Este libro nos describe una experiencia de participación comunitaria para la salud en el barrio Los Patriotas de la ciudad colombiana de Tunja, a partir de la recopilación y el análisis colectivo de los saberes tradicionales y populares de un grupo de adultas mayores sobre los alimentos, las comidas y sus comensalidades. Toma la forma de un atractivo foto-libro, que incorpora imágenes de los activos de alimentación en el barrio; relatos de las vecinas sobre su vida cotidiana; sabrosas recetas, dichos y canciones populares de su patrimonio cultural; junto con análisis y datos sobre la situación de la inseguridad alimentaria en Colombia.
Como dice su autora, la psicóloga salubrista y comunitaria Ángela María Guerra Cordero, profesora de salud comunitaria y atención primaria en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Tunja, Boyacá), este trabajo busca describir y compartir los aprendizajes emergentes de esta experiencia comunitaria cuyo desarrollo tuvo lugar entre julio y diciembre de 2019 en dicho barrio popular. Durante este proceso, a partir de didácticas como la plástica, la fotografía y el baile, un grupo de mujeres se encontraron y dialogaron semanalmente desde sus propias experiencias de vida relacionadas con la alimentación. El análisis de los resultados se presentó a modo de foto-relatos, conforme a las categorías emergentes de sus narrativas.
El libro se estructura en ocho capítulos. En el primero, Barrio, alimentación y vida cotidiana, se describen los múltiples conocimientos, saberes y prácticas tradicionales de cuidados relacionados con la alimentación. En el segundo, Los Fotorelatos, se expone el proceso creativo desarrollado a partir de los encuentros en los que se rememoran sus propias experiencias de vida y los cambios que han experimentado en los últimos años en su sistema alimentario. En el tercero, La transformación de los sistemas alimentarios y su impacto en las (in) equidades en salud, la autora aporta estadísticas, imágenes y mapas que dan cuenta del proceso de transición nutricional y epidemiológica que está detrás del hambre en Boyacá. En el cuarto, Determinación social de la alimentación (y de la salud): ¿qué comen las comunidades urbanas populares y por qué?, se vuelve a la realidad cotidiana concreta del barrio, analizando los recursos disponibles para la alimentación (plaza del mercado, venta ambulante, tiendas del barrio, huertos de autoconsumo, etc.). En el quinto, La comensalidad: vínculos y cuidados alrededor de los alimentos y la cocina, se define «comensalidad» como ese conjunto de relaciones sociales múltiples y variadas que se tejen alrededor de la comida. El sexto está dedicado a La cultura material de la alimentación («tiesticos, canastos y cucharas» y «musiquitas de la culinaria y del encuentro»). Y en el último, Las autonomías que persisten alrededor del alimento, se identifican las formas de resistencia cotidiana frente a la inseguridad alimentaria.
El foto-libro concluye reivindicando los potenciales del proceso y de la metodología seguidos, en términos de salud comunitaria, definición de políticas desde abajo y potencial académico-formativo, aprovechado por varios colectivos de la universidad (estudiantes de medicina, residentes de medicina familiar, etc.) que han dedicado entusiastamente sus tardes de los viernes a apoyar el proceso comunitario en el barrio y aprender de este un nuevo enfoque de su profesión.
Uno de los principales valores de esta investigación es haber sido capaz de combinar sabiamente diferentes metodologías de salud comunitaria: mapeos de activos en salud, paseos saludables, foto-voz, arte y salud, huertos comunitarios, mapas de alimentación saludable, investigación de narrativas, mapas de deseos, grupos de empoderamiento de mujeres, etc., junto con una revisión de los datos disponibles en encuestas y trabajos académicos. Quien quiera tener una perspectiva más académica de esta metodología puede obtenerla en un artículo publicado recientemente en esta revista (Guerra A, Rodríguez NE, Virguez O. Iniciativas de autonomía alimentaria como escenarios para la acción comunitaria en salud basada en activos. Gac Sanit. 2023;37:102317).
Sin embargo, el principal aporte de este libro, a mi entender, es demostrar el ¡Sí, se puede! de la salud comunitaria, aportando además un imaginario concreto de lo que significa la aplicación de este polisémico término. Es decir, que en condiciones aparentemente imposibles para el trabajo comunitario, al estar lamentablemente muy alejado de las prioridades institucionales, corporativas y académicas vigentes en el campo de la salud (tanto en España como en Colombia), se puede ser capaz de impulsar procesos comunitarios participativos a contracorriente, aprovechando las «grietas» institucionales que se abren en un momento dado y que posibilitan oportunidades de autonomía de acción; siempre y cuando se tengan las ideas claras de lo que es la salud comunitaria y para qué sirve, y se maneje una caja de herramientas adecuadas para la investigación y la acción comunitarias, como fue el caso de la profesora Ángela Guerra Cordero y sus aliados en Tunja.
El foto-libro está accesible de forma gratuita en el blog Salud pública y otras dudas (https://saludpublicayotrasdudas.files.wordpress.com/2023/10/fotorelatos-para-la-acs-alimentacion-comidas-y-comensalidades-angela-guerra.pdf).
Contribuciones de autoríaJ. Segura del Pozo es el único autor de la recensión.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesNinguno.