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Vol. 15. Núm. S2.
XIX REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE EPIDEMIOLOGIA
Páginas 63-65 (octubre 2001)
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XIX REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE EPIDEMIOLOGIA
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Comunicaciones orales: Estudios de mortalidad en epidemiología
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Miércoles, 17 de octubre

17:15 horas. Sala B

Moderador:

Lluís Cirera Suárez


99 ESTUDIO ESPAÑOL DE COMPARABILIDAD ENTRE LA 9ª Y 10ª REVISIÓN DE LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES EN MORTALIDAD

M. Ruiz*, Ll. Cirera, C. Moreno, C. Borrell, G. Pérez, C. Audica e I. Torcida por el grupo COMPARA

*Consejería de Salud. Servicio de Infomación y Evaluación.

Antecedentes: Periódicamente se realizan revisiones de la Clasificación Internacional de Enfermedad (CIE). En España la 10ª revisión (CIE-10) entró in vigor en el año 1999 para la elaboración de las estadísticas oficiales de mortalidad. Una vez implantada, se hace necesario estudiar cuáles han sido los principales cambios con respecto a la revisión anterior (CIE-9) con el objetivo de conocer su impacto en las series estadísticas de mortalidad.

Métodos: Los equipos de codificación de Andalucía, Cantabria, Barcelona, Murcia, Navarra y País Vasco, han codificado la causa básica de defunción con la CIE-9 y la CIE-10 de 88.048 defunciones inscritas en 1999.Se han agrupado los capítulos de la CIE-10 en correspondencia con las 17 grandes causas de mortalidad utilizadas en CIE-9, y mediante tablas de contingencia se ha estimado la concordancia simple entre ella y se ha calculado el índice Kappa, como indicador de reproducibilidad.

Resultados: La correspondencia simple ha sido del 96,02% con un índice Kappa del 94,9%. Los cambios más importantes se han producido en el capítulo I de las enfermedades infecciosas, ya que el la CIE-10 incluye el SIDA que en CIE-9 estaba en el capítulo de las enfermedades endocrinas, lo que ha producido un incremento del 36,0%; en las neoplasias de CIE-10 se incorporan el síndrome mielodisplásico que estaba en las enfermedades de la sangre, y la macroglobulinemía de Waldeström que estaba con las endocrinas en la CIE-9; las neumonías y bronconeumonías afectan a todos los capítulos de la CIE-10 por un cambio en la regla 3, de tal manera que no se seleccionan como causa básica de defunción si hay otra enfermedad que produzca complicaciones; la psicosis orgánica senil y presenil se incorpora al capítulo de las enfermedades del sistema nervioso en CIE-10 y mientras que en CIE-9 se clasificaba dentro de las enfermedades mentales; las enfermedades del aparato respiratorio en CIE-10 incluye 525 correspondientes a la insuficiencia respiratoria, que en CIE-9 eran consideradas mal definidas; las muertes maternas no han cambiado; y las causas externas han sufrido pocos cambios.

Conclusiones: Los resultados muestran una alta concordancia entre las revisiones de la CIE, si bien la CIE-10 podría producir en algunos grupos de causas cambios en la comparabilidad de las estadísticas realizadas con la revisión anterior. Los cambios más importantes que ha introducido la CIE-10 han sido en la clasificación de las neumonías y bronconeumonías que afectan a todos los grupos de enfermedades y que podrían ser difíciles de cuantificar.


100 MORTALIDAD POR ESCLEROSIS MÚLTIPLE EN ESPAÑA, 1953-1997: ANÁLISIS DE EDAD-PERIODO-COHORTE

J. Llorca, P. Guerrero-Alonso, D. Prieto-Salceda, C. Fariñas-Álvarez y M. Delgado-Rodríguez

Cátedras de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de Cantabria; Universidad de Jaén.

Antecedentes: Entre las causas de la esclerosis múltiple se han incluido factores genéticos, infecciosos y tóxicos. Los estudios de tendencia han estudiado la incidencia o la mortalidad por esclerosis múltiple en función del año de inicio o del año de muerte. Sin embargo, las causas infecciosas parecen actuar en una edad temprana, por lo que los cambios en la tendencia causados por una causa infecciosa deberían asociarse más con el año de nacimiento que con el de defunción. Por lo tanto, un análisis de edad-periodo-cohorte es más adecuado para su estudio.

Métodos: La mortalidad por esclerosis múltiple desde 1953 hasta 1997, por grupos de edad y sexo, se obtuvo del Movimiento Natural de la Población Española. Para el cálculo de tasas se emplearon las poblaciones censales; en los años intercensales la población se estimó por interpolación exponencial. El análisis de edad-período-cohorte se realizó mediante métodos gráficos, mean polish y regresión de Poisson. El ajuste de los modelos de dos factores (edad-cohorte y edad-período) y del modelo de tres factores (edad-período-cohorte) se comprobó mediante la razón de verosimilitudes. Las predicciones de los tres modelos se compararon con las tasas reales mediante el coeficiente de correlación intraclase.

Resultados: Los tres métodos empleados coinciden en señalar que el modelo de edad-periodo no es suficiente para explicar la evolución en la mortalidad por esclerosis múltiple en España, y que es necesario incluir también el efecto de la cohorte de nacimiento. El efecto de cohorte muestra tres "picos" de mortalidad que corresponden a las cohortes nacidas en las dos últimas décadas del siglo XIX (razones de tasas de las cohortes centradas en 1883, 1888 y 1893: 3,75, 2,21 y 1,50 respecto de la cohorte de 1928), la cohorte nacida en torno a la guerra civil (razones de tasas: 1,27 y 1,69), y las cohortes nacidas después de 1955 (razones de tasas: 4,15, 3,79 y 4,38, respectivamente para los nacidos en 1958, 1963 y 1968). El efecto del año de muerte es decreciente en todo el periodo estudiado. Hay un efecto de periodo especialmente intenso entre 1965 y 1969 que pudiera ser causado por un artefacto al coincidir con el cambio de la 7ª a la 8ª revisiones de la Clasificación Internacional de Enfermedades. La mortalidad aumenta sistemáticamente con la edad. Estos resultados son consistentes en varones y mujeres.

Conclusiones: La evolución de la mortalidad por esclerosis múltiple en España se debe tanto a un efecto de periodo como a un efecto de cohorte. En el análisis de edad-periodo-cohorte se pueden identificar tres picos de mortalidad relacionados con la cohorte de nacimiento.


101 SUPERVIVENCIA SEGÚN LA COMORBILIDAD POR TRASTORNOS CRÓNICOS EN UNA MUESTRA REPRESENTATIVA DE LA POBLACIÓN DE CATALUÑA (ESTUDIO COHESCA)

C. Rius Gibert, G. Pérez, J.M. Martínez, M. Barés, A. Schiaffino, M. García, R. Gispert y E. Fernández

Hospital Universitari Vall d'Hebron; Departament de Sanitat i Seguretat Social; Universitat Pompeu Fabra; Institut Català d'Oncologia. Servei d'Informació i Estudis. Departament de Sanitat i Seguretat Social.

Antecedentes y objetivos: A menudo en los estudios longitudinales se tiene que analizar la relación entre la mortalidad y los trastornos crónicos o comorbilidad entendida ésta como la presencia de múltiples trastornos de diferente tipo, duración y gravedad. En estos casos está comprobada la utilidad de los índices de comorbilidad. Los objetivos del estudio fueron: 1) aplicar una modificación del índice de comorbilidad de Charlson1 a los trastornos crónicos autodeclarados en la Encuesta de Salud de Cataluña de 1994 (ESCA) y; 2) determinar las diferencias en la supervivencia de la cohorte según las categorías del índice de comorbilidad en cada sexo y teniendo en cuenta variables demográficas, estilos de vida, salud autopercibida e ingresos hospitalarios previos.

