abiertos y en español incluidos en el estudio mediante la combinación de las palabras clave «alimentación», «alimentos» y «nutrición» con las palabras «sano», «saludable» y «salud», introduciéndolas en el buscador que ofrece la plataforma de Facebook. La información de los grupos correspondiente a las variables se extrajo mediante la utilización del API (application programming interface) Graph de Facebook, que permite generar unos archivos que contienen los diferentes campos de datos de la plataforma. Se consideraron las siguientes variables de los grupos: nombre, descripción, categoría, número y sexo de los usuarios, número de miembros registrados y no registrados, número de posts y comentarios, fecha de creación y su última actualización. Basándose en la propuesta de Bender, en función del título y la descripción del grupo y el contenido de los 20 últimos posts del muro, se clasificaron los grupos en5,7 educativos (realizan promoción de la alimentación saludable), de promoción de productos dietéticos (publicitan y venden productos), servicios de salud (creados por instituciones sanitarias) y grupos de función social (fundados por un colectivo de personas con alguna característica común). Aquellos grupos sobre los que no se disponía de información para establecer su objetivo concreto se incluyeron en la categoría de heterogéneos. Para el análisis de los datos obtenidos se utilizó el paquete SPSS Statistics 20.

Facebook mostró 415 grupos sobre alimentación saludable, de los que se excluyeron 134 por ser cerrados. De los 281 grupos abiertos se excluyeron 125 (44,5%) por no haber posts en el muro o porque sus contenidos no estaban relacionados con el tema de estudio, y finalmente se incluyeron los 156 grupos restantes.

En la tabla 1 se muestran los grupos clasificados según su categoría y sus miembros. La promoción de productos y suplementos dietéticos constituía la mayoría de los grupos (40%). En 108 grupos (69,23%) estaba presente su descripción. Los grupos con mayor antigüedad fueron creados en 2008 (n=9), que incluían todas las tipologías clasificadas, la mayoría fueron creados durante los años 2010 y 2011 (50 y 59 grupos, respectivamente), siendo el de promoción de productos el que presentó un mayor crecimiento (del 100%) entre ambos años. En el 59%, la última actualización fue realizada durante el año 2011 o en años anteriores.

Se identificaron 14.619 miembros, de los cuales 10.373 eran mujeres (71%), 3919 hombres (26,8%) y en un 2,2% de los casos no existía información sobre su sexo, tratándose habitualmente de instituciones. El número de miembros que formaban parte de los diferentes grupos era muy variable, desde 1 hasta 4902 el más numeroso, que correspondió a una consulta médica. Los miembros que habían participado activamente en los grupos fueron 1994 (13,6%). Un total de 1864 participantes realizaron algún post o comentario sin estar registrados como miembros pertenecientes a los grupos. El número total de posts fue de 26.025 y el de comentarios fue 71.874. En la tabla 2 se muestran los tipos de post y la distribución geográfica de los miembros.

En este estudio se identificó un número importante de grupos abiertos en Facebook sobre alimentación saludable, aunque muchos de ellos no contenían información sobre este tema. Se constató una elevada proporción de grupos que promocionaban dietas que excluyen determinados alimentos, con testimonios sobre su utilización y promocionando su venta. Existe una gran diversidad en el número de miembros de cada grupo; el número de éstos que aportan posts al muro es reducido, y por tanto existe un gran número de espectadores no activos. Sin embargo, Ballantine y Stephenson4 señalan que los medios de comunicación social facilitan soporte informativo o emocional a sus miembros, por la experiencia gratificante que proporciona su pertenencia, independientemente del rol activo o pasivo que se desempeñe10–13. No tenemos constancia de otros estudios que hayan utilizado el API Graph, sin el que hubiera sido impracticable computar los miles de usuarios y posts de los grupos.

Al respecto de las limitaciones del estudio, estos grupos pueden no ser representativos de todos los grupos con información relativa al tema escogido, y los datos obtenidos no ser extrapolables a otros medios de comunicación social. El análisis de los grupos cerrados podría aportar información de interés. Estudios realizados en otro momento y mediante análisis longitudinales y de métrica de redes sociales proporcionarían nuevos datos. Estudios basados en técnicas de análisis cualitativos, en vez de cuantitativos, pueden aportar mayor información respecto a las actitudes y los efectos sobre la salud de sus usuarios. Analizar aspectos relacionados con la calidad de los contenidos de los medios de comunicación social podría ser objeto de otros estudios14.

El número creciente de usuarios de Facebook y otros medios de comunicación social indica un interés manifiesto por estas plataformas. La alta frecuencia de grupos que promocionan la venta de productos puede hacer dudar de la verdadera utilidad de los medios de comunicación social para empoderar al público en general con un mayor conocimiento de una alimentación saludable, y mejorar su educación para la salud. Sería recomendable incorporar los medios de comunicación social a las estrategias de salud pública y a los servicios de atención sanitaria, como herramientas de comunicación entre los profesionales y la ciudadanía que garanticen la veracidad, la privacidad y la imparcialidad de la información compartida15.

A. Leis diseñó el estudio y supervisó todos los aspectos de su realización. J. Torres, A. Rodríguez, A. Leis y M.A. Mayer diseñaron y elaboraron el aplicativo informático. J. Torres y A. Leis obtuvieron los datos. A. Leis y M.A. Mayer realizaron los análisis. A. Leis elaboró el primer borrador y todos los autores participaron en la interpretación de los hallazgos, realizaron aportaciones e ideas relevantes, elaborando y revisando los demás borradores del manuscrito. Todos los autores aprobaron la versión final. A. Leis es la responsable del artículo.

Ninguna.

Ninguno.