Analizar los niveles de actividad física en adolescentes y su relación con las percepciones sobre actividad física y con los factores externos.
MétodoEstudio observacional descriptivo transversal. Participaron adolescentes entre 11 y 18 años, reclutados/as en los centros de educación secundaria del municipio de Esplugues de Llobregat, Barcelona. Las mediciones consistieron en la valoración del nivel de actividad física mediante el cuestionario IPAQ-A y la relación del nivel de práctica de actividad física con las percepciones sobre actividad física y con los factores externos descritos en el modelo de promoción de la salud de Pender.
ResultadosEl 60,34% de los/las adolescentes fueron insuficientemente activos/as. Los factores asociados positivamente a la práctica de actividad física fueron el sexo masculino (p<0,01), hacer deporte extraescolar (p <0,01), la percepción de beneficios (p <0,01), la percepción de autoeficacia (p <0,01), las influencias interpersonales (p <0,01), que los padres y las madres hagan deporte (p <0,01), los modelos (p <0,01) y las normas (p <0,01). Los factores correlacionados asociados negativamente fueron el sexo femenino (p <0,01), el índice de masa corporal (p=0,048) y la percepción de barreras (p <0,01). No se halló relación con la clase social (p=0,164). Las influencias situacionales fueron un factor condicionante en los chicos (p <0,01), pero no en las chicas (p=0,561).
ConclusionesEste estudio identifica factores que determinan la práctica de actividad física en los/las adolescentes, que teniéndolos en cuenta en el diseño de intervenciones y políticas de promoción podrían ayudar a aumentar los niveles actuales. Aun así, existen algunos condicionantes, como el sexo y la clase social, que habría que estudiar con profundidad mediante investigaciones más exploratorias y discursivas.
Analyze the levels of physical activity in adolescents and their relationship with perceptions of physical activity and external factors.
MethodCross-sectional descriptive observational study. The participants were adolescents between the ages of 11 and 18. They were recruited in secondary schools in the municipality of Esplugues de Llobregat, Barcelona, Spain. The measurements were amount of physical activity (IPAQ-A questionnaire) and the relationship between level of physical activity and the perceptions of physical activity and external factors proposed by the health promotion model.
ResultsOf the total sample, 60.34% participants were insufficiently active. The factors positively associated with physical activity were male gender (p<0.01), engaging in extracurricular sports (p<0.01), perceiving benefits (p<0.01), perceiving self-efficacy (p<0.01), interpersonal influences (p<0.01), having parents who engage in sports (p<0.01), social support (p<0.01) and social norms supporting exercise (p<0.01). The factors negatively associated with physical activity were female gender (p<0.01), body mass index (p=0.048) and perceiving obstacles (p<0.01). There was no relationship with social class (p=0.164). Situational influences were a conditioning factor for boys (p<0.01), but not girls (p=0.561).
ConclusionsThis study identifies factors that determinate the practice of physical activity in adolescents. Taking these factors into account in the design of health promotion interventions and policies could help increase levels of physical activity in this population. Even so, there are some variables, such as gender and socioeconomic status, that should be explored in depth through research that is more exploratory and discursive.
Según los datos mundiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 27,5% de las personas adultas y el 81% de los/las adolescentes (77,6% de los chicos y 84,7% de las chicas) no siguen las recomendaciones sobre actividad física1, y no se ha evidenciado mejora en los últimos 10 años2. En España, la insuficiente actividad física está presente en el 69,8% de los chicos y en el 83,8% de las chicas1. Estos bajos niveles se relacionan con las circunstancias socioeconómicas y culturales, pudiendo llegar a constituirse como determinantes sociales de la salud y agravar las situaciones de desigualdad3, que afectan más a las mujeres, incrementado las desigualdades de género4.
El Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física 2018-2030 de la OMS pretende dar respuesta a este problema de salud pública, que impacta en el coste de los servicios sanitarios, en el medio ambiente y en el desarrollo económico5. Así, fija como objetivo reducir la insuficiente actividad física mundial un 15% en el año 2030 mediante estrategias de promoción e inversión en investigaciones que aporten nuevas perspectivas para aumentar la actividad física en la población, en especial en el ámbito de la atención primaria1.