Material y métodos: La información procede de los 15.000 participantes en la ESCA. La inclusión en la cohorte coincidía con la fecha de realización de la encuesta a lo largo de 1994 y el final de seguimiento fue la fecha de defunción, final del seguimiento o censura (31.12.1998). El estado vital se obtuvo mediante conexión entre los datos de la ESCA y los del Registro de Mortalidad de Cataluña. En el análisis se incluyeron aquellos individuos que al inicio de seguimiento tenían entre 40 y 84 años (3.105 hombres y 3.536 mujeres). Para el cálculo del riesgo relativo de morir (RR) por cualquier causa y sus intervalos de confianza (IC) del 95% se utilizó un modelo de riesgos proporcionales de Cox donde la escala de tiempo fue la edad (staggered entries). La principal variable independiente fue el índice de comorbilidad derivado a partir de los RR de los 16 trastornos crónicos posibles en la ESCA. Se ajustó por clase social, hábito tabáquico, consumo de alcohol, actividad física, estado de salud autopercibido e ingreso hospitalario previo. Todos los análisis se realizaron estratificados por sexo.

Resultados: Se asigno a cada trastorno crónico un peso a partir del RR obtenido del modelo ajustado por edad y el resto de trastornos crónicos. El índice de cormobilidad se obtuvo individualmente como la suma de los pesos de los trastornos crónicos que cada individuo presentaba. El índice puede tomar los valores de 0, 1-2, 3-4, > 4. Una vez ajustado por el resto de covariables, el RR de morir fue de 1,02 (0,73-1,41) en los hombres con una puntuación del índice de comorbilidad de 1-2 respecto a los que tenían un índice de 0; en la categoría 3-4 de comorbilidad el RR fue de 1,51 (1-2,30) y aumentó hasta 2,64 (1,43-4,89) cuando la puntuación fue 5 o más. En las mujeres los RR de morir fueron respectivamente 0,83 (0,55-1,24), 1,71 (1,09-2,72) y 2,65 ( 1,47-4,77).

Conclusiones: Los resultados de este estudio muestran que a los cinco años de seguimiento el RR de morir aumenta cuanto mayor es la puntuación del índice de comorbilidad, es decir, que se asocia a la gravedad y al número de trastornos crónicos. Sería necesario validar el índice obtenido para su posible aplicación en otras poblaciones.

1Charlson ME, Szatrowski TP, Peterson J, Gold J. Validation of a combined comorbidity index. J Clin Epidemiol 1994; 47 (11): 1245-1251.


102 ACTORES PRONÓSTICO EN LA COHORTE DEL SÍNDROME DEL ACEITE TÓXICO

P. Sánchez-Porro, P. de Andrés Copa, O. Giménez Ribota, M.J. Ferrari, C. Matín Arribas y M. Posada de la Paz

Centro de Investigación sobre el Síndrome del Aceíte Tóxico.Instituto de Salud Carlos III.

Antecedentes: Desde la aparición del Síndrome del Aceite tóxico (SAT) se planteó la necesidad de evaluar la mortalidad de la cohorte. Datos publicados muestran diferencias en la mortalidad entre los menores de 40 años especialmente las mujeres, cuando se comparan con una población control.

Partiendo de esta información parece muy relevante encontrar aquellas variables que han influido en la supervivencia de los fallecidos hasta 1995 para poder actuar sobre los que todavía permanecen vivos.

Objetivo: Identificar factores pronóstico relacionados con la supervivencia de la cohorte del SAt, ajustando por sexo, mayores y menores de 40 años.

Métodos: Población: Cohorte oficial del SAT en el periodo entre 1/5/81 y 31/12/95.

De los 20.084 censados, 356 son fallecidos por causa SAT según Certificados Oficiales de Defunción y 1.443 fallecidos por otras causas.Se ha estratificado por sexo, edad mayores y menores de 40 años y por causa de muerte SAT y no SAT.

