Jueves, 18 de octubre
11:00 horas. Sala 1
Moderadora:
María José Medrano Albero
148 RELACIÓN DOSIS-RESPUESTA ENTRE PRESIÓN ARTERIAL Y MORTALIDAD EN EL ESTUDIO DE SEGUIMIENTO DEL "NATIONAL HEALTH AND NUTRITION EXAMINATION SURVEY II"
R. Pastor-Barriuso, J.R. Banegas, J. Damián* y E. Guallar
Centro Nacional de Epidemiología, *Instituto de Salud Carlos III; Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad Autónoma de Madrid; Departamento de Epidemiología, Universidad Johns Hopkins.
Antecedentes: La existencia de un aumento continuo del riesgo de mortalidad a lo largo del rango completo de valores de la presión arterial (PA) es objeto de reciente debate. El propósito del presente trabajo es comprobar la posible existencia de umbrales u otros efectos no lineales de la PA sistólica y diastólica sobre el riesgo de mortalidad total y cardiovascular mediante la utilización de modelos no paramétricos y métodos de estimación de puntos de cambio en el estudio de mortalidad del "National Health and Nutrition Examination Survey" (NHANES) II.
Métodos: El NHANES II es una encuesta con examen físico y analítica de sangre realizada entre 1976 y 1980 a una muestra representativa de la población de EE.UU. En este trabajo se analizan los datos del seguimiento de mortalidad realizado a 7.824 participantes de 35-74 años libres de enfermedad cardiovascular. Los casos de muerte se determinaron mediante búsquedas en dos registros nacionales de mortalidad. El seguimiento se completó a finales de 1992 (promedio 14,4 años), identificándose 1.582 muertes (581 por enfermedad cardiovascular) sobre un total de 103.322 personas-año. Como valor de PA se utilizó la media, corregida por errores de medida y "regression dilution bias", de las 3 determinaciones realizadas en el examen físico en condiciones estándar. La relación dosis-respuesta de la PA sistólica y diastólica con el riesgo de mortalidad total y cardiovascular se analizó usando regresión de Cox (análisis categóricos y tests de tendencia), regresión no paramétrica (curvas suavizadas de PA con probabilidad de muerte) y modelos segmentados (estimación de umbrales y cambios de tendencia). Los análisis se realizaron por grupos de edad (< 65 y ≥ 65 años) y sexo, ajustando por raza, estudios, uso de antihipertensivos, diabetes, índice de masa corporal, colesterol total y tabaco.
Resultados: En los 2 primeros años de seguimiento se observó un patrón en U de la mortalidad total, más marcada para PA sistólica. Sin embargo, el riesgo a largo plazo de mortalidad total y cardiovascular, excluyendo los dos primeros años, presentó un aumento gradual y significativo (P tendencia < 0,001) por grupos de PA sistólica y diastólica. Así, los riesgos relativos de mortalidad total entre categorías extremas de PA sistólica (≥160 vs. < 120 mmHg) y diastólica (≥ 100 vs. < 80 mmHg) fueron 1,71 (IC95% 1,39(2,09) y 1,38 (IC95% 1,09(1,73), respectivamente. Por grupos de edad y sexo, las curvas no paramétricas reflejaron en general un incremento lineal del riesgo con el aumento de la PA. Se detectaron puntos de cambio marginalmente significativos en hombres ≥ 65 años, con una meseta o saturación del riesgo de mortalidad a partir de 160 mmHg de PA sistólica, y en mujeres ≥ 65 años, con una relación en J entre mortalidad total y PA diastólica, con el punto de mínimo riesgo en 78,5 mmHg.
Conclusiones: Aparte de las mencionadas excepciones, los resultados de este estudio son consistentes con la hipótesis de un incremento lineal homogéneo del riesgo a largo plazo de mortalidad total y cardiovascular al aumentar la PA. En consecuencia, estos resultados son coherentes con las recomendaciones actuales de la Organización Mundial de la Salud sobre los beneficios de una PA en niveles óptimos (< 120/80 mmHg).
