BROTE DE BOTULISMO POR CONSUMO DE JAMÓN CASERO
M. Valle Arrojo*, J.J. Gestal Otero, J. Fernández Naveiro, C. Galbán, R. Bugarín, R. Martinez Risco, J. Suanzes Hernández, A. Armada Alvarez.
Delegación Provincial de Sanidade y Servicios Sociais de A Coruña; Servicio de Medicina Preventiva y Servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
C/ Gregorio Hernández, 2-4. A Coruña-15011. Tlfno: 981-185834. E-mail: dlsps@jet.es.
Antecedentes: El botulismo está sujeto a declaración en España desde 1969, aunque solo recientemente se introduce su declaración con datos epidemiológicos básicos tras la creación de Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Como consecuencia de una celebración familiar el 17-8-98, tres pacientes del municipio de Vedra (A Coruña) ingresan en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago por sospecha de botulismo. Los pacientes habían consumido jamón y chorizos caseros procedentes de la matanza domiciliaria. Se inició una investigación epidemiológica y de laboratorio para evaluar la importancia del brote, confirmar la etiología e identificar el vehículo de transmisión.
Métodos: La definición de caso empleada fue la asistencia a la celebración familiar y posterior presencia de clínica compatible con botulismo. Caso confirmado: caso clínicamente compatible y confirmado por laboratorio. Caso probable: caso clínicamente compatible y epidemiológicamente relacionado con ingesta de alimento sospechoso. Se encuestó a los 6 asistentes a la celebración, recogiendo datos sobre características clínicas, fecha de comienzo, productos consumidos y origen de estos. Se indagó especialmente si los productos sospechosos habían sido distribuidos a otras familias. Se recogieron muestras del jamón y de las heces de los pacientes, realizándose investigación de toxina botulínica por bioensayo en el Instituto Carlos III de Madrid. No quedaban muestras de chorizo casero en el momento en que se inició la investigación. Se calcularon riesgos relativos por alimento.
Resultados: El número de casos fue de 3, siendo clasificados como probables 2 y confirmado 1. Todos los casos habían consumido jamón y chorizos caseros. La edad media fue de 55613 años. El período de incubación tuvo una mediana de 2 días (rango de 2 a 6). La sintomatología fue: disfagia (100%), diplopia (100%), retención urinaria (100%), visión borrosa (66,6%), disminución de reflejos aquíleos (66,6%) y estreñimiento (66,6%). La disfagia fue el primer síntoma en aparecer. La estancia hospitalaria fue de 1867 días (rango de 10 a 28). El riesgo relativo por alimento consumido no resultó estadísticamente significativo. En los análisis de laboratorio se encontró presencia de toxina botulínica tipo B en la muestra de jamón y en una de las muestras de heces.
Conclusiones: En España, la mayoría de los alimentos implicados en los brotes de botulismo son enlatados caseros y de origen vegetal. En este brote se identifica al jamón casero -la matanza domiciliaria es una práctica habitual y ampliamente extendida en Galicia-, como vehículo de transmisión observado ya por nosotros en anteriores brotes en nuestra Comunidad en los años 70 y 80. Hay que destacar el gran tamaño del jamón lo que pudo haber dificultado el proceso de curación facilitando la presencia y posterior desarrollo del clostridium botulinum. La identificación de la toxina botulínica en sólo uno de los 3 pacientes pudo verse dificultada por la administración al ingreso de la antitoxina botulínica.