La distancia en renta percapita que separa a los países más ricos de los más pobres ha aumentado en los últimos cincuenta años. Teniendo presente la ausencia de convergencia económica, este trabajo se pregunta si han convergido los niveles de salud de 125 países para los que el Banco Mundial ha recopilado la esperanza de vida al nacer en el período 1960-92. Para responder a esta cuestión se aplican los conceptos de convergencia beta, sigma y evolución de la distribución desarrollados en la literatura económica. Los resultados más relevantes del análisis son que 1) en el período 1960-89 ha habido convergencia en los niveles de salud de los países del mundo, 2) la existencia de convergencia no es sensible a la medida utilizada pero sí a la variable con la que la salud sea aproximada, 3) la velocidad de convergencia ha disminuido especialmente a partir de los años ochenta, y 4) los países africanos redujeron la distancia que separaba sus niveles de salud del resto del mundo, pero en el seno de África crecieron las diferencias entre los países a lo largo del período 1960-92. Estas evidencias sugieren que la relación entre salud y renta percapita no es lineal.
In the last fifty years the distance between the poorest and the richest countries, measured in income per capita, has augmented. Keeping in mind the absence of economic convergence, this paper uses the life expectancy data compiled by the World Bank for 125 countries to examine whether their health levels have converged in the period 1960-1992. In order to answer this question we apply the concepts of beta and sigma convergence and the evolution of the distribution developed in the economic literature. The most relevant results that arise from the analysis are that 1) there is convergence in the health levels in the world during the period 1960-89, 2) the existence of convergence is not sensible to the measure used but it is to the variable used to proxy the health level, 3) the speed of convergence fell down from the eighties, and 4) the African countries reduced the distance from their health level to the levels of the rest of the world but, within Africa, the differences increased along 1960-92. These evidences suggest a nonlinear relation between health and income per capita.