La actividad física durante la adolescencia incide en la mejora de la forma física relacionada con las funciones cardiorrespiratoria, osteomuscular y cardiometabólica, e influye en el rendimiento cognitivo con un mejor desempeño académico6. El ejercicio también proporciona bienestar psicológico, mejorando la autoestima, el estado de ánimo, el sueño, el estrés, la ansiedad y la depresión7. Además, permite a los jóvenes socializar con amistades y contribuye a la percepción de autoeficacia y de autonomía, aspectos importantes en la configuración de la personalidad en la adolescencia8,9.
Diversos estudios han reportado evidencia sobre los factores que influyen en la conducta de actividad física10, como son los procesos cognitivos, los procesos emocionales, el clima social y la motivación11. Entre ellos, los estudios enmarcados en el modelo de promoción de la salud de Pender aportan resultados que orientan en la interpretación de la conducta de actividad física, facilitando la comprensión de los mecanismos que la afectan12,13. Así, la autoeficacia percibida, el afecto positivo ligado a la actividad y el entorno físico y social son factores clave para iniciarse y mantener la actividad física14. Aun así, se requieren investigaciones que aborden la complejidad del problema y relacionen el nivel de actividad física, los factores personales, los factores externos y las experiencias de los adolescentes con los resultados de salud15. Conocer las relaciones causales ayudará a crear nuevos marcos teóricos para diseñar intervenciones de promoción de la actividad física16.
En el escenario tras la pandemia de COVID-19, los gobiernos locales y autonómicos han identificado una erosión del bienestar psicológico y emocional de los/las jóvenes, por lo que han implementado políticas y actuaciones más intensivas para este colectivo, siendo la actividad física un elemento clave17. Esta investigación pretende contribuir a la generación de datos relevantes que aborden las multicausalidades, su distribución y sus relaciones, y permitan también la comparación entre distintos contextos del territorio español.
El objetivo del estudio es analizar los niveles de actividad física y su relación con las percepciones sobre esta y los factores externos en adolescentes entre 11 y 18 años en un municipio del área metropolitana de Barcelona.
MétodoDiseño y población de estudioEl presente estudio es el componente cuantitativo de una investigación con metodología mixta secuencial que analiza los factores que determinan la práctica de actividad física de los/las adolescentes en Esplugues de Llobregat (Barcelona) (fig. 1). Posteriormente proseguirá un subestudio cualitativo de corte fenomenológico que se nutrirá, para su diseño, de los resultados obtenidos en la fase cuantitativa.
En esta primera fase se trata de un estudio observacional descriptivo transversal, realizado en los institutos de secundaria de Esplugues de Llobregat, que analiza el fenómeno en chicos y chicas de manera conjunta y separada, informando así de posibles desigualdades de género.
La población de Esplugues de Llobregat forma parte del área metropolitana de Barcelona y tiene una tasa de jóvenes del 14,3%. Aunque es un municipio de renta media, también se identifican secciones censales vulnerables17. La oferta de actividad física para adolescentes es amplia y equitativa: se ofrecen diez tipos de deportes, mayoritariamente de equipo, para ambos sexos por separado y con becas en casos de problemas socioeconómicos.
Los datos se recogieron entre octubre de 2019 y febrero de 2020 en tres de los nueve institutos que accedieron a participar. El total de adolescentes matriculados/as en el curso 2019-2020 en el municipio era de 3253. A partir de un nivel de confianza del 95%, dejando un margen de error del 5% se determinó una muestra de 344 adolescentes.
Los criterios de inclusión fueron ser adolescente entre 11 y 18 años, querer participar y haber firmado el consentimiento informado, tanto sus tutores legales como ellos/ellas. Los criterios de exclusión fueron sufrir algún problema de salud mental o cognitivo que no permitiera responder el cuestionario o presentar una barrera idiomática en adolescentes recién llegados/as de países de origen de habla no hispana.
Como instrumentos de medida se utilizaron el International Physical Activity Questionnare adaptado a adolescentes (IPAQ-A)18 validado al español, para calcular la cantidad de actividad física, y las escalas del modelo de promoción de la salud de Pender19,20 para explorar percepciones y factores externos de la práctica. Las escalas están validadas en lengua inglesa, y por ello se realizó un proceso de validación transcultural de traducción-retraducción al español. Además, se utilizó un cuestionario ad hoc para recoger datos descriptivos y datos sobre la autovaloración de la práctica de actividad física.
