Un elemento fundamental dentro de nuestro sistema sanitario es garantizar una mayor participación de la población en las decisiones de asistencia sanitaria. Para que esta participación sea genuina y eficaz, es necesario establecer procesos de información y comunicación adecuados. Esta información es más necesaria aún en aquellas actividades –como son los programas de cribado– donde es preciso garantizar un balance adecuado entre beneficios y riesgos1–4.
Siguiendo estas premisas y las recomendaciones que la Unión Europea establece sobre la participación en las actividades sanitarias de cribado, en nuestra comunidad, en el año 2010, un grupo de profesionales relacionados con el tema y representantes de colectivos de mujeres elaboraron materiales de información (guía y folletos) sobre El cáncer de cuello de útero y su prevención. Con esta información se pretende fomentar la autonomía de las mujeres, garantizar su derecho a la información y ayudarlas en la toma de decisiones informadas5–7.
En los años 2011 y 2012 se realizó, a través de correo postal, la difusión personalizada de los folletos informativos a tres cohortes de la población diana que se consideraron «clave»: mujeres que en dicho periodo cumplían 25 años (edad de inicio del cribado), mujeres que cumplían 35 años (a modo de recordatorio) y mujeres que cumplían 65 años (edad de finalización del cribado).
En 2012, aprovechando que en la carta que presentaba el folleto se ofertaba un teléfono informativo, se consideró interesante hacer una valoración sobre diferentes aspectos en aquellas mujeres que llamaran solicitando información. Se elaboró un cuestionario específico con los siguientes objetivos: 1) valorar la percepción/satisfacción de las mujeres en relación con el programa, conocer la idoneidad de los materiales, la comprensión de sus contenidos y su utilidad para la toma de decisiones, y 2) investigar la realización de citologías en las mujeres demandantes de información y su adecuación a las recomendaciones vigentes en nuestra Comunidad. Se realizaron 21.127 envíos postales, de los que fueron devueltos 714, y se recogió información de 281 llamadas recibidas en los 6 meses siguientes. Los principales resultados se describen en la tabla 1.
Principales resultados de la encuesta telefónica a 281 mujeres
Motivo de la llamada | El 51% de las mujeres recababan información sobre dónde debían acudir para la realización de la citología. El 30% de las llamadas fueron para consultas personales |
Edad | El grupo de mujeres que más información demandó fue el de 65 años de edad (47%), y el que menos fue el de 25 años (22%) |
Localización de las llamadas | El 83% de las llamadas fueron de mujeres de las zonas centrales de Asturias (Oviedo, Avilés y Gijón) |
Realización de citologías | El 63% de las mujeres refieren realizar citologíasSegún la edad: a más edad aumenta la prevalencia (lo esperado). El 73,3% de las mujeres de 65 años de edad refiere realizarse citologías periódicamenteSegún lugar de realización: 43% en atención especializada, 28% en atención primaria y 28% en consulta privadaEdad y cribado adecuado: sólo el 36,5% de las mujeres refieren realizarse citologías con la periodicidad adecuada. Existe, en general, una mala adecuación a las recomendaciones vigentes en nuestra Comunidad, que mejora con la edadLugar de realización y cribado adecuado: existe, en general, una mala adecuación a las recomendaciones vigentes en nuestra Comunidad, que mejora en atención especializada |
Información previa sobre el cáncer de cuello de útero y su prevención | El 76% de las mujeres nunca habían recibido información sobre la prevención del cáncer de cuello de útero |
Valoración de la información recibida y ayuda para la toma de decisiones | El 70% de las mujeres se encuentran satisfechas con la información recibida y al 68% les ayuda en la toma de decisiones |
Algunas conclusiones de esta evaluación de las llamadas recibidas son las siguientes: aunque la evaluación tiene limitaciones metodológicas evidentes (cuestionario no validado, evaluación sólo de llamadas de mujeres con claro sesgo de selección…), es un buen ejemplo de cómo desde un programa que trabaja en condiciones reales se puede, y es necesario, realizar una aproximación evaluativa. Teniendo en cuenta el porcentaje de mujeres que declaraban no haber recibido información previa sobre la prevención de cáncer de cuello de útero, así como el elevado número que no se realiza citologías con una periodicidad adecuada, parece necesario reforzar la información a las mujeres sobre los beneficios y riesgos de los programas de detección precoz4,6,7. Probablemente es necesario realizar intervenciones educativas más intensas y multicanal, y no sólo con folletos informativos como se está haciendo hasta ahora. Es preciso reflexionar sobre qué características deben tener los programas de cribado en los servicios centrales para garantizar una correcta calidad, evaluación y competencias en información a la ciudadanía. Sería muy pertinente desarrollar estudios de investigación-acción participativa, similares a los que ya se están desarrollando en otros programas, para comprender y mejorar la información que está llegando a ciertos sectores poblacionales.
FinanciaciónNo se ha recibido ninguna financiación para la redacción de este documento.
Contribuciones de autoríaM.R. Hernández ha participado en el desarrollo de la idea principal de la investigación, en el diseño, la recolección de la información y el análisis y la interpretación de los datos. M. Prieto ha participado en el desarrollo de la idea y en el análisis y la interpretación. R. Cofiño ha participado en la idea de investigación y en la interpretación de los datos. Los tres autores han participado en la escritura del texto original y en las revisiones posteriores. Los tres autores han aprobado la versión final del documento.
Conflicto de interesesLos tres autores trabajan en el Sistema Público de Salud en una Dirección General de Salud Pública desde donde se planifican, coordinan y evalúan programas de detección precoz de cáncer.