El objetivo de este trabajo es presentar la evolución de la política y los servicios de salud pública relativos a los animales de compañía en la ciudad de Barcelona de 1983 a 2001. Partiendo de una actividad centrada en la custodia y la eutanasia de los animales sin dueño de Barcelona, y ofertando también servicios al resto de la provincia, se formula un Plan de Animales de Compañía para la ciudad y se reorienta la actividad, centrándola en los límites estrictos del municipio y el estímulo de la adopción. Se busca la participación de profesionales y entidades proteccionistas, se remodelan las instalaciones, se fomenta la tenencia responsable de animales, se crean colonias urbanas controladas de gatos y se estimulan las adopciones, redefiniendo la actividad con una mayor orientación al cliente. La evolución de la actividad desde 1998 refleja una notable disminución en el volumen de animales custodiados, así como en la proporción de los sacrificados. Esta disminución puede reflejar una mejora en el problema de los animales abandonados. Estos cambios se han traducido en una modificación positiva de las relaciones con los medios de comunicación y las entidades proteccionistas.
This article aims to present changes in public health policy and services related to pet dogs and cats in the city of Barcelona from 1983 to 2001. Initially the center's activity was limited to the custody and euthanasia of stray animals, serving not only the city but also the rest of the province. With the formulation of a city Plan for Pet Animals, the activities were redirected, concentrating on services within the city limits and stimulating adoption. Participation of both professional and humane organizations was sought, premises were renovated, responsible ownership of animals was promoted, controlled urban colonies of cats were established, and adoptions become the cornerstone of policy, centering the activity of the shelter toward its clients. Changes in the shelter's activity since 1998 reflects a clear decrease in the number of animals retained, as well as in the proportion subjected to euthanasia. This decrease may reflect an improvement in the problem of stray animals. These developments have also resulted in a positive change in the relationship with the media and animal welfare organizations.