Fuentes: a) Estudio de REVCEN con información clínica de la cohorte. b) Estudio de mortalidad con datos de los fallecidos y sus causas de muerte. c) Certificados Oficiales de Defunción con la codificación de las causas de muerte según la CIE-9

Análisis estadístico: Descriptivo de las causas de muerte. Análisis de la supervivencia usando el método de Kaplan Meyer, y la Regresión de Cox para el análisis de los factores pronóstico.

Resultados: Existen variables con peor pronóstico para toda la cohorte, tanto fallecidos por SAT como fallecidos por cualquier causa, aunque son más elevados para los fallecidos por SAT.La afectacion pulmonar presentó un RR de 1,44 IC 1,28-1,61 para fallecidos por cualquier causa y un RR de 1,54 con un IC de 1,18-191 para causa SAT. La hepatopatía un RR de 2,01 con un IC de 1,75-2,31 para los fallecidos por cualquier causa y un RR de 3,83 con un IC de 2,98-4,91 para fallecidos por SAT. La neuropatía motora presentó un RR de 1,18 con IC de 1,07-1,30 para fallecidos por cualquier causa y un RR de 2,24 con un IC de 1,82-2,76 para causa SAT. La mujeres presentan RR más elevados en todas estas variables. Cuando analizamos el grupo de menores de 40 años encontramos RR más elevados tanto en hombres como en mujeres: RR de 6,80 para la hepatopatía en las mujeres con un IC 4,37-10,57 y un RR de 10,06 y un IC de 5,25-19,28 para los hombres; para la neuropatía motora encontramos un RR de 4,88 IC 3,16-7,55 en las mujeres y 4,62 con un IC de 2,41-8,85 en los hombres. Además en las mujeres jóvenes observamos tendencia significativa del riesgo para la eosinofilia con una Chi Cuadrado de 24,34 y una p < 0,0001, y un RR de 3,39 con un IC de 1,68-6,84 para el nivel más alto de eosinofilia (> de 3.000cel/mm3).

Conclusiones: La presencia de neuropatía motora, hepatopatía y eosinofilía presenta el peor pronóstico entre los miembros de la cohorte, particularmente entre los menores de 40 años y particularmente entre las mujeres. El conocimiento de esas variables podrá ser aplicado al resto de los vivos de la cohorte en forma prospectiva.


103 MORTALIDAD INFANTIL Y ESPERANZA DE VIDA: INDICADORES DE DESIGUALDAD GEOGRÁFICA EN SALUD

E.M. Andrés* y M.J. Amorín

Dirección General de Ordenación, Planificación y Evaluación. Departamento de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Gobierno de Aragón. *Servicio de Planificación. Dirección General de Ordenación, Planificación y Evaluación. Diputación General de Aragón.

Antecedentes: La mortalidad infantil y la esperanza de vida son utilizados como indicadores de desigualdad en salud en muchos países desarrollados tanto para analizar desigualdades en salud entre grupos socioeconómicos como entre áreas geográficas. Por ello, han sido seleccionados en febrero de 2001 como objetivos nacionales para reducir desigualdades en salud para el año 2010 en el Reino Unido. También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos emplea estos indicadores para explorar los efectos de la atención sanitaria en la mortalidad entre los países que la componen.

Objetivo: Identificar desigualdades geográficas en la mortalidad infantil y esperanza de vida en España.

Métodos: Se ha utilizado como ámbito geográfico de análisis las Comunidades Autónomas (excepto Ceuta y Melilla). Los datos se han obtenido de la 3ª y 4ª evaluación en España del programa regional europeo Salud para todos y abarcan para la mortalidad infantil de 1980 a 1995, ambos inclusive y para la esperanza de vida han sido 1980, 1986, 1991 y 1995. Se han utilizado técnicas multivariantes para agrupar las Comunidades Autónomas (CCAA) en clusters homogéneos: análisis factorial de componentes principales y análisis clusters utilizando modelos jerárquicos. La significación de los resultados se ha valorado mediante el test no paramétrico de Kruskall-Wallis.

