Antecedentes/Objetivos: El liderazgo es clave para que un proyecto se convierta en una realidad. Inspirado en enfoques como el liderazgo transformacional y las organizaciones que aprenden (Senge, 1990), el proyecto Hospital Saludable se basa en una propuesta de liderazgo compartido, promoviendo la implicación activa de los trabajadores desde su diseño. El objetivo es evitar que el proyecto quede al margen de las prioridades organizativas, integrándolo como una política de personas impulsada desde dentro. Además, busca fomentar estilos de vida saludables entre los profesionales, articulando el cuidado de uno mismo como base del cuidado a los demás.

Métodos: Se diseñó una estrategia de liderazgo compartido articulada en cinco fases: 1) propuesta y validación en la Comisión de Humanización, con elección de líderes motor; 2) diseño e implementación de acciones personalizadas de promoción de la salud; 3) reclutamiento de líderes de actividad; 4) constitución de un Comité de Seguimiento; y 5) visibilización y empoderamiento de los líderes. Se utilizó el "Banco de Tiempo" como herramienta para medir el compromiso: se registraron horas de dedicación voluntaria al proyecto fuera del horario laboral como indicador de implicación y satisfacción.

Resultados: Durante el primer año y medio, se registraron 365 horas de dedicación voluntaria. Ocho profesionales de distintos estamentos ejercen el rol de líderes de actividad, acumulando 278 horas en 2024. Además, otros 20 profesionales participantes han aportado 87 horas adicionales ese mismo año. Esta implicación evidencia un alto nivel de compromiso, cimentado en una cultura colaborativa que fomenta tanto la corresponsabilidad como el bienestar profesional.

Conclusiones/Recomendaciones: El liderazgo compartido ha demostrado ser una estrategia eficaz para movilizar a los profesionales en torno a un objetivo común: cuidarse para cuidar. Se han identificado tres factores clave para el éxito del proyecto: 1) el valor compartido del autocuidado como base del proyecto, 2) el apoyo social como recurso emocional, y 3) la voz, entendida como la capacidad de participación activa e informada. La suma de 365 horas de dedicación voluntaria equivale a dos meses y medio de trabajo, una muestra tangible de que el liderazgo distribuido favorece la sostenibilidad del proyecto y promueve estilos de vida saludables dentro del entorno hospitalario.