Jueves, 18 de octubre
11:00 horas. Sala 1
Moderadora: Montserrat García Gómez
142 MORTALIDAD POR ACCIDENTE DE TRABAJO SEGÚN LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES NOVENA REVISIÓN (CIE-9)
G. Pérez1, F.G. Benavides2, J. Martínez3, J.M. Martínez2, R. Gispert1, M. Baselga4, J. Benach2, S. Moncada5 y P. Molina1
1Servei d'Informació i Estudis. Departament de Sanitat i Seguretat Social; 2Unitat de Recerca en Salut Laboral, Universitat Pompeu Fabra; 3Centre de Seguretat i Condicions de Salut en el Treball. Departament de Treball; 4Institut d'Estudis de la Salut, Departament de Sanitat; 5Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, CCOO.
Introducción: En la CIE-9 no existe ningún código específico para las muertes por accidente de trabajo. Existen algunos códigos que podrían estar relacionados con los accidentes de trabajo (pe. caídas de nivel, accidente por maquinaria, electrocución) aunque sin información complementaria no se puede asegurar el origen laboral de todas ellas. Como consecuencia no se pueden utilizar las estadísticas de causa de muerte para establecer indicadores poblacionales de mortalidad por accidentes de trabajo.
Los objetivos de este estudio fueron 1) identificar los códigos de la CIE-9 que codifican las defunciones ocurridas por accidente de trabajo y 2) proponer códigos específicos de la CIE-9 que permitan identificar las muertes por accidente de trabajo en las estadísticas de mortalidad.
Sujetos y métodos: Los accidentes de trabajo mortales y los graves que fallecieron durante el año posterior al accidente (excluidos los initinere, en ambos casos) declarados mediante el parte de accidente de trabajo en Cataluña entre 1994 y 1998 se conectaron con los datos del Registro de Mortalidad de Cataluña, procedentes del boletín estadístico de defunción. Así, se identificó la causa básica de muerte según la CIE-9 de estos accidentes de trabajo mortales.
Resultados: Las muertes debidas a accidentes de trabajo ocurridas en Cataluña en el periodo entre 1994 y 1998 fueron 768 lo que representa un 1% de todas las muertes. Las causas más frecuentes fueron las electrocuciones, los accidentes de tráfico, las caídas accidentales y la cardiopatía isquémica. El 50% de todas las muertes , entre 16 y 69 años, producidas por maquinaria (E919)y por electrocución (E925) eran debidas a accidentes de trabajo así como el 31,6% de los accidentes por explosiones(E916-E918, E920), el 23% de las caídas de nivel (E880, E8885-E888) y el 20% de accidentes por irradiaciones (E921-E924, E926-E929). Cabe destacar que el 6% de las muertes por accidente de tráfico y el 3% de las muertes por cardiopatía isquémica (410-414) fueron de origen laboral.
Conclusiones: Un sistema de información sanitaria en salud laboral (SIS-SALA) debe incorporar algunos códigos de causas externas de la CIE-9 que están relacionados con la mortalidad por accidentes de trabajo. Sin embargo, esto no parece suficiente para establecer indicadores poblacionales de mortalidad por accidente de trabajo. Para ello, sería necesario la inclusión de una casilla especifica en el boletín estadístico de defunción y documentos complementarios, similar a la utilizada para los accidentes de tráfico que discriminara estas muertes del resto.
143 MORTALIDAD POR CÁNCER DE PULMÓN EN UNA COHORTE DE PLOMISTAS DE UNA COMPAÑÍA DE GAS EN ESPAÑA
F. Fernández, P. Bruna y M. Kogevinas
Instituto Municipal de Investigación Médica, Barcelona. Unitat de Recerca Respiratòria i Ambiental, Institut Municipal d'Investigació Mèdica.