149 PAPEL PROTECTOR DEL ACEITE DE OLIVA FRENTE A UN PRIMER EPISODIO DE INFARTO DE MIOCARDIO (ESTUDIO DE CASOS Y CONTROLES EN ESPAÑA)
E. Fernández-Jarne, E. Martínez-Losa, M. Prado-Santamaría, C. Brugarolas-Brufau, M. Serrano-Martínez y M.A. Martínez-González
Unidad de Epidemiología y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Navarra; Departamento de Cardiología, Clínica Universitaria de Navarra; Servicios Navarros de Atención Primaria.
Antecedentes: El aceite de oliva es la principal fuente de lípidos en la dieta de la mayor parte de los países del área mediterránea, países en los que los índices de mortalidad e incidencia de la enfermedad coronaria son los más bajos de Europa. Aunque diversos estudios ecológicos, así como muchas razones fisiopatológicas apoyan la hipótesis de que una alta ingesta de aceite de oliva podría prevenir la enfermedad coronaria cardíaca, no existe todavía una firme evidencia epidemiológica directa.
Métodos: Se realizó un estudio de casos y controles en los tres grandes hospitales de Pamplona con 171 pacientes (81% varones, edad < 80 años) que sufrieron su primer infarto agudo de miocardio y 171 controles emparejados por edad, sexo y hospital (ingresados en cirugía, traumatología o urología). Se utilizó un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de consumo previamente validado (1) en España (ampliado a 136 items) para establecer las exposiciones dietéticas previas. El mismo médico que realizó las entrevistas personales cara a cara a cada paciente, las realizó a su control emparejado. Posteriormente se utilizó un modelo de regresión logística condicional para ajustar por potenciales factores de confusión dietéticos y no dietéticos.
Resultados: Se encontró una asociación inversa de gran magnitud, con una tendencia lineal estadísticamente significativa, entre el consumo de aceite de oliva y el riesgo de infarto de miocardio. La exposición al quintil superior de consumo de aceite de oliva ajustado por energía (ingesta media 52,2 g/día) se asoció a una reduccion relativa del 79% en el riesgo de padecer un primer episodio de infarto de miocardio (OR = 0,210; IC 95%: 0,062-0,712) después de ajustar por factores de confusión dietéticos y no dietéticos.
Conclusiones: Estos datos apoyan la hipótesis de que un aumento en el consumo de aceite de oliva, sobre todo si la ingesta de energía se mantiene constante, puede ser una medida efectiva para reducir el riesgo de enfermedad coronaria.
(1) Martin-Moreno JM, Boyle P, Gorgojo L et al. Development and validation of a food frequency questionnaire in Spain. Int J Epidemiol 1993; 22: 512-519.
150 PROPORCIÓN DE PACIENTES CON UN PRIMER IAM SIN FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR. SU RELACIÓN CON LA LETALIDAD A 28 DIAS. ESTUDIO IBERICA
J. Marrugat, I. Hurtado de Saracho, I. Rohlfs, V. García, J. Hervada, S. Carretero, J. Contreras, E. Bermejo, H. Vanaclocha por los investigadores del IBERICA
Unidad de Lípidos y Epidemiología Cardiovascular, IMIM. Barcelona.
Existe una proporción de pacientes que presentan un infarto agudo de miocardio (IAM) y no tienen entre sus antecedentes ningún factor de riesgo cardiovascular clásico conocido. No se conoce si estos pacientes tienen un peor pronóstico.
Objetivo: Determinar la proporción de pacientes que presentan un primer IAM y no tienen factores de riesgo cardiovascular clásicos conocidos; y, valorar si este grupo de pacientes tiene un peor pronóstico que el resto.
Métodos: Durante el período 1996-1998 se registraron todos los casos sospechosos de IAM que llegan a los centros hospitalarios de las 8 áreas participantes en el estudio IBERICA (A Coruña, Castilla-Mancha, Girona, Mallorca, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia). Los casos se detectaron a partir del registro activo de los pacientes ingresados en las Unidades Coronarias, los listados de altas hospitalarias y el transporte sanitario medicalizado. Se recogió mediante anamnesis o revisión de historia clínica la presencia de antecedentes de factores de riesgo clásicos (dislipemia, consumo de tabaco, hipertensión y diabetes). Se determinó el estado vital a los 28 días.
