Sra. directora:
La malaria es uno de los problemas de salud a escala mundial más devastadores. Según la Organización Mundial de la Salud1, en 2010 se produjeron unos 216 millones de casos de paludismo. Investigación, prevención, control e incremento de la cobertura de las poblaciones en riesgo han resultado factores clave para que estas cifras disten mucho de las que se producían hace años.
Si bien actualmente puede tratarse con cierta eficacia, el cambio de patrón en esta enfermedad y el desarrollo de cierta resistencia a los medicamentos dificulta mucho la investigación. Aunque insuficiente, la financiación internacional ha posibilitado muchos de los avances en esta lucha. Sin embargo, el panorama financiero actual no es muy alentador y prevé recortes en esta materia. Nuestro propósito, con las siguientes líneas, es poner de manifiesto que el crowdsourcing puede contribuir de forma efectiva en la investigación y la lucha contra esta enfermedad, máxime en tiempos de crisis y de recortes en presupuestos de investigación.
Con Internet, la sociedad ha descubierto la posibilidad de desarrollar proyectos colaborativos a gran escala basados en la participación de gran número de organizaciones o individuos que trabajan conjuntamente, pero de manera descentralizada, y esto constituye un creciente semillero de innovación. Tal forma de trabajo y colaboración (crowdsourcing) nos muestra lo obsoletos que nuestros modelos de investigación pueden estar quedando, puesto que es posible que millones de personas de cualquier parte del mundo aporten sus conocimientos e investigaciones de forma rápida y asincrónica, y además a libre disposición de la sociedad.
Ejemplo de ello es el caso de World Community Grid (WCG). Se trata de un proyecto sin ánimo de lucro que tiene por objetivo apoyar proyectos científicos de investigación en beneficio de la humanidad. El proyecto se inició en 2004 con el fin de acelerar el descubrimiento de una cura para la viruela, en particular si reapareciera como consecuencia de acciones bioterroristas. El enfoque de crowdsourcing permitió a los investigadores examinar el efecto de 35 millones de compuestos farmacológicos, y finalmente seleccionar 44 de especial interés terapéutico2. A partir de ese momento, WCG extendió sus objetivos a otros ámbitos, como por ejemplo el virus de la inmunodeficiencia humana, y se han encontrado dos prometedores inhibidores para avanzar en el tratamiento del sida. Igualmente, WCG tiene activo, desde noviembre de 2011, el proyecto GO Fight Against Malaria3, cuyo objetivo es descubrir compuestos farmacológicos que sean efectivos contra las formas más resistentes de la malaria. De nuevo, el objetivo es probar millones de compuestos para seleccionar candidatos a desactivar una serie de proteínas que permiten al parásito de la malaria sobrevivir y reproducirse. Esta forma de trabajo podría reducir a 1 año el trabajo que, por medios tradicionales, llevaría más de 100 años4. El proyecto GO Fight Against Malaria es sólo un ejemplo de las potencialidades que nos ofrece el crowdsourcing, como metodología de éxito probado en otros campos, para tratar de buscar solución a ésta y otras enfermedades. Valga esta carta como reflexión.
Contribución de autoríaEl texto es fruto de la reflexión basada en la experiencia investigadora de ambos autores.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.