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Vol. 22. Issue 1.
Pages 20-28 (January - February 2008)
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Vol. 22. Issue 1.
Pages 20-28 (January - February 2008)
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Las tecnologías médicas más relevantes de los últimos 25 años según la opinión de médicos generalistas
The opinion of practitioners and internists on the impact of health technologies introduced in the last 25 years
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Mireia Espallarguesa,b, Oriol de Solà-Moralesa,b, Montserrat Moharraa,b, Cristian Tebéa,b, Joan M.V. Ponsa,b,
Corresponding author
jpons@aatrm.catsalut.net

Joan M.V. Pons Ràfols. Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques. Carrer de Roc Boronat, 81-95, 2.°. 08005 Barcelona. España.
a Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques, Recinte Parc Sanitari Pere Virgili, Barcelona, España
b CIBER, Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), España
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Tabla 1. Tecnologías médicas incluidas en el cuestionario DSIT original y las identificadas de nuevo, que fueron incluidas y excluidas del cuestionario adaptado
Tabla 2. Características de los médicos participantes, sus centros y los pacientes atendidos
Tabla 3. Rankingde las tecnologías médicas según su puntuación media de impacto
Tabla 4. Comparación de los ranking de las tecnologías médicas evaluadas entre subgrupos (médicos y pacientes)
Tabla 5. Variabilidad en las respuestas de los médicos sobre el impacto de las tecnologías médicas en global y según el año de licenciatura de los médicos
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Resumen
Objetivos

Identificar las innovaciones médicas más relevantes de los últimos 25 años y conocer su impacto sobre la salud de los pacientes según la opinión de los médicos generalistas.

Métodos

Estudio descriptivo transversal. Se seleccionaron las 30 tecnologías que habían recibido más citas bibliométricas en los últimos 25 años (1977-2002) en revistas médicas generalistas y de atención primaria. Para la evaluación de su impacto se encuestó por correo a los responsables médicos de 46 hospitales (entre 100 y 400 camas) y a una muestra aleatoria igual de directores de centros de atención primaria de Cataluña. Se pidió que valoraran las tecnologías cuya ausencia comportaría los mayores o menores efectos negativos sobre la salud de los pacientes. Se recogieron características profesionales y de los centros de los participantes.

Resultados

Se obtuvo respuesta de 49 médicos (53%). Las tecnologías diagnósticas y las instrumentales han tenido un mayor impacto sobre la salud, y la ecografía fue la mejor valorada. En el otro extremo, se consideran diversos tratamientos farmacológicos, y los hipoglucemiantes orales fueron los menos valorados. Las valoraciones no fueron muy distintas según las características de los encuestados (r0,7), aunque aparecieron algunas diferencias en las tecnologías diagnósticas y se observó cierta variabilidad en las respuestas.

Conclusiones

La valoración del impacto de 30 tecnologías por médicos generalistas es variable, pero parece que las tecnologías diagnósticas e instrumentales a través de la imagen se valoran mejor que las farmacológicas. Esta variabilidad parece más relacionada con características individuales de los profesionales que con diferencias en sus ámbitos de práctica.

Palabras clave:
Tecnologías médicas
Médicos generalistas
Encuesta
Impacto sobre la salud
Abstract
Objectives

To identify the most important health technologies (HT) introduced in the last 25 years and their impact on patients’ health according to hospital internists and generalist physicians.

Methods

We performed a cross-sectional descriptive study. The 30 HT receiving the highest number of bibliometric citations in the previous 25 years (1977-2002) in generalist and primary care journals were selected. To assess the health impact of HT, a postal survey of the medical heads of 46 hospitals with 100-400 beds and an equal random sample of the directors of primary care centers was carried out in Catalonia, Spain. The professionals surveyed were asked to consider how adverse the effect on their patients’ health would be if each of the HT on the list were unavailable. The personal and professional characteristics of the participating physicians were also collected.

Results

A total of 49 physicians answered the survey (53%). Instrumental and diagnostic technologies were considered to have the greatest impact on health, diagnostic imaging being the most highly scored. The lowest impact would be caused if some drugs were not available, hypoglycemic agents receiving the lowest scores. Although assessments were similar regardless of professional/practice characteristics (r0.7), some differences in diagnostic HT were observed, as well as variability in the participants’ responses.

Conclusions

Assessment of the impact of HT from the physicians’ point of view varied. However, diagnostic and instrumental-visual technologies seem to be more highly rated than pharmacological innovations. Variability in responses was more closely related to the physicians’ personal characteristics than to practice setting.