Resultados: Se han identificado 3 grupos de CCAA respecto a la mortalidad infantil. El grupo de mayor mortalidad está constituido por las CCAA de La Rioja, Andalucía, Asturias, Galicia y Navarra. Un grupo con una tasa intermedia, formado por Castilla-León, Extremadura, Murcia y País Vasco. El resto de CCAA presenta la menor mortalidad. También se han establecido 3 grupos de CCAA para la esperanza de vida, que por orden de menor a mayor, son: Andalucía, Asturias, Galicia, Baleares, Canarias, Valencia, Extremadura, Murcia y País Vasco; Cantabria, Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja; y Aragón, Cataluña, Madrid y Castilla-León. Esta agrupación de CCAA no se mantiene cuando se estudia la esperanza de vida de varones y de mujeres.

Discusión: Se han observado diferencias geográficas en los patrones de mortalidad infantil y esperanza de vida entre las CCAA y entre sexo para este último indicador. La mortalidad infantil y la esperanza de vida son indicadores complementarios que reflejan la influencia no sólo del sistema sanitario en la salud y bienestar de la población sino también de un amplio rango de actividades y medidas fuera del mismo y desarrolladas desde el gobierno (reducción de la pobreza, mejoras medioambientales, etc.). Su reducción no se traduce exclusivamente en un descenso en el número de muertos; en ellos subyace un amplio rango de beneficios que abarca a la morbilidad, discapacidad, utilización de recursos de atención social, etc, Por ello, se propone su utilización y análisis como indicadores de equidad en salud en nuestro país.


104 INDICIOS DE UN INICIO DE DECLIVE EN LA MORTALIDAD POR CÁNCER DE PULMÓN

M.I. Pasarín, J.R. Villalbí, M. Nebot y C. Borrell

Institut Municipal de Salut Pública. Ajuntament de Barcelona.

Antecedentes y objetivos: La asociación entre tabaquismo y el cáncer de pulmón está demostrada. En Barcelona, se han constatado cambios en la tendencia del hábito de fumar, habiéndose producido en los últimos 20 años un descenso del consumo de tabaco en hombres y un incremento en las mujeres. El objetivo de este estudio es analizar la evolución de la mortalidad por cáncer de pulmón, por grupos de edad y sexo, y ver si los cambios en las tendencias del hábito tabáquico se corresponden con cambios en la mortalidad.

Métodos: Se ha realizó un estudio de tendencias de la mortalidad por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón (CIE-9: 162). La población de estudio fueron los residentes en la ciudad de Barcelona entre 35 y 64 años. El periodo de estudio es de 15 años, de 1984 a 1998, en tres quinquenios (1984-1988, 1989-1993, 1994-1998). El indicador estudiado fue la tasa de mortalidad específica por edad (grupos de edad quinquenales) y sexo. En los distintos grupos de edad se calcularon los riesgos relativos de mortalidad para el segundo y tercer quinquenio en referencia al primero (1984-1988), junto con los correspondientes intervalos de confianza del 95 %.

Resultados: Se aprecia una disminución de la mortalidad en el tercer quinquenio del 8% en los varones de 55-59 años (RR: 0,92 IC95%: 0,79-1,07) y del 17 % en el grupo de 60-64 años (RR: 0,83 IC95%: 0,73-0,93). En los grupos de edad de 35-39, 40-44 y 50-54 se aprecia un incremento de la mortalidad en el segundo quinquenio, estabilizándose en el tercero. En las mujeres, las tasas son muy inferiores pero se aprecia un incremento significativo de la mortalidad por cáncer de pulmón en los grupos de 35-39 (RR de 5,86 IC95%: 1,30-26,43) y 45-49 años (RR: 2,49 IC95%: 1,15-5,37).

