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Vol. 13. Núm. SC2.
Páginas 8115 (octubre 1999)
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APLICACIÓN DE LA LEY 31/95 EN LA AGRUPACIÓN DE DISTRITOS GUADALHORCE-RONDA
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R. Monís Delgado, J. Granado Aranda, B. Herrera García, M. Vilaseca, R. Cabrera Rubio, JM. García Cabello
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Salud Pública:Organización yestrategias

ANÁLISIS DE LOS OBJETIVOS Y DEL ROL PROFESIONAL DE LOS TÉCNICOS SUPERIORES DE SALUD PÚBLICA DE MADRID Y CASTILLA-LA MANCHA

F Alcázar, C Bischofberger, F Iglesia, A Otero.

Centro Universitario de Salud Pública. General Oráa, 39. 28006 Madrid.

Introducción: Desde 1979, año en el que se transfirieron a las Comunidades Autónomas las competencias en materia de Salud Pública, los Servicios de Salud Pública han ido trasformándose y lo han hecho de forma dispar. Posiblemente ha habido diferencias entre las Comunidades en el desarrollo de las competencias, en la interpretación de las mismas o en el desarrollo de nuevas funciones. En esa transformación y adaptación a nuevos contextos los profesionales tienen un papel fundamental y particularmente el grado en el que son capaces de asumir nuevos objetivos y tareas.

El patrón de conductas que se consideran adecuadas a un determinado puesto o nivel de la organización se le ha llamado ''rol''. La claridad de ''rol'' se refiere al grado de incertidumbre que el sujeto que desempeña el puesto de trabajo tiene respecto a las funciones y tareas del mismo. El conflicto de ''rol'' se produce cuando existe incompatibilidad entre las expectativas que tiene una persona sobre su puesto y la situación de su puesto o cuando existen problemas de capacidad o de creencias.

El objetivo del estudio era conocer cuáles creen que son los objetivos fundamentales que deben guiar su trabajo en los Servicios de Salud Pública las personas que en ellos trabajan.

Material y métodos: Se diseñó un estudio descriptivo transversal de tipo observacional. La población de estudio fue la formada por los Técnicos Superiores de Salud Pública (tssp) de Madrid y Castilla La Mancha. Se desarrolló un cuestionario sobre los objetivos de los Servicios de Salud Pública con 9 ítems en una escala de 7 puntos con dos anclajes. Además se pasó un cuestionario sobre actividades del puesto de trabajo que fue reducido posteriormente mediante un análisis factorial y quedó finalmente constituido con seis factores extraídos del modelo obtenido. Se han estudiado dos componentes de ´rol´, claridad de ''rol'' y conflicto de ''rol'', a través de un cuestionario validado que recoge 13 ítems, 7 de claridad y 6 de conflicto en una escala de 1 a 5. Como variables independientes en el modelo se han utilizado algunas personales (edad, sexo, licenciatura) y del puesto de trabajo (antigüedad, área de trabajo y actividad que desarrolla en el mismo)

Resultados: Se obtuvieron 168 encuestas entre los técnicos superiores de Salud Pública de Madrid y 97 en Castilla La Mancha.

Los objetivos más valorados y que menos controversia suscitan entre los tssp son los de ''prevención y control de enfermedades transmisibles'''' (6,37) y ''protección del medioambiente y saneamiento ambiental'' (6,06). Son objetivos menos valorados y controvertidos otros objetivos de los Servicios como los de ''análisis de la efectividad de la asistencia sanitaria'' (4,38), ''evaluación de la tecnología'' (3,10) y ''evaluación de la práctica médica'' (3,26). El análisis factorial del conjunto de los objetivos permitió extraer tres factores, el primer factor que podría denominarse ''Policía Sanitaria'' que agrupa los objetivos clásicos de la Salud Pública que son la prevención y control de las enfermedades y la protección del medioambiente y el saneamiento ambiental y el segundo factor que se podría denominar ''Política Sanitaria'' que agrupa a los objetivos de análisis de la efectividad, identificación de necesidades de salud y fomento de políticas públicas sanas y un tercer factor ''promoción de salud y evaluación sanitaria''. El área de trabajo en el que los técnicos superiores ejercen su labor está asociada con la importancia que conceden a los objetivos de política sanitaria. Puntúan más el objetivo de análisis de la efectividad los que trabajan en planificación (5,30) y los que trabajan en prevención y promoción (5,17) que los que trabajan en Higiene de los alimentos (4,00) o epidemiología (4,13), (p< 0,05). También el objetivo de ''fomento de políticas públicas sanas'' es más valorado por los que trabajan en áreas relacionadas con éste como son prevención y promoción (6,09), planificación (5,8) y menos por los que trabajan en epidemiología (4,69) e higiene de los alimentos (5,00), (p <0,01). Para el conjunto de los técnicos superiores de salud pública la claridad de ''rol'' es media (3,41) y el conflicto de ''rol'' también se acerca a la media de la escala (2,88). Los técnicos superiores de salud pública que realizan como principal actividad la recogida y análisis de datos (3,43) o la inspección y control (3,48) o la gestión de servicios (3,57), presentan más claridad de ''rol'' que los que se dedican principalmente a planificación sanitaria y evaluación (2,75) o inspección de servicios asistenciales (2,91), (p< 0,01).

