He leído con interés la carta de Benavides y Comino1 en la que argumentan y defienden un aumento de los costes por procesamiento del artículo (APC, article processing charges) a cargo de las personas autoras en Gaceta Sanitaria. Mi opinión es que los actuales APC moderados (o ausentes, en el caso de determinados tipos de artículos) son un atractivo para publicar en esta revista. Es muy posible que ante un incremento de los APC cambie también el perfil de los trabajos que se publican.
A efectos de valorar mínimamente (y de manera parcial) ese potencial impacto, he revisado en los artículos de pago publicados en 2021 en Gaceta Sanitariala financiación declarada y el perfil de los trabajos no financiados. De los 79 artículos de pago publicados, 26 (33%) declaraban no disponer de ninguna fuente de financiación. Esta situación afectaba menos a los originales (21%, 11 de los 53 publicados en 2021), pero llegaba a dos tercios de los originales breves (2 de 3), al 100% de las notas metodológicas (3 de 3), a algo más de la mitad de los artículos especiales (7 de 13) y al 43% de las revisiones (3 de 7). De los 26 artículos sin financiación, la primera persona firmante (50% mujeres) era de fuera de España en 6 (23%) trabajos (Brasil, Chile y Colombia). En tres procedía del área de enfermería, y en seis de áreas no sanitarias (trabajo social, sociología, derecho, filosofía y matemáticas). Cuatro de los artículos sin financiación habían recibido más de 10.000 visitas online (un original, un original breve, un artículo especial y una nota metodológica), y tres (un original breve y dos notas metodológicas) contaban ya con cinco o más citas en Web of Science (visitas y citas consultadas el 21 de diciembre de 2021).
En general, los APC favorecen o no suponen un problema para los investigadores y grupos de investigación bien establecidos. De hecho, se ha descrito una correlación positiva entre las citas y el factor de impacto de las revistas y sus costes de APC2; una estrategia más, sin duda, de la industria de la publicación científica. La barrera que pueden suponer unos APC excesivos para la publicación de investigación desde países con ingresos bajos o medios3 es bien reconocida, pero también pueden afectarse otros colectivos en los países con más ingresos; por ejemplo, estudiantes en formación, profesionales de áreas con escasez de recursos para la investigación (como atención primaria o enfermería) y de ámbitos no sanitarios en los que los APC son habitualmente menores (como ciencias sociales o humanidades4), o que tampoco cuentan con redes y apoyos estructurados para financiar su actividad investigadora (como organizaciones no gubernamentales5).
Creo que hay más alternativas para garantizar la sostenibilidad económica de una revista como Gaceta Sanitaria,y la que me parece más obvia es aumentar las cuotas anuales de los socios y las socias de SESPAS y sus sociedades afiliadas. No creo que las cantidades que podrían llegar a plantearse supusieran un problema para la inmensa mayoría, y se podrían contemplar excepciones en casos particulares. El rango de APC que se sugiere en la carta de Benavides y Comino1, sin embargo, creo que sí puede resultar problemático para algunas personas aliadas y esenciales para la salud pública e interesadas en hacer llegar su trabajo a la audiencia deGaceta Sanitaria.
Contribuciones de autoríaLa autora firmante es la única responsable del texto.
FinanciaciónNinguna.
Conflictos de interesesNinguno.