Identificar las desigualdades de género en salud en la sociedad sigue siendo una prioridad para las ciencias de la salud en su esfuerzo por proporcionar a los gobiernos información que oriente el diseño de políticas con sensibilidad de género. Este es el propósito de las obras que se describen en esta recensión bibliográfica, dos recursos de enorme interés para profesionales, científicas y científicos de diferentes disciplinas, autoridades políticas y, en definitiva, para la sociedad en su conjunto, ya que ofrecen un catálogo de indicadores útiles e innovadores para visibilizar las desigualdades entre mujeres y hombres en diferentes contextos, así como una panorámica completa de las desigualdades de género en Andalucía cuyo interés trasciende el ámbito geográfico.
La sólida trayectoria profesional e investigadora en el estudio de las desigualdades de género del equipo que compone la autoría, liderado desde la Escuela Andaluza de Salud Pública, queda de manifiesto en el conjunto del trabajo. El marco conceptual comienza con un abordaje significativo de la equidad de género como un compromiso social y político, y continúa con un recorrido por las principales iniciativas internacionales que han impulsado indicadores para medir desigualdades de género utilizados luego globalmente por instituciones públicas y privadas. En coherencia con este planteamiento, el género se analiza como una construcción social, como categoría de valores, prácticas y comportamientos que condicionan la exposición a factores de riesgo para la salud de mujeres y hombres, y como una forma de orden social de lo que se considera socialmente femenino y masculino que influye en la organización de todos los sistemas sociales, incluyendo el sistema de salud.
Para el propósito del trabajo, los indicadores de género se presentan como instrumentos útiles y dinámicos hacia la obtención de información que permita identificar los cambios que se producen en la posición social y en las condiciones de vida de mujeres y hombres a lo largo del tiempo; una representación de la realidad que considera la complejidad de la interacción de otros factores, como la posición socioeconómica, la pertenencia a un grupo étnico, el territorio donde se habita o la edad, con el género. En España, la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de hombres y mujeres insta a generar información y estadísticas con perspectiva de género que orienten las políticas para que actúen de manera efectiva con un enfoque de equidad.
El proyecto que ha permitido generar estos recursos ha abarcado dos etapas de trabajo: en la primera se realizó el listado de indicadores para medir las desigualdades de género y salud y sus determinantes, aportando las fuentes de los datos disponibles; en la segunda etapa se representan los indicadores seleccionados en los ámbitos municipal y provincial donde se observan las necesidades que aún persisten para alcanzar la equidad de género en cada área. Toda la información generada puede consultarse de manera interactiva en el portal web http://desigualdadesdegeneroensalud.org/.
La guía de indicadores se elaboró mediante la consulta a un grupo de 12 expertos utilizando como metodología la técnica Delphi. Mediante un cuestionario construido a partir de un conjunto de dimensiones adecuadas para medir las desigualdades de género en salud y sus determinantes, se obtuvo información sobre propuestas de indicadores. Tras esta primera vuelta se procedió a la depuración y el análisis de la información, y se obtuvo un listado de indicadores precisos que posteriormente fueron priorizados según su nivel de sensibilidad, aportando además las fuentes objetivas disponibles.
En los documentos puede consultarse un magnífico esquema que presenta la estructura de dimensiones sensibles al género en salud y que sitúa los indicadores priorizados, así como su nivel de sensibilidad y disponibilidad de fuentes, en diferentes dimensiones como aquellas que responden a determinantes estructurales, intermedios, y de empoderamiento y toma de decisiones. Respecto al abordaje de la salud, se señalan la mortalidad y la morbilidad, la discapacidad y la calidad de vida, entre otras dimensiones, todas pertinentes. De forma complementaria, el atlas se desarrolló mediante un diseño ecológico de la Comunidad Autónoma de Andalucía, y el excelente diseño de los mapas permite captar a primera vista la brecha de género existente en la región andaluza a partir de un grupo de indicadores del esquema antes descrito.
En conclusión, el equipo de investigación de este proyecto ofrece una herramienta de enorme valor científico y social, a ser tomada en consideración para el análisis de políticas con el objetivo de avanzar hacia la equidad de género en salud. Sería deseable que esta iniciativa tuviera impacto y fuera replicada en otras comunidades autónomas para el desarrollo de un mapa nacional que permita observar la brecha de género. Con gratitud y reconocimiento, los y las que trabajamos en el ámbito de las desigualdades de género acogemos este magnífico trabajo, que debe ser valorado no solo por la calidad y la relevancia de su contenido, sino también por la cuidada estética de los volúmenes que invita a primera vista a sumergirse en su lectura.
FinanciaciónNinguna.
Declaraciones de autoríaD. Gil González es la única autora de esta recensión.
Conflicto de interesesNinguno.
Agradezco a Sergio Latorre Arteaga y Carmen Vives Cases la revisión del texto y sus sugerencias para mejorarlo.