El estudio obtuvo la aprobación del comité de bioética de la Universitat de Barcelona y del comité ético del Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària Jordi Gol (IDIAP), y el permiso del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya. Se respetaron la Declaración de Helsinki y la Ley Orgánica 3/2018 de protección de datos y garantías de derechos digitales.
VariablesLas variables descriptivas, como género, edad, tipo de familia, lugar de nacimiento, peso, talla, lugar de procedencia de padres y madres, población de residencia, barrio, práctica deportiva fuera del entorno escolar y práctica por parte de los progenitores, se recogieron en un cuestionario ad hoc. Se determinó la variable género (y no sexo) debido a que se pidió a los/las adolescentes que determinaran el género con el que se identificaban.
La cantidad de actividad física se determinó con el cuestionario IPAQ-A, formado por nueve preguntas, que valora la actividad física realizada en los últimos 7 días durante el tiempo libre, durante las clases de educación física, así como en diferentes horarios durante los días de clase (comida, tardes y noches) y durante el fin de semana. Se responde cada pregunta mediante una escala de Likert con cinco respuestas, en la que 1 es 0 veces a la semana y 5 es 5 o más veces a la semana. Según los valores de corte para clasificar el nivel de actividad, se determina que un valor <2,75 significa que el/la adolescente realiza menos de 60 minutos de actividad física moderada al día y, por tanto, es insuficientemente activo/a21.
La autovaloración de la práctica de actividad física se obtuvo mediante el cuestionario ad hoc a partir de dos preguntas con respuesta dicotómica (sí/no).
Las percepciones sobre la actividad física, como la percepción de beneficios, la percepción de barreras y la percepción de autoeficacia, se valoraron mediante las escalas del modelo de promoción de la salud de Pender en una escala de Likert de cinco categorías, en la que 1 es nada cierto y 5 es muy cierto.
Los factores externos, como las influencias interpersonales, que consisten en el apoyo social por parte de la familia y las amistades; los modelos, que consisten en la práctica de ejercicio físico de las personas que forman el entorno de los/las adolescentes; las normas, que recogen la creencia del/de la adolescente de lo que esperan las personas de su entorno con relación a su actividad física; y las influencias situacionales, que son los recursos físicos del entorno para realizar actividad física, se valoraron mediante las escalas del modelo de promoción de la salud de Pender. Los tres primeros miden la influencia de estos factores mediante una escala de Likert de tres categorías, en la que 1 es nunca y 3 es a menudo, y el cuarto a través de respuestas dicotómicas (sí/no). La puntuación final de cada escala se obtiene mediante la media aritmética. La clase social, considerada un factor externo y recogida en el cuestionario ad hoc, se valora por la actividad laboral de los tutores legales, tal como propone el Grupo de Trabajo de Determinantes Sociales de la Sociedad Española de Epidemiología22.
Análisis estadísticoEn el análisis cuantitativo se usó el programa informático Statistical Package for the Social Science 25 (SPSS). Se utilizó estadística descriptiva para resumir los datos, como frecuencia y porcentaje para las variables cualitativas y como media y desviación estándar para las variables cuantitativas. La normalidad de las variables cuantitativas se verificó con la prueba de Kolmogórov-Smirnov-Lilliefors. La asociación entre variables cualitativas se evaluó mediante el coeficiente de correlación de Pearson o rho de Spearman, según si las variables tenían o no distribución normal. Se usó la prueba t de Student para evaluar la diferencia de medias entre dos grupos extraídos de la muestra según sus características diferenciales en distintas variables. En el caso de más de dos grupos, se utilizó ANOVA. En todo el análisis se consideró un nivel de significación del 5%. Los valores perdidos no fueron considerados para el análisis estadístico.
ResultadosDe los nueve institutos de educación secundaria de Esplugues de Llobregat, solo tres accedieron a participar, con lo cual 1158 adolescentes eran candidatos/as. A partir de la aplicación de los criterios de inclusión y exclusión, la muestra final fue de 457 estudiantes. La razón principal de pérdida de participantes fue no aportar el consentimiento informado. La muestra fueron adolescentes entre 11 y 18 años; un 56,89% chicas. El 77,24% habían nacido en España y el 28,44% eran de progenitores nacidos en el extranjero. La clase social III (nivel socioeconómico bajo) fue la principal en la muestra (49,45%) (tabla 1).