Key words:
Health technologies
General practitioners and internists
Survey
Health impact
Full Text
Introducción

Pocos campos como el de la asistencia sanitaria están más sujetos en la actualidad a cambios e innovaciones constantes1. Una de las críticas más comunes hace referencia a la falta de una evaluación formal de las consecuencias que sobre la salud y los costes, así como los aspectos éticos, legales y organizativos, tienen estas innovaciones antes de su introducción y difusión en la práctica clínica de forma sistemática o incluso el poco uso de estas evaluaciones en la práctica2-4.

Ya que los recursos disponibles son siempre limitados y hacen frente a una demanda casi infinita, pues la misma tecnología genera nuevas necesidades, hay que tomar decisiones difíciles sobre qué proveer, cómo y a quién –en definitiva, priorizar–, por lo que es de gran ayuda disponer de medidas que permitan comparar las consecuencias de las intervenciones y el valor añadido que aportan unas sobre otras.

Los economistas de la salud han desarrollado distintas metodologías5,6, como el análisis coste-utilidad, que aporta una unidad métrica común en la medida de los efectos de las tecnologías (años de vida ajustados a la calidad), y ofrece una aproximación cuantitativa que, con sus limitaciones, permite graduar (ordenar) en forma de league table (tablas de eficiencia) múltiples y desiguales intervenciones5,7.

También se dispone de metodologías cualitativas que, aunque menos desarrolladas e incorporando un mayor subjetivismo, permiten valorar, entre distintas tecnologías médicas (TM), cuáles aportan un mayor beneficio y su impacto relativo. La visión de los pacientes, sujetos finales de todas las intervenciones médicas, aunque muy importante, resulta incompleta al haber pocos con experiencia en más de un subgrupo limitado de intervenciones. Por tanto, es necesaria otra fuente relevante de información, la procedente de los propios usuarios de estas tecnologías, los médicos, con su experiencia acumulada durante los años de ejercicio profesional y su capacidad de análisis desde una perspectiva más integradora y global. Posiblemente sean los médicos «generalistas», conocedores de los efectos que tienen un gran número de intervenciones en la heterogeneidad de pacientes que atienden, quienes mejor pueden realizar estas comparaciones y valoraciones entre diversas TM. Por otro lado, la preferencia del profesional sanitario y su percepción sobre el beneficio de una tecnología puede ser uno de los criterios más influyentes en su difusión y a la hora de aconsejar su aplicación8. No ha de sorprender tanto que acaben siendo los estilos de práctica, más que la incertidumbre, una de las hipótesis más consistentes en la explicación de la variabilidad de la práctica médica y en su grado de adecuación al conocimiento existente9.

Fuchs y Sox10 llevaron a cabo en el año 2001 una encuesta a internistas «generalistas» de Estados Unidos para recoger esta perspectiva de los profesionales acerca de la importancia relativa que tenían diversas innovaciones médicas de reciente incorporación para la salud de sus pacientes. Sin embargo, los factores propios de cada contexto relacionados con el gasto sanitario (público y privado), la difusión de tecnologías, la accesibilidad, el cociente generalistas/especialistas, etc., son notablemente diferentes entre los diversos países11.

El objetivo de este trabajo fue identificar las innovaciones médicas más relevantes desarrolladas en los últimos 25 años y conocer el impacto para la salud de los pacientes según la opinión de médicos de familia e internistas generalistas de Cataluña.

Métodos

Se realizó un estudio descriptivo y transversal, por encuesta postal, a médicos de familia y médicos internistas con práctica en el sector público y privado de Cataluña en 2 fases. En la primera se identificaron las TM más relevantes mediante la consulta a los jefes de servicio de los hospitales docentes y a un número igual de directores de centros de atención primaria. Se utilizó un cuestionario semiestructurado que listaba las TM contenidas en el estudio previo de Fuchs y Sox10, con la posibilidad de identificar otras distintas que se considerasen relevantes en su práctica como generalistas. De las TM identificadas, se seleccionaron las 30 que habían recibido más citas bibliométricas en los últimos 25 años (1977-2002) en revistas médicas no especializadas, generalistas y de atención primaria (British Medical Journal, The Lancet, Medicina Clínica, Revista Clínica Española, Anales de Medicina Interna, Anales de la Real Academia Nacional de Medicina y Atención Primaria). Se aplicaron estrategias de búsqueda específicas para cada una de las TM mediante descriptores MeSH y lenguaje libre en Medline, o en el Indice Médico Español (IME) en el caso de que la revista no estuviera indexada en la primera.

Para la evaluación del impacto de estas TM sobre la salud se realizó una encuesta postal a los responsables de las áreas médicas de todos los hospitales de Cataluña con más de 100 y menos de 400 camas (46 centros), y a una muestra aleatoria de igual tamaño de directores de centros de atención primaria. En ambos casos debían mantener una actividad asistencial. Se utilizó un cuestionario estructurado basado en el de Dartmouth-Stanford de Innovaciones Tecnológicas (DSIT)10 donde se pedía la selección de las 5-7 TM, de las 30 incluidas en el listado, cuya ausencia comportaría los mayores efectos negativos sobre la salud de los pacientes, y de las 5-7 TM cuya ausencia comportaría los menores efectos negativos. Para esta selección se solicitaba que considerasen el efecto probable en la duración y la calidad de vida de los pacientes, teniendo en cuenta la proporción de los que se verían afectados si la innovación no existiese. Además, se preguntó a los médicos por datos personales, profesionales y estructurales de sus centros de trabajo, así como características sociodemográficas y de morbilidad de los pacientes que atendían.

Se calculó una puntuación de impacto para cada TM, asignando un valor de 1 si se consideraba que de no haber existido tal innovación se hubieran producido los mayores efectos negativos, un valor de 0 si se consideraba que hubiera tenido los menores efectos negativos, y 0,5 si no estaba en ninguna de las dos categorías anteriores. Se estimó la media y la desviación estándar (DE) de esta puntuación para cada TM y se compararon los resultados de la valoración según subgrupos de respondedores, en función de las características personales, profesionales y estructurales de sus centros, así como las características sociodemográficas y de morbilidad de sus pacientes. También se compararon estos ranking agrupando las TM en función de: a) su carácter principalmente diagnóstico o terapéutico (ya sea quirúrgico o farmacológico); b) el tipo de efecto mayor sobre la salud (aumento de la esperanza de vida y/o mejoría de la calidad de vida relacionada con la salud), y c) la enfermedad a la cual van dirigidas.

Se calculó un estadístico de variabilidad de la puntuación recibida por una TM sumando el cuadrado de la diferencia entre el valor de la respuesta de un individuo (1, 0,5 o 0) y la puntuación media de impacto de esa tecnología para cada una de las respuestas, multiplicando por 4 y dividiendo por el número total de respuestas10. En una situación de ausencia de variabilidad (todas las respuestas idénticas), el estadístico calculado tomaba el valor 0, y el valor 1 cuando la variabilidad era máxima (la mitad de las respuestas correspondían con «mayores» efectos y la otra mitad con «menores» efectos negativos). Su interpretación es posible en términos de porcentaje, y el estadístico calculado para cada tecnología era el porcentaje de desacuerdo existente para esta TM sobre el máximo posible.

Todos los valores de p fueron para contrastes bilaterales, con un nivel de significación estadística del 5% (p < 0,05). Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS 11.5 y STATA 9.1.

ResultadosIdentificación de tecnologías más relevantes

De los 18 médicos consultados se obtuvieron respuestas valorables de 11 (61%). Aparte de las 30 TM incluidas en el cuestionario original americano DSIT, se identificaron 9 más. Después del recuento de citas bibliométricas en las revistas mencionadas se seleccionaron nuevamente las 30 TM que recibieron mayor número de citaciones (tabla 1).

Tabla 1.

Tecnologías médicas incluidas en el cuestionario DSIT original y las identificadas de nuevo, que fueron incluidas y excluidas del cuestionario adaptado

Listado de tecnologías médicas  Tecnología  N.°de citas 
Tecnologías médicas incluidas del DSIT original     
Antagonistas de la angiotensina II e inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina  TT  663 
Angioplastia de balón con stents  TT  223 
Mamografía  TD  210 
Resonancia magnética y tomografía computarizada  TD  739 
Trasplante de médula ósea  TT  539 
Derivación aortocoronaria (cirugía de bypassTT  178 
Antiinflamatorios no esteroideos e inhibidores de la ciclooxigenasa 2  TT  1.311 
Antagonistas del calcio  TT  502 
Inhibidores de la bomba de protones e inhibidores H2  TT  652 
Fluoroquinolonas  TT  165 
Antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI) y antidepresivos no SSRI de última generación  TT  283 
Endoscopia gastrointestinal  TD  384 
Nuevos hipoglucemiantes (p. ej., metformina)  TT  994 
Prueba y tratamiento del Helicobacter pylori  TD  135 
Encimas cardíacos (creatinafosfocinasa, troponina)  TD  906 
Diagnóstico y tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana  TT  1.356 
Estatinas  TT  192 
Tamoxifeno  TT  253 
Cefalosporinas de tercera generación  TT  149 
Cirugía laparoscópica  TT  227 
Ecografía (incluye la ecocardiografía)  TD  887 
Tecnologías médicas excluidas del DSIT original     
Densitometría ósea    25 
Extracción de cataratas e implante de lente intraocular   
Artroplastia de cadera y rodilla    27 
Corticoides inhalados para el asma   
Sedación consciente intravenosa   
Opioides parenterales de larga duración    15 
Antihistamínicos no sedantes   
Test del antígeno prostático específico    67 
Sildenafilo    29 
Tecnologías médicas nuevas incluidas     
Diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C  TT  272 
Fibrinólisis precoz en infarto agudo de miocardio  TT  266 
Tratamiento de la hepatitis B  TT  206 
Naloxona en intoxicaciones agudas  TT  140 
Hemoglobina glucosilada para el control de la diabetes mellitus  TD  116 
Bifosfonatos  TT  116 
Heparina de bajo peso molecular  TT  111 
Reacción en cadena de la polimerasa  TD  780 
Nuevos inmunosupresores  TT  184 

DSIT: Dartmouth-Stanford de Innovaciones Tecnológicas;TD: tecnología diagnóstica; TT: tecnología terapéutica.

Perfil de los encuestados y su práctica

Se obtuvieron respuestas de 49 médicos, 24 médicos de familia y 25 médicos internistas (proporción de respuesta), de las que 8 no fueron interpretables porque el cuestionario no estaba adecuadamente cumplimentado. En la tabla 2 se muestran sus características.

Tabla 2.

Características de los médicos participantes, sus centros y los pacientes atendidos

Características  Media (DE) 
Médicos       
Especialidad (ámbito de práctica)       
Médico de familia (CAP)  24    49,0 
Internista generalista (hospital)  25    51,0 
Edad del médico  41  47,2 (7,1)   
Año de especialización  37  1987 (7)   
Número de visitas al díaa  40  20,0 (10)   
Número de horas de dedicación asistencial diariasa  41  5,7 (3,3)   
Porcentaje de tiempo dedicado a la asistencia privada  40  2,6 (6,7)   
Pacientes       
Edad mediaa  40  61,2 (13,5)   
Porcentaje de tiempo de asistencia a pacientes > 60 añosa  40  69,0 (22,3)   
Porcentaje de tiempo de asistencia a mujeresa  41  57,3 (13,7)   
Nivel de comorbilidad y/o complejidada       
Muy bajo/bajo    5,0 
Medio  12    30,0 
Alto  23    57,5 
Muy alto    7,5 
Nivel socioeconómicoa       
Muy bajo    7,5 
Bajo    22,5 
Medio  28    70,0 
Alto/muy alto    0,0 
Centros       
Titularidada       
Público ICS  22    53,7 
Público no ICS  15    36,6 
Privado    9,8 
Número de médicos del equipo asistenciala  40  13,3 (8,1)   

CAP: centro de atención primaria; DE: desviación estándar; ICS: Institut Catala de la Salut.

a

En el puesto de trabajo de actividad asistencial principal.

Valoración del impacto

Las tecnologías mejor valoradas (aquellas cuya desaparición supondría un mayor impacto para la salud de los pacientes) fueron las de diagnóstico por la imagen (ecografía, resonancia magnética [RM] y tomografía computarizada [TC]) o instrumentales, como la angioplastia coronaria o la endoscopia gastrointestinal (tabla 3). De forma casi unánime se consideró que el menor impacto sobre la salud de los pacientes lo causaría la desaparición de 5 grupos farmacológicos: cefalosporinas y fluoroquinolonas, bifosfonatos, antagonistas del calcio y nuevos hipoglucemiantes. Sin embargo, la comparación de las medias de impacto entre grupos de TM (diagnósticas y terapéuticas, e incluso entre diagnósticas, farmacológicas y quirúrgicas) no fue estadísticamente significativa. No se observaron patrones de respuesta diferenciados por las otras agrupaciones de las TM consideradas.