Antecedentes y objetivos: Se ha descrito un exceso de riesgo de cáncer de pulmón y mesotelioma en varios países entre los plomistas (trabajadores que colocan, soldan y reparan tuberías), atribuido a su exposición a amianto. Los plomistas de una empresa española de gas formalizaron una queja al Departament de Treball de Cataluña en 1997 respecto a sus condiciones de trabajo. El informe del Departament propuso, entre otras medidas, realizar un estudio epidemiológico. Este estudio se realizó para evaluar el posible incremento de la mortalidad por cáncer de pulmón entre los plomistas de esta empresa, y las exposiciones asociadas a dicho riesgo.
Metodología: La cohorte estudiada incluye todos los 44 plomistas varones que hubieran trabajado durante al menos 1 año entre 1964 y 1999, realizando actividades de instalación y reparación de tuberías de gas. Los plomistas, su cargo y fechas de trabajo como plomista, se identificaron de los registros de la empresa y mediante entrevistas personales con los trabajadores. Inicialmente, la causa de muerte fue identificada mediante contacto con la familia y posteriormente verificada mediante registros hospitalarios. Se registraron los hábitos tabáquicos de los trabajadores actuales, los cuales también proporcionaron información sobre el hábito de los trabajadores que habían dejado la compañía. Se calcularon las personas-año a riesgo para cada trabajador a partir del año de contratación hasta su muerte o fin del periodo de seguimiento (31 de diciembre de 1999). Los análisis estadísticos se realizaron con los programas STATA 6.0 y PAMCOMP. La Razón de Mortalidad Estandarizada (RME) se calculó utilizando los registros de mortalidad de Cataluña del mismo periodo y estratos etáreos. Se utilizó el método de Axelson para estimar indirectamente el efecto confusor potencial del tabaco.
Resultados: Los plomistas de esta empresa estuvieron expuestos a varios agentes tóxicos: amianto (un 10% los tubos eran de fibrocemento), breas, hidrocarburos policiclicos aromáticos, polietileno, humos de soldadura, benzeno y otros. Se identificó un exceso de mortalidad para todos los tipos de cáncer, con una RME de 2,0 (4 muertes, intervalo de confianza de 95% = 0,5-5,0), y para cáncer de pulmón, con una RME de 4,8 (3 muertes, IC95% = 1,0-14). El riesgo de cáncer de pulmón incrementó con la latencia con una RME de 6,8 (IC95% = 1,4-19,8) para más de 20 años desde la primera exposición. El riesgo era mayor en trabajadores con larga duración de empleo con una RME de 6,7 (IC95%=1,3-19,4) para los plomistas con más de 10 años de exposición. El efecto confusor del tabaco podría explicar menos del 20% del riesgo del cáncer del pulmón observado.
Conclusiones: A pesar que el poder estadístico era limitado, se identificó un aumento estadísticamente significativo de la mortalidad por cáncer de pulmón entre los plomistas, incrementado con la latencia y duración de empleo. Los plomistas de esta empresa están expuestos a múltiples agentes químicos, pero su exposición al amianto es la causa más probable del incremento del riesgo de cáncer de pulmón, ya que no se tomaban medidas de protección en el manejo de los tubos de fibrocemento.
144 INVESTIGACIÓN SEROLÓGICA DE BRUCELOSIS EN LOS TRABAJADORES DE UNA PLANTA DE TRATAMIENTO DE RESIDUOS BIOSANITARIOS
B. López Hernández; D. Almagro Nievas y M.J. Cabrera Castillo
Distrito Sanitario Atención Primaria. Granada.
Antecedentes-objetivos: La gestión avanzada de residuos biosanitarios introduce una mejora en el control del riesgo que suponen estos residuos para la Salud Pública, pero dicha actividad es un riesgo profesional escasamente descrito en la literatura científica. Se detecta una agrupación de casos de brucelosis entre los trabajadores de una planta de tratamiento de residuos biosanitarios infecciosos. Se pretende conocer si existe un riesgo de contagio de brucelas en la empresa y su relación con los puestos de trabajo.
Métodos: Estudio descriptivo transversal. Se estudian 24 trabajadores, la totalidad de la plantilla de la planta de tratamiento en el momento que se inicia la investigación. Se realiza encuesta confidencial sobre datos individuales, laborales y familiares. Se realizan las siguientes pruebas analíticas: Rosa de bengala (RB), Aglutinaciones (SAT) y Test de Coombs (TC). Se considera que un trabajador ha tenido contacto con brucellas si TC 3 1/40. Para el análisis bivariante se utiliza el test X2 para variables cualitativas y test no paramétricos para variables cuantitativas.
Resultados: 100% varones de edad comprendida entre 21 y 50 años(media de edad: 31,4). El 41,7% viven en zona urbana. La antigüedad media en la empresa es de 40,03 meses. En 7 trabajadores se documentó un diagnóstico anterior de brucelosis (29,16%), en 11 se encontró un TC positivo (45,8%). El análisis bivariante muestra asociación (p = 0,004) entre el puesto de operario de proceso y TC positivo, así como una prevalencia relativa, respecto a otros puestos, de 7,14 IC95% (1,08-47,22). Los trabajadores con TC positivo han estado por término medio más tiempo en el puesto de proceso que aquellos con serología negativa (p = 0,001).
Conclusiones: La seroprevalencia de brucelosis en la empresa gestora de residuos biosanitarios es más elevada de la encontrada en poblaciones rurales asintomáticas1. El puesto operario de proceso está asociado al contacto con la brucella sp.
Bibliografía
1. Subirats Bayego E, Vila Ballester L, Vila Subirana T, Margalef Mir N. Seroprevalencia de la brucelosis en La Cerdanya. Med Clin (Barc) 1995; 105: 38.
145 ACTITUDES DE LOS TRABAJADORES EN PREVENCION DE RIESGOS LABORALES
P. Boix y A.M. García
Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS); Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universitat de València.
Objetivos: Evaluar las percepciones y actitudes de trabajadores de la cerámica en relación con la prevención de riesgos laborales mediante la utilización de un cuestionario específico.
Métodos: La población de referencia estaba formada por los trabajadores de producción del sector de azulejos, pavimentos y baldosas cerámicas de la provincia de Castellón. Los trabajadores encuestados se seleccionaron aleatoriamente a la salida de los centros de trabajo y de manera proporcional a la distribución de la población de referencia por género y tamaño de la empresa. Las entrevistas se realizaron personalmente por encuestadores profesionales. El cuestionario utilizado contenía un total de 36 preguntas divididas en tres apartados (percepción del clima preventivo en la empresa, actitudes y comportamientos de los trabajadores en relación con los riesgos laborales y percepción de riesgos laborales), además de la información sobre tamaño de la empresa, sección de trabajo, tipo de contrato, categoría profesional, años de experiencia, edad, género, nivel de estudios, cargas familiares y nacionalidad. El clima preventivo en la empresa se valoraba sobre una escala de 0 (totalmente en desacuerdo) a 10 (totalmente de acuerdo con la expresión "En general, la seguridad y la salud de los trabajadores en mi empresa están suficientemente protegidas").
Resultados: En total se entrevistó a 734 trabajadores, 696 hombres y 38 mujeres. La mayoría (46%) procedían de empresas entre 50 y 200 trabajadores. Aproximadamente un tercio de los trabajadores tenía entre 31 y 40 años. La puntuación global del clima de percepción percibido por los trabajadores fue elevada (media = 6,8, DE = 2,2). En general, los elementos determinantes de dicho clima preventivo (grado de implicación de directivos y encargados, existencia de normas, disponibilidad de equipos de protección, inversión en mejoras de las condiciones de trabajo), estaban mejor puntuados en las empresas más grandes, por los mandos y por los hombres, no apreciándose diferencias consistentes en relación con el resto de variables. Las mujeres, los trabajadores más jóvenes, los de menor tiempo de experiencia y los temporales se implicaban con menor frecuencia en acciones relacionadas con comportamientos seguros (advertir a los compañeros de peligros, notificar anomalías, solicitar equipos de protección, proponer mejoras de prevención al encargado, solicitar información). El 86% de los trabajadores afirmaba cumplir las normas de seguridad, siendo las principales razones señaladas el convencimiento personal de su conveniencia (90%) y la obligatoriedad de las mismas (49%). Un 26% de los trabajadores, sin embargo, reconoce arriesgarse en la realización de su trabajo. Si comparamos los trabajadores que percibían el clima preventivo en su empresa como positivo (>= 5) con los que lo perciben como negativo (<5), estos últimos tienen un riesgo significativamente mayor de realizar su trabajo de manera arriesgada (ORcruda = 2,69; IC95% 1,52-4,81).