Datos descriptivos
Media | DE | |
---|---|---|
Edad, años | 13,81 | 1,6 |
IMC | 20,44 | 3,38 |
n | % | |
Género | ||
Femenino | 260 | 56,89 |
Masculino | 195 | 42,67 |
Otros | 1 | 0,22 |
Perdidos | 1 | 0,22 |
Lugar de nacimiento | ||
España | 353 | 77,24 |
Extranjero | 28 | 6,13 |
Perdidos | 76 | 16,63 |
Lugar de nacimiento de los progenitores | ||
España | 282 | 61,93 |
Extranjero | 130 | 28,44 |
Perdidos | 44 | 9,63 |
Clase social | ||
Clase I (directores, gerentes y profesionales universitarios) | 73 | 15,97 |
Clase II (ocupaciones intermedias y trabajadores por cuenta propia) | 85 | 18,6 |
Clase III (trabajadores manuales) | 226 | 49,45 |
Perdidos | 73 | 15,97 |
DE: desviación estándar; IMC: índice de masa corporal.
El 39,66% de los/las participantes mantienen los niveles de actividad física recomendados por la OMS y el 60,34% son insuficientemente activos/as. Las chicas adolescentes mantienen un nivel de actividad física menor que los chicos (p <0,01). Los/las adolescentes cuyos padres y madres realizan ejercicio practican más deporte fuera del entorno escolar (p <0,01). Los chicos realizan más deporte extraescolar que las chicas (p <0,01). Cuanto mayor índice de masa corporal (IMC), menor actividad física (p=0,048). La clase social no es un determinante de los niveles de práctica de actividad física (p=0,164) (tabla 2).
Nivel de actividad física, autovaloración de la práctica de actividad física y factores externos
Insuficientemente activo/a, <2,75n (%) | Suficientemente activo/a, ≥2,75n (%) | p | |
---|---|---|---|
Datos descriptivos | |||
Nivel de actividad física | |||
Total | 248 (60,34%) | 163 (39,66%) | |
Chicos | 84 (48%) | 91 (52%) | <0,01 |
Chicas | 163 (69,66%) | 71 (30,34%) | <0,01 |
Grados de IMC | |||
Insuficiencia ponderal | 64 (54,24%) | 54 (45,76%) | 0,048 |
Normal | 142 (61,47%) | 89 (38,53%) | 0,048 |
Sobrepeso | 17 (77,27%) | 5 (22,73%) | 0,048 |
Obesidad | 5 (100%) | 0 (0%) | 0,048 |
Hace deporte extraescolar | |||
Sí | 119 (44,57%) | 148 (55,43%) | <0,01 |
No | 129 (89,58%) | 15 (10,42%) | <0,01 |
Autovaloración de la práctica de actividad física | |||
Se considera activo/a | |||
Sí | 139 (47,44%) | 154 (52,56%) | <0,01 |
No | 109 (93,97%) | 7 (6,03%) | <0,01 |
Quiere ser más activo/a | |||
Sí | 181 (63,07%) | 106 (36,93%) | 0,129 |
No | 66 (55%) | 54 (45%) | 0,129 |
Factores externos | |||
Padres/madres que realizan deporte | |||
Sí | 94 (51,37%) | 89 (48,63%) | <0,01 |
No | 153 (67,40%) | 74 (31,60%) | <0,01 |
Clase social | |||
Clase I | 36 (57,14%) | 27 (42,86%) | 0,164 |
Clase II | 42 (53,85%) | 36 (46,15%) | 0,164 |
Clase III | 135 (65,22%) | 72 (34,58%) | 0,164 |
IMC: índice de masa corporal.
Los/las adolescentes que se consideran no activos/as tienen una percepción más acorde con sus niveles reales de actividad física que quienes se consideran activos/as (p <0,01). El 93,97% de quienes se consideraban no activos/as estaban en lo cierto. Solo el 52,56% de los/las participantes que se consideran activos/as cumplían realmente con los niveles recomendados (tabla 2). Los/las adolescentes que se consideraban no activos/as refirieron que sí querrían serlo más (p <0,01) (tabla 2), y las chicas muestran más que los chicos querer ser activas (p <0,01) (tabla 3).
