Se revisa el proceso seguido por la propuesta de regulación del alcohol en España planteada desde el Ministerio de Sanidad y Consumo en 2006, y abandonada unos meses después tras dominar las posiciones adversas el debate político y mediático. Se analizan los antecedentes de la regulación, los componentes de la propuesta, el proceso y los actores que intervinieron, valorando los factores que han contribuido a este desenlace. Se realiza también una comparación con la trayectoria de la iniciativa de regulación del tabaco planteada en 2005 y que resultó en una ley reguladora de impacto muy favorable en la salud pública. Se aprecia que los actores interesados en fomentar el consumo de alcohol y contrarios a toda regulación tienen una interlocución política privilegiada en la esfera institucional, que puede generar resistencias poderosas. Pese a que las propuestas de regulación les afectarían sólo marginalmente, los sectores viticultores y bodegueros han sido las fuerzas más visibles en contra de la regulación y con mayor eco político y social. Por otra parte, los mensajes manipulados sobre el efecto beneficioso del consumo han servido para nutrir el argumentario opuesto a la regulación. La falta de consenso mediático y político contrasta en este caso con la experiencia de regulación del tabaco, donde se había alcanzado antes un cierto consenso político transversal, y la labor del movimiento de prevención había incrementado los mensajes preventivos en los medios, consiguiendo una formulación del problema en términos apropiados para su regulación. Los sectores interesados en ampliar las políticas públicas preventivas del daño que causa el alcohol precisan una mayor cohesión y organización para avanzar. Las organizaciones profesionales de salud pública pueden hacer importantes contribuciones en este campo.
The present article reviews the proposal for alcohol regulation made in Spain in 2006 by the Ministry of Health and Consumer Affairs and dropped a few months later as adverse positions took over the debate in the political arena and the media. The background to these regulations, as well as their components, the process, and the actors involved are analyzed, and the factors leading to this outcome are discussed. A comparison is made with the tobacco regulation initiative in 2005, which resulted in a regulatory law with a highly favorable impact on public health. The actors interested in promoting alcohol consumption and opposed to any regulation have a privileged institutional presence, generating powerful resistance.
Although these regulatory proposals would have marginal impacts on their trade, wine growers and wineries have been the most visible forces against regulation and have had the greatest political and media impact. Equally, manipulated messages on the health benefits of alcohol use have fed arguments against regulation. The lack of political and media consensus in this case stands in contrast with the tobacco regulation process, in which a certain political consensus had previously been reached and the smoking prevention movement had permeated the media with preventive messages, framing the issue in terms favorable for regulation. To gain ground, the sectors interested in expanding public policies for the prevention of the harm caused by alcohol need greater cohesion and organization. Professional public health organizations can substantially contribute to this field.