Conclusiones: Los resultados sugieren que la disminución de la prevalencia del tabaquismo en los varones observada en Barcelona desde mediados de los años 80, se está reflejando en un inicio de disminución de mortalidad por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón. El incremento de la mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres se puede suponer asociado al incremento del hábito tabáquico en este sexo. Estos datos ratifican la necesidad de continuar con las intervenciones orientadas a la disminución del tabaquismo así como de intensificar las acciones en los grupos en que la mortalidad se está incrementando, en especial en los hombres jóvenes y en las mujeres.


105 EL IMPACTO DE LAS DESIGUALDADES SOCIALES EN LA MORTALIDAD POR CAUSAS EXTERNAS EN LA CIUDAD DE BARCELONA

M. Rodríguez, C. Borrell, J. Ferrando, A. Plasència, I. Ricart, V. Martínez y M.I. Pasarín

Institut Municipal de Salut Pública de Barcelona; Universidat Autònoma de Barcelona; Departament de Sanitat i Seguretat Social. Generalitat de Catalunya.

Antecedentes y objetivos: Las lesiones por causas externas(CE) están entre las causas de enfermedad y de muerte más relacionadas con determinantes sociales y económicos. El objetivo de este estudio es valorar la relación entre la mortalidad por CE y las condiciones socioeconómicas; contrastando hipótesis tanto a nivel individual (las personas con menor nivel educativo tienen más riesgo de muerte por CE) como contextual (los barrios más deprimidos registran mayor tasa de mortalidad por CE).

Métodos: Diseño transversal. La población de estudio fueron las defunciones por CE de residentes de Barcelona durante los años 1992-98 de mayores de 19 años, obtenidas del registro de mortalidad de la ciudad de Barcelona. Las variables individuales estudiadas fueron la edad, el sexo, el nivel educativo, el barrio de residencia y la causa de muerte (accidente de tráfico, caída, sobredosis, suicidio y el conjunto de todas las causas); como variable contextual se analizó la tasa de desempleo del barrio obtenida a través del Padrón de Habitantes de 1996. Se realizó un análisis descriptivo de las tasas de mortalidad por CE , y se ajustaron modelos de Poisson para la tasa de mortalidad mediante el análisis de niveles múltiples, siendo las variables explicativas la edad y el nivel de estudios individuales y el barrio de residencia y la tasa de paro del barrio de tipo contextual. Los análisis se realizaron por separado para hombres y mujeres y para cada causa de muerte.

Resultados: Del total de muertes estudiadas (N = 4393) el 63% son hombres. De éstas, el 50% tienen menos de 45 años y las primeras causas de muerte son los accidentes de tráfico (23%) y las sobredosis (20%). Entre las mujeres, el 50% de las muertes tienen más de 74 años y la primera causa de muerte son las caídas (29%). Tanto en hombres como en mujeres gran parte de la variabilidad de las tasas de mortalidad por CE está explicada por la edad, el nivel educativo y por la tasa de desempleo del barrio de residencia. A nivel individual se detecta una interacción entre el nivel de estudios y laedad, siendo los menores de 35 años sin estudios los que tienen riesgos relativos (RR) más elevados respecto a los individuos con estudios secundarios o universitarios (RR = 5,41 con IC95% = (3,95-7,41) en hombres y RR = 4,38 con IC95% = (2,27-8,45) en mujeres para todas las CE). A nivel contextual los barrios con mayor tasa de desempleo registran más mortalidad por CE, después de ajustar por la edad y el nivel de estudios individuales. Este patrón se mantiene para la mortalidad por sobredosis en ambos sexos y caídas en las mujeres. En la mortalidad por caídas en hombres el efecto del barrio desaparece después de ajustar por las características individuales. En las tasas de mortalidad por accidente de tráfico y suicidio no se observan diferencias entre barrios.