Autovaloración de la práctica de actividad física y deporte extraescolar según género
Sín (%) | Non (%) | p | |
---|---|---|---|
Se considera activo/a | |||
Chicos | 144 (75%) | 48 (25%) | 0,41 |
Chicas | 186 (71,54%) | 78 (28,46%) | 0,41 |
Quiere ser más activo/a | |||
Chicos | 119 (62,30%) | 72 (37,70%) | <0,01 |
Chicas | 201 (78,52%) | 55 (21,48%) | <0,01 |
Hace deporte extraescolar | |||
Chicos | 142 (72,82%) | 53 (27,18%) | <0,01 |
Chicas | 157 (60,38%) | 103 (39,62%) | <0,01 |
Los/las adolescentes suficientemente activos/as tienen mayor percepción de autoeficacia y de beneficios que los/las insuficientemente activos/as (p <0,01). La población adolescente que no cumple las recomendaciones tiene mayor percepción de barreras para realizar ejercicio (p <0,01). Los/las adolescentes suficientemente activos/as tienen mayor soporte y ejemplo que los/las no activos/as por parte de su contexto de influencias interpersonales (p <0,01), y tienen mayor percepción de que sus modelos referentes esperan que sean activos/as (p <0,01). En cuanto a las influencias situacionales del entorno, los chicos suficientemente activos reconocen más espacios a su alrededor para poder realizar actividad física que los insuficientemente activos (p <0,01), mientras que este factor no es relevante en la práctica de actividad física de las chicas (p=0,561) (tabla 4).
Percepciones sobre la actividad física, los factores externos y el nivel de actividad física
Insuficientemente activo/a, <2,75 | Suficientemente activo/a, ≥2,75 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
n | Media | DE | n | Media | DE | p | |
Percepciones | |||||||
Percepción de beneficios | |||||||
Chicos | 81 | 62,34 | 16,73 | 90 | 71,57 | 12,12 | <0,01 |
Chicas | 158 | 61,55 | 16,28 | 68 | 76,14 | 13,31 | <0,01 |
Percepción de barreras | |||||||
Chicos | 80 | 49,34 | 20,27 | 88 | 36,30 | 16,26 | <0,01 |
Chicas | 159 | 50,78 | 18,17 | 69 | 35,07 | 18,32 | <0,01 |
Percepción de autoeficacia | |||||||
Chicos | 82 | 52,17 | 21,55 | 90 | 68,33 | 15,69 | <0,01 |
Chicas | 161 | 56,38 | 19,95 | 70 | 72,18 | 17,57 | <0,01 |
Factores externos | |||||||
Influencias personales | |||||||
Chicos | 82 | 59,36 | 11,34 | 89 | 66,20 | 14,28 | <0,01 |
Chicas | 163 | 61,08 | 13,98 | 71 | 70,49 | 12,80 | <0,01 |
Modelos | |||||||
Chicos | 83 | 32,12 | 15,30 | 91 | 43,177 | 20,60 | <0,01 |
Chicas | 162 | 37,52 | 19,87 | 71 | 48,12 | 16,98 | <0,01 |
Normas | |||||||
Chicos | 83 | 45,90 | 24,64 | 91 | 59,67 | 24,19 | <0,01 |
Chicas | 160 | 46,37 | 23,16 | 71 | 64,78 | 24,36 | <0,01 |
Influencias situacionales | |||||||
Chicos | 83 | 61,08 | 24,79 | 87 | 71,26 | 19,69 | <0,01 |
Chicas | 160 | 65,56 | 20,79 | 71 | 67,32 | 22,29 | 0,561 |
DE: desviación estándar.
Los/las adolescentes que pertenecen a la clase social I perciben más beneficios de la práctica de actividad física en comparación con sus compañeros/as de la clase social III (p <0,01), y lo mismo pasa con los factores de autoeficacia e influencias interpersonales (p <0,01). En cambio, no se identifica influencia de la clase social en la percepción de barreras y los otros factores externos (tabla 5).
