810 - DESIGUALDADES DE SEXO EN EL TIEMPO DE ESPERA PARA LA COLOCACIÓN DE TAVI EN CATALUÑA
Servei Català de la Salut; Hospital Clínic de Barcelona.
Antecedentes/Objetivos: La colocación de válvulas aórticas transcatéter (TAVI) ha aumentado en los últimos años, al igual que la lista de espera para la realización de este procedimiento, lo que puede provocar un empeoramiento de la enfermedad cardíaca durante la espera. Se sabe que las mujeres experimentan tiempos de espera más largos para intervenciones y tratamientos cardíacos, así como más complicaciones. Existen evidencias de que las mujeres también presentan más tiempo de espera para la colocación de la TAVI. El objetivo de este estudio es analizar estas discrepancias por sexo en pacientes con indicación de TAVI en Cataluña.
Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo entre 2018 y 2024, analizando pacientes intervenidos con TAVI en Cataluña. Se recogieron datos clínicos y de la intervención gestionados por CatSalut. Las variables incluyen edad, sexo, comorbilidades y características de la patología aórtica. La variable respuesta es el tiempo entre la visita basal y la intervención. El análisis descriptivo se estratifica por sexo y se realizó un análisis bivariado y multivariado mediante regresión lineal para determinar las relaciones entre las variables. Los análisis estadísticos se realizaron con R Studio.
Resultados: Los resultados obtenidos muestran que las mujeres presentan una mediana de días entre la visita basal y la intervención de la TAVI significativamente más alta que los hombres, con una diferencia de tres días. Aun así, al ajustar por las variables significativas, parece que el sexo no determina de forma directa el tiempo de espera, sino que está condicionado por factores como la edad y la fracción de eyección, con los hombres presentando más características de riesgo.
Conclusiones/Recomendaciones: Aunque mediado por otras variables, los resultados sugieren que las mujeres tienen tiempos de espera más largos para la colocación de la TAVI que los hombres. Esto va en línea con la evidencia que documenta tiempos de espera más prolongados en mujeres para diversas cirugías cardiovasculares. Esto puede afectar la funcionalidad cardíaca y aumentar el malestar emocional, especialmente en las mujeres. Aunque parece que la priorización en la intervención está determinada por comorbilidades, no se puede descartar que los criterios de gravedad se hayan determinado siguiendo una medicina androgénica o que los roles de género, la educación y la ocupación laboral también favorezcan a los hombres en la priorización. Además, este hecho se enmarca dentro de desigualdades sistémicas más amplias que reflejan un peor estado de salud y un peor acceso a la salud para las mujeres. En este contexto, es crucial seguir investigando las desigualdades de acceso y resultados en salud desde una perspectiva de género para mejorar la atención equitativa y adaptada a las necesidades de cada individuo.