Tabla 3.

Rankingde las tecnologías médicas según su puntuación media de impacto

OrdenTecnología médicaPuntuación mediaaDEMédicos que declaran efectos negativos (%)
Mayores  Ni mayores ni menores  Menores 
Ecografía (incluida la ecocardiografía)  0,878  0,21  75,6  24,3  0,0 
Angioplastia de balón y stents  0,780  0,27  58,5  39,0  2,4 
Endoscopia gastrointestinal  0,768  0,25  53,6  46,3  0,0 
Resonancia magnética y tomografía computarizada  0,768  0,27  56,1  41,4  2,4 
Diagnóstico y tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana  0,768  0,25  53,6  46,3  0,0 
Fibrinólisis precoz en el infarto agudo de miocardio  0,756  0,25  51,2  48,7  0,0 
Derivación aortocoronaria (cirugía de bypass0,732  0,29  51,2  43,9  4,8 
Mamografía  0,622  0,26  29,2  65,8  4,8 
Inhibidores de la bomba de protones e inhibidores H2  0,610  0,23  24,3  73,1  2,4 
10  Estatinas  0,585  0,29  26,8  63,4  9,7 
11  Antagonistas del receptor de la angiotensina II e inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina  0,573  0,28  24,3  65,8  9,7 
12  Enzimas cardíacas  0,573  0,21  17,0  80,4  2,4 
13  Tratamiento de la hepatitis B  0,561  0,27  21,9  68,2  9,7 
14  Cirugía laparoscópica  0,549  0,29  21,9  65,8  12,2 
15  Trasplante de médula ósea  0,549  0,24  17,0  75,6  7,3 
16  Hemoglobina glucosilada para el control de la diabetes  0,524  0,33  24,3  56,1  19,5 
17  Heparina de bajo peso molecular  0,512  0,28  17,0  68,2  14,6 
18  Tamoxifeno  0,120  0,17  7,3  87,8  4,8 
19  Antidepresivos SSRI, y no SSRI de última generación  0,488  0,34  21,9  53,6  24,3 
20  Antiinflamatorios no esteroideos e inhibidores de la ciclooxigenasa 2  0,488  0,36  24,3  48,7  26,8 
21  Naloxona en intoxicaciones opiáceas agudas  0,476  0,24  9,7  75,6  14,6 
22  Nuevos inmunosupresores  0,476  0,22  7,3  80,4  12,2 
23  Diagnóstico y tratamiento del Helicobacter pylori  0,439  0,29  12,2  63,4  24,3 
24  Tratamiento de la hepatitis B  0,439  0,29  12,2  63,4  24,3 
25  Cefalosporinas de tercera generación  0,427  0,30  12,2  60,9  26,8 
26  Fluoroquinolonas  0,354  0,32  9,7  51,2  39,0 
27  Reacción en cadena de la polimerasa  0,341  0,23  0,0  68,2  31,7 
28  Bifosfonatos  0,207  0,24  0,0  41,4  58,5 
29  Antagonistas del calcio  0,183  0,26  2,4  31,7  65,8 
30  Nuevos hipoglucemiantes  0,098  0,20  0,0  19,5  80,4 

DE: desviación estándar; SSRI: antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

a

Valores de respuesta: «mayor efecto negativo» = 1; «ni mayor ni menor» = 0,5; «menor efecto negativo» = 0.

La valoración que realizaron los dos colectivos encuestados (médicos de familia y médicos internistas) fue parecida (coeficiente de correlación [r] = 0,76 entre médicos de familia y médicos internistas en el ranking de puntuaciones medias), y también se detectó que los fármacos anteriores fueron poco valorados y que las tecnologías diagnósticas por la imagen o algunos procedimientos quirúrgicos eran mejor valorados por ambos. Se observaron diferencias en algunas TM, especialmente en las de carácter diagnóstico (r = 0,64) entre médicos de familia y médicos internistas, en comparación con las TM terapéuticas, donde hubo menos discrepancias (r = 0,81) (fig. 1).

Figura 1.

Gráfico de dispersión entre las puntuaciones medias de impacto de las tecnologías médicas (TM) según la especialidad del médicoa.

(0.48MB).

