Cáceres, 27-29 de octubre de 2004
Introducción
Cumplimos una vez más con la ya tradicional obligación de explicar cómo evalúan los resúmenes de las comunicaciones recibidas el Comité Científico y los colaboradores que se prestaron a tal tarea.
Este trabajo ha sido especialmente laborioso en esta XXII Reunión, tanto por problemas de índole informático que más adelante se comentan, como por el gran número de resúmenes recibidos (521), que ha superado con creces no sólo lo habitual en las reuniones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), sino incluso el número de los recibidos el pasado año en la Reunión de Toledo, conjunta entre la SEE y la Federación Europea de la Asociación Internacional de Epidemiología1.
Por otra parte, el interés y la calidad de los resúmenes presentados hace que sea más difícil la tarea de selección de los que han de presentarse. Esperamos haber estado a la altura de lo que se esperaba de todos nosotros.
Métodos
Información y recepción de comunicaciones
Al igual que el año pasado, hemos intentado que todo el sistema funcionara exclusivamente a través de internet, por lo que se han hecho públicos en la página web de la XXII Reunión tanto las normas de presentación de comunicaciones y mesas espontáneas y/o temáticas, como los criterios de evaluación, y se ha fijado este sistema como único para el envío de las comunicaciones. Sin embargo, la acumulación de comunicaciones en la mañana del último día de plazo de presentación (hasta entonces sólo se habían presentado unas 150 comunicaciones de las más de 500 presentadas al final) hizo que el sistema fallase y tuvimos que recuperar cierto número de ellas a través del correo electrónico, lo que ocasionó problemas importantes en su gestión que al final pudieron solventarse de una u otra manera.
Evaluación
En la evaluación de los resúmenes han participado los 10 miembros del Comité Científico junto con evaluadores externos que, al igual que el pasado año, fueron requeridos a través de la página web. Este llamamiento tuvo gran aceptación y permitió que el Comité Científico dispusiese, además, de un total de 32 evaluadores externos, a los que queremos expresar nuestro profundo agradecimiento por su labor desinteresada.
A cada evaluador se le dio a elegir el área temática que deseaba evaluar. Sólo se les exigió que no pertenecieran a la misma institución de trabajo que los autores y, por supuesto, que no estuvieran entre ellos.
A cada evaluador se le concedió un permiso para acceder a la página web y al área de correcciones y poder evaluar los resúmenes de las comunicaciones, siempre anónimas.
La evaluación se llevó a cabo teniendo en cuenta 5 criterios, modificando en parte, por decisión del Comité Científico, los especificados en la Guía de la Organización de Reuniones Científicas de la SEE2, de tal manera que la nota máxima otorgada por cada evaluador era 10 y la mínima 0 (tabla 1).
Se consideró que existía discordancia en la evaluación de un resumen cuando la diferencia entre los 2 evaluadores correspondientes era igual o mayor de 4 puntos, o cuando la diferencia era menor de 4 puntos pero con una nota menor de 5 y otra de 5 o más, en cuyo caso se estableció como método de decisión la reevaluación de esa comunicación, según los mismos criterios, por un tercer evaluador.
Como puntuación final de cada comunicación se consideró la media entre las puntuaciones de los 2 evaluadores, excepto para las que precisaron una tercera valoración. En este caso, se consideró la mediana de las 3 puntuaciones como valor final. La elección de la mediana vino motivada por la observación de la distribución de las puntuaciones obtenidas, pues con frecuencia, en los casos discrepantes, el tercer evaluador estaba de acuerdo con uno de los evaluadores previos y en desacuerdo con el otro.
El Comité Científico se reunió los días 21 y 22 de junio. Durante esta reunión se seleccionaron las comunicaciones que se consideraban aceptadas. Se estableció una calificación mínima de 4,5 para la aceptación de los trabajos en cualquiera de las formas de exposición.
