Aproximadamente el 80% de las y los jóvenes españoles1 no cumplen la recomendación mínima diaria de actividad física promovida por las organizaciones internacionales de salud pública. Además, un alto porcentaje de esta población no participa en actividades físicas en su tiempo libre2, y únicamente se benefician de la actividad física de las clases de educación física. Esta materia puede tener un papel relevante en el incremento de los niveles de actividad física de la juventud3, así como en la promoción de un estilo de vida activo. Sin embargo, la educación física en España no goza de un estatus bien reconocido, además de asignársele muchos objetivos y muy poco tiempo para desarrollarlos. Este poco tiempo es insuficiente para cumplir con los estándares de calidad establecidos para la educación física4, y se le dedica menos tiempo del necesario para poder conseguir efectos sobre la salud de chicas y chicos.
Por ello, proponemos un conjunto de acciones basadas en diferentes programas de educación física5, como SPARK (www.sparke.org), CATCH (http://catchusa.org) y PERSEO (www.perseo.aesan.msssi.gob.es); las recomendaciones de instituciones internacionales, como la SHAPE (http://www.shapeamerica.org/) o la EUPEA (http://www.eupea.com/); y nuestra propia experiencia académica, que podrían ser implementadas para aumentar el impacto de la educación física sobre la salud pública española:
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Revisar el currículum de educación física equilibrando el número de objetivos educativos al tiempo asignado para su desarrollo.
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Priorizar los objetivos relacionados con la promoción de hábitos de actividad física, con el fin de producir aprendizajes que puedan repercutir en la salud física, mental y social.
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Implementar programas de apoyo para aquellas y aquellos estudiantes que por sus características (baja habilidad motriz y condición física, obesidad, etc.) resulte conveniente desarrollar acciones de refuerzo en educación física.
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Aproximarse a los estándares de calidad internacionales de al menos 225 minutos semanales de educación física en la etapa de secundaria.
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Incorporar contenidos específicos en la formación del profesorado de educación física relacionados con la educación física y la salud, y con la promoción de la práctica de actividad física fuera del entorno escolar.
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Realizar acciones de formación continua del profesorado de educación física orientadas a la actualización de los contenidos sobre actividad física y salud, y al desarrollo de estrategias para favorecer niveles elevados de actividad física moderada o vigorosa en sus clases.
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Realizar estudios piloto para evaluar la implantación de una hora diaria de educación física, así como su impacto en el rendimiento académico.
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Desarrollar y evaluar la efectividad de programas de promoción de la actividad física desde la educación física y la escuela.
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Formar e informar a las familias de la relevancia educativa de la educación física, del desarrollo de hábitos de actividad física de sus hijas e hijos, y de los importantes beneficios para la salud de un estilo de vida activo.
Creemos que implementando estas acciones la educación física tendría un alto impacto sobre salud de chicas y chicos, en especial sobre la de quienes no realizan actividad física o apenas lo hacen.
Contribuciones de autoríaL. Cañadas y D. Martínez-Gómez escribieron el primer manuscrito. D. Martínez-Gómez y O.L. Veiga revisaron el manuscrito. Todos los autores leyeron y dieron su aprobación a la versión final.
FinanciaciónNinguna.
Conflicto de interesesNinguno.