Conclusiones: En ambos sexos, los individuos con menor nivel educativo tienen más riesgo de muerte por CE y sobre todo estas desigualdades se dan en los grupos más jóvenes. Los barrios con mayor tasa de desempleo registran más mortalidad por CE. Con el objetivo de disminuir las desigualdades en salud de estos grupos es conveniente dirigir esfuerzos a nivel preventivo, reforzando fundamentalmente las políticas públicas.


106 FACTORES ASOCIADOS A LA MORTALIDAD EN ANCIANOS DE UNA COMUNIDAD RURAL

C. Cortes1, M.J. Sánchez2, C. Martínez2, E. Sánchez-Cantalejo2, M.ªA. Fernández3 y V. Zunzunegui4

1Hospital de Antequera (Málaga); 2Escuela Andaluza de Salud Pública; 3Distrito Sanitario de Málaga; 4Université de Montreal (Canadá).

Antecedentes y objetivo: En la mayoría de los países occidentales el envejecimiento progresivo de la población es un hecho constatado. El riesgo de muerte en los ancianos se ha basado generalmente en datos biológicos y síntomas de enfermedad, pero también es importante conocer el papel que juegan otros factores. En este sentido, las encuestas multidimensionales ofrecen una valiosa información que permite hacer una evaluación más integral del estado de salud de la población. El seguimiento de una cohorte en la que se ha realizado previamente una encuesta de estas características permite identificar los factores predictores de la mortalidad.

El objetivo de este estudio fue conocer los principales factores asociados a la mortalidad en una muestra representativa de personas mayores de 65 años de una comunidad rural.

Métodos: Diseño: estudio de supervivencia basado en un estudio transversal de base poblacional con 10 años de seguimiento. Ámbito: Distrito Sanitario de Atención Primaria de Guadix, área rural de la provincia de Granada (57.451 hab).

Sujetos de estudio: ≥ 65 años no institucionalizados, residentes en los municipios del Distrito, elegidos por muestreo aleatorio simple estratificado proporcional.

Instrumentación: encuesta multidimensional a 590 ancianos en su domicilio entre julio-septiembre de 1988, en la que se recogían 5 grandes bloques de información sobre: 1) factores sociodemográficos, 2) red y apoyo social, 3) salud física, 4) capacidad funcional, y 5) utilización de servicios sanitarios. Seguimiento a 10 años (30 de septiembre de 1998) para conocer la situación vital. Esta información se recogió, fundamentalmente, en los registros civiles de todos los municipios en los que residían las personas entrevistadas. Además, en algunas ocasiones se utilizaron otras fuentes de información complementarias: 1) registro de pacientes de los Centros de Atención Primaria del Distrito Sanitario de Guadix, y 2) visitas domiciliarias.

Análisis de supervivencia: método de Kaplan-Meier y modelo de riesgos proporcionales de Cox.

Resultados: En los 584 ancianos en los que se completó el seguimiento (99%) se produjeron 249 fallecimientos (43%). En el análisis univariante, la mortalidad fue superior en las personas de mayor edad, en los hombres y en los que necesitaban algún tipo de ayuda para la realización de las actividades básicas de la vida diaria (AVD) e instrumentales (AVDI) o en los que estaban totalmente incapacitados.

En el análisis multivariante, las variables que se comportaron como predictoras de mortalidad fueron la edad, el sexo, el estado civil, la función cognitiva (medida a través del cuestionario SPMQS) y las actividades instrumentales de la vida diaria. En los ancianos menores de 80 años, las variables que se comportaron como predictoras de mortalidad fueron: la edad, el sexo y la salud percibida.

Conclusiones: Edad, sexo, estado civil, función cognitiva y AVDI son los factores predictores de la mortalidad en el conjunto de la población estudiada. La salud percibida únicamente está asociada a la mortalidad en los ancianos menores de 80 años.

Este trabajo ha sido financiado por el FIS (98/0418).

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