Criterios para la formación de las sesiones de comunicaciones
Se aceptaron como comunicación oral las que habiendo solicitado esta forma de presentación tenían una puntuación mínima de 6. Las comunicaciones que habían elegido esta forma y tenían una puntuación de entre 4,5 y 6, se aceptaron como pósters. Cuando se daba la circunstancia de que determinadas comunicaciones orales eran muy similares en cuanto a metodología, población de estudio, etc., se decidió pasar a tipo póster la que tuviera menos puntuación, siguiendo los comentarios de los evaluadores externos y tras comprobar esta similitud.
Las comunicaciones, tanto orales como en póster, se agruparon en sesiones según el área temática a la que pertenecían.
Resultados
Se recibió un total de 521 resúmenes más otros 32 incluidos en las 7 propuestas de mesas temáticas; en total, 553 comunicaciones. El 100% de las comunicaciones llegó por internet, aunque algunos autores, debido a los fallos en la red informática, remitieron sus comunicaciones, además, por correo electrónico o fax.
De las 521, en una primera ronda se rechazaron 18 (concordancia entre evaluadores), mientras que 438 se aceptaron (concordancia entre evaluadores) y en 65 hubo discordancias. De éstas, una vez evaluadas por el tercer evaluador, se aceptaron 41 y se rechazaron 24 (tabla 2).
Finalmente, de las 521 no incluidas en propuestas de mesas temáticas, 479 se aceptaron, lo que supone el 91,9% del total, y 42 (8,1%) se rechazaron.
En la tabla 3 presentamos la distribución de las comunicaciones aceptadas por comunidades autónomas (CCAA) de procedencia o, en su caso, desde el extranjero, y el porcentaje que supone sobre el total de comunicaciones presentadas. Como en reuniones anteriores1,3,4, las CCAA que mayor número de comunicaciones presentan siguen siendo Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía, y en general se aprecia, como parece lógico, un aumento en el número de comunicaciones en todas las CCAA, especialmente en Extremadura, País Vasco, Castilla-León y Asturias, que proporcionalmente presentan aumentos muy importantes con respecto a la XXI Reunión celebrada en Toledo1.
El hecho de que ciertas CCAA sean sistemáticamente las que mayor número de comunicaciones envían puede tener que ver con muchos y diversos factores que hacen que los porcentajes que se muestran en la tabla 3 sean difícilmente comparables, como bien sabemos los que nos dedicamos a la epidemiología; por ello, en un intento de hacer estas cifras algo más comparables, en la tabla 4 mostramos el porcentaje de comunicaciones aceptadas por CCAA sobre el total de las enviadas desde España, y el porcentaje de población de estas CCAA según censo de 2001. Así, resulta que algunas CCAA, a pesar de tener relativamente pocas comunicaciones aceptadas, superan e incluso duplican el valor que teóricamente podría ser el esperado en relación con su población, y viceversa.
En cuanto a las áreas temáticas de las comunicaciones aceptadas, hay que destacar que cada vez son más amplias y cubren campos que podemos calificar de poco frecuentes, como la farmacoepidemiología, las enfermedades mentales o los accidentes de tráfico.
No obstante, como se aprecia en la tabla 5, las áreas temáticas que podemos denominar «clásicas», especialmente vigilancia epidemiológica, brotes epidémicos y enfermedades transmisibles y vacunas, que suponen más de la cuarta parte del total de comunicaciones, y el cáncer con más del 8%, siguen suponiendo la gran mayoría de las comunicaciones con porcentaje similar a años anteriores1,3,4; sin embargo, en esta edición hay que destacar el área de servicio y tecnología sanitarias, que este año presenta una gran aumento y se coloca en cabeza, posiblemente en respuesta al lema de la Reunión.
Mesas temáticas
Como se ha indicado, también a través de la página web de la Reunión, aunque en formulario y con un plazo diferente, se disponía de la posibilidad de enviar la propuesta de mesas temáticas, y se recibió un total de 7 propuestas de mesas dentro del plazo, con un total de 32 resúmenes.
