Sr. Director
El anonimato en la revisión de artículos científicos es una cuestión recurrente, al menos en la correspondencia entre el equipo editorial de Gaceta Sanitaria y algunos de sus revisores. Conviene hacer pública esta discusión, pues de lo que se trata es de aumentar la transparencia en la decisión de aceptar o rechazar un manuscrito, cuestión que atañe sobre todo a los autores y lectores de Gaceta Sanitaria, más que a los revisores y al equipo editorial. Seguramente por ello el director de la revista nos ha invitado a presentar esta carta, para animar al «mundo» de Gaceta Sanitaria al debate.
La escasa base científica de la práctica de este anonimato, las razones a su favor o en su contra, y las alternativas al secreto son sobradamente conocidas. La mera consulta a la wikipedia permite obtener una clara visión de conjunto. Algunos revisores hemos solicitado repetida y vanamente que nuestras evaluaciones vayan firmadas, una solicitud que desarbola los argumentos sobre la mayor disponibilidad y la libertad de los revisores enmascarados. Ante solicitud tan clara y descarada, se arguye que en la aceptación o rechazo de los manuscritos lo central es el trabajo de los integrantes del equipo editorial, para los cuales los informes de los revisores son sólo una pieza en el proceso de decisión. Se trata de una peculiar interpretación de la «revisión por pares», ante la que sorprende que sigamos llamando «revistas sometidas a revisión por pares» a las que aceptan o rechazan un manuscrito según el buen criterio del equipo editorial, que puede seleccionar a su antojo los juicios de los revisores que justifican su decisión. incluso si aceptáramos tal conducta, se puede apreciar el valor añadido que supone dar a conocer a los autores —y si es posible a los lectores, ahora que tenemos medios electrónicos— la integridad de los informes que conducen a la decisión final, lo que incluye la identidad de los revisores que quieran ser identificados. También se argumenta la mayor libertad para hacer críticas y sugerencias a los manuscritos cuando se cuenta con el anonimato. De ser cierto, cabría dudar de la solidez de las revisiones que precisan ser anónimas para ser valiosas.
Queremos dejar claro que nuestro interés por firmar las revisiones no procede de unas insatisfechas necesidades expresivas, sino que forma parte de la preocupación que guía a todos los que desinteresadamente contribuimos al proceso editorial de Gaceta Sanitaria, la mejora de la calidad de la revista y de los trabajos que en ella se publican. Reconocemos que el cumplimiento de dichos objetivo debe mucho a las decisiones de su equipo editorial, y creemos que razonablemente mejorará con mayores dosis de transparencia.