La comparación de los rankingde las puntuaciones obtenidas para cada TM según las características de los encuestados mostró bastante similitud: r > 0,80 en todos los casos excepto para la titularidad del centro (r = 0,68), pero esta variable presentó una alta colinealidad con la especialidad/ámbito de práctica de los encuestados (tabla 4).

Tabla 4.

Comparación de los ranking de las tecnologías médicas evaluadas entre subgrupos (médicos y pacientes)

Subgrupos comparadosCorrelación entre los ranking de las puntuaciones medias de impactoa (IC del 95%) 
Médicos  Especialidad médica   
  Médicos de familia frente a internistas generalistas  0,74 (0,52-0,87) 
  Año de licenciatura médicos   
  Antes de 1981 frente a después (≥ 1981)  0,80 (0,62-0,90) 
Pacientes  Edad media   
  > 65 años frente a ≤ 65  0,77 (0,58-0,89) 
  Nivel de comorbilidad de los pacientes   
  Bajo frente a alto  0,80 (0,61-0,90) 
  Nivel socioeconómico de los pacientes   
  Bajo frente a alto  0,88 (0,76-0,94) 
Centro  Titularidad pública (ICS) frente a otras  0,69 (0,44-0,84) 
a

Coeficiente de correlación de Spearman. IC: intervalo de confianza; ICS: Institut Catala de la Salut.

Según el estadístico de variabilidad, el grado de desacuerdo de los profesionales que contestaron la encuesta mostró un valor de 0,30 (DE = 0,09) sobre 1, que indicaría la variabilidad máxima. Por TM, fueron los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los inhibidores de la ciclooxigenasa 2 los que presentaron un grado mayor de variabilidad (0,52), y el tamoxifeno el menor (0,12). Analizando la variabilidad por las características de los pacientes o los centros donde los encuestados realizan su actividad, no se detectaron diferencias relevantes. Por el contrario, esta variabilidad difería según los años de experiencia, que era mayor entre los médicos licenciados después de 1981 (media, 0,07; DE = 0,03) que entre los licenciados anteriormente (media, 0,31; DE = 0,10), con un valor de p < 0,001 para un contraste de medias no homocedáticas (tabla 5). La variabilidad en las respuestas según otras características de los médicos participantes fue similar.

Tabla 5.

Variabilidad en las respuestas de los médicos sobre el impacto de las tecnologías médicas en global y según el año de licenciatura de los médicos

Tecnología médicaPuntuación de variabilidada
Global  Licenciatura < 1981  Licenciatura ≥ 1981 
Antiinflamatorios no esteroideos e inhibidores de la ciclooxigenasa 2  0,52  0,14  0,53 
Antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI) y antidepresivos no SSRI de última generación  0,47  0,09  0,26 
Hemoglobina glucosilada para el control de la diabetes mellitus  0,45  0,09  0,24 
Fluoroquinolonas  0,41  0,09  0,31 
Cefalosporinas de tercera generación  0,38  0,06  0,26 
Diagnóstico y tratamiento de Helicobacter pylori  0,36  0,11  0,24 
Tratamiento de la hepatitis B  0,36  0,09  0,37 
Derivación aortocoronaria (cirugía de bypass0,35  0,10  0,27 
Estatinas  0,35  0,02  0,25 
Cirugía laparoscópica  0,34  0,06  0,26 
Antagonistas del receptor de la angiotensina II e inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina  0,33  0,04  0,20 
Heparina de bajo peso molecular  0,32  0,07  0,41 
Tratamiento de la hepatitis C  0,31  0,08  0,54 
Resonancia magnética y tomografía computarizada  0,30  0,06  0,41 
Angioplastia de balón y stents  0,30  0,09  0,43 
Mamografía  0,29  0,08  0,37 
Antagonistas del calcio  0,29  0,08  0,41 
Fibrinólisis precoz en el infarto agudo de miocardio  0,26  0,03  0,20 
Diagnóstico y tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana  0,25  0,07  0,26 
Endoscopia gastrointestinal  0,25  0,04  0,26 
Bifosfonatos  0,25  0,04  0,30 
Naloxona en intoxicaciones opiáceas agudas  0,25  0,06  0,26 
Trasplante de médula ósea  0,24  0,06  0,26 
Inhibidores de la bomba de protones e inhibidores H2  0,23  0,03  0,26 
Reacción en cadena de la polimerasa  0,22  0,06  0,37 
Nuevos inmunosupresores  0,20  0,12  0,47 
Ecografía (incluida la ecocardiografía)  0,19  0,02  0,13 
Enzimas cardíacas  0,18  0,11  0,20 
Nuevos hipoglucemiantes  0,16  0,05  0,31 
Tamoxifeno  0,12  0,07  0,26 
Media (DE)  0,30 (0,09)  0,07 (0,03)  0,31 (0,10) 
a

Puntuación de variabilidad = (suma d2) × 4/n, donde des la diferencia entre el valor de cada respuesta individual y la puntuación media de impacto para cada tecnología médica. DE: desviación estándar.

Discusión

Este estudio pone de manifiesto que la percepción del impacto de 30 TM incorporadas en la práctica en los últimos 25 años es variable entre los distintos profesionales, aunque son las tecnologías de diagnóstico por la imagen y las instrumentales (diagnósticas y/o terapéuticas, como la endoscopia y la angioplastia) las que reciben una mejor valoración, superior al de algunas novedosas tecnologías farmacológicas. Las valoraciones no fueron distintas según las características de los encuestados, aunque aparecieron diferencias, especialmente en algunas tecnologías diagnósticas, entre médicos internistas (hospitalarios) y médicos de familia (atención primaria). Sí que se observa una mayor variabilidad en las valoraciones sobre el impacto cuando ésta se comparó según las características individuales de los profesionales, especialmente los años de experiencia, que cuando se comparó según las características del ámbito de práctica asistencial.

Este trabajo permite aproximar, de una manera global aunque subjetiva, el impacto relativo de múltiples TM de reciente introducción en un marco de práctica asistencial que ha de ser considerado real, diverso y no especializado (internistas con práctica en hospitales básicos o comarcales y médicos de atención primaria). Paradójicamente, la tecnología situada en el primer lugar del ranking, tanto en los médicos de familia como en los médicos internistas, es una tecnología de diagnóstico por la imagen: la ecografía en sus distintas modalidades. También Fuchsy Sox10 obtuvieron un resultado parecido, aunque en su caso eran la RM y la TC las que recibían una mayor valoración. Es bien sabido que las tecnologías de diagnóstico por la imagen (extensivo a las de laboratorio) no aportan de por sí una mayor esperanza o calidad de vida, a no ser que la información que se deriva de ellas conduzca a una modificación en el manejo terapéutico del paciente. En nuestro caso, para la ecografía es fácil pensar, dentro de sus múltiples y más comunes campos de aplicación (ginecológica y obstétrica, digestiva, cardíaca), que su difusión mejoró de forma incruenta el abordaje de múltiples enfermedades, sustituyendo a otros procedimientos diagnósticos y exploratorios12,13. Los factores de fascinación, comunes a otras tecnologías por la imagen14, no pueden excluirse. Las siguientes tecnologías más valoradas, como la angioplastia y la endoscopia, no dejan de ser técnicas de imagen instrumentales.

La ventaja relativa que la TM aporta en la práctica habitual del profesional supone también un factor influyente en su incorporación. Así, la multimodalidad de una técnica, como es el caso de distintas técnicas por la imagen, el valor añadido de éstas en distintas enfermedades de alta prevalencia, potencia su difusión más generalizada15. Por tanto, contrariamente a la mayor parte de league tables, que sólo pueden incluir el ranking de intervenciones preventivas y terapéuticas, las aproximaciones como éstas muestran el importante impacto sobre la salud de los pacientes y en la práctica clínica de tecnologías por la imagen, y reafirman el papel clave del proceso diagnóstico que antecede siempre a cualquier intervención terapéutica. Puede interpretarse, pues, que los clínicos valoran más la precisión diagnóstica que aportan las nuevas técnicas por la imagen, incluso por encima de algunos avances terapéuticos de las últimas décadas.

Aunque no se observaron diferencias en las valoraciones por distintos grupos de TM de las distintas in-novaciones en el ámbito cardiológico, 4 de ellas (angioplastia, fibrinólisis, cirugía de bypass coronario y estatinas) están incluidas entra las 10 primeras. Son también estas intervenciones las que han podido cuantificarse mejor en su efecto sobre la supervivencia y su coste-efectividad16,17.

También la notable reducción en la mortalidad como consecuencia de la introducción de las técnicas diagnósticas y terapéuticas (antirretrovirales) del virus de la inmunodeficiencia humana pueden explicar la alta valoración que éstas reciben (quinto lugar en el ranking global), tanto por médicos de familia como por médicos internistas. En el caso de Fuchs y Sox10, estas técnicas ocupan un puesto inferior, aunque en este caso su valoración está estrechamente relacionada con el porcentaje de pacientes que se atienden pertenecientes a Medicaid y con el de ancianos (≥ 65 años).

La mayor parte de las TM ubicadas en la parte inferior del ranking son medicamentos, que destacan por el contraste con relación a su elevado consumo, los AINE y los inhibidores específicos de la ciclooxigenasa 2, las cefalosporinas, las fluoroquinolonas, los bifostonatos, los antagonistas del calcio y los hipoglucemiantes orales. También las cefalosporinas y los bloqueadores del calcio recibían una baja valoración en el trabajo de Fuchs y Sox10.

La valoración de las TM estratificada según las diferentes características de los médicos no mostró diferencias relevantes, a excepción de cuando se compararon los dos colectivos de usuarios participantes (médicos de familia y médicos internistas) con ámbitos asistenciales claramente diferenciados (atención primaria y hospitalaria, respectivamente), sobre todo en las tecnologías diagnósticas. Esto podría explicarse por las especificidades de nicho de práctica clínica (que explicaría la mayor valoración de la mamografía o de la hemoglobina glucosilada por parte de los médicos de familia, y de la ecografía o la endoscopia en el caso de los médicos internistas), por diferencias en su acceso, especialmente en las tecnologías diagnósticas. En el caso de la RM y la TC no surgen diferencias entre colectivos y, en general, en nuestro medio los médicos de familia no tienen trabas en el acceso a estas técnicas por la imagen.

Fuchs y Sox10 llevaron a cabo una encuesta postal a 225 internistas «generalistas» de Estado Unidos. La ordenación de las tecnologías según su puntuación también fue similar entre subgrupos de médicos, y las variaciones en las respuestas estuvieron relacionadas generalmente con la tipología (casemix) de pacientes que atendían los médicos.

Este estudio presenta sus propias limitaciones. En primer lugar, la baja proporción de respuesta (53%), aunque entre ambos grupos de profesionales es muy similar: los respondientes no diferían según las variables disponibles (colectivo, titularidad centro o su área geográfica). En segundo lugar, tras reconocer que es difícil comparar las alternativas para una misma afección, supone una mayor complejidad tener que categorizar tratamientos alternativos para distintos problemas de salud, ya que se tienen que considerar, de forma simultánea, las posibles diferencias en la mortalidad, las complicaciones, los efectos secundarios, el alivio de los síntomas y las mejoras funcionales o en salud percibida. Los resultados de este estudio se basan en las respuestas personales de los médicos según su experiencia asistencial, su ámbito de práctica, la organización y el sistema sanitario determinado. Por tanto, los datos pueden ser reflejo de una práctica clínica distinta entre contextos o médicos. Sin embargo, la correlación entre los ranking de puntuaciones según subgrupos (especialidad, año de licenciatura, características sociodemográficas y de morbilidad de los pacientes) es alta, lo que permite sugerir que estas valoraciones, siendo subjetivas, son ampliamente compartidas (no se observaron diferencias entre los respondientes).

Este estudio, por tanto, no se ha dirigido a conocer y cuantificar la efectividad de una TM determinada, sino a cualificar el beneficio percibido por generalistas (médicos de familia y médicos internistas) y en relación con otras TM ampliamente difundidas en las últimas décadas. Las valoraciones que se puedan obtener por medio de este estudio proporcionan una visión más amplia sobre la importancia o el impacto relativo de las distintas TM en la salud de los pacientes según la percepción particular, aunque compartida, de los médicos.

Agradecimientos

Este estudio ha sido financiado parcialmente por el Instituto de Salud Carlos III (Fondo de Investigación Sanitaria PI021812) y se inscribe dentro de la Red de Investigación en Resultados y Servicios de Salud (G03/2002) de la cual forman parte los investigadores. Los autores quieren agradecer a Victor Fuchs la sugerencia de replicar su trabajo previo en nuestro contexto particular. También queremos agradecer el soporte de Antoni Parada (búsqueda documental), Noel Marsal (gestión bibliográfica) e Ida Carrau (ayuda en el trabajo de campo), así como a todos los médicos que participaron voluntariamente en el estudio contestando los cuestionarios.

Los autores de este artículo pertenecen al Grup de Recerca en Avaluació de Serveis i Resultats en Salut (RAR) reconocido por la Generalitat de Catalunya (2005SGR 00171).

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