Cada una de estas mesas era evaluada por 4 personas que asignaba una puntuación de entre 0, que significaba «sesión que no debe ser incluida en el programa bajo ninguna circunstancia», y 5, que indicaba «sesión muy relevante: debe estar en el programa». Sólo hubo un caso de discrepancia entre 2 de los evaluadores de una de las mesas, que se resolvió con una segunda lectura por parte de ambos.
Se aceptó un total de 6 mesas temáticas, las que superaban la puntuación de 3 («sesión con suficiente interés y contenido como para ser incluida en el programa»).
Comentarios
Si el éxito de una reunión científica se mide por la cantidad y la calidad de las comunicaciones presentadas, es indiscutible que hemos de empezar expresando nuestra satisfacción por el éxito obtenido a priori, pues como se ha comentado, el número de comunicaciones ha superado ampliamente todas nuestras perspectivas y su calidad se desprende del hecho de que sólo se ha rechazado algo más del 8%. Sinceramente, creemos que este éxito no se debe al trabajo de la Organización, sino al poder de convocatoria que tiene per se celebrar estas Reuniones en lugares que, como Extremadura en general y Cáceres en particular, no entran en el circuito habitual de sedes, por lo que al atractivo científico se une el atractivo lúdico y de conocimiento de nuevos emplazamientos y personas.
En cuanto a la organización de la recepción de las comunicaciones, el comentado fallo de la web el día de finalización del plazo complicó considerablemente el proceso, ya que originó que, por una parte, un cierto número de comunicaciones estuvieran «perdidas» en la red durante bastante tiempo y, por otra, que algunos autores remitieran sus comunicaciones por 2 vías: la página web y por correo electrónico, de tal forma que otro número considerable de comunicaciones estaban «repetidas». Todo ello ha ocasionado un trabajo considerable a la organización y al Comité Científico y ha supuesto contratiempos para algunos autores, a quienes pedimos disculpas.
No obstante, creemos que la utilización de los medios informáticos es el camino a seguir para la remisión de comunicaciones en futuras reuniones, lo que puede facilitar el trabajo de todos y permitir ampliar algo más las fechas de recepción de las comunicaciones, que siempre resulta corta.
En el proceso de evaluación, una vez más se ha revelado interesante y útil trabajar con evaluadores externos, a quienes hemos de agradecer su trabajo totalmente desinteresado, pues ha permitido realizar el proceso de evaluación en un relativamente corto período que, indudablemente, se hubiera alargado debido al gran número de comunicaciones que evaluar en esta edición. En cuanto al porcentaje de discrepancias, del 12%, nos parece aceptable dada la hetereogenicidad de los moderadores.
El alto número de comunicaciones ha hecho necesario establecer un gran número de sesiones, especialmente en forma de pósters. En total ha habido un total de 25 sesiones orales, en las que se presentan 155 comunicaciones (número que está condicionado al tiempo y número de salas disponibles), y 24 sesiones, algunas de ellas con más de 20 pósters. Esto nos ha obligado a contar con 49 moderadores de sesiones, pues se decidió que los pósters se presentaran en forma de sesión, lo que facilita la discusión sobre ellos, ya que se puede reunir a grupos de personas con interés por las mismas áreas temáticas.
A estos moderadores también queremos agradecerles su desinteresada, inestimable e imprescindible colaboración.
En cuanto a las mesas temáticas, hemos de decir que, a pesar de que en la página web de la Reunión y en la Guía de Organización de las Reuniones Científicas de la Sociedad Española de Epidemiología2 figuran las instrucciones específicas relativas a su forma de propuesta y remisión, algunos autores enviaron sus comunicaciones sobre el mismo tema como comunicaciones «individuales», cuando en realidad pretendían formar una «mesa temática» con ellas, lo que fue imposible, pues tal extremo se indicó una vez había concluido el proceso de elaboración del programa científico.
La obligada coincidencia de las mesas temáticas con las sesiones de comunicaciones de pósters se ha debido, una vez más, al alto número de comunicaciones, pues de otro modo los horarios habrían tenido que alargarse considerablemente, con lo que estimamos que se hubiera resentido la posible participación en ellas.