Clase social, percepciones sobre la actividad física y factores externos
Scheffe | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Clase social | Contraste | EE | t | P > /t/ | IC95% | |
Percepción de beneficios | ||||||
Clase II vs. clase I | −5,510932 | 2,726327 | −2,02 | 0,131 | −12,21133 | 1,189461 |
Clase III vs. clase I | −8,181126 | 2,299724 | −3,56 | 0,002 | −13,83307 | −2,529181 |
Clase III vs. clase I | −2,670194 | 2,182025 | −1,22 | 0,474 | −8,032876 | 2,692489 |
Percepción de barreras | ||||||
Clase II vs. clase I | −2,553353 | 3,101881 | −0,82 | 0,713 | −10,17673 | 5,070023 |
Clase III vs. clase I | 3,164773 | 2,607665 | 1,21 | 0,480 | −3,243988 | 9,573533 |
Clase III vs. clase I | 5,718126 | 2,484981 | 2,30 | 0,072 | −0,3891198 | 11,82537 |
Percepción de autoeficacia | ||||||
Clase II vs. clase I | −4,622134 | 3,174963 | −1,46 | 0,348 | −12,42479 | 3,180517 |
Clase III vs. clase I | −9,760175 | 2,672209 | −3,65 | 0,001 | −16,32728 | −3,19307 |
Clase III vs. clase I | −5,138041 | 2,534822 | −2,03 | 0,130 | −11,36751 | 1,091426 |
Influencias personales | ||||||
Clase II vs. clase I | −4,996648 | 2,242528 | −2,23 | 0,085 | −10,50755 | 0,5142577 |
Clase III vs. clase I | −7,478632 | 1,895765 | −3,94 | 0,000 | −12,13738 | −2,81988 |
Clase III vs. clase I | −2,481984 | 1,782559 | −1,39 | 0,380 | −6,862538 | 1,898569 |
Modelos | ||||||
Clase II vs. clase I | −1,365106 | 3,064272 | −0,45 | 0,906 | −8,895415 | 6,165202 |
Clase III vs. clase I | −5,916033 | 2,579493 | −2,29 | 0,073 | −12,25501 | 0,4229484 |
Clase III vs. clase I | −4,550926 | 2,448653 | −1,86 | 0,179 | −10,56837 | 1,466522 |
Normas | ||||||
Clase II vs. clase I | −1,420417 | 4,059605 | −0,35 | 0,941 | −11,3966 | 8,555765 |
Clase III vs. clase I | −6,212874 | 3,415505 | −1,82 | 0,193 | −14,60623 | 2,180481 |
Clase III vs. clase I | −4,792457 | 3,242067 | −1,48 | 0,336 | −12,7596 | 3,174686 |
Influencias situacionales | ||||||
Clase II vs. clase I | 4,154101 | 3,453518 | 1,20 | 0,486 | −4,333205 | 12,64141 |
Clase III vs. clase I | −0,2893378 | 2,930246 | −0,10 | 0,995 | −7,490661 | 6,911986 |
Clase III vs. clase I | −4,443439 | 2,741531 | −1,62 | 0,270 | −11,18098 | 2,2941 |
EE: error estándar; IC95%: intervalo de confianza del 95%.
El objetivo principal del estudio era identificar los niveles de actividad física en adolescentes entre 11 y 18 años en Esplugues de Llobregat y su relación con las percepciones sobre actividad física y con los factores externos. Los resultados están en concordancia con los reportados por la OMS y otros estudios en relación con la falta de actividad física1 y los factores que la determinan en la población adolescente3,9,20. Sin embargo, este estudio identifica que los/las adolescentes tienen la percepción de que practican más actividad física de la que realizan realmente, factor que les podría dificultar la detección de la necesidad de un cambio de su conducta.
Por otro lado, se observa que los/las adolescentes que hacen deporte extraescolar tienen asegurados los niveles recomendados de actividad física de la OMS, factor determinante corroborado en otros estudios en los que también se reporta que los chicos realizan más actividades extraescolares deportivas que las chicas23,24 y que es relevante que sus familias también practiquen regularmente actividad física24.
La insuficiente actividad física es un factor desencadenante del sobrepeso y la obesidad25,26. En esta investigación se observa una relación entre un IMC alto y la falta de práctica de actividad física. Convendría explorar cómo influyen el sobrepeso y la obesidad en la determinación de realizar actividad física en la adolescencia, ya que los programas de tratamiento mediante ejercicio físico, dieta y cambios de conducta tienen poca consistencia y evidencia27, y la que existe está relacionada solo con población infantil y adolescente de clases sociales altas y medias28.