Conclusiones: Los trabajadores estudiados en general puntúan favorablemente las condiciones de seguridad y salud en sus empresas, aunque se aprecian menores puntuaciones en las empresas más pequeñas y en determinados colectivos (mujeres). Los comportamientos de los trabajadores en relación con la prevención parecen estar determinados en gran medida por la política y gestión de la prevención en la empresa. La percepción del clima preventivo en la empresa influye significativamente sobre el comportamiento de los trabajadores en materia de seguridad en el trabajo.
146 CANSANCIO EMOCIONAL (BURNOUT) Y CONDICIONES DE TRABAJO EN PERSONAL FACULTATIVO HOSPITALARIO
V. Escribà-Agüir , S. Pérez-Hoyos y D. Bordonaba
Escuela Valenciana de Estudios para la Salud (EVES). Generalitat Valenciana.
Objetivo: Analizar la relación existente entre la organización del trabajo, factores socio-profesionales y el cansancio emocional (burnout) en personal facultativo hospitalario
Método: Se trata de un estudio transversal de ámbito nacional. La recogida de la información se ha realizado por medio de un cuestionario auto-contestado enviado por correo postal. Se ha incluido una muestra de 989 facultativos especialistas en Oncología, Medicina Intensiva, Traumatología, Medicina Interna y Radiología que trabajaban a nivel hospitalario. La variable respuesta es el cansancio emocional (MBI), valorado utilizando la escala validada en el Estado español de Maslach y Jackson. Las variables explicativas son una escala de estresores laborales (Graham et al) y características socio-profesionales (género, edad, vida en pareja, hijos a cargo, personas dependientes a cargo, acontecimientos vitales, tipo de especialidad, categoría profesional, y antigüedad profesional). Se valoró la pertinencia del modelo de MBI utilizando un análisis factorial confirmatorio para las tres dimensiones del MBI cansancio emocional (CE), despersonalización (DP) y logros personales (LP). Se utilizó un análisis factorial para confirmar las dimensiones de la escala de estresores laborales de Graham. Se categorizaron las tres dimensiones del MBI en alto y bajo a partir de los valores obtenidos en un análisis cluster unidimensional, cotejando con los valores propuestos por los autores. Se efectuó un análisis descriptivo y una regresión logística utilizando las categorías de MBI como variables respuesta.
Resultados: Aproximadamente el porcentaje de representantes en la muestra de cada categoría de especialistas fue el mismo. Al efectuar el análisis confirmatorio para la escala de MBI se observó una coincidencia con la validación echa de las escala de Maslach y Jackson. La escala de estresores se dividió en cuatro factores correspondientes a la demandas laborales y efectos en la vida doméstica(DLV), al control y organización del trabajo(COT), a la relación con los pacientes(RP) y al manejo de responsabilidades(MR) representando un 54.5% de la varianza de las variables de condiciones de trabajo. Al utilizar el análisis cluster para ver los puntos de corte del indicador MBI se observó que coincidían básicamente con los propuestos por los autores. Al analizar las diferencias por grupos de especialistas se encontró que los traumatólogos y los oncólogos tenían unos niveles inferiores de CE. Al efectuar el análisis de regresión logística controlando por el resto de variables únicamente los factores de la escala de estresores mostraron relación en el sentido de un mayor OR para mayores niveles de DLV y peores condiciones de COT y menor OR para un mayor nivel MR. No se encontró asociación para las dimensiones de despersonalización y logros personales.