Resultados: Se han registrado 7.908 primeros IAM. La prevalencia de factores de riesgo fue la siguiente: 37,9 dislipemia, 47,0% fumadores, 44,7% hipertensos y 26,9% diabéticos. El 12,0% de los pacientes no referían antecedentes de factores de riesgo conocidos (IC95% = 11,2-12,7%). La letalidad a 28 días fue del 14,0% en los pacientes sin y del 11,1% en los pacientes con factores de riesgo (P = 0,01). Se utilizó la regresión logística para ajustar por las variables confusoras identificadas (edad, género, localización anterior del IAM y trombolisis). El riesgo relativo de morir a los 28 días en los pacientes con factores de riesgo fue 1,04 (IC95% = 0,83-1,31).
Conclusiones: El 12% de los pacientes que presentan un primer IAM no refiere antecedentes de factores de riesgo cardiovascular conocidos. La letalidad a 28 días en este grupo de pacientes no es superior a la de los pacientes con factores de riesgo conocidos.
151 TABACO Y LETALIDAD A 28 DIAS DEL INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO. ESTUDIO IBERICA
R. Elosua, M.J. Tormo, C. Martínez, C. Moreno, O. Zurriaga, C. Audicana, E. Bermejo, J. Gutierrez, P. Rigueiro por los investigadores del estudio IBERICA
Unidad de Lípidos y Epidemiología Cardiovascular, IMIM.
El consumo de tabaco es un factor de riesgo cardiovascular establecido. Sin embargo, los pacientes con un IAM hospitalizados y fumadores parecen tener una menor letalidad a 28 días. Esta menor letalidad hospitalaria puede estar asociada con una mayor letalidad pre-hospitalaria.
Objetivo: Determinar si la letalidad hospitalaria y poblacional del IAM es diferente en fumadores y no fumadores; y si el tabaco se asocia con una mayor letalidad pre-hospitalaria.
Métodos: Durante el período 1996-1998 se registraron e investigaron todos los casos sospechosos de IAM que se produjeron en las 8 áreas participantes en el estudio IBERICA (A Coruña, Castilla-Mancha, Girona, Mallorca, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia). Los casos se detectaron a partir del registro activo de los pacientes ingresados en las Unidades Coronarias, los listados de altas hospitalarias, el transporte sanitario medicalizado, la revisión de los boletines estadísticos de defunción y el registro de necropsias. Siguiendo la metodología MONICA los casos se clasificaron como IAM seguro, posible, caso no clasificable y no IAM. Para el análisis se incluyen todos los casos seguros, los posibles mortales y los no clasificables mortales. Se consideró fumador a aquellos casos que fumaban en el momento de presenter el IAM o que eran ex-fumadores de menos de 1 año.
Resultados: Se han registrado 12.760 casos de IAM, de ellos 9.794 recibieron asistencia hospitalaria. En los IAM hospitalarios, el 44,1% eran fumadores, su letalidad fue del 8,7%, mientras que en los no fumadores fue del 18,4% (P < 0,01). El RR de morir a 28 días asociado con fumar, y ajustado por variables confusoras mediante regresión logística, fue 0,75 (IC95% = 0,64-0,89).
En los IAM recogidos a nivel poblacional (en el 11,5% de casos se desconocía si el paciente fumaba o no), el 43% de los casos eran fumadores. El consumo de tabaco también se asoció con una menor letalidad a 28 días, RR = 0,74 (0,66-0,83), ajustando por variables confusoras.
Al seleccionar los IAM mortales, el consumo de tabaco no se asoció con un mayor riesgo de morir fuera del hospital. Los fumadores no presentaron un mayor riesgo de morir fuera del hospital, RR = 1,03 (IC95%= 0,85-1,26)
Conclusiones: El consumo de tabaco es muy prevalente en los pacientes con IAM, se asocia con una menor letalidad del IAM a 28 días tanto a nivel hospitalario como a nivel poblacional y no se asocia con un mayor riesgo de morir fuera del hospital.