Nuestros sistemas de información (SI) de salud pública y de los servicios de salud han mejorado, pero están fragmentados por áreas de interés y han evolucionado de forma independiente. Su formato, estructura e integridad y la calidad de los datos son heterogéneos, como los programas, plataformas y bases de datos que los sustentan. Las innovaciones introducidas abordan SI aislados y parten lastradas por modelos, registros, herramientas y funcionalidades obsoletos, y por una demanda inercial de información. La transferencia de competencias, realizada sin acuerdos sobre mínimos, ha mermado la cohesión de los SI, lo cual, junto con la ausencia de espacios para compartir experiencias en la informatización, nos debilita ante la oferta de aplicaciones informáticas inmaduras.
La integración debe gobernar la evolución de los SI. Hemos de redefinir sus objetivos (estratégicos y operativos), revisar los datos y la información disponibles, establecer la identificación única de personas y pacientes, ordenar y homogeneizar las variables, los indicadores, las prestaciones y los servicios, y redefinir los cuadros de mandos mediante una nomenclatura única, así como unificar como fuentes de información primarias las historias clínicas, las bases de datos administrativas y las de actividad de servicios y de salud pública. Debe redefinirse la recogida, la mecanización, el registro y la explotación de datos, y su depuración y mantenimiento periódicos, con independencia de su ámbito. Urge alcanzar un compromiso nacional sobre las funcionalidades mínimas que debe reunir cualquier SI, que respete su naturaleza técnica y asuma su gestión autonómica.
Spanish public health and health services information systems (HIS) have improved, but are still fragmented by areas of interest and have evolved independently from one another. Their format, structure, integrity and data quality vary widely, as do the programs, platforms and databases that support them. The latest innovations focus on isolated HIS and are hampered by obsolete models, tools, functionalities, and the inertial demand of information. Transfer of responsibilities without minimal agreements on HIS has eroded their national cohesion and, along with the absence of exchanges on experiences of computerization on a national basis, has weakened us, given the supply of immature computer applications.
The evolution of HIS must be governed by integration. We have to redefine their strategic and operational objectives, review existing data and information, and determine the single identification of specific persons and patients. Variables, indicators, services and control panels should be reviewed and systematized through a single shared nomenclature. Personal health records and administrative and clinical registries should become the primary sources of health information data. Data collection, mechanization, registration and exploitation, and their quality control and maintenance, should be redefined regardless of setting. A national agreement is urgently required on the minimal functionalities of HIS, while respecting their technical nature and management by autonomous governments.