"La paz es un prerequisito para la salud y la violencia un asunto de salud pública"
La salud es un recurso social e individual que precisa de inversiones específicas y que a su vez produce beneficios económicos y sociales. La cuestión fundamental es identificar en qué y cómo se debería invertir para actuar sobre las causas principales de la salud y de la enfermedad de una manera creíble y efectiva, con principios éticos y de equidad.
Cuando decimos inversiones en salud no nos referimos sólo, ni principalmente, al uso de capital monetario, sino a tener en cuenta el amplio espectro de recursos existentes en la sociedad personas, grupos comunitarios, organizaciones públicas y privadas, legislación, estructuras y el medio ambiente, entre otros-. Invertir en capital social supone establecer alianzas, tomar decisiones, elegir entre opciones. Estas acciones están guiadas por intereses y orientadas a conseguir beneficios -económicos o de salud, particulares o sociales, individuales o globales-.
Basta, conociendo cuales son los determinantes de la salud, echar una mirada al mundo en el que vivimos, para comprender que priorizar las inversiones para salud no es una tarea fácil. A pesar de que existen pruebas suficientes de que la pobreza, la violencia y el deterioro del medio ambiente perjudican la salud de las personas, ¿Qué inversiones se han realizado en la creación de puestos de trabajo dignos y seguros que permitan a hombres y mujeres una vida productiva saludable? ¿Hasta que punto los peligros de la contaminación ambiental o la seguridad alimentaria han guiado las decisiones de las empresas y los gobiernos frente a los intereses económicos? ¿Qué papel están jugando las personas y las organizaciones sanitarias en la defensa de la salud de las poblaciones? ¿Qué iniciativas se están planteando para conseguir la paz y el bienestar de las personas de todos los países, culturas, religiones y etnias?
En los últimos años se viene hablando de globalización, pero fundamentalmente de la económica. Más recientemente, los movimientos anti-globalización han ocupado un espacio creciente en los medios de comunicación mostrando su preocupación por el impacto negativo del proceso en el bienestar de la mayoría de las personas que viven en ese mundo globalizado, de la mayoría que no lo gobierna. Pero ha tenido que suceder una desgracia de grandes dimensiones en EEUU para que, bajo los efectos del miedo, los ojos vean y los oídos escuchen la otra realidad de la globalización.
La globalización del miedo ha tenido consecuencias no sólo en la economía, sino fundamentalmente en la salud física, mental y social de la población mundial. Las personas afectadas no son sólo las estadounidenses y las afganas, sino todas, las ricas y las pobres, las musulmanas, las cristianas y las judías.
Por primera vez se está produciendo una reacción enérgica de las organizaciones profesionales de Salud Pública, en algunas revistas científicas se escriben editoriales y artículos y se organizan actos para buscar respuestas más allá de la medicina ante las catástrofes. La Salud Pública está planteándose su lugar en la globalización y cómo promover la salud a través de la paz o la paz a través de la salud. ¿Qué inversiones para la salud pueden servir para mitigar la violencia? ¿Cómo afectan estas consideraciones a las políticas y la práctica de la Salud Pública y de la Promoción de la Salud? ¿Qué se puede hacer para sensibilizar y formar en estos temas a las personas implicadas en las políticas y en la práctica de la salud?
En este IX Congreso de SESPAS hemos querido crear un espacio que favorezca el debate y la generación de conocimiento sobre las inversiones orientadas a la ganancia en salud. Quisiéramos así facilitar su práctica a las personas y grupos implicados en las políticas locales, nacionales e internacionales y a profesionales de la salud y de los medios de comunicación.
Los Comités Organizador y Científico han trabajado duramente con este ánimo, con el apoyo de la Junta Directiva de SESPAS, que nos hizo el encargo. Este Congreso no sería posible sin la colaboración de todas las personas que participarán en los plenarios, talleres y sesiones de comunicaciones, y de todas las que asistan, a todas ellas gracias por el interés. Debemos también agradecer su apoyo a todos los patrocinadores, y especialmente al Gobierno de Aragón por acoger y hacer posible el Congreso.
Con todos ellos compartimos la ilusión de contribuir a la "globalización" de la salud y del desarrollo sostenible, haciéndolos realidad tanto en el ámbito local como en el global. Somos conscientes de que son objetivos ambiciosos, pero como dice el Premio Nobel egipcio Naguib Mahfuz: "Si algo tan inimaginable ha ocurrido en Estados Unidos, también nuestros sueños pueden hacerse realidad, no solo las pesadillas".
Concha Colomer Revuelta
Presidenta del Comité Científico