BROTE DE GASTROENTERITIS ORIGINADO POR EL CONSUMO DE AGUA DE SUMINISTRO PÚBLICO CALIFICADA SANITARIAMENTE COMO POTABLE
P. Godoy*, C. Borull, J. Torres, M. Palà, P. Bach, G. Mirada
Facultad de Medicina. Universidad de Lleida. Sección de Epidemiología.
Delegación Territorial del Departamento de Sanidad y Seguridad Social de Lleida.
C/ Vall d''Aneu, 45; 25199 Lleida; Tel 973 701600; Fax 973 246562; e-mail: godoy@slle.scs.es
Antecedentes y objetivos: La calificación de potabilidad del agua de suministro público induce a descartar el posible origen hídrico de los brotes de gastroenteritis. El objetivo del estudio es presentar la investigación epidemiológica, ambiental y microbiológica de un brote de gastroenteritis originado por agua de suministro público calificada como potable.
Métodos: El día 18/2/1998, a partir de la notificación de un posible brote de gastroenteritis que afectaba a 32 clientes de los dos principales hoteles del municipio de Baqueira (Valle de Arán) se diseñó un estudio epidemiológico de prevalencia. A partir de la lista nominal de clientes de los dos hoteles y de dos empresas de apartamentos se eligió mediante un muestreo sistemático al 12,8% (87/680) de personas hospedadas en los hoteles y a 62 personas alojadas en diferentes apartamentos.
Mediante entrevista personal se recogió información sobre 4 factores (consumo de agua de la red, agua de las pista de esquí, bocadillos en las cafeterías de las pistas y alimentos en los restaurantes de las pistas), la presencia de sintomatología clínica y la fecha de inicio de síntomas. Se inspeccionó el sistema de suministro de agua, se determinó la existencia de cloro residual y se tomaron diferentes muestras de agua de la red y se realizó un coprocultivo a 4 enfermos identificados en la encuesta. Se calculó la prevalencia de personas afectadas, la proporción de síntomas y su distribución temporal. La posible implicación de cada factor se determinó con la odds ratio de prevalencia (ORp) y su intervalo de confianza (IC) del 95%.
Resultados: En el estudio de prevalencia, la proporción global de enfermos fue del 51,0% (76/149). La proporción de afectados en los dos hoteles (45,4% y 38,9%) y en los dos núcleos de apartamentos (67,6% y 60,7%) fue similar y las diferencias no fueron estadísticamente significativas. La mayoría de los casos (86,9%) aparecieron entre el 16/2 y el 18/2 y la proporción de síntomas fue: fiebre 27,0% (20/74), diarrea 87,5% (63/72), náusea 50,7% (38/75), vómitos 30,3% (23/76), dolor abdominal 80,0% (60/75). El único factor que presentó un riesgo estadísticamente significativo fue el consumo de agua de la red (ORp = 26,1; IC 95% 3,5-539,1). El consumo de bocadillos (ORp = 0,5 IC 95% 0,2-1,0), alimentos (ORp = 0,6 IC 95% 0,2-1,1) y agua en las pistas de esquí (ORp = 1,0 IC 95% 0,4-2,5) no presentaron un riesgo estadísticamente significativo. La calificación sanitaria del agua fue de potabilidad. Se observó un defecto de situación del clorador en el deposito, el cual se corrigió. Asimismo, se recomendó incrementar aún más los niveles de cloro lo cual se acompañó de una disminución de los casos. Los coprocultivos de los 4 enfermos fueron negativos para los patógenos investigados. Conclusiones: A pesar de la falta de confirmación microbiológica, el análisis epidemiológico implicó al agua de la red de consumo como el factor responsable del brote. El estudio evidencia la posibilidad de presentación de brotes hídricos por agua cualificada como potable, tal como han puesto de manifiesto otros estudios (1), y sugiere la necesidad de profundizar en la investigación epidemiológica y microbiológica en este tipo de brotes.
(1) Furtado C y cols. Outbreaks of waterbone infectious intestinal disease in England and Wales, 1992-1995. Epidemiol infect 1998; 121: 109-119.