Los resultados ponen de manifiesto que el género es un correlato de este problema de salud pública. Las familias no invierten tanto en las actividades extraescolares deportivas de las adolescentes. Se debería explorar si esta priorización familiar también se ve reflejada en los momentos de realizar ejercicio en familia y si el valor de la actividad física se fomenta por igual en chicos y chicas. Los estudios refieren que es determinante que las adolescentes reciban el apoyo por parte de sus progenitores, en especial de la madre29–31. Las intervenciones realizadas para trabajar el género en el deporte destacan la importancia de hacerlo conjuntamente entre ellos y ellas, ya que así los chicos tienen la oportunidad de conocer directamente de sus compañeras las experiencias que ellas viven en relación con la práctica de ejercicio32.
En el presente estudio se observa una relación entre las percepciones sobre actividad física, los factores externos y la práctica de actividad física de los/las adolescentes, a excepción de las influencias situacionales en las chicas. Estos resultados concuerdan con los de otros estudios que señalan que los parques o espacios al aire libre cercanos a los barrios son menos utilizados por las mujeres que por los hombres33. Por otro lado, hay autores que describen que las adolescentes buscan entornos accesibles, seguros y que tengan espacios limpios donde realizar su higiene personal posterior al ejercicio34.
Los estudios sobre la práctica de actividad física en la adolescencia muestran que el factor clase social no acaba de ser concluyente1, efecto que sí tiene en la edad adulta, en la que a mayor nivel de ingresos, mayor práctica35. Los resultados de este estudio corroboran que no existe relación entre los niveles de actividad física y la clase social en los/las adolescentes, pero en cambio sí entre la clase social y la percepción de beneficios, la percepción de autoeficacia y las influencias personales. Una posible explicación sería que los/las jóvenes no tienen una fuente de ingresos propia y sus progenitores deciden si priorizan emplear o no los recursos económicos en un deporte extraescolar. Sería conveniente explorar cómo las personas adultas priorizan la actividad física de sus hijos/as adolescentes en comparación con la suya propia, en la cual la clase social sí tiene una influencia clara35.
LimitacionesUna de las limitaciones del estudio es la naturaleza transversal de los métodos llevados a cabo, que se limita a interpretar los resultados como una asociación y no como una clara causa-efecto. Por otro lado, al realizar el estudio sobre una muestra no probabilística podría no representar la totalidad de la población definida, limitando la generalización de los resultados. Otra limitación podría ser el no considerar algunos factores que pueden condicionar la conducta, como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, ya que los/las adolescentes realizan un alto uso de las redes sociales. Finalmente, los datos se recopilaron mediante medidas de autoevaluación que podrían haber introducido respuestas sesgadas derivadas de la deseabilidad social, especialmente en relación con el autoinforme de la conducta de actividad física y otros factores.
Aplicaciones prácticasDesde la atención primaria, en las consultas, se debería incentivar la actividad física en los/las adolescentes teniendo en cuenta su percepción de beneficios, barreras y autoeficacia, su autovaloración de la práctica que realizan y el apoyo que reciben de su entorno. Por otro lado, los programas de promoción de la salud, especialmente aquellos que se desarrollan en los institutos, podrían incluir intervenciones de educación para la salud que los capaciten para identificar recursos, alianzas y espacios físicos donde realizar ejercicio. En el ámbito comunitario, se debería promover la práctica de actividad física extraescolar de los/las adolescentes y de sus referentes adultos, mediante la interacción con activos del territorio y con profesionales de la actividad física. Las políticas de salud pública deberían considerar la intersectorialidad para intervenir sobre los factores de género, normas, modelos e influencias situacionales. Finalmente, en el campo de la investigación sería necesario realizar estudios longitudinales sobre los factores descritos para conocer las relaciones causales, además de seguir explorando las diferencias de género y de nivel socioeconómico mediante estudios cualitativos, como se plantea en la segunda fase de este proyecto.
ConclusionesEl presente estudio muestra que solo cuatro de cada diez adolescentes de la población de Esplugues de Llobregat son suficientemente activos/as. Se identifican el género femenino, un IMC alto y no hacer deporte extraescolar como factores desfavorables para la práctica de actividad física.