Conclusiones: No parece haber cambiado la cultura sobre la salud publica Los objetivos que parecen claramente asumidos por el colectivo son los de policía sanitaria y sin embargo los de política sanitaria (identificación de necesidades, análisis de la efectividad del sistema, etc) están asumidos dependiendo fundamentalmente del puesto de trabajo que se ocupa. Parece mejorable lo que se ha llamado ''claridad de rol'' en los puestos de trabajo de los técnicos superiores de salud pública, sobre todo en lo que respecta a la claridad de los objetivos del trabajo, las instrucciones que se dan y los procedimientos para llevarlos a cabo.

APLICACIÓN DE LA LEY 31/95 EN LA AGRUPACIÓN DE DISTRITOS GUADALHORCE-RONDA

R Monís Delgado, J Granado Aranda, B Herrera García, M Vilaseca, R Cabrera Rubio, JM García Cabello.

Parque Suárez, 7-5º. 29011 Málaga.

Introducción: Mientras se define el modelo de aplicación de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales al ámbito del SAS, en un escenario de transición enmarcado, fundamentalmente, por las disposiciones adicional cuarta y transitoria cuarta del RD 39/97, así como por la necesidad de consensuar el modelo con los interlocutores sociales y por la contención del gasto, consideramos la oportunidad de avanzar en la organización y gestión de la prevención de riesgos laborales en la Agrupación de Distritos Guadalhorce-Ronda (ADGR), mediante la formulación de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales (PPRL).

Objetivos: Evaluación inicial de los riesgos (EVR) para la seguridad y salud de los trabajadores de la ADGD y planificación e implementación de las acciones preventivas (PAP).

Material y Método: La ADGR comprende 43 centros de trabajo, 10 CS cabeceras de ZBS y 33 consultorios, con 450 trabajadores propios y 57 de contratas.

La estructura de la evaluación se abordó, desde lo general a lo particular, en tres unidades de estudio: riesgos generales del centro de trabajo, riesgos de la sección y riesgos del puesto. Los instrumentos utilizados para la evaluación de riesgos por unidades de estudio fueron: cuestionario de condiciones de trabajo validado al efecto, cuestionario de estrés organizacional de la OIT-OMS, checklist de seguridad diseñados al efecto, método del INSHT para evaluación de los riesgos generales, métodos específicos en los requeridos por la normativa y mediciones. El procedimiento fue el definido en los artículos 3 al 7 del RD 39/97.

Las acciones preventivas se formularon en aplicando los respectivos artículos de la Ley 31/95 y de los RD que la desarrollan, primando el principio de acción sobre el de diseño, puesto que el conocimiento de las condiciones de trabajo derivado de los resultados de las evaluaciones genéricas y de sección, permitieron avanzar en la planificación de las acciones preventivas sin finalizar las evaluaciones individuales. Por otro lado, la aplicación de acciones preventivas del tipo vigilancia de la salud, constituyen un requisito imprescindible para evaluar los riesgos individuales.

Resultados: EVR. Se han completado: Evaluación de riesgos biológicos, físicos y químicos para la gestación en enfermeras del Distrito, Percepción de las condiciones generales de trabajo en el personal del Distrito, Evaluación inicial de riesgos de seguridad del departamento administrativo del Distrito y del CS Cártama Estación, Percepción de riesgos psicosociales y estrés en el Distrito, Análisis de las condiciones generales de seguridad y salud y grado de adecuación a la normativa vigente de los 43 centros de trabajo de la ADGR.

EVR. Están por finalizar: Evaluación de riesgos individual (Julio 1999)

PAP. Están operativos: Sistema de Información y Registro, Acciones correctoras de las condiciones de trabajo de la ADGR, Recomendaciones de seguridad para el departamento administrativo del Distrito y CS Cártama Estación, Recomendaciones de acciones correctoras en seguridad para los 43 centros de la ADGR, Programa de Información, Programa de Formación, Vigilancia de la Salud.

PAP. Están en proceso de implantación: Listado de puestos exentos de riesgos para la reproducción, Prevención de riesgos psicosociales y estrés, Coordinación de acciones preventivas con contratas y mataderos, Elaboración de los planes de autoprotección de los centros, Acciones preventivas derivadas de la evaluación de riesgos individual

Conclusiones: Aunque aún no se completó la evaluación de riesgos individual, consideramos que las acciones preventivas implantadas desde el PPRL constituyen un avance cualitativo para la gestión de los riesgos del personal de la ADGR.

CONOCIMIENTOS SOBRE FORMAS DE TRANSMISIÓN DE VIH EN EL COLECTIVO DE MUJERES DOMINICANAS EN MADRID

E Bolaños, M Darder, A Torres1.

C/ Sinesio Delgado, nº 8. 28029 Madrid

Departamento de Salud Internacional. Escuela Nacional de Sanidad. ISC III. Madrid. 1Departamento de Salud Pública. Universidad Miguel Hernández. Alicante.

Introducción: Actualmente la prevención es la única herramienta eficaz contra el SIDA. Para el diseño de programas de prevención de VIH/SIDA es imprescindible incorporar una primera fase de identificación precisa de la población a la que irá dirigido, así como un análisis de todos los factores (culturales, socio-demográficos, etc.) propios de ella que pudieran estar asociados con su vulnerabilidad hacia esta enfermedad. En nuestro estudio nos hemos aproximado a la población de mujeres inmigrantes dominicanas de la Comunidad de Madrid, por constituir un grupo grande y en crecimiento en la actualidad. En España se desconocen los conocimientos que esta población tiene sobre la infección por VIH, sus prácticas de riesgo y sus actitudes hacia las recomendaciones preventivas. Ello limita seriamente la planificación de programas preventivos que lleguen eficazmente a este grupo.

Objetivos: Identificar los conocimientos que la población de mujeres inmigrantes dominicanas de la Comunidad de Madrid tiene acerca de las formas de transmisión de VIH.

Sujetos y metodología: Realizamos un estudio cuali-cuantitativo entre mujeres dominicanas mayores de 15 años. El estudio cualitativo incluyó grupos de discusión y entrevistas en profundidad. En base a la información recogida, diseñamos un cuestionario semi-estructurado. Debido a la dificultad de acceder a la población, los datos se recogieron en la organización comunitaria Voluntariado de Madres Dominicanas. Realizamos 303 encuestas entre diciembre de 1998 y marzo de 1999. Durante estos meses el flujo de mujeres en la asociación era elevado y muy diverso por hallarse abierto el plazo para solicitar permiso de trabajo en España.

Resultados: El 96,0% de las mujeres reconocieron el SIDA como una enfermedad de transmisión sexual. Asimismo, identifican la sangre como un vehículo de infección. La mayoría de las mujeres valoraron como muy alto el riesgo de transmisión asociado al contacto directo con la sangre por medio de heridas abiertas (85,8%) o de transfusiones de sangre (87,1%). También evaluaron muy alto el riego asociado al intercambio de material punzante y cortante, como jeringuillas y material de inyección (97,7%) o maquinillas y cuchillas de afeitar (84,5%). Por otro lado, el 96,0% admitieron la existencia de riesgo de transmisión vertical.

Las mujeres dominicanas asignan claramente un alto riesgo de transmisión relacionado con la promiscuidad sexual (95,4%). Resulta llamativa la sobrevaloración que estas mujeres hacen del riesgo asociado a determinadas situaciones de riesgo real mínimo o nulo. El 41,9% estiman que existe mucho o algo de riesgo de transmisión por compartir habitación, vasos o platos u otros objetos personales con una persona afectada. Atribuyen también un riesgo elevado o medio de contagio al empleo de baños públicos y a las picaduras de mosquitos (62,0% y 69,9%, respectivamente). El 69,0% de ellas reconocen como una práctica de alto riesgo el compartir el cepillo de dientes. Citan con frecuencia la utilización de servicios médicos (de atención buco-dental o ginecológica, aplicación de inyectables) como una situación en la que existe un riesgo elevado o medio de infección. No hemos observado asociación entre el grado de integración en España, la edad y el nivel educativo con la adecuación de sus conocimientos. Por otro lado, el 94,4% reconocieron que el SIDA es una enfermedad prevenible.

Conclusiones: En términos generales las mujeres dominicanas detectan correctamente las prácticas de riesgo para la infección por VIH/SIDA. No obstante, el hecho de manejar información correcta no parece ser suficiente para eliminar sus dudas acerca de algunas prácticas o situaciones libres de riesgo. Esto parece provocarles una reacción de desconfianza y temor excesivo hacia todo lo que tenga que ver con esta patología. Por ello, en el proceso de diseño y planificación de programas preventivos dirigidos a este colectivo sería recomendable incorporar acciones encaminadas, no sólo a cubrir las lagunas de conocimiento detectadas en cuanto a formas de transmisión, sino también a reducir su desconfianza hacia la información disponible y su miedo hacia esta enfermedad.

Proyecto financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS 97/1052).

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