Conclusiones: Los principales factores explicativos del cansancio emocional están relacionados con los estresores laborales. No se aprecian diferencias según género y especialidad médica.
Trabajo Financiado parcialmente con una ayuda del FIS 99/0704.
147 ESTADO DE SALUD DEL PERSONAL DE LIMPIEZA
I. Cortès, J. Fusté, L. Artazcoz, A. Sánchez y M. Brotons
Institut Municipal de Salut Pública, Barcelona; Àrea Sanitària. Servei Català de la Salut.
Antecedentes y objetivo: Uno de los factores fundamentales que explican las desigualdades en salud es la ocupación, que además de posicionar socialmente a los individuos determina la exposición a factores de riesgo laboral. El personal de limpieza es un colectivo numeroso, con muchos problemas de salud pero muy poco estudiado. El objetivo de este estudio es analizar las diferencias en el estado de salud del personal de la limpieza de Catalunya en relación a otras ocupaciones.
Métodos: La población de estudio fueron las 2.016 mujeres ocupadas de 16 a 65 años de edad entrevistadas en la Encuesta de Salud de Catalunya de 1994 (aunque inicialmente el estudio incluyó toda la población ocupada, acabó restringiéndose al colectivo femenino por los pocos hombres -17- que había en el grupo de limpieza). La ocupación se recogió en ocho categorías según la Clasificación Nacional de Ocupaciones de 1979: los grandes grupos a un dígito, de los que se desagregó del grupo 5 el personal de limpieza (224 mujeres), distinguiendo el que realiza la limpieza de edificios y similares de los que la realizan en domicilios particulares (grupos 552 y 540, 92 y 132 personas, respectivamente). Las variables para medir el estado de salud fueron cuatro generales -salud percibida, dolor y restricción de la actividad laboral y extralaboral- y diez trastornos crónicos -ansiedad (AN), artrosis (AR), asma (AS), alergias (AL), bronquitis (B), diabetes (D), hipertensión arterial (H), molestias urinarias (U), problemas de corazón (C) y varices(V)-. Se calcularon odds ratio (OR) para cada indicador de salud (con intervalos de confianza -IC- al 95%) utilizando modelos de regresión logística ajustados por edad, donde el grupo de referencia fueron las profesionales.
Resultados: La proporción de mujeres limpiadoras con mal estado de salud fue de un 33,4%, con dolor moderado o mucho dolor un 37%, y con restricción de la actividad tanto laboral como no laboral, del 17%. La situación más desfavorable se identificó en las mujeres que realizan la limpieza de edificios: al tomar como grupo de referencia las mujeres profesionales, las OR para estos cuatro indicadores de salud fueron las siguientes: 5,1 (IC = 2,9-8,7), 3,0 (IC = 1,8-4,8), 4,5 (IC = 2,3-8,9) y 3,2 (IC = 1,7-5,9).
En cuanto a los trastornos crónicos específicos, las proporciones para todo el grupo de limpieza fueron las siguientes: AN = 15,4%, AR = 37,7%, AS = 7,6%, AL = 18,1%, B = 5,4%, D = 3,8%, H = 14,6%, U = 6%, C = 4,4%, V = 34,2%, siendo todos más frecuentes en este grupo que en el de profesionales y destacando también en la mitad de ellos las OR de las mujeres que realizan la limpieza de edificios: AR = 2,4 (IC = 1,4-4,0), D = 3,6 (IC = 1,1-12,0), U = 7,8 (IC = 2,2-27,0), C = 11,3 (IC = 2,5-51,9) y V = 4,7 (IC = 2,8-7,9).
Conclusiones: El estado de salud de las mujeres que ocupan puestos de limpieza es peor que el de otros grupos ocupacionales. La mayor frecuencia de determinados trastornos apuntan a probables exposiciones laborales relacionadas con éstos. El peor estado de salud de las mujeres que realizan la limpieza de edificios y similares, identificado para la mayoría de indicadores utilizados, podría relacionarse con peores condiciones de trabajo, algunas posiblemente relacionadas con la organización de éste.