La autovaloración de la propia actividad física por parte de los/las adolescentes no acaba de adecuarse a los valores reales de práctica. Por otra parte, las chicas expresan querer ser más activas. En relación con las demás percepciones, a mayor percepción de beneficios y autoeficacia, mayor práctica de actividad física, y a mayor percepción de barreras, menor práctica de actividad física.
Las influencias interpersonales, que consisten en el apoyo y el modelo del entorno familiar y las amistades, son un factor positivo en la práctica de actividad física. Por otro lado, las influencias situacionales, como las oportunidades físicas que presenta el entorno, solo tienen efecto en los chicos. Finalmente, se requiere seguir estudiando la influencia que tiene el nivel socioeconómico en la práctica de actividad física en la adolescencia, porque su relación no acaba de ser concluyente.
Disponibilidad de bases de datos y material para réplicaDatos a disposición de las personas que lo soliciten contactando con la autora para correspondencia.
La insuficiente práctica de actividad física es un problema de salud pública del siglo xxi que afecta a la población adolescente, especialmente a las chicas, teniendo repercusión en su salud actual y futura. Los estudios realizados buscan identificar los factores que influyen en la práctica de actividad física.
¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?Identifica discrepancias entre la autovaloración de la práctica de actividad física y los niveles reales, corrobora la importancia de realizar deporte extraescolar y determina las percepciones y los factores externos influyentes.
¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos?El conocimiento de las percepciones y de los factores externos identificados puede ayudar en el diseño de intervenciones en distintos ámbitos para aumentar los niveles de actividad física de los/las adolescentes.
Jorge Marcos Marcos.
Declaración de transparenciaLa autora principal (garante responsable del manuscrito) afirma que este manuscrito es un reporte honesto, preciso y transparente del estudio que se remite a Gaceta Sanitaria, que no se han omitido aspectos importantes del estudio, y que las discrepancias del estudio según lo previsto (y, si son relevantes, registradas) se han explicado.
Contribuciones de autoríaA. Roselló-Novella: diseño del estudio, recogida de datos, base de datos y análisis e interpretación de los resultados, y redacción del borrador original. I. Lumillo-Gutierrez: metodología cuantitativa del estudio, descripción de las variables del estudio, resultados y limitaciones, revisión y edición. M. Pla-Consuegra: diseño del estudio, creación del adecuado nexo entre las partes cuantitativa y cualitativa de la metodología mixta, revisión y edición. A. Rosa-Castillo: creación de la base de datos, edición de resultados en figura y tablas, revisión y edición. L. Villa-Garcia: recogida de datos, perspectiva de género, revisión y edición. V. Morín-Fraile: diseño del estudio, recogida de datos, análisis e interpretación de los datos, revisión exhaustiva del borrador original y edición. Todas las personas firmantes dieron su aprobación a la versión final del artículo y garantizan que todas las partes del manuscrito han sido revisadas y discutidas con la finalidad de que sean expuestas con la mayor precisión e integridad.
AgradecimientosAgradecemos el apoyo recibido por parte de la Direcció d’Atenció Primària de Metropolitana Sud de l’Institut Català de la Salut, mediante la 1.ª Convocatoria de Ayudas a la Investigación de la Direcció d’Atenció Primària Gerència Territorial Metropolitana Sud, convocatoria de 2020, en su modalidad de liberación con 60 horas. Y a Irene Moral Peláez por su ayuda en la estadística de esta investigación.
Consideraciones éticasEl estudio respeta todos los criterios de la Declaración de Helsinki. Se obtuvo el consentimiento informado de todas las personas participantes del estudio y de sus tutores legales por tratarse de menores de edad. Previamente a la realización de este estudio se obtuvo la aprobación del Comité de Bioética de la Universitat de Barcelona, del Comité Ético de Investigación Clínica del Institut Universitat d’Investigació d’Atenció Primària (IDIAP-Jordi Gol) y de los Servicios Territoriales de Educación del Baix Llobregat, del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya.
FinanciaciónEl presente trabajo ha sido financiado por el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (www.coib.cat), beca número PR-499/2021. El papel del patrocinador en este estudio corresponde a soporte en la recopilación de datos y en la decisión de enviar el artículo para su publicación en modalidad Open Access.
Conflictos de interesesNinguno.