Nada más anómalo en una economía de mercado que el control público de los precios de un bien; mucho más cuando este no es producido directamente por el sector público, sino que es suministrado por un conjunto de agentes privados. Sin embargo, no faltan razones para ello en el campo del medicamento. En él se encuentran presentes la mayoría de lo que los economistas denominan «fallos de mercado»: situaciones de poder monopolista-oligopolista (dado el pequeño número de agentes participantes por el lado de la oferta), asimetría en la información (con potenciales problemas de selección adversa, abuso moral y relaciones de agencia no siempre perfectas), externalidades (derivadas de un beneficio o un perjuicio ocasionado por/a terceros y no compensado) y existencia de bienes públicos (de los cuales pueden beneficiarse simultáneamente varios agentes, no se puede excluir de su uso y, por ello, requieren de financiación pública o serían infradotados).
Su presencia supone que la actuación de los mercados no consigue una asignación eficiente de los recursos (y aunque lo fuera, puede que por motivos de equidad el resultado no resultara socialmente deseable). Ahora bien, la intervención pública tampoco se encuentra exenta de problemas y puede darse en diversos grados y a través de muy diversas herramientas; por tanto, cabe identificar las posibles vías de actuación y aprender de la experiencia desarrollada en el medio propio y en otros países.
El profesor Félix Lobo ha publicado en el lapso de 12 meses dos de las obras más notables en el campo de la intervención y las políticas de precios de medicamentos editadas en España en la última década.
El primer trabajo representa un esfuerzo ingente en ordenar el profuso marco normativo español de intervención del estado en el precio del medicamento. A lo largo de sus páginas, los lectores verán desfilar distintas leyes del medicamento, reales decretos y órdenes ministeriales, perfectamente ordenadas y comentadas con todo detalle, tanto en sus aspectos formales como en sus consecuencias económicas. Esta tan necesaria ordenación y descripción de las sucesivas normas ya justificaría por sí misma la lectura del libro. A destacar los apartados dedicados a la formación de precios, al sistema de precios de referencia y a las políticas de márgenes y descuentos de mayoristas y farmacias.
Asimismo, en la obra se describen los órganos administrativos competentes y gestores, y se comentan notables ausencias, como el escaso empleo de la evaluación económica en la toma de decisiones pese a contar con los mimbres legales que podrían impulsar su uso. El trabajo se cierra con una revisión de propuestas de reforma elaboradas por diversos investigadores españoles, así como por las propias recomendaciones realizadas por el autor sobre la intervención de precios.
La principal conclusión que se extrae de la lectura del libro es la fuerte desconfianza que han mostrado históricamente los reguladores españoles sobre las posibilidades de desarrollo de políticas de competencia de medicamentos; de ahí su interés en la intervención directa de los precios mediante sucesivas normativas y procesos centralizados.
Esta conclusión queda reforzada por la lectura de la segunda obra. En ella se despliega el conjunto de medidas empleadas en Europa en la búsqueda de precios óptimos: intervención basada en la suma de costes (cost-plus), comparación con otros productos vía efecto terapéutico, comparación con precios de otros países, control de beneficios, sistemas de precio de referencia, sistemas de control directo del gasto, control de precios a lo largo de la vida de los productos, compras públicas (concursos y subastas), pago por resultados y esquemas de riesgo compartido, fomento de mercado de medicamentos genéricos, y precios basados en el valor.
De la revisión de los distintos mecanismos emergen tres ideas principales: 1) todos ellos tienen posibles ventajas, pero también inconvenientes (unos más que otros); 2) ningún país opta por un único mecanismo y lo habitual es emplear distintas combinaciones; y 3) hay una tendencia creciente a utilizar mecanismos favorecedores de la competencia (en vez de intervenciones regulatorias más rígidas) y a avanzar en medidas de búsqueda de precios basadas en el valor terapéutico y social de los medicamentos.
El libro contiene una excelente selección de estudios empíricos realizados sobre la intervención pública de precios de medicamentos y sus consecuencias. En este sentido, como el propio autor destaca, existe un cuerpo de información científica notable que debe ser aprovechado para avanzar en el campo de la investigación de las políticas de medicamentos, y especialmente debe ser usado de manera inteligente por los responsables del diseño y la aplicación de políticas sanitarias.
En suma, nos encontramos ante dos obras de excelente calidad, tanto por su contenido como por su cuidada escritura y edición. Ello las convierte en piezas de indudable valor para todas aquellas personas estudiosas o meramente interesadas en comprender las políticas del medicamento desarrolladas en España y Europa en las últimas décadas.
Declaraciones de autoríaEl autor ha concebido y elaborado el manuscrito. También aprueba la versión final para su publicación.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesEl autor de la recensión es discípulo y amigo del autor de las obras comentadas. El autor de la recensión no considera que ello haya influido en su objetividad a la hora de realizar el resumen y los comentarios.