El interés por la transparencia sobre la financiación recibida por investigadores para desarrollar sus ideas continúa aumentando1,2. Conocer dicha financiación es esencial, puesto que puede influir en los resultados3,4 o la percepción de los lectores5. A pesar del incremento en investigaciones enfermeras, existe un vacío en la literatura sobre declaración de fuentes de financiación y otros conflictos de intereses en dichas investigaciones.
Por tanto, valoramos los estudios presentados en el Encuentro Internacional de Investigación en Cuidados (Investén) 2014, probablemente el más importante de habla hispana. Utilizando el libro de ponencias como guía (http://goo.gl/B88VdX), descargamos los pósteres de la página web del congreso. Nos pusimos en contacto con los autores sin información explícita, por correo electrónico (si constaba la dirección), durante mayo de 2015, preguntándoles sobre la financiación para el desarrollo de estudios y la asistencia al congreso para su difusión, así como por la procedencia de dicha financiación (p. ej., institucional o industrial) y otros conflictos de intereses. Finalmente, realizamos un análisis descriptivo.
Evaluamos 80 pósteres, de los cuales tres (3,75%) indicaron explícitamente recibir financiación. En 35 de los 77 restantes (45,4%) sin información sobre financiación se incluía dirección de contacto. De estos 35, respondieron 15 (42,8%) a nuestra petición de información: cinco (14,2%) declararon no haber recibido financiación alguna, tres recibieron ayuda económica institucional para ejecutar la investigación y asistir al congreso, uno recibió ayuda institucional para desarrollar el estudio, pero no para asistir al congreso, y seis recibieron ayuda solo para asistir al congreso (cinco institucional y uno mixta industria-institución). En total, junto a los tres estudios iniciales con información explícita, identificamos otros diez estudios financiados a lo largo del proceso investigador.
Así pues, parece que una minoría de pósteres presentados en uno de los congresos de enfermería más relevantes habrían sido financiados. Además, un número significativo no informaba explícitamente sobre dicha financiación, lo que dificulta la evaluación de conflictos de intereses y la credibilidad de los resultados. Lógicamente, estas conclusiones se ven limitadas por la falta de respuesta de un alto número de investigadores.
Seguramente, los autores de pósteres serán menos propensos a recibir financiación para asistir a congresos, quizás por percepciones sobre la calidad o el impacto de tales trabajos. Por otro lado, es probable que las investigaciones sin financiación obtengan resultados menos novedosos, y por tanto se reduzca la probabilidad de resultar en ponencias. La mayoría de los autores recibieron apoyo institucional en lugar de comercial; sin embargo, es preocupante la cantidad de trabajos cuyos gastos de desarrollo y difusión fueron asumidos enteramente por los investigadores.
En definitiva, creemos que disponer de una rúbrica con información mínima imprescindible, tal como exigen un número creciente de congresos y reuniones, mejoraría la calidad en la descripción del diseño y la elaboración de las comunicaciones científicas. Es esencial, además, que las investigaciones enfermeras sean diáfanas sobre conflictos de intereses que pudieran afectar a su validez, independencia o percepción externa. Tal ejercicio de transparencia debería ser asumido por los autores y exigido por los organizadores sin ambages. Por el momento, este no parece ser el caso.
Contribuciones de autoríaTodos los autores han contribuido por igual en la concepción y la redacción del presente manuscrito, y se responsabilizan por igual